020.
"¿Sabes por qué tu vida es tan patética?"
Los cuatro jugadores restantes fueron guiados por los guardias hasta la habitación, Sang-Woo caminaba con firmeza al frente mientras que detrás de el Yelena caminó con dificultad sin dejar de sostener su abdomen, incluso ignorando la sangre goteando de su mejilla, era un dolor más fuerte que cualquiera sentido antes.
Cuando entraron, era una sorpresa ver las únicas cuatro camas que restaban en la habitación, era casi increíble ver como de todos los participantes, sólo ellos seguían con vida. Rápidamente, la mujer escogió la cama más cercana a ella, sentándose abrazando sus rodillas.
Antes de que Sang-Woo pudiera dirigirse a asegurarse que su esposa estuviera bien, la mano de Gi-Hun molesto tocó su hombro deteniéndolo.
-¿Por qué lo hiciste? -Cuestionó con una seriedad que hace tiempo no se veía en el. -¿Por qué lo empujaste? -Sang-Woo soltó una risa muda.
-Tuviste suerte al escoger el ultimo numero, supongo que tu has sido bueno ¿Y que tal si ese hombre terminaba como el matón de Deok-Su? -Respondió con molestia Sang-Woo, gracias a el estaban vivos ¿Y así respondía? -¿Que habrías hecho?
-Era el ultimo peldaño, era obvio que iba a avanzar...
-¡¿Cómo estás tan seguro!? -Exclamó Sang-Woo interrumpiendo al hombre. -¡Sabía distinguir entre el vidrio normal y templado pero sólo veía a la gente saltar y morir!
-Al final tu, yo y Yelena cruzamos ese puente y si lo hicimos fue gracias a el. -Argumentó Gi-Hun con furia, molestando aún más a Sang-Woo.
-¡Esa mierda sólo la piensas tu! -Atacó el 218. -Pero mi esposa y yo no estamos vivos gracias a el, si estamos vivos, es porque me esforcé para mantenernos con vida.
-¡No me importa lo que me digas! -Exclamó Gi-Hun. -Eso no cambiará que mataste un hombre inocente.
-¡Despierta ya! -Soltó con hartazgo. -Vinimos aquí para matar a todos los demás, para ganar ese dinero, deberías estar agradecido de que hice el trabajo sucio por ti.
-¿Y si hubiera sido yo? -Cuestionó Gi-Hun, destruyendo la poca paciencia que le quedaba a Sang-Woo.
-¿Sabes por qué tu vida es tan patética? ¿Por que haces este tipo de preguntas inútiles incluso en estas situaciones. -Fingiendo que no le dolía lo que el hombre decía, Gi-Hun mantuvo su mirada seria, esperando una respuesta simple a su pregunta. -Eres un idiota entrometido que se está volviendo loco, y siempre tienes que meterte en problemas para saber que los hay.
-Es cierto es mi culpa que terminaras así, estoy loco y soy incompetente, soy un idiota entrometido que sólo es mantenido por su madre anciana. -admitió tragando su orgullo. -Aunque. -Se volvió al hombre con cinismo. -¿Por qué el orgullo de Ssangmun-Dong Cho Sang Woo terminó aquí? Cómo un fracasado, siendo mantenido por su esposa mientras la policía lo persigue, metido en esta mierda, ¿También es culpa mía?
Sang-Woo estaba a punto de reaccionar violentamente, a punto de levantar su mano y golpear a Gi-Hun harto de escucharlo.
-¡Dejen de pelear! -Exclamó con su voz quebrada la mujer, mirándolos con cansancio, haciendo que ambos le prestaran atención. -¡Ambos son unos idiotas por eso estamos aquí, dejen de tener discusiones estúpidas!
-Tienes razón, Yel. -Aceptó Sang-Woo suavizando su tono pasando sus manos sobre sus sienes, comenzando a caminar hacía la mujer abandonando a Gi-Hun en el centro de la habitación.
-¿Vas a quedarte con el, Yelena? -Cuestionó Gi-Hun incrédulo ¿Cómo seguía con el después de todo? -Tu lo escuchaste, está dispuesto a todo por ese dinero, no te sorprendas si está dispuesto a empujarte para ser el ganador. -La mujer apretó su mandíbula ignorando lo que esté decía. -Mereces alguien mejor, que no te haya arrastrado a un sitio como este...
-¡Cierra la boca! -Gritó Sang-Woo, sentándose al lado de la mujer, ella aún abrazaba sus rodillas y hacía su mayor intento para no sacar a relucir su dolor. -Tu no eres nadie para hablar de lo que ella merece.
Gi-Hun se dio a vuelta, aterrado de compartir una habitación con alguien que consideraba un psicópata.
-Cariño, no escuches lo que dice... -Dijo acariciando con sus calidad manos el cabello de Yelena.
-No lo hago. -Soltó sin mostrar alguna expresión, mintiendo esas últimas palabras que su amigo había lanzado, no dejarían de dar vueltas en su mente. -Confío en ti.
Una pequeña sonrisa se formó en el rostro del mayor, depositando un un beso en la frente de la castaña. -Te amo. -Abrazó a la mujer por los hombros, recargando su cabeza con la de ella.
-No sientes remordimiento ¿Verdad? -Preguntó con timidez Yelena, tras unos segundos de silencio. -Por haber matado a ese hombre.
Sang-Woo negó con su cabeza, sin querer estresarse. -¿Sabes por qué? -Ella lo miró expectante. -¿Acaso tu sientes remordimiento por el hombre al que mataste durante la pelea?
-No. -Respondió con simpleza. -Por que lo maté por ti, pudiste morir por culpa de él y no lo iba a permitir.
-Entonces ahí está el por qué.
Los guardia les habían entregado un atuendo especial para usar en su última noche antes del juego final.
La mujer de encontró en el baño del lugar, levantó su blusa para cambiarse, observando el gran moretón color rojo que adornaba su abdomen, todo por esa estúpida pelea contra el 101, por eso estaba tan débil. Sin contar que había sangrado la última vez que usó ese baño, no tocaba su periodo, era esa herida la que la dañaba.
Con dificultad vistió aquel traje que los soldados le habían entregado, haciendo muecas de dolor por cada movimiento.
—¿Quieres que te espere, Sae-Byeok? –Preguntó tocando la puerta del cubículo donde se encontraba la chica, una vez había terminado y se disponía a irse.
—N-no, p-puedes irte si-si quieres. –Respondió con dificultad la chica, confundiendo a la mujer, sin sospechar de que dentro de ese cubículo, Sae-Byeok luchaba por su vida, al recibir el impacto de uno de los cristales rotos en su abdomen tras el juego anterior.
—Está bien. –Soltó la mujer no muy convencida. —Te veré allá.
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Hola! Espero les haya gustado el capítulo, si fue así háganmelo saber votando y comentando sobre todo, me ayudaría mucho.
Estamos oficialmente en la recta final, capítulos 8 y 9 son los que siguen.
Espero que esten disfrutando está historia tanto como yo disfruto hacerla.
Los veo en los siguientes capítulos.
-Alessandra
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