03.| 𝐏resentimiento
A N D Y
✈︎ CUANDO ENTRÓ POR la puerta del baño del set aquella mañana, no esperó encontrarse la escena que encontró.
—¡Perdón! —chilló cerrando la puerta, completamente alarmado.
En realidad no había puesto mucha atención a lo que sucedía, solo vio a Alice, su maquillista, sentada en la taza del inodoro.
Con ropa.
Aquello le pareció extraño y pronto pudo escuchar como ella sorbía su nariz antes de soltar un suave sollozo.
Se preocupó por la chica, así que tocó suavemente la puerta.
—Disculpa, ¿Estás bien? —preguntó delicadamente, intentando no alarmar a la joven.
No recibió respuesta hasta que Alice abrió la puerta del baño. —Estoy bien, Andy, no te preocupes —murmuró con una sonrisa.
Andy no la conocía muy bien, pero estaba seguro de que aquello era una mentira. La delataban sus ojos rojos e hinchados, además del obvio sollozo que Andy había escuchado.
—¿Vos estás segura? —preguntó el chico, atreviéndose a tomar la mejilla de la chica, esta seguía ligeramente húmeda e hinchada.
Alice no parecía estar del todo bien, su labio inferior tembló y sus ojos se llenaron de lágrimas otra vez. Andy tenía razón, ella no se sentía bien. Se acercó a abrazarla, no es que fueran de mucha confianza ni nada parecido, pero algunos sentimientos habían nacido en el corazón de Andy hacia la maquillista.
Tal vez era admiración por su asombroso talento, o quizá simple empatía por el estado de sensibilidad de Alice, pero supo que lo único que podía hacer era abrazarla con fuerza. No entendía por qué tenía la necesidad de hacerla sentir mejor, pero la sostuvo en sus brazos esperando que ella terminara de llorar, mientras Alice lo abrazaba por debajo de los brazos extendiéndose hasta poner las manos sobre los hombros de Andy.
De pronto Alice se separó de él, dejándolo confundido. —Perdón, perdón, ya te mojé todo el hombro —murmuró, cortando su propio llanto para intentar secar el hombro de Andy.
—No pasa nada —dijo Andy sonriendo nerviosamente. —¿Qué pasó? ¿Estás bien? —inquirió preocupado por la chica, secando ligeramente las mejillas de la maquillista.
—No, nada, estoy bien —murmuró Alice, dándole una sonrisa falsa que delataba su malestar.
—Che, vos sabés que podés confiar en mí, ¿no? —preguntó alzando el rostro de la chica con ambas manos. —Puede que nos conozcamos desde hace re poco, pero puedo jurarte que soy de confianza —dijo, soltando el rostro de la chica para alzar una de sus manos en señal de promesa, adoptando la posición erguida de un soldado.
Alice rio ante la acción del actor y volvió a sorber su nariz, limpiando los residuos de lágrimas con la manga de su suéter. —No fue nada, Andy, solo... Juani dijo unas cosas sobre mi banda favorita y bueno, no es su culpa, él no sabe lo mucho que me gusta Morat ni lo que significa en mi vida... —murmuró cortamente, ni siquiera parecía estar convencida de contarle todo lo que sucedía.
En parte Andy la entendía, no es que fuera sencillo contarle a un desconocido que había abierto la puerta del baño mientras llorabas, qué era lo que te había hecho llorar.
Así que acarició el hombro de la joven con dulzura intentando transmitirle tranquilidad.
—Mira, Bayona no ha llegado, ¿te parece si vamos y nos sentamos un rato?, puedo prepararte un café si querés para que estés más cómoda —preguntó dándole una sonrisa amable.
Alice lo miró detenidamente. Andy sintió como si estuviera leyendo su alma, solo pudo mirarla de regreso.
No es que fuera incómodo, pero de cualquier manera la mirada intensa de Alice logró estremecer un poco a Andy.
—Bueno, sí —musitó la chica débilmente. Su voz se escuchaba ronca debido probablemente a los sollozos.
Andy le sonrió y le extendió el brazo como en las películas antiguas que él tanto disfrutaba ver, pues para él, así es como debe comportarse un caballero. Alice le sonrió divertida y respondió el gesto del argentino.
Mientras Alice descansaba sentada en el sofá de la sala común, Andy le preparó un café caliente.
Se sentó con ella para acompañarla mientras se calmaba.
—¿Tú no vas a tomar nada? —preguntó Alice mientras le daba un sorbo a su café.
—No, no, estamos en dieta, viste, no puedo comer nada —murmuró Andy tomando una botella de agua.
Se quedaron unos minutos en silencio mientras Alice se calmaba. —Entonces... ¿Te gusta Morat? —preguntó.
Alice lo miró una vez más y sonrió levemente. —Sí, bueno, es mi banda favorita... Me gusta desde hace... Uy, ya ni sé cuánto tiempo...
Andy la miró con una sonrisa enorme. Podía ver cuanto brillaban los ojos de Alice al hablar de aquella banda que él no conocía.
La escuchó hablar de Morat sin parar durante al menos cinco minutos, sobre sus integrantes y su discografía. No podía evitar notar la emoción en su voz, irradiaba una luz dorada que se extendía por todo el lugar, iluminándolo.
—Perdón, creo que ya te aburrí —murmuró la chica bajando la mirada hacia su café.
Andy salió de sus pensamientos, la estaba escuchando, pero no podía dejar de mirarla.
—No, no me aburrís... —dijo Andy sonriendo. —Solo que estaba pensando que yo no los conozco y parece que vos sabés mucho de ellos...
Alice rio suavemente volviendo a beber de su café. —Si pudiera, sabría incluso donde compusieron cada canción y el tipo de sangre de cada uno —bromeó, haciendo reír a Andy.
—Mirá, yo no los ubico mucho, pero si vos me decís qué canciones escuchar, mañana te digo si me gustó Morat —sugirió el chico regalándole una dulce sonrisa.
En realidad no sabía por qué le interesaba tanto la banda favorita de su maquillista, pero quería volver a ver aquella sonrisa tan amplia y aquel brillo tan particular en los ojos de Alice.
No había podido hablar mucho con ella antes, pero ahora que lo hacía había algo que lo impulsaba a continuar aquella comunicación.
Alice le sonrió ampliamente y sacó su teléfono.
Sus ojos destellaban una luz que nunca había visto, ni siquiera cuando lo maquillaba.
Comenzó a dictarle canciones una por una, Andy apuntaba todas para escucharlas más tarde y poder volver a hablar con ella a la mañana siguiente.
—Miren, qué lindos vosotros dos eh —la voz de Bayona se hizo presente, sobresaltando a ambos jóvenes. —Alice, hace diez minutos te estoy llamando, Álvaro está siendo maquillado por Yahir y tienen un desastre allá al fondo. Y vosotros dos estáis aquí, muy comoditos bebiendo café...
Alice bajó la mirada apenada, pero Andy no iba a permitir que fuera reprendida por algo que él mismo había causado.
—Disculpe, Alice se sentía mal y la ayudé, estaba media mareada en el baño —habló, aunque no era el todo mentira, para Alice aquello fue como engañar a un juez.
Bayona la miró seriamente, como si esperara que la joven se delatara a sí misma.
Andy esperaba la misma ayuda por parte de Alice.
—Sí, es que algo me cayó mal en el estómago... Perdón —murmuró mirando a sus pies directamente.
Bayona suspiró pesadamente, acarició el puente de su nariz dejando ver su frustración. —¿Cómo te sientes? ¿Puedes ir a trabajar? —preguntó.
—Sí, sí, ahora mismo voy, perdón —murmuró Alice, comenzando a caminar hacia el apartado donde maquillaban a los actores.
Andy iba a imitar su acción, cuando de pronto Bayona lo tomó del brazo.
—Andy, mira, yo sé que todo esto de las chicas, el ambiente de trabajo tan tenso en que están, puede dar pie para que algunas relaciones se den —dijo el director, mirándolo seriamente —, pero te pido que cualquier relación sea estrictamente profesional más allá de tus compañeros de rodaje... Nada de noviecitos y esas cosas, por favor
Andy frunció el ceño ante las instrucciones del director, pero asintió pues de cualquier manera no podía darle la contra a aquel hombre.
No es que quisiera una relación con Alice... De hecho, no lo había pensado hasta aquel momento.
A L I C E
✈︎TAL VEZ LO ÚNICO QUE necesitaba para confirmar que Juani no le gustaba, eran aquellas bromitas sobre su banda favorita.
La había molestado un poco, pues al final, él no tenía idea de qué era lo que Morat significaba para ella.
Alice soltó un suspiro mientras caminaba hacia su lugar en el set de maquillaje.
—¡AY, POR FIN LLEGAS! —gritó Yahir nerviosamente. —Me estoy volviendo loco, terminé a Álvaro pero no estoy muy convencido, ¡Y no me acuerdo cómo hacer a Numa! Ayúdame, por favor —suplicó.
Alice miró a Juani, el trabajo que Yahir había hecho era espantoso, se notaba que la suciedad en su rostro era sombra café que ni siquiera hacía contraste con su piel, su cabello estaba mal peinado y se notaban las marcas del peine acentuadas por el spray.
No había ni siquiera que hablar de Enzo, que aunque a penas estaba comenzando a ser maquillado, podía verse el desastre que Yahir había hecho.
Se ató el cabello y colocó su cubrebocas. —Comienza a desmaquillar a Álvaro, yo arreglaré a Numa, ¡Dile a Sara que me urge la prótesis de Álvaro! —exclamó dando las órdenes a su jefe para arreglar lo que estaba sucediendo.
Yahir asintió y comenzó a moverse mientras ella se acercaba a Enzo para enmendar el desastre.
Sus manos se movieron ágilmente, ya ni siquiera recordaba el malestar de hacía unas horas cuando se remontó a sus peores momentos. No notó cuándo terminó a Enzo, pero vio la hora y supo que, en realidad, solo le había tomado media hora maquillarlo y peinarlo.
Sonrió al ver su nuevo récord, le avisó a Enzo y se dirigió hacia Juani para maquillarlo.
Su sonrisa desapareció cuando lo vio riendo con Sara. Ella lo estaba maquillando, ¿Cuándo le había pedido a Sara que lo hiciera? Frunció el ceño y se acercó a ellos.
—Eh... Sara —murmuró nerviosa. Sara la miró mientras sostenía una brocha. —Eh, ¿Qué estás haciendo? —preguntó.
—Maquillando a Juani —dijo con una sonrisa inocente.
No entendía qué era lo que sucedía, ¿Por qué estaba haciéndolo? Alice era la encargada de Juani, pero... Sara lo estaba maquillando sin que Alice se lo hubiera pedido...
—Bueno, perdón, es que te estabas tardando con Numa, yo solo vine a entregar la prótesis y mira, avancé a Juani —agregó Sara, mostrando su trabajo orgullosa.
No es que le disgustara que le intentara ayudar, ni que estuviera cerca de Juani, ni Juani cerca de Sara, pero... Juani estaba mal maquillado, Sara había confundido los papeles con los de Andy. No sabía cómo decírselo, pero, si esa no era su área, ¿Por qué diablos lo estaba maquillando?
Alice suspiró profundamente, mientras Juani la miraba atento y Sara bajaba la vista.
—Lo hice mal, ¿No? —murmuró Sara.
—¡No, no! —exclamó Alice, tampoco era su intención lastimarla. —Mira, ¿Qué te parece si sigues con la prótesis y yo termino a Juani? Es que yo no sé colocar prótesis —sugirió dándole una sonrisa amable, intentando no molestar a Sara.
La española asintió y comenzó a colocar la prótesis en el chico. Discretamente Alice desmaquilló a Juani y volvió a comenzar de cero, haciéndole un gesto al argentino para que guardara silencio sobre su acción.
Cuando hubo terminado con todos los que estaban a su cargo, se tiró al sofá totalmente cansada, desató su cabello y suspiró.
—Hace rato te estuché llorando —dijo una voz a sus espaldas. Cuando se volteó, notó a Enzo detrás de ella.
—Es que me dolía el estómago —aclaró Alice dándole una sonrisa falsa.
—También los vi a vos y a Juani hablando —agregó el uruguayo mirándola como si cuestionara su respuesta.
—Somos compañeros de trabajo, eso es normal, ¿No? Justo como tú y yo ahora mismo —afirmó la chica señalándose a sí misma y después a Enzo sucesivamente.
—Pero él se reía mientras vos te veías triste... ¿Te dijo algo? —preguntó Enzo acercándose hacia ella y recargando sus brazos sobre las rodillas.
Alice lo miró a los ojos, Enzo se veía preocupado aún debajo de todo ese maquillaje, y si de algo era incapaz, era de mentirle a una persona cuando la miraba a los ojos.
—Bueno, le dije que mi banda favorita era Morat y... Dijo unas cosas que no me agradaron, me acordé de... —su voz se rompió, no pudo decir nada más, nunca lo había dicho más que a Alia.
Enzo pareció entender que aquello no era sencillo para Alice, así que solo se levantó para abrazarla. —No tenés que decirme ahora, pero si te ofendió o algo así, no dudes en decírmelo, Juani no estuvo bien
Alice levantó la mirada para verlo a los ojos, agradecía que él se comportara así con ella, tanto como Andy lo hizo en su momento calmando el ataque de pánico que estaba teniendo al recordar, ahí sentada, todo lo que había vivido durante ese momento de su vida.
Le agradeció sintiéndose más tranquila por el apoyo que el mayor le daba.
Su jornada terminó y se sintió más tranquila por poder salir del set en ese momento.
—¡Wey! —escuchó la voz de Yahir detrás de ella, se dio la vuelta para mirarlo. —Vamos a ir por sushi, ¿Quieres ir? —preguntó sonriéndole.
Alice lo pensó un segundo, había olvidado que al día siguiente tenía que entregar un boceto para el peinado y maquillaje final de los chicos además de las mejoras que ella consideraba.
—No puedo —dijo bajando la mirada. —Tengo trabajo que hacer, perdón —murmuró nerviosamente.
—No pasa nada —le dijo Yahir, dándole una sonrisa amable antes de darse la vuelta e irse.
Alice se dirigió sola al hotel donde se hospedaba, no estaba muy lejos del set donde grababan pero... Se sentía sola, tenía un hueco en el pecho y en el estómago. Conocía esa sensación, era un presentimiento, pero... ¿Por qué tenía ese presentimiento? Era extraño porque... Nadie le desagradaba, nadie le había hecho nada para desconfiar, ¿Por qué sentía aquel hueco?
Holissss
He vuelto con un nuevo capítulo... Y que probablemente sean dos ;)
En fin, ¿qué les está pareciendo?
Llevo unos capítulos adelantados y solo quiero advertirles que a Ali, Juani y Andy les va a ir peor *gritote*
Buenop, espero que les haya gustado, y les subo el próximo capítulo pronto aprovechando que estoy de vacaciones ;)
FÁTIMA FUERA 🤎✨
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