A L I C E

✈︎ EL PRIMER DÍA ES TERRIBLE. Los nervios comenzaron a comerle el estómago y las manos le sudaban.
Dios, ¿Por qué estaba ahí? Quería dar media vuelta e irse a su casa, iba a explotar de nervios.
No podía hacerlo, ella no era tan buena como otros maquillistas, ni tan talentosa. No, era mejor que se devolviera a su país.

Justamente cuando iba a dar media vuelta, su teléfono vibró en su mano mostrado un mensaje de su mejor amiga.

Lia Diggory 💛
Oye, sé que mueres de miedo, pero ni se te ocurra darte la vuelta.
8:15 am
Eres la mejor maquillista del mundo, no por nada eras la mejor de tu generación, te mataste estudiando todos los días y practicando hasta el cansancio
8:15 am
Así que más que nadie mereces este empleo, vas a patear sus traseros siendo la mejor en el set ❤️
8:16 am
Ahora entra ahí y demuéstrales quien es la mejor del mundo
8:16 am
Te amo y estoy muy orgullosa de ti ❤️
8:16 am

Alice sonrió a su teléfono, su mejor amiga siempre sabía que decir, en qué momento decírselo y nunca fallaba en reconfortarla.
Dio la media vuelta nuevamente, aunque el corazón le latía con fuerza y aún estaba nerviosa, ahora estaba dispuesta a hacerlo sin dudarlo. Al final, siempre había luchado por esto, por trabajar en otros países, por hacer de su vida un viaje.

Entró al lugar que le había sido indicado con pasos silenciosos, aún dudaba si la gente debía saber que ella ya había llegado.
La persona con quien debía dirigirse, Yahir el jefe de maquillaje, no había llegado aún, así que se sentó cómodamente en un sofá.

Pronto una chica tomó el lugar vacío junto a ella. Alice levantó la mirada encontrándose con que la desconocida era muy linda, su cabello castaño caía libremente por sus hombros, tenía unos ojos preciosos del mismo color de su cabello que resaltaban por detrás de sus  lentes, iba maquillada pero casi no se notaba, no lo hubiera sabido de no ser por sus pestañas perfectamente rizadas, llenas de rimel y un delineado asombrosamente preciso. Tenía un cuerpo espectacular, muy atlético, sus uñas estaban pintadas de negro a pesar de que eran cortas. No pudo evitar sentirse ligeramente sorprendida por su belleza.

La desconocida le regaló una sonrisa que Alice intentó devolver tímidamente antes de volver a bajar la mirada. Ahí notó los jeans negros rotos de la joven, sus converse negras desgastadas y sucias que, para Alice, le daba un toque distinto.
Pero a pesar de que la chica era definitivamente todo lo que Alice quería ser, había un sentimiento extraño instalado en su pecho que no la dejó tranquila hasta que llegó Yahir.

Su viejo amigo Yahir.

—¡Alice! —gritó el chico entrando por la puerta seguido de alguien que ella creía reconocer.
Se levantó para saludarlo y chocaron sus puños, como si nada hubiera cambiado.

—Hace tanto que no te veo, ¿Como cuánto tiempo? ¿Seis o siete años? —preguntó Alice después de que su amigo le diera el recibimiento.

—Más o menos, sí —asintió Yahir.

—¿Y qué, wey? ¿De mí no te acuerdas? —preguntó el chico detrás de Yahir, mirando a Alice curioso.

Alice ladeó la cabeza, ciertamente le parecía conocido. —¿¡Alejandro!?

Alejandro sonrió y la saludó de la misma manera que Yahir.

—Ven, ven, hay que tomarnos una foto porque el trío de oro se reunió después de años —dijo Alejandro sacando su teléfono para ponerse en un buen ángulo.

Los tres posaron, pero notaron que al fondo la chica desconocida en el sofá se encogía sobre sí misma y se escondía.

—Oye, ven, si quieres puedes salir —le dijo Alejandro haciéndole señas.

La chica se acercó y se acomodó en el lugar donde estaba Alice, quien solo pudo recorrerse un poco a la izquierda.

—Ahora vuelvo, voy con Bayona para que me autorice los papeles y así todos sepan de qué actor están encargados —dijo en voz alta, para que todo el equipo que Alice suponía era de maquillaje, estuviera enterado.

Yahir y Alejandro salieron, mientras Alice se volvía a sentar en el sofá junto a la chica.

—¿Cómo te llamas? —preguntó Alice intentando ser más sociable.

—Sara —respondió la chica extendiendo su mano mientras le regalaba una amable sonrisa.

—Soy Alice —se presentó regresando la sonrisa —¿Eres maquillista?

—Sí, soy parte del equipo que se encarga de las prótesis, ¿y tú?

—Voy a maquillar a dos actores, pero todavía no estoy segura de a quienes —contestó Alice nerviosamente. No era muy social y le ponía nerviosa tener que hablar con personas desconocidas.
Pronto el silencio se volvió incómodo y Alice temía que la conversación terminara ahí. —¿Te gusta Marvel? —preguntó intentando comenzar de nuevo.

—No, no he visto las películas y no me llama mucho la atención —respondió Sara dándole una sonrisa que parecía más bien una mueca.

—¿Harry Potter? ¿Narnia, a lo mejor? —preguntó buscando algún tema de conversación.

—Muy infantiles para mi gusto, lo siento —justificó Sara con la misma mueca de antes.

—¿Te gusta Morat? —probó con algo más.
Sara negó.

—Soy más de BTS —dijo econgiéndose de hombros.

Esa chica era todo lo que Alice no era. —Los conozco porque le gustan a mi prima y a mi mejor amiga, pero no sé mucho de ellos —murmuró apenada.

Aquella conversación no tenía sentido en lo más mínimo. Alice suspiró y bajó la mirada.

—¡Bueno, chicos! —interrumpió Yahir entrando de nuevo al lugar con una tabla de escribir en sus manos —Estoy muy emocionado de decirles que todos ustedes son parte del equipo oficialmente, supongo que ya tuvieron un rato para conocerse, ¿Qué les parece si les digo de quienes van a estar encargados cada uno?

La gente de al rededor se acercó a Yahir, dejando a Alice al último junto a Sara.

—¿De dónde conoces a Yahir y a Alejandro? —preguntó Sara finalmente.

—Son viejos amigos de la secundaria, estuvimos juntos también en la prepa y de hecho estudiamos lo mismo, pero Yahir se vino a vivir a España y no supe más de él hasta ahora —relató Alice alzando los hombros mientras la fila avanzaba.

Sara asintió. —Yo no los conozco, pero Yahir me dijo cuando vine a hacer el casting que le parecía buena maquillista así que...

Alice no supo qué responder y solo salió un "Mmmh" de su boca.
En silencio caminaron hacia Yahir que le dio a Alice unos papeles con los nombres de los actores que debía maquillar, los aspectos que esperaban que ella recreara, referencias, todo.

Juan Caruso - Álvaro Mangino
  •Solicitar apoyo del equipo de prótesis
  •Maquillaje y Peinado por Alice Mora     
     Aldana

Andrés Pruss - Roy Harley
  •Maquillaje y Peinado por Alice Mora
   Aldana

Sonrió al ver su nombre en aquel papel. Era un trabajo importante, un gran paso en su vida laboral.

Salieron de aquella habitación hacia el set de maquillaje, donde los actores esperaban pacientemente sentados en una banca.
Un chico de ojos azules y cabello rizado reía y hablaba con un castaño que estaba a su lado. Maldita sea. Era lindo.

Alice sacudió la cabeza y comenzó a buscar en el pecho de los chicos el nombre en los gafetes. El chico lindo se llamaba Juan Caruso.
Y el chico de al lado se llamaba Andrés. Vaya suerte la suya, sus dos actores ya estaban juntos.

Se acercó tambaleante a los actores, repitiendo para sí unas cuantas frases "Yo puedo", "Soy buena" con la intención de convencerse a ella misma.
Los papeles de sus manos terminaron arrugados, absorbiendo un poco el sudor que sus manos emanaban.

—Hola, chicos —saludó nerviosamente llamando la atención de ambos. —Soy Alice, su maquillista

Les dio una sonrisa y extendió su mano primeramente hacia Andrés.

—Andy Pruss —se presentó amablemente, sus ojos buscaban los orbes verdes de Alice que nerviosamente asintió.

—Juani, bueno, en realidad Juan Ignacio, pero decime Juani —dijo el chico de ojos azules dándole la mano también.

—Un gusto, chicos... ¿Les parece si comenzamos? —sugirió, a lo que ambos actores asintieron. —Eh, Juan, tú primero, por favor... —ordenó temblorosamente, ni siquiera parecía una orden.

El chico se levantó para dirigirse a la silla de maquillaje que llevaba el nombre de la artista.

—¿Nerviosa? —preguntó Juani con una sonrisa divertida mientras Alice comenzaba por acomodar su cabello.

—Un poquito —respondió la chica seguida de una risita.

—Me mostraron tu trabajo —admitió el actor. —Sos buena, no deberías estar tan nerviosa —halagó dándole un guiño a Alice.

—Gracias —murmuró sin saber bien qué responder.

El trabajo fue corto, bastante rápido ya que solo eran las primeras pruebas, pero Alice no fue capaz de mirar a Juani a los ojos en ningún momento.
Satisfecha, colocó el setting spray y dio los últimos toques al cabello planchado del actor. Se veía increíble, y él era muy guapo, así que su trabajo se veía perfecto.
Sonrió y le tomó la foto obligatoria que se iba a usar como referencia los próximos días de rodaje.

—Che, ¿viste que sos re talentosa? —dijo Juani, dándole la sonrisa más sincera que había visto en las últimas horas —Quedé perfecto, muchas gracias Ali

—Fue sencillo, eres muy parecido a Álvaro, no tuve que hacer mucho —respondió sonrojada ante los comentarios amables de Juani.

—Aún así, te quedó maravilloso —halagó —mucha suerte, Alice, me alegra que vos seas mi maquillista —dijo finalmente antes de levantarse y dejar el banco listo para su compañero.

El chico era genuinamente amable, ni siquiera parecía que estuviera fingiendo ni actuando. Alice se quedó quieta unos segundos, con el corazón acelerado y el rostro coloreado de un rojo intenso.

—Oye, el chico fue muy amable contigo, ¿no? —preguntó Sara dándole una sonrisa.

—Si, si, Juani fue muy dulce —respondió bajando la mirada.

—Capaz y le gustaste —sugirió Sara alzando los hombros.

—No, no, no digas esas cosas... Mira, mejor voy por Andy —interrumpió comenzando a caminar.

¿Era posible? No, ni siquiera se conocían, solo habían intercambiado un par de palabras amables, él había intentado calmar sus nervios quizá por el temor de que fuera a picarle un ojo con la brocha.
Sacudió la cabeza como si eso le ayudara a sacar esos pensamientos de su mente. Tal vez su mente estaba yendo muy rápido.

—Andy, ya puedes venir —llamó un poco más segura de lo que estaba haciendo.

Andy le dio una sonrisa amable y obedeció las ordenes de su maquillista  sentándose en el sofá.
Alice no dijo nada, pero sintió los ojos del actor seguirla por todas partes mientras ella acomodaba un poco su mesa con las cosas que iba a necesitar.
Intentó estar lo más concentrada que le fue posible, pero mientras Andy la miraba eso no podía suceder, el chico tenía una mirada tan profunda que le asustó un poco a Alice.

—¿Está todo bien? —preguntó al chico mientras paraba su labor.

—Sí, sí, disculpá si te miro mucho... —respondió Andy nerviosamente.

—No te preocupes... —murmuró Alice, volviendo a su trabajo.

—Tienes un poco de... —habló Andy finalmente después de unos cuantos segundos.
Señaló su propia mejilla, pero algo confundida por las posiciones Alice limpió la mejilla contraria —No, no, pará... Aquí

Delicadamente Andy pasó su pulgar contra la mejilla de Alice.
El chico tenía unos ojos impresionatemente hipnotizantes, el contacto visual entre ambos rompió poco a poco la incomodidad, pues Andy le transmitía toda la paz que Alice necesitaba en ese momento para poder continuar con su trabajo un poco más tranquila.

Finalmente terminó con el setting spray y tomó la foto correspondiente. Estaban en silencio, pero las cosas no parecían ir incómodas entre Andy y ella.
Dejó que Andy se mirara en el espejo cuando ella retocaba un poco su peinado.

—Wow... Sos re talentosa —murmuró Andy sorprendido sin poder dejar de mirarse, anonadado por lo parecido que le habían dejado a Roy Harley. 

—Gracias... —musitó a penas Alice, dejándolo listo. —Bueno, ya quedó

Andy le agradeció amablemente y le dio una sonrisa. Alice algo casada se dejó caer sobre el sillón en el que ambos chicos habían estado, se sentía más tranquila. Sacó su teléfono solo para contestar los mensajes de su mejor amiga y contarle sus experiencias. 
No pudo pasar por alto el tema de Juani, era un chico verdaderamente muy lindo físicamente y debía admitir que el hecho de que intentara buscar las palabras y las acciones que la tranquilizaran después de notarla tan nerviosa, hizo que su corazón diera un vuelco.

—Madre mía, qué pesado el día, ¿no? —preguntó Sara, sentándose junto a ella.

—Sí y eso que solo fue la primera prueba —suspiró Alice, a lo que Sara asintió. 

—Dios, no quiero imaginar cuando empiecen a grabar —se quejó la española mientras pasaba sus manos por su rostro.

Había algo que no terminaba de cuadrarle en aquella chica, pero quizá solo estaba volviéndose un poco loca, así que ignoró por completo su intuición y continuó hablando con su nueva compañera de trabajo. 

Un par de horas más tarde, después de que terminara la jornada y Alice tuviera que desmaquillar a Juani y a Andy, se encontró saliendo de el pequeño establecimiento que era el punto de reunión para maquillistas, actores, equipos y demás.

Estaba en España, en otro país, trabajaba de lo que amaba y se llevaba bien con sus compañeros... Aquello era sencillo y podría acostumbrarse a ello.

Miró con amor aquel set que iba a ser su lugar de trabajo. Lo había logrado. ¿Qué podía salir mal?

Holissss
AHHH NO SABEN LA EMOCIÓNNNNN QUE SIENTOOO

No sé si vieron el tik tok que subí, pero básicamente esta historia está basada en experiencias personales que ocurrieron hace dos años. Aunque algunas cosas como las secuencias del tiempo han sido cambiadas, créanme casi todo lo que está en este fanfic fue real :') Y si lo estoy escribiendo no es para victimizarme, es porque después de todo necesito sacarlo...

Además de que siento que, aunque no todo lo que viví vaya a estar en el fanfic, estas personas lo merecen después de lo que pasó jajaja (super Better Than Revenge de mi parte)

Anyway, yo sé que no es relevante, pero de verdad estoy muy feliz de por fin poder publicar esto que ha sido mi trabajo durante unos meses jajaja
¿Qué les pareció? ¿Qué creen que vaya a pasar? Además de lo que pasó en los One Shots, claro

Espero que les esté gustando, que apoyen la historia ya que de verdad tiene un pedacito de mí, no se olviden votar y comentar, los quiero mucho y nos vemos después ;)

FÁTIMA FUERA 🤎✨