"¿Qué tal si deseamos salir?" preguntó Sunghoon, Sunoo lo miró en silencio, esperando que se explicara. "Deseaste que el suelo fuera una cama, y lo hizo... Si deseamos salir quizás salgamos."

Sunghoon hizo una mueca.

"Inténtalo, no creo que funcione en realidad..."

Sunghoon se acercó a las paredes de cristal, mirando a su infinita altura un momento.

"Deseo salir de aquí." dijo, en voz fuerte y clara, esperó unos cuantos segundos, pero nada pasó, golpeó el cristal con su puño, como si tocara una puerta para que la abran "¡Quiero salir de aquí!"

Su respiración se hizo agitada, y quiso romper en llanto, Sunoo se acercó a él, abrazándolo por la espalda y apartándolo de las paredes, mientras el mayor rompía en llanto y gritos desesperados, ya completamente en pánico, de nuevo.

Sunoo solo lo sostuvo con fuerza, escondió el rostro en su espalda, hasta que sintió al chico dejar de pelear.

"Sunghoon...."

"¿Por qué?" interrumpió el mayor. "¿Por qué a ti te hizo caso y a mí no?"

"No es eso, Sunghoon, ¿no lo entiendes?"

Sunghoon negó.

"¿Qué hay que entender, Sunoo?"

"Alguien nos encerró aquí." dijo el menor, su voz grave sonó contra el oído del mayor. "Y no nos va a dejar salir solo porque lo deseamos."

"Pero ayer tú..."

"Quién sea que esté controlando esto, no le molesta darnos esas cosas, puede darnos todo, pero no va a dejarnos salir, ¿entiendes? No podemos salir de esto... Podrías pedir todo lo que quieras y lo hará, pero nada de salir."

Sunghoon tembló entre sus brazos.

"¿No saldremos nunca?"

"No... Quizás solo hasta que él quiera." dijo Sunoo. "O hasta que descubramos algo..."

"¿Descubrir qué?"

"¿Y si estamos aquí por una razón?"