08.| 𝐏recioso
⚠️ || TW¡!: REFERENCIA SUTIL A PROBLEMAS CON LA COMIDA E INSEGURIDADES.
J U A N I
✈NO ENTENDÍA A SU PROPIO corazón, quien se negaba a enamorarse pero también actuaba incoherente y se aceleraba cuando Alice se acercaba a él, cuando se suponía que había hecho un pacto consigo mismo y no había forma de que él se enamorara.
Antes de ir al trabajo, se tiró agua en la cara para despertar. Aquello solo había sido un sueño, no tenía porqué seguir pensando en ello.
Sin embargo, durante el camino su mente aún divagaba por todo lo que recordaba de ella: Que le gustaba Morat, su canción favorita era acuérdate de mí, que aparentemente le debía la vida a esos chicos, que le gustaba la ciencia, le temía a los perros tanto que parecía una niña pequeña asustada cuando uno se le acercaba y que se estresaba a fácilmente.
Era todo.
Ella pasó a su lado, completamente indiferente a todo lo que él estaba pensando en ese momento, ni siquiera lo saludó.
Qué sorpresa.
Se sentó detrás de él y ya no supo nada más hasta que Sara caminó directamente hacia él y se sentó a su lado.
—¡Hola, Juani! —saludó la chica poniendo su brazo sobre los hombros de él. Devolvió el saludo comenzando una conversación. Sara lo abrazaba constantemente, su risa escandalosa era, de hecho, bastante linda, y parecía que no le incomodaba tener que hablar de su vida.
Sintió la mirada de Alice detrás de ellos, colándose por el hueco entre los asientos.
No podía reclamarle hablar con Sara, no eran nada, ¡Y ella ni siquiera se atrevía a hablarle, carajo! ¿Por qué los miraba así?
Y por qué a él le importaba lo que ella pensara sobre lo que "sucediera" entre él y Sara.
—¿Estás bien, Juani? —preguntó Sara, sacándolo de sus pensamientos.
—¿Qué? Ah, sí, sí, todo piola —respondió dándole una sonrisa falsa.
Entonces Sara siguió hablando de su clase de crossfit y el porqué no había podido ir en la semana.
Era viernes y se sentía jodido.
—Hola, Andy —escuchó detrás de él la voz de Alice.
Andy le devolvió el saludo, ¿por qué a él lo barría con la mirada y a Andy de pronto solo lo saludaba como si nada?
No pudo escuchar a Sara que seguía hablando, su mente se concentraba únicamente en lo que Alice y Andy decían, hablaban como si fueran amigos de toda la vida, como si solo estuvieran ellos dos.
Juani contuvo un suspiro molesto, mientras Sara se recostaba en su hombro.
¿Qué mierda hacía él preocupándose por eso? Sara estaba ahí, Valentina no era discreta al coquetearle, ¡Y podía tener a cualquier chica! ¿Qué le importaba si Alice no le hablaba?
Es solo que él no quería a cualquier chica, él quería a Alice.
A L I C E
✈NO ES QUE LO ODIARA, de hecho, todo lo contrario. Era que su corazón no dejaba de latir cuando lo veía, las palmas de las manos le sudaban y las palabras se atascaban en su garganta.
—Es que te juro que no sé qué carajos tiene, es como... Es como si Chris Evans, William Moseley y Villamil se fusionaran en un ser... Es precioso el hijo de puta —habló mientras caminaba desesperadamente por su habitación de hotel.
—Ajá... Bueno, no digo que sea feo, pero, mujer, ¿Ya viste a Enzo Vogrincic? No sé qué tiene el maldito porque es... Ahhh, es hermoso también —respondió su amiga al otro lado de la línea.
—Iugh, no —murmuró haciendo un gesto de asco. —Wey, es que, a ver, Enzo es muy guapo, pero es como mi hermano y te juro que por más que le busco no lo puedo ver atractivo, digo, sé que es muy guapo, pero yo no lo puedo ver así, guácala —dijo soltando una risa. —Pero es que Juani, por dios, Juani... Ay, hoy, de hecho, has de cuenta que estábamos hablando Andy y yo, le estaba retocando el maquillaje, pero pues es que estábamos demasiado cerca, y Juani se nos quedó viendo muy feo, te juro que casi mata a Andy con la mirada. No estoy diciendo que esté celoso, pero, se me hizo raro porque después, así de la nada, se le dio por acercarse a nosotros. Te juro, solo me hablaba a mí y a Andy lo re ignoraba, como si no estuviera ahí
Al menos media hora estuvieron en el teléfono, hasta que Alia se despidió para ir a dormir. Alice se recostó en la cama con una sonrisa en el rostro, con el corazón latiéndole. Su amiga estaba de acuerdo en que tal vez existiera la posibilidad de que Juani se sintiera atraído por ella. Estaba segura, habían muchas señales.
Era eso o le hacían falta lentes. Aunque tal vez había más posibilidad de que fuera la segunda opción.
Cuando vio la hora, se levantó de inmediato para salir del hotel. La habían invitado por un par de tragos en la casa de Sara, y esta vez pudo decir que sí.
Se había arreglado un poco, no sabía maquillarse a sí misma, lo que era irónico porque era maquillista, pero simplemente no sabía cómo hacerlo, así que solo eligió lo más bonito que había llevado consigo desde México.
Se miró una y otra vez al espejo, intentando cubrir aquellas cosas que no le gustaban en sí misma con un poco de ayuda de la ropa, esperanzada de poder verse bonita, así tal vez Juani la miraría a ella un poco más...
Emocionada por poder salir con sus amigos después de casi ocho meses juntos, se subió a un taxi y dio la dirección.
El corazón le latía con fuerza. Juani iba a estar ahí.
El amable taxista le hizo plática, pero aunque Alice intentaba con todas sus fuerzas calmarse, el corazón seguía latiéndole como si su intención fuera salir de su pecho.
Finalmente llegó, pero, carajo, eso no lo sabía. Dos perros ladraban detrás de la reja, parecía que querían atacarla.
No había animal que ella odiara más que a los perros. Rápidamente marcó el número de Sara.
—Oye, creo que estoy en tu casa pero... Es que no me dijiste que tenías perros y yo... —murmuró nerviosamente, dando unos pasos hacia atrás a medida que los perros se volvían agresivos.
—Ay, cierto que le tienes miedo a los perros —dijo Sara. —Espera, voy por ti
Sara abrió la puerta e intentó contener a los dos perros que seguían ladrando. —¡Corre! Pasa a la casa
Alice intentó correr, pero su miedo por los perros le impedía caminar sin tener que mirarlos. Caminaba de espaldas intentando ir lo más rápido posible, ahora ya no se sentía tan nerviosa por Juani, le importaba más salir con vida al esquivar a los perros.
Se tomó muy literal lo que Sara le dijo, y cuando estuvo dentro corrió hasta el fondo de la casa, escondiéndose detrás de la barra de la cocina. Se sentía estúpida por tener veinte años y seguir siendo tan miedosa con los perros.
Cuando Sara volvió a entrar a la casa, cerró la puerta y la miró con una sonrisa burlona.
—Alice, tienes veinte años, ¿Y sigues teniendo miedo a los perros? Imposible de creer, la verdad —dijo Sara entre risas.
Alice comenzó a reírse también, pero seguía sintiendo el corazón acelerado, más bien aquello era una risa nerviosa.
—¿Y los demás? —preguntó intentando cambiar el tema de conversación.
—Aún no llegan, siéntate —respondió Sara amablemente señalando el sofá.
Alice tomó su lugar y comenzaron a hablar sobre temas variados. Era raro que Alice lograra tener una conversación de más de cinco minutos con Sara, los temas se terminaban y de pronto ya no sabían qué más decirse.
Sin embargo eso no pareció suceder en ese momento, se sentía cómoda con la chica por primera vez
De pronto se escuchó el timbre del portón y Sara fue a abrir. Uno a uno saludó a Yahir, Alejandro y justo cuando creyó que Juani no estaba, su presencia iluminó el lugar.
Lo saludó intentando que si propia voz no la traicionara al sonar nerviosa.
La cosa era que Juani ante sus ojos era tal vez el hombre más precioso que ella pudo ver en cualquier momento de su vida, quizá por sus ojos azules intensos o el cabello tan rebelde que tenía que, aunque ahora estaba lacio por las grabaciones, aún podía asomar de vez en cuando algunos rizos que formaban.
Cualquiera que hubiera sido aquella característica que lo volvía tan lindo, Alice sabía que le gustaba y mucho. Ni siquiera era capaz de decir una sola palabra cuando él estaba frente a ella.
Cualquier que conociera un poco a Alice Mora sabía que teniendo confianza era esa persona que enviaba audios hasta de veintiséis minutos de lo mucho que hablaba. Así que Juani debía tomar como un cumplido el hecho de que ella no le dijera nada porque la ponía demasiado nerviosa.
—Dale, boluda, tomá una copita vos que podés —insistió Juani por tercera vez en la noche.
—Es que no tomo, Juani —murmuró la chica apenada por tener que rechazar el trago de nuevo.
—Bueno, che, si esta no va a tomar nada entonces hay que pedir algo de comer, ¿no? —sugirió a los demás presentes.
—Alice, ¿Te parece una pizza? —preguntó Yahir sacando su teléfono.
Algo avergonzada por lo que estaba sucediendo, Alice asintió silenciosamente.
—Bue, es que a vos te comió la lengua el ratón ¿o qué fue? Alice, vos no hablás nada —dijo Juani inclinando su cuerpo para ver más detalladamente a la chica.
Alice se puso nerviosa por los ojos azules como el mar de Juani, eran tan hermosos que sentía que podía de pronto comenzar a nadar en ellos, y gustosamente moriría ahogada en ellos.
Rio por el comentario de Juani, y sin saber qué hacer, dijo lo primero que se le vino a la mente.
—Bueno, boludo, yo no hablo con un acento todo raro, viste —habló sin pensarlo haciendo una pésima imitación del acento argentino, dejándose llevar por las risas de sus amigos.
Cuando lo pensó, se sintió tonta por haberse burlado de la forma de hablar de Juani, esperó una mala reacción por parte del chico, algún gesto, una cara que delatara incomodidad, sin embargo él solo comenzó a reír como los demás en aquella pequeña reunión.
Una risa sincera, de verdad le había causado gracia el pésimo chiste de Alice que más bien parecía insulto a la forma de hablar de los argentinos con quienes por cierto trabajaba y de quienes adoraba el acento, especialmente el de Juani.
Pero entonces Juani debía tomar eso también como un cumplido, ella no hacía bromas de ese estilo a menos de que confiara en la persona que tenía en frente. Y más bien, era su frágil intento de coqueteo con el chico.
—Y salió media agresiva, viste —agregó Juani riendo.
Alice dejó salir una risa de alivio por el hecho de que él no se había ofendido.
—En veinte llega la pizza —interrumpió Yahir guardando finalmente su teléfono.
De pronto el rostro del chico cambió por completo al ver una consola en el mueble de Sara. —¿Es tuya la Nintendo? —preguntó.
Sara asintió y le propuso jugar unas partidas de Mario Kart, así que ahora solo quedaban Juani y ella sentados en la mesa mientras Yahir, Sara y Alejandro jugaban en el sofá.
—Alice —llamó Juani, captando la atención de la chica que de los nervios que sentía por estar sola con él, solo podía ver su teléfono. —¿Puedo preguntar algo y no te ofendes?
Juani la miraba seriamente, directo a los ojos. Alice asintió suspendiendo el teléfono y dejándolo al lado para prestar la mayor atención posible.
—¿Por qué sos tan callada? Tipo, solo conmigo porque con Andy, Enzo y Pipe te ves re cómoda, pero solo a mí no me decís ni un hola... —dijo —¿Es incómodo para vos? ¿No te agrado o algo así? Che, no creas que es un reclamo pero si algo te incomoda podés decírmelo, posta, no voy a molestarme pero me da una re curiosidad, viste
Ante las palabras de Juani, Alice se quedó paralizada. Sí, lo odiaba con toda su alma, porque no había cosa que Alice Mora odiara más en el mundo que lo que no podía tener, y lo odiaba porque aunque ella lo quisiera él no podía ser suyo... Valentina estaba en el medio. Lo odiaba porque su presencia hacía que ella olvidara todos sus problemas y se sintiera feliz, pero cuando por fin él regresaba a su hotel y ella al suyo, todo se volvía deprimente de nuevo porque él no estaba para irradiar esa luz que necesitaba para ser feliz.
Así que sí, lo odiaba por ser tan él y ser tan lindo.
—Mmmh nope —respondió finalmente después de unos segundos. —Mira, es que más bien me cuesta mucho hacer amigos, no sé, tengo un tipo de miedo al rechazo —balbuceó sin siquiera atreverse a mirarlo, más bien entraba su atención en el fondo del vaso de agua que tenía en sus manos. Juani la miraba atentamente, como si grabara en su memoria todo lo que ella decía y cada uno de sus movimientos. —Con Enzo, Andy y Pipe fue muy fácil, tenemos muchas cosas en común pero... Si te fijas bien, en realidad no hablo mucho con Sara ni con Yahir o Alejandro, tenemos pocas cosas en común y bueno... No me es fácil contigo porque... Para empezar ni siquiera te gusta Morat —bromeó intentando liberar su ansiedad.
—Y es que insisto en que no podes decir que son mejores que wandi —dijo Juani soltando una risa.
—No digo que sean mejores, pero es que... Para mi son la mejor banda que existe, claro que me gusta One Direction pero... Morat es Morat —habló soltando una risa nerviosa. —A esos hombres es que debo agradecerles que estoy hablando contigo aquí y ahora... Sino quien sabe quién te estaría maquillando...
Notó la mirada curiosa de Juani, preguntando a qué se refería. Pero ella no estaba lista para hablarlo, no ahí, no ahora, no con él... No quería parecer tan débil. Hizo un ademán con la mano indicándole qué después le contaría.
No se dieron cuenta de cuanto tiempo invirtieron hablando, como si fueran amigos de toda la vida. Hasta que Sara se escurrió entre ellos dos y puso la caja de pizza sobre la mesa, justo en medio de ambos.
—Alice, son 6€ por persona —dijo Sara interrumpiendo la platica entre los chicos. —No conté a Juani porque no puede comer pizza...
—¿No es medio injusto que comamos en frente de él, entonces? —preguntó Alice frunciendo el seño y dirigiéndose a su amiga.
—Esta bien, Ali, posta... Coman ustedes que pueden hacerlo —indicó Juani dándole una sonrisa.
No estaba muy convencida, pero tomó una rebanada.
La comió lentamente, intentando no parecer avorazada, mientras Yahir, Sara y Alejandro comían rebanada tras rebanada.
No es que fuera cortés, era que temía que ahora que comenzaba a llevarse bien con Juani después de casi ocho meses trabajando juntos, él tuviera una mala impresión de ella, que creyera que estaba gorda y no gustarle por eso.
¿De verdad crees que no lo notó ya? ¿Crees que por no comer un trozo de pizza va a desaparecer mágicamente todo eso?
Cuando se quiso dar cuenta, ella a penas llevaba un tercio de su pedazo, y los chicos ya habían tirado la primera caja.
Ellos hablaban, pero Alice solo podía escucharse a sí misma, insultando y maldiciendo cada pedazo de su cuerpo.
¿De verdad crees que alguien como tú puede estar con Juani?
¿De verdad crees que Juani puede siquiera fijarse en alguien como tú?
—Ali, se te va a enfriar —dijo Juani sacándola por fin de sus pensamientos.
—¿Ah? Ah, si, no es que no tengo mucha hambre... Comí algo antes de venir y... —murmuró mirando su plato.
Juani la miraba, como si hubiera descubierto su mentira.
—Alice, no estás comiendo nada, posta tenés que comer —dijo —¿Cuántos pedazos llevas?
—Dos —mintió inmediatamente, pero Juani parecía saber cuando ella mentía, su mirada le reprochaba.
—Yahir, ¿podés pasarle otro pedazo por favor? Alice no ha comido nada —insistió.
—Es que ya se acabó —dijo Yahir, mostrando la segunda caja de pizza ya vacía.
Alice contuvo el suspiro de alivio, pero Juani la miró negando con la cabeza como si no estuviera de acuerdo.
El momento era incómodo, así que para romper la tensión Sara habló: —¿Quieren ver el mural que pintó mi hermano? Está en mi habitación...
Todos sintieron y se levantaron de la mesa, la rebanada a medio comer de Alice se quedó en el plato mientras su estómago gruñía de hambre.
Entraron a la habitación de Sara y ella les dio un pequeño tour.
Era hermosa su habitación, llena de cosas de BTS y de maquillaje, notas por todas las paredes y el mural de su hermano era más bello aún. Era uno de los escenarios donde BTS de había presentado y Sara había ido.
Yahir y Alejandro se recostaron en la cama como si fuera suya, y pronto Juani los siguió.
—¿Y si los delineo? —preguntó Sara con un dejo de maldad en su pregunta.
—¡SÍ! —exclamó Alice divertida por la idea.
Sara sacó su plumón delineador mientras Yahir y Alejandro se negaban entre risas.
Le había quedado un tanto disparejo, pero se veían graciosos.
Alice miró a Juani con una expresión de maldad en su rostro, comenzando a reírse.
—No, no, Alice, no podés ni pensarlo, no —dijo Juani entre risas también, sentándose en la cama.
Alice asintió varias veces acercándose a él, de pronto comenzó a hacerle cosquillas causando la risa descontrolada de Juani.
Sara lo sujetó de las piernas y Alice fue a su cabeza para sostenerlo de las mejillas.
Parecían Mary Jane y Spider-Man, sus rostros encontrados mientras él la miraba directamente a los ojos.
Maldita sea.
Esa no era la mirada de un amigo.
Él la miraba como si fuera lo único en el mundo.
Entonces Sara subió al torso de Juani que de pronto había dejado de forcejear, tal vez por las manos cálidas de Alice que acunaban su rostro cuidadosamente.
Alice sentía que de no ser tal vez por los demás presentes, cumpliría el sueño de su vida de besar a alguien como en su película favorita de Spider-Man.
Y ese alguien iba a ser Juani.
Él estaba tranquilo mientras Sara lo delineaba, de pronto Alice notó como pasó saliva, como si estuviera nervioso.
Sonrió instintivamente, ¿Lo estaba poniendo nervioso?
—Listo —declaró Sara. —Ay, que bonitas que sois...
Todos rieron y de inmediato fueron a lavarse antes de que secara.
De regreso a su hotel, Alice relataba lo sucedido una y otra vez a Lia en un audio de quince minutos y cuarenta segundos, necesitaba contarle todo lo sucedido porque... Era una señal aquella mirada, el hecho de que se hubiera tranquilizando solo con su toque, tenía que ser una señal que se preocupara tanto por lo que había comido...
¿Verdad que lo era?
HOLAAAAA
¿Cómo están?
Ayno oigan, yo ando sin dormir :(
¿Qué les pareció el capítulo de hoy? Yo digo que a Juani sí le gusta Ali pero nomas no lo acepta... Pero es hombre, ¿Qué podemos esperar?
Anyway, les vengo a decir que tengo unos capítulos escritos y en estos días les voy a estar subiendo varios ;)
ADEMÁS, ya le cambié toda la estética y color a la historia ¿Qué les pareció? ¿Les gusta?, ya verán por qué lo hice, pero si quieren una pista pequeña, lean la descripción de la historia ;)
En fin, yo creo que sí un ratito más les subo algo :))
FÁTIMA FUERA 🤎✨
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