Los guardias guiaron a los dos hombres hasta donde se llevaría a cabo el último juego, ambos molestos, decepcionados de ellos mismos por todo lo que había sucedido la noche anterior.

Sang-Woo no mostró su dolor por fuera, pero en su interior las últimas palabras de la mujer hacían ruido, no merecía ganar, no merecía nada si ella no estaba a su lado. Por años, cuando la cosa se complicó en su matrimonio, sabía que ella lo sentía una carga en momentos, cuando Yelena trabajaba y lo único que el hacía, era beber y hundirse en su miseria.

Estaba enojado con ella, la llamó una carga cuando ella estaba herida, y aún así, seguía luchando por mantenerse con vida, y el tiró a la basura todo su esfuerzo, todo ese amor por un error en medio de la frustración.

Se suponía ambos hombres debían jugar entre ellos, pero lejos de respetar esa regla, ambos estaban dispuestos a pelear, por Sae, por Ali, por Eun-Ji, por el anciano, por el trabajador dela fábrica de vidrio, por todas las vidas perdidas en el juego, pero sobretodo ambos estaban dispuestos a pelear por ella, por Yelena.

Gi-Hun perdió a su mejor amiga, Sang-Woo mató a la mujer que más amaba.

—Tu no mereces ganar, no después de todo lo que hiciste. –Soltó Gi-Hun con odio, levantando su cuchillo. —Yelena era una buena mujer, merecía salir de aquí con vida, debiste ser tu en lugar de ella...

—¡Cierra tu maldita boca! –Exclamó Sang-Woo, intentando dirigir su cuchillo hacía el hombre, cuando Gi-Hun lanzó un puñado de arena directo a sus ojos, haciéndolo retroceder.

—¿Qué harás si sales de aquí con ese dinero? –Cuestionó golpeando al 218 en el rostro múltiples veces, sin que este pusiera resistencia. —¿Conseguirás una casa? ¿Empezarás de nuevo tu vida sin ella? –Otro golpe fue recibido por el rostro de Sang-Woo, cayendo a suelo con sus ojos llenos de lágrimas, de furia y decepción hacía el mismo. —¿Que dirán cuando te vean llegar con todo ese dinero pero sin ella? –Lanzó otro golpe. —¿Valdrá la pena ganar ese dinero a costa de su vida?

You turned into your worst fears

Sang-Woo no respondió, pero no merecía ese dinero, no merecía ganar y lo sabía en su interior, no recuperaría su jamás, no sin ella a su lado. Gi-Hun levantó su cuchillo, al no haber resistencia por parte de Sang-Woo, apuntó su cuchillo al rostro del hombre, pero se detuvo antes de tocarlo.

—No puedo hacerlo... –Soltó con dificultad, quería matarlo, pero algo en su interior no lo dejaba. —No puedo matarte... –Enterró el cuchillo en la arena, al lado de este.

—Tenías razón, Gi-Hun... –Habló con su voz entrecortada, la sangre salía entre sus golpeados dientes. —No la merecía, ella necesitaba a alguien mejor... Le hice pasar un infierno hasta el final, no importa con cuánto dinero salga de aquí, jamás recuperaré mi vida, jamás la recuperaré a ella.

You had to kill me, but it killed you just the same cursing my name, wishing I stayed

Tomó el cuchillo a su lado, apuñalando su propio cuello, terminando lentamente con su vida.

—Por favor, cuida de mi madre... –Susurró con su último destello de vida, Gi-Hun sostuvo su cabeza, llorando, recordando esos momentos cuando eran niños, esos momentos que jamás volverán, por ese juego, todo había terminado.

El último recuerdo que iluminó la mente de Sang-Woo, se remontó a el día de su boda, las luces y las decoraciones rosas y doradas elegidas en su mayoría por Yelena, fue una boda pequeña sólo con amigos y familia cercana pero para ellos, era la fiesta más grande jamás hecha.

Ahí estaba ella, su cabello recogido en un hermoso vestido blanco, labios rojos y sus mejillas rosadas, esbozaba una sonrisa de oreja a oreja, mientras tomaba la mano del hombre, su primer baile casados, la sonrisa de el era aún más grande, ese había sido el momento más feliz de su vida.

Era feliz con ella, eras feliz mientras bailaba alguna canción de los 60's y repetía múltiples veces "Te amo" en los oídos de la mujer, cuando veía sus ojos, brillando con tanta emoción, se juró proteger esa luz, Prometió que estarían  juntos para siempre ese día.

And you're tossing out blame, drunk on this pain crossing out the good years

Quién diría que el para siempre sería cortado por un afilado cuchillo, por un trágico "error".

Gi-Hun fue el único que volvió con vida, pero no sé sentía feliz, o al menos aliviado por eso, se sentía roto, culpable al haber aguantado tanto.

Debería de disfrutar tener ese dinero, pero sentía horrible al saber que ese dinero representaba todas las vidas perdidas, ¿Para qué? Todo para satisfacer a millonarios psicóticos.

Pasó lentamente, avergonzado frente al puesto que tenía la madre de Sang-Woo, llamando la atención de ella, corriendo rápidamente preocupada hacía Gi-Hun.

—Gi-Hun, ¿Has sabido algo de Yelena? –Preguntó con preocupación la mujer. —Está desaparecida y no he podido comunicarme con Sang-Woo ¿Tu sabes algo?

Lo sabía, claro que sabía todo, pero no podría decirle la verdad de ninguna manera, el negó lentamente, ocultando el brazalete de Yelena entre sus manos.

Llegó a un cajero automático, metió aquella tarjeta que le había entregado el organizador del juego, pudo ver la cantidad final, 45 mil 600 millones de wones.

Se sentía culpable de poseer ese dinero, pero había una única cosa la cuál quería hacer con una pequeña parte de esa cantidad, y no lo haría sentir culpable.

La cirugía de Alexey.

No tenía el valor de pararse frente a el, pero quería salvarlo, porque ahora tenía la oportunidad de salvar a alguien y haría lo correcto.

Eso era lo que Yelena hubiera querido.

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-Alessandra