Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

10.| 𝐆rupo

⚠️ || TW¡!: REFERENCIA SUTIL A PROBLEMAS CON LA COMIDA E INSEGURIDADES.

A L I C E

✈︎TAL VEZ HABÍA SIDO DEMASIADO ingenua al creer que podía gustarle a Juani con solo ponerse un poco de tinta en los labios.
Intentó mirarse al espejo, pero le dolían los ojos solo de hacerlo.

Decidió que tal vez lo mejor era cambiar su playera azul de flores que tanto le gustaba... Pero es que se le marcaban los rollitos y no podía permitir eso.
Miró su maleta, pero no tenía más ropa, toda estaba sucia y ese fin de semana había olvidado lavar.
Esa era su única opción, una blusa que se le pegaba perfectamente al cuerpo, pero que hacía ver su espalda demasiado grande y se le marcaba el pecho. Entones encontró una sudadera, hacían al menos veinticuatro grados pero... No podía salir así.

Y aunque moría de calor, no estaba conforme. Su pantalón era demasiado pegado y sus muslos se veían muy grandes. Pero ya no tenía más pantalones.
Intentó que la sudadera le cubriera al menos la mitad de sus muslos, aún así no podía verse al espejo sin querer llorar.

Se secó las mejillas mojadas y fingió su mejor sonrisa antes de bajar a desayunar.

—¡Alice! —llamó Yahir llegando junto a ella. Le dio una sonrisa tan amable como pudo pues no quería que notara que había estado llorando.

Pero tal vez muy en el fondo, deseaba que alguien se diera cuenta, que alguien le dijera que todo iba a estar bien.

Habló con Yahir de un par de temas insignificantes, mayormente del trabajo pues era de las únicas cosas que compartían. Se dirigieron al comedor a desayunar con todos los demás, encontrándose con Alejandro y con Sara.

—Oye, Sara, ¿Tú por qué estás en el hotel si tienes tu casa? —preguntó Alice intentando no sonar grosera.

Todos se miraron confundidos, lo que hizo a Alice confundirse también.

—Porque ayer nos juntamos en la habitación de Yahir y Alejandro, revisa el grupo, Alice —respondió Sara como si dudara de su respuesta.
Entonces notó como Alejandro golpeaba la costilla de Yahir discretamente con su codo por debajo de la mesa.

—Alice no sabe, acuérdate que lo dijimos en el grupo antigordas —murmuró Alejandro tan bajo para Yahir que nadie más lo había escuchado.

Excepto Alice.

Miró a sus amigos que estaban en silencio, un silencio tan incómodo que hacía que cualquiera quisiera desaparecer.
Bajó su mirada al plato y se dio cuenta de que Sara había escogido una ensalada mientras que ella comía lo más grasoso del menú en el buffet.

Sus ojos volvieron a llenarse de lágrimas mientras sentía su corazón acelerarse y el estómago le dolía.
Bajó más su mirada y se dio cuenta de que su sudadera se ajustaba un poco a su cuerpo, dejando ver sus rollitos, así que tiró de ella para disimular la presencia de estos.

Una vez más sus ojos de centraron en el plato de comida y decidió que tal vez si quería que desaparecieran, no debía ingerir el alimento que tenía esperando en el plato por más que muriera de hambre aún.

—Hola chicos —saludó una voz que la hizo tener un escalofrío. Intentó arreglarse un poco el cabello al igual que la sudadera porque... No podía verse fea y gorda al mismo tiempo.

Juani le sonrió amablemente dándole los buenos días. —Re buena que estuvo la juntada de ayer en lo de Alejandro, ¿no? —dijo el chico intentando romper el incómodo silencio que los cubría. Alice volvió a bajar la mirada hacia sus pies. —Ali, ¿Por qué no fuiste? —preguntó directamente al notar que nadie decía nada más.

—Tuve muchas cosas que hacer —murmuró débilmente sin atreverse a levantar la vista.

Juani se quedó callado durante unos segundos antes de levantarse de la mesa también incómodo. —Bueno, supongo entonces que nos vemos en el set, chao chicos —se despidió dándoles una media sonrisa, tal vez siendo demasiado obvio con su incomodidad.

—Ehhh, voy a terminar de arreglarme, aún no estoy del todo lista entonces... Nos vemos en el autobús —musitó Alice con dificultad mientras se levantaba sin mirar a nadie, esperanzada de que no notaran las lágrimas en su rostro.

—Pero si ni siquiera has comido nada —dijo Yahir mirando a la chica.

—Es que... —intentó pensar tan rápido como pudo en una excusa, no podía decir que había comido antes, iba a sonar demasiado gorda. —Es que quedé con Andy y Enzo de ir a comer algo —finalmente respondió, dándoles una sonrisa amable a todos sus amigos.

Ellos asintieron como si no le dieran mayor importancia, pero Alice los conocía. Conocía la mirada cómplice que Alejandro y Yahir compartían cuando iban a lanzar alguna broma.
La mayoría de ellas siempre habían sido hirientes, pero Alice se reía porque no le afectaban. Aún así ahora se sentía demasiado vulnerable a los posibles comentarios de sus amigos.

—¿A poco tienes más amigos que nosotros? —preguntó Alejandro con su típico tono sarcástico que generalmente hacía reír a Alice pues ella tenía el mismo humor. Yahir se rió y la sonrisa burlona de Sara no tardó en hacerse presente.

Y aunque la broma había incomodado a Alice casi tanto como el asunto del "grupo antigordas", solo le dio una sonrisa fingida que pretendía parecer divertida antes de contestar con el mismo tono.

—Claro que tengo más amigos, ¿A poco crees que voy a conformarme con las dos neuronas que comparten tú y Yahir? —respondió dándole la sonrisa más hipócrita que había dado en su vida.

Yahir se rió también y Sara los miró sorprendida, así que Alejandro no tuvo otra opción mas que reírse del mal sarcasmo de Alice quien solo se dio la media vuelta y continuó con su camino a la habitación donde solo iba a sentarse a esperar que llegara el minuto límite y se viera obligada a bajar.

Se sintió tonta mientras subía al ascensor, ¿Por qué se ofendía si ella misma a veces los trataba bastante mal?

A N D Y

✈︎SABÍA QUE HABÍA MUCHAS COSAS que podía hacer bien, no era por ser ególatra, pero también sabía que reconocer los estados de ánimo de una persona se le daba particularmente bien

Así que aquella mañana cuando subió al autobús, distinguió a Alice sentada en su lugar de siempre, iba sola como solía hacerlo, llevaba sus audífonos, todo parecía ir bien con ella, sin embargo cuando silenciosamente se sentó a su lado pudo distinguir la tristeza en sus ojos.

No le dijo nada, no interrumpió su momento de tristeza durante un rato, Alice parecía ni siquiera notar la presencia de el chico a su lado. Y Andy estuvo bien con eso, tampoco quería incomodarla.

Pero le fue imposible no preocuparse cuando una lágrima rodó por la mejilla de Alice. No la hubiera notado si los rayos del sol no le pegaran en el rostro y la hicieran resplandecer.
Con un debate interno entre hablarle o simplemente ignorar el hecho, intentó hacerse notar en el asiento, pero Alice ni lo veía ni tampoco le escuchaba.

Finalmente decidió tocar su hombro con suavidad, le preocupaba que ella estuviera así pues por lo general siempre lo recibía con una sonrisa.

Siempre antes de que Juani y ella comenzaran a hablarse, pues desde entonces Alice se sentaba con él y a veces ni siquiera parecía acordarse de su existencia hasta que se sentaba en la silla de maquillaje.

Recibió un pequeño salto por parte de la chica, quien al ver de quién se trataba solo se quitó los audífonos y le dio una sonrisa amable.

—Ay, Andy, hola —saludó nerviosamente la chica dándole una sonrisa fingida. —Perdón, te juro que no te vi

Andy le sonrió tan amablemente como pudo, como si por dentro la preocupación no lo carcomiera.
—¿Cómo estás? —preguntó intentando no delatar sus intenciones.

Alice le sonrió, sus labios se extendían en una curva hacia arriba, pero sus ojos seguían tristes.
—Bien, solo que anoche casi no dormí —respondió ella sin cambiar un solo segundo su sonrisa falsa.

Era obvio que Andy sabía que eso no era cierto. La miró y pudo distinguir como sus ojos estaban irritados, tenía unas pequeñas quemaduras en las esquinas generadas por el llanto. Le dolía verla así, porque Alice era un ser de luz que merecía ser feliz.

—¿Estás segura? Es que te vi llorando y bueno... Me re preocupé por vos —dijo intentando darle la confianza suficiente para que hablara. Sin embargo solo pudo ver como los ojos de Alice se volvían a llenar de lágrimas, sus labios dejaron de fingir la sonrisa y se curvaron hacia abajo en un puchero.

Andy sintió como su propio corazón se rompía al verla así. Subió el posabrazos que dividía los asientos y cuidadosamente tiró de ella para abrazarla, hizo que la cabeza de Alice descansara sobre su pecho y la envolvió con uno de sus brazos mientras el otro se encargaba de contenerla a ella.
Sentía como su cuerpo temblaba aún estando entre sus brazos, estaba teniendo un colapso nervioso y él solo podía abrazarla.

Alice sollozaba y dejaba caer lágrimas sobre el pecho de Andy, quien solo podía dedicarse a sostenerla tanto como pudo.
No sabía que más hacer, pero esperó hasta que sus sollozos se fueron calmando poco a poco.

El calor que le producía el contacto del cuerpo de Alice contra el suyo combinando con la calidez de sus lágrimas comenzaban a serle incómodo. Se sentía impotente, inútil ante la situación, los sollozos de Alice no se detenían y él no sabía qué más hacer para ayudarla a tranquilizarse.
Acarició cuidadosamente cada parte de su espalda y de sus brazos, recostó su cabeza sobre la de Alice y la mantuvo cerca tanto como pudo, hasta que casi diez minutos antes de llegar a su destino, finalmente los hipidos descontrolados pero a la vez silenciosos de Alice se detuvieron.

A pesar de todo seguía sintiendo como el cuerpo de Alice temblaba.

—Perdón, perdóname, te mojé todo, en serio perdóname —murmuró Alice temblorosamente alejándose de él.

—Alice, eso no importa —aseguró Andy mientras tomaba la mano de la chica que se movía ansiosa sobre su muslo.
Ella lo miró, sus ojos estaban rojos por el llanto y podía ver como su labio inferior temblaba ferozmente.
No sabía que hacer, pero tiró de su brazo y volvió a recostarla sobre su pecho hasta que su respiración se calmó.

—No quería molestarte, Andy —musitó Alice sin mirarlo.

—No hay forma de que me moelstés —respondió acariciando cuidadosamente sus brazos. —¿Qué pasó? Porque nadie llora así por nada, Alice...

Ella se levantó de el pecho de Andy e intentó fingirle una sonrisa a medias. —Solo es mucho estrés del trabajo, no ha sido fácil, tengo mucho tiempo sin ver a Lia ni a Carla, extraño mi país... No sé, solo tuve un pequeño colapso...

Andy no estaba muy convencido de su respuesta, pero si ella lo decía debía ser cierto. Le dio una sonrisa antes de volver a abrazarla por los hombros, Alice recostó su cabeza sobre el hombro de Andy y él puso la suya sobre la de Alice.

—No sé como ayudarte, Alice —murmuró Andy sin mirarla. —Pero si de algo te sirve, si necesitas desahogarte estoy para vos en cualquier momento, podés llamarme, podés ir a mi habitación si querés hablar... Todos extrañamos un poco nuestro país pero esto casi termina, y si te eligieron a vos como subdirectora de maquillaje es porque has demostrado que podés hacerlo... Queda poco para que esto termine, habrá que disfrutarlo mientras dure...

Alice asintió pero se quedó recostada en el hombro de Andy. Sus respiraciones se coordinaron, Andy incluso podía escuchar los latidos de sus corazones sincronizados, no sabia que podía hacer por ella, pero quería materializar el dolor y poder quitárselo, no importaba si él debía cargar con ese dolor y que su corazón no volviera a ser feliz, pero necesitaba que ella lo fuera, que ella estuviera feliz, que el dolor en su corazón desapareciera. Lo cargaría él si eso asegurara la felicidad de Alice.

Claro que él no sabía cuanto cargaba el corazón de Alice. Claro que él no sabía de los pensamientos que la atacaban en la noche. Claro que él no sabía que el baño de aquella habitación de hotel guardaba un secreto tan grande que solo lo sabía el bote de pastillas en el basurero.

—Gracias, Andy —murmuró ella dándole una sonrisa.

Rápidamente él buscó entre sus pertenencias hasta encontrar un chocolate en el fondo de su mochila, iba a comérselo más tarde pues con la dieta tan estricta en la que estaba, no podía comer nada, y ese chocolate era lo único que iba a matar su hambre aún si tenía que esconderse de su director o de cualquier otra persona.

—Dicen que el chocolate alegra el corazón, no sé qué tan cierto sea pero vos lo necesitas más que yo —dijo extendiéndole la barra.

Alice le sonrió, pero esta vez Andy podía  notar que era una sonrisa sincera.

Él también comenzaba a romperse, pero por verla a ella feliz era capaz de todo.

Holi de nuevooo
¿Qué les pareció?

A veces sí me dan ganas de abrazar a Ali, siento muy feo por ella y los "amigos" que tiene no ayudan mucho.
Y la verdad Andy siempre es bien lindo con ella, yo quiero un Andyyy...

🤎

Andy dándole el chocolate que iba a comerse a escondidas en el set a Ali:

Ali fingiendo que no le dolió lo del grupo:

Por salud mental tanto mía como de Ali, necesito que Ali se quede con Andy, pero Bueeeenop

Anyway, espero que les haya gustado y nos vemosss yo espero que mañana :D

FATIMA FUERA 🤎✨

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro