
Capítulo Único
—¿Estás segura de querer hacer esto? —preguntó mirándome intercaladamente a los ojos.
—Sí. —Asentí con seguridad, pero parecía que algo le preocupaba. —Voy a estar bien... —Acaricié su mejilla y le sonreí.
—Sunhee... Si algo te pasara, no me lo perdonaría jamás. —Unió sus manos con las mías.
—No me va a pasar nada, prometo llamarte si algo sucede —aseguré y él asintió levemente mirando a otro lado—. Confía en mí, ¿sí? —supliqué buscando sus ojos.
- Lo hago, solo no se que esperar de tus padres... -suspiró y sujeto con delicadeza mi mentón para darme un dulce beso- Prometeme que me llamaras aunque aunque solo tengas un diminuto presentimiento de que algo malo va a pasar.
- Lo prometo -asentí y le sonreí.
—Lo hago... —Conectó de nuevo nuestras miradas. —Solo no sé que esperar de tus padres —suspiró y sujetó con delicadeza mi mentón para darme un dulce beso—. Prométeme que me llamarás aunque solo tengas un diminuto presentimiento de que algo malo va a pasar.
—Lo prometo. —Asentí y le sonreí.
°•∴▬▬▬▬▬□◈□▬▬▬▬▬∴•°
Ésta noche nos íbamos a escapar de todo y de todos. Estaba cansada de tener que verme a escondidas con él, de ocultar lo que siento, de fingir hacia mis padres que lo olvidé cuando lo amo ahora más que nunca.
Sé que cometí el error de contárselos, pero me sentía tan confiada...
Después de dos años de conocernos, me propuso ser su novia y yo acepté encantada. A mis padres les parecía un gran chico. Se los presenté y quedaron encantados.
Después de unos meses me confesó lo que era, y aunque al principio me sorprendió mucho, me fui adaptando a su lado lobuno.
Cuando les conté aquello a mis padres, se aterraron y me prohibieron acercarme a él de nuevo.
Poco a poco notaba de lo que podían ser capaces mis padres si desobedecía esa orden, un día vi a Seokjin muy golpeado, lo habían tomado desprevenido y él no podía mostrarles su lado lobuno.
Entonces no me quedó más opción que decirles que había terminado con él. Una mentira de la que me estaba hartando.
En este momento nos dirigíamos a mi casa, había empacado lo necesario, lo demás seguía ahí para que no sospecharan de mi huida.
—Ya llegamos... —Vi que estábamos a dos cuadras. —Cuídate, ¿sí? No olvides llamarme, te estaré esperando en el lugar de siempre para irnos —dijo acariciando mi mano.
—De acuerdo... —Le di una sonrisa leve y bajé del auto.
Levanté mi mano como despedida mientras lo veía irse.
°•∴▬▬▬▬▬□◈□▬▬▬▬▬∴•°
—¡Ya llegué! —grité.
—¿Dónde estabas? —Apareció mi mamá con un rostro enojado.
—Mamá, ya te dije que fui a hacer unas compras para la casa. —Levanté las bolsas que traía.
—Mmm... Ya. —Me miró con gesto dudoso.
—Tu papá salió de urgencia, así que avísale que estás aquí, porque estaba preocupado de que estuvieras con ese monstruo —pronunció con asco la palabra monstruo.
—Está bien. —Rodé los ojos y me fui a mi cuarto.
«Agh, no entiendo cuando se cansarán de meterse en mi vida».
En eso, el timbre de mi celular me distrae.
—¿Si? —contesté algo cansada.
—Hola cariño, ¿llegaste bien a casa? —La suave voz de Jin me saludó al otro lado.
—¡Ji-Jin...! —musité sorprendida y fui corriendo al baño para encerrarme— S-sí cielo, estoy bien.
No tenía agendado a Jin en mi celular porque un día me di con la sorpresa de que mi padre me lo había revisado para comprobar que ya no siguiera teniendo contacto con él.
¿Cómo me di cuenta?
Pues, borró nuestras fotos y luego me lo confesó como si nada.
—¿Tienes todo listo? —inquirió con curiosidad.
—Sí, aunque no niego que estoy algo nerviosa —admití.
—No tienes que estarlo, voy a estar ahí para protegerte —aseguró con firmeza.
—Tienes razón. —Sonreí ladinamente. —Solo debo esperar a que todos se duerman, estoy un poco ansiosa... —confesé emocionada.
—Yo también nena, solo deseo estar contigo —admitió, provocando que me sonrojara.
—Te amo...
—Yo más cariño.-
Y mi sonrisa se borró cuando escuché el ruido de la puerta de mi habitación.
—Me-me tengo que ir —murmuré un poco asustada.
—Está bien, no olvides avisarme de cualquier inconveniente —advirtió rápidamente—. Cuídate cariño... —Colgó.
Pasos en mi habitación me dan la señal de que mi papá entró a mi cuarto.
—¡Sunhee! ¿Dónde estás? —vociferó, dando más pasos como si estuviera revisando mi habitación.
—¡En el baño! ¡Ya salgo! —Jalé de la palanca para que no sospechara, guardé mi celular y salí. —¿Pasa algo? —Fruncí el ceño.
—N-no... —Se aclaró la garganta. —Solo quería avisarte de que bajes a cenar —mencionó más recompuesto.
—Bien, me cambio y bajo... —Me miró un momento y se fue.
°•∴▬▬▬▬▬□◈□▬▬▬▬▬∴•°
—Hija, queríamos comentarte algo que podría interesarte. —Su voz emocionada me dio un mal presentimiento.
—Dime mamá... —respondí tranquila.
—Tu papá y yo pensamos en invitar al hijo de una amiga nuestra a cenar mañana, para que lo conozcas. —Sonrió con mucho entusiasmo.
«Otra vez tratando de conseguirme pareja, ¿por qué no se rinden?».
—Mamá, ya hablamos de esto y sé por donde va. Estoy bien sola —aclaré, floreciendo poco a poco la frustración.
—Hija, queremos lo mejor para ti —intervino papá, apoyando a mamá—. Tal vez cuando lo conozcas puedas...
Pero no quería escuchar más, así que lo interrumpí. —¡No! ¡Ya dije que no quiero conocer a nadie! ¡¿Pueden dejar de insistir?! —exploté con verdadera frustración de la situación.
—¡No nos grites! —bramó enojado—. Es tiempo de que conozcas a un chico normal, ¡no el monstruo que tenías como novio! —Lo insultó.
—¡No los soporto! —exclamé enojada y me fui a mi cuarto.
«Solo quiero tener una relación normal con él, sin que nadie nos juzque. ¿Es tan difícil pedir eso?».
Con ese pensamiento dándome vueltas, me acosté e intenté dormí. Y era obvio que lo logré porque desperté otra vez por la alarma.
Eran las diez de la noche, momento perfecto para abandonar la casa. Mis padres solían dormir temprano debido al trabajo del día siguiente.
Me levanté cuidadosamente de la cama, agarré mi mochila y salí del cuarto. Revisé que no hubiera nadie afuera, todo estaba apagado.
Bajé las escaleras y avancé lentamente hacia la puerta, estaba tan cerca de abrirla, de lograr mi libertad, cuando escuché una voz que me hizo detener al instante.
—¿A dónde crees que vas? —Su tono daba entender que estaba molesto.
Me giré lentamente hasta tenerlo frente a mi. —¿Pe-pero que estás haciendo papá? —farfullé asustada mientras veía cómo me apuntaba con un arma.
—Lo que debí haber hecho hace tiempo, parece que no entiendes por las buenas... Entonces te enseñaré por las malas. —Sonrió de lado con un brillo malicioso.
Estaba asustada, mi celular lo tenía en el bolsillo de mi casaca, pero si lo sacaba, él se daría cuenta...
—Es-está bien, haré lo que me digas... —mentí en un intento de sonar convincente.
—A mi no me trates de engañar. ¡¿A dónde ibas?! —inquirió enojado, amenazando con más fuerza al dar un paso con el arma.
—Mmm... I-iba a... —Miré a otro lado. —¡Mamá! —grité para distraerlo y funcionó.
Rápidamente agarré la lámpara que tenía al lado y se la tiré a la cabeza. Él cayó, pero aún seguía consciente. Le quité el arma y me fui corriendo al baño. Me encerré y marqué el número de Jin en mi celular. Esperé unos minutos y me contestó.
—Sunhee, ¿qué pasa? ¿Por qué te demoras? —preguntó preocupado de manera rápida.
—Me descubrieron —informé de prisa—. Mi padre está afuera y trata de asesinarme —musité asustada.
—¡Estoy en camino! Trata de resistir mi vida... —Trató de tranquilizarme.
—¡Sunhee! ¡Ven aquí! ¡¿En dónde te metiste?! —Escuché sus pasos cerca y eso me aterraba.
Mi mamá nunca hubiese permitido esto, pero trabajaba en el hospital por las noches haciendo turnos extras. Sólo quería que Jin estuviera conmigo ahora, tenía mucho miedo...
—¡Ya te encontré! —anunció mi padre detrás de la puerta—. Me las vas a pagar cuando te saque de ahí —amenazó.
—Por favor Jin, llega pronto... —susurré casi de forma inaudible.
—Nadie va a salvarte, ¡ni siquiera ese imbécil! —Pateó la puerta repetidas veces para abrirla.
Cerré mis ojos y sujeté el arma que tenía entre mis manos con más fuerza, apuntando a la puerta. Una vez ésta fue abierta, apreté el gatillo, pero jamás salió una bala del arma.
Él se rió de mí y se acercó para golpearme, traté de protegerme con mis manos, pero nunca sentí el golpe impactar contra mi. Más bien, al escuchar el sonido de alguien caer y seguido de eso como golpeaban sin parar. Retiré mis brazos lentamente y abrí mis ojos.
—¡Jin! —grité sorprendida. Él se detuvo de continuar dándole una golpiza a mi padre y me abrazó con fuerza.
—Perdóname... No debí dejar que esto pasara —murmuró sin soltarme.
—Tu no tienes la culpa... Por favor, vámonos de aquí —supliqué con los ojos llorosos.
Sin rechistar obedeció de inmediato, me cargó y me llevó al auto. Mi papá no podía hacer nada porque estaba totalmente noqueado.
Al estar tranquilos en el auto, comenzó a revisar que estuviera bien.
—Estoy bien, tranquilo. —Le sonreí levemente.
—No sabes el susto que me diste cuando escuché tu voz en la llamada —admitió preocupado.
—Pero ya estamos aquí. —Acaricié su mejilla. —Ya no tienes de qué preocuparte... —Traté de tranquilizarlo y le di un corto beso.
—Tenemos que irnos. —Miró una vez más a la casa, para luego poner en marcha el auto.
El transcurso fue de casi dos horas, después de eso me quedé dormida. Aún seguía un poco asustada por lo que pasó, pero tener a Jin a mi lado me tranquilizaba.
No me dijo exactamente a donde iríamos porque quería que fuera una sorpresa. Así que terminé despertando al sentir como el auto se detenía.
—¿Ya llegamos...? —Bostecé involuntariamente.
—Sí cariño, ya no tenemos que escondernos de nadie. —Me sonrió cálidamente y yo le devolví el gesto.
Bajamos y pude apreciar al frente una casa pequeña, era bonita y sencilla. Al parecer estábamos en un bosque y a unos cuantos metros se veía otra casa un poco más grande.
Ingresamos sin entretenernos mucho y colocamos las cosas mientras tanto en la entrada principal.
—Guau... ¡Me encanta! —exclamé feliz al mirar el interior de la casa.
—Sabía que te encantaría, pero será por el momento.
Luego buscaré otro lugar mejor para los dos. —Me abrazó por la espalda.
—¿Puedo saber de quién es la cada de al lado? —pregunté curiosa.
—¡Ah~! Es de Taehyung, un amigo. Él me ayudó a alquilar esta casa. Él vive desde hace un tiempo aquí con su prometida, su asunto fue un poco más complicado —explicó con calma.
—¿Por qué lo dices? —Ladeé la cabeza, confundida.
—Él es igual que yo... —Entendí a lo que se refería. —Y aunque no se lo contaron a nadie... No se cuidaron y ella quedó embarazada. Cuando sus padres se enteraron, la botaron de su casa. Gracias a un amigo, alquilaron ese lugar, lo mejoraron y se quedaron.
—Entiendo... Entonces tu le contaste por lo que estábamos pasando y él decidió ayudarte —completé, girándome en sus brazos.
—Así es. —Me sonrió. —Son buenos amigos, te los presentaré mañana, por ahora vayamos a descansar. —Bostezó.
—Claro. —Agarró mi mano y nos dirigimos a una habitación.
Cuando llegamos, no tardó en acorralarme contra la pared y depositó un dulce beso en mis labios.
—¿Se puede saber qué haces? —murmuré divertida una vez que se separó.
—Lo siento, pero no puedo controlarme cuando hay luna llena —confesó con voz ronca cerca de mi oído.
Miré hacia la ventana y efectivamente había luna llena. Esas noches nos volvíamos más cariñosos y algo posesivos uno con el otro. La marca que me había hecho en el cuello dolía un poco y comenzaba a hacer calor.
Usualmente sólo llegábamos a besos o acaricias por miedo a ser descubiertos. O porque aún no me sentía preparada. Él respetaba aquello y no trataba de apresurarme, aunque esa misma noche, tal vez quería que fuera diferente.
Me cargó y me llevó cuidadosamente hacia la cama. Comenzó a besarme nuevamente, pero ahora con un toque de desesperación, trataba de seguirle el ritmo. Acarició mis muslos de arriba abajo y eso producía que soltara algunos gemidos en medio del beso. Quitó mi blusa y yo su camisa.
Y antes de continuar, detuvo mis manos a la vez que se separaba del beso.
—Sunhee... No te quiero obligar a nada, sé que todavía no estás preparada, así que será mejor parar esto. —Me dio un corto beso y comenzó a levantarse de encima, pero con mis manos impedí que lo hiciera y lo busqué con la mirada.
—Estoy lista —respondí con convicción—. Tal vez no lo estaba antes porque no me sentía cómoda escondiéndonos así o por la presión de mis padres... —expliqué—. Pero ahora es diferente, me siento tan segura a tu lado... Sé que tú eres el indicado y el único que me hace sentir viva. —Finalicé dándole un beso suave y dulce que no tardó en responder de la misma manera, mientras acariciaba mi mejilla.
—Si es así como te hago sentir... Entonces déjame decirte que tú me haces sentir en otra dimensión. —Reí un poco. —No creo que pueda encontrar a alguien mejor, eres la única con la que me siento completo. Te amo Sunhee, nunca lo olvides...
—Nunca lo haré. —Sonreí y me besó lentamente. Recorrió cada parte de mí con delicadeza, sin apuros. Se sentía tan bien ser solo los dos, dejarnos llevar sin miedo a los demás...
━━━━━━━ ∙ʚ♡ɞ∙ ━━━━━━
[Cuatro años después]
—Jane, mi amor, ¿cómo te fue en la escuela? —pregunté mientras entrábamos a la casa.
—Bien omma, ¡hice nuevos amigos! —informó feliz.
—Que bueno cielo, pero no te olvides de tu primo eh —advertí divertida.
—No omma, Baek es como mi hermano mayor, jamás podría dejarlo de lado —aclaró con seriedad—. ¿Cuándo iremos a visitar al tío Tae y la tía Jenni? Quiero jugar con mi primo —dijo emocionada.
—Mmm, ¿qué tal en unos días? —Ofrecí dudosa. —Mira quien viene. —Señalé la puerta y ella volteó.
—¡Appa! —Fue corriendo a abrazarlo. —¿Por qué te demoraste en venir? —Hizo un tierno puchero.
—Lo siento mi vida, tenía mucho trabajo. —La cargó y se dirigió hacia mí. —Hola cariño. —Me saludó con un beso corto. —Te tengo una buena noticia... —anunció feliz.
—¿Ah, si? —Arqueé una ceja sorprendida. —¿Cuál es? —incité curiosa.
—Al fin pudimos asociarnos con una empresa igual de importante que la nuestra. Y para celebrarlo, Taehyung y yo hemos decidido adelantar las vacaciones... Así que díganme a donde quieren ir para hacer nuestras maletas. —Sonrió entusiasmado.
—Guau mi amor, felicitaciones. —Lo abracé como pude por tener a la niña.
—Appa, appa, yo quiero ir de viaje, pero con mi primo Baek —advirtió.
—Claro mi vida, ellos vendrán con nosotros —aclaró.
—¡Sí! —Alzó los bracitos en celebración. —Appa, ¿allá podemos jugar al lobo? —preguntó inocentemente—. Me gusta cuando me carga y corremos por todo el bosque —mencionó contenta.
—Mmm... Está bien. —Se rindió ante su mirada suplicante. —Pero que nadie nos vea, ¿está bien? —Ella asintió.
Claro que mi pequeña sabía en lo que se podía convertir su padre, pero no exactamente lo que era. Ella era muy inocente para entender aquello, pero lo mantenemos en secreto, porque, como dice Jin, había personas ridículas con la mente muy cerrada para comprender el misterio que guarda nuestro mundo.
—Appa, omma... —La observamos atentamente. —¡Los quiero mucho! —vociferó con voz tierna.
—Y nosotros a ti mi vida —respondí con una amplia sonrisa y ambos la llenamos de besos en sus regordetas mejillas.
Esta era la mejor familia que me pudo dar la vida. A veces pensaba en mis padres, pero desde aquella noche no volvieron a tener contacto conmigo, ni siquiera se preocuparon en buscarme. Y prefiero que haya sido así.
Seokjin hizo una empresa junto a Taehyung, y cuando ésta creció, nos venimos a la ciudad.
Juntos somos una familia muy grande que sabe comprenderse, porque sólo nosotros sabemos el gran secreto que ocultamos.
★ ━━━━━━ ・❪ ❁ ❫ ・━━━━━━ ★
- Disculpen las faltas ortográficas y la tardanza😔.
- Es el primer One shot que hago y de este tema, vaya que se me fue un poco difícil, un asco verdad? Pues...es lo que pude hacer para la hermosa JiEun412 una disculpa de antemano.
- Espero les guste❤️ gracias por el apoyo.
Pdta: L@s amo mucho y se me cuidan💕.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro