018.
"Yel, no estamos vivos gracias a la empatía"
—Jugadora 371, eliminada
En el momento en que Sang-Woo escuchó esas palabras provenir del altavoz, sintió un alivio enorme dentro de si, Yelena estaba viva y eso era lo único que le importaba.
Por lo que en ese momento, dejo de sentir culpa por lo que estaba a punto de hacer.
Tomó bajo su playera ahora rasgada, las canicas que había robado del ingenuo chico moreno, no estaba orgulloso por haberlo engañado de esa manera, pero era su única opción.
Se acercó al guardia, entregando la bolsa con las 20 canicas en ella, no había hecho trampa técnicamente, las tomó sin violencia, esa era la regla.
Jamás lo admitiría, pero realmente le dolió escuchar cuando el guardia le disparó.
—Jugador 199, eliminado
Con su aspecto demacrado, la mujer caminó en fila junto al resto de los jugadores, no sabía quien había ganado en el equipo de Ali y Sang-Woo o en el de el anciano y Gi-Hun, pero no quería mirar hacía atrás para corroborarlo, eso le aterraba.
Una vez entrando al cuarto, para la sorpresa de todos, lograron observar a Han Mi-Nyeo, la irritante jugadora 212, seguía con vida, recostada en una de las camas. Mientras el resto había tenido que jugarse la vida allá afuera.
—Me dijeron que yo era el eslabón más débil, así llamaban a los que se quedaban sin pareja cuando eramos niños. –Explicó en un tono que no podía entenderse hablaba con felicidad, tristeza o cinismo. —Me escoltaron hacía el dormitorio amablemente, es una regla hermosa, el no dejar que el niño más débil se convierta en un paria, ¿No te parece lindo? –Comenzó a reir, ante la obvia indignación de los jugadores que aún estaban con vida.
Sin ánimos de pelear y sin fuerza para seguir manteniéndose de pie, Yelena resopló, con un choque de emociones entre enojo y tristeza, caminando hasta su cama, sosteniendo su abdomen con fuerza para calmar el dolor, y procesar las cosas que estaban pasando.
Cuando, levantó su mirada, observando el rostro serio de Sang-Woo formar una expresión de alivio al verla, caminando con velocidad hacía ella, abrazándola con fuerza.
—Dios, estás vivo. –Soltó aliviada, correspondiendo el abrazo, sin poder evitar derramar un par de lagrimas.
—¿Estás bien, Yel? –Preguntó preocupado, por el aspecto de la mujer y la fuerza con la que tomaba su abdomen antes del abrazo.
—Estoy bien, cariño. –Asintió con una leve sonrisa triste, mintiendo en su respuesta. —¿Todos ustedes están bien? –Preguntó arrepintiéndose inmediatamente de ello, al ver los rostros del Sae-Byeok y Gi-Hun, era obvio que nadie estaba bien después del juego.
Por el resto de minutos, después de que los guardias les trajeran comida, la mujer se mantuvo abrazada al hombre, reflexionando de todas las decisiones que había tomado en su vida, de todas las cosas que la llevaron a ese punto, soltando un par de lagrimas al recordar a la chica, Eun-Ji, cómo todo había terminado para ella tras un infierno de vida.
—Ella no merecía morir así, era tan joven, merecía tener una vida digna. –Soltó la mujer, limpiando sus lagrimas, sin intención de tocar su comida.
—Era sólo una chica que conociste por estos juegos, no debiste encariñarte. –Respondió Sang-Woo restando importancia a el sentimiento de la mujer, todos sabían que morir era una de las posibilidades del juego.
—El hombre de allá. –Susurró Gi-Hun dolido, señalando disimuladamente al jugador con el numero 069. —Su compañera era su esposa.
—Debe sentirse terrible. –Comentó la mujer, entendía su dolor, de haber perdido a Sang-Woo en ese juego, ya no tendría fuerzas para seguir.
Con dificultad, el 069 se levantó, lleno de lagrimas y dolor bajó por las escaleras. —Por favor, hay que detenernos, no puedo continuar. –Rompió en llanto el hombre frente al resto de jugadores. —Podemos parar si la mitad está de acuerdo podemos terminar esto, si nueve están de acuerdo podemos irnos, sí alguien quiere terminar esto, por favor levántense.
Pero la desesperación lo invadió al ver que, aún si empatizaban con el, nadie quería detener el juego a este punto.
—¡¿Cómo se hacen llamar humanos!? ¿De verdad van a continuar con esta locura? ¿Por ese dinero? Todos ustedes asesinaron a la persona más cercana que tenían en este lugar. –Gritó furioso a los demás jugadores. —¿¡Todo por dinero?!
Por más conmoción que causara, y aunque entendiera perfectamente la razón de su dolor, Sang-Woo no planeaba ceder a detener el juego, no cuando habían llegado tan lejos. Se levantó de su cama, caminando molesto hacía el hombre.
—¿Y qué si salimos? ¿Tu esposa regresará? ¿Serás perdonado por dejar que la mataran? –Cuestionó Sang-Woo, sorprendiendo a Yelena por el poco tacto de sus palabras. —Si estás tan atormentado por qué estás vivo? –Tomó al hombre con el cuello, hablándole con tono amenazante. —Debiste haberte muerto tu en su lugar, ese dinero no es sólo el costo de la vida de tu esposa, sino el costo de todos los que murieron en este lugar ¿Quieres dejarlo e irte? ¿Irte y volver a esa asquerosa realidad? ¿Con la culpa siguiéndote a donde vayas?
Soltó al hombre, petrificando a todos los presentes por sus palabras, Yelena bajó su mirada y la apartó de la escena, con cada una de las cosas que salían de la boca de Sang-Woo rondando en su mente ¿Qué habría pasado si ellos hacían pareja? ¿Ella hubiera muerto? ¿O sería el? ¿Cómo hubieran actuado después?
El silenció reino la habitación, Sang-Woo volvió a su cama, no se arrepentía de ninguna de sus palabras, no había dicho nada que no fuera cierto, pero esas verdades dolían más que cualquier mentira.
—No debiste ser tan cruel. –Comentó Yelena sin mirar a Sang-Woo a los ojos, una vez este tomó asiento junto a ella. —Entiende su situación ellos eran como nosotros, hoy pude perderte o tu a mi, tal vez deberías haber tenido algo más de empatía por el o...
—¿Empatía? –El hombre soltó una risa seca. —Yel, no estamos vivos gracias a la empatía, el quería abandonar este juego por algo que el mismo hizo, si tanto la amaba ¿Por qué el está aquí y ella muerta? –Antes de que ella pudiese hablar o responder algo el continuó, hablando con ese tono de ira. —¿Qué querías que hiciera? ¿apoyarlo y terminar con esta mierda como si haya afuera hubiera algo mejor esperándonos?
—Pudiste simplemente callar, porque ya todos aquí vimos lo que era la vida allá afuera y sabemos que no es mejor que estar aquí. –Respondió la mujer con seriedad. —¿Pero podrías al menos entenderlo? durante todo este juego has estado muy cerca de experimentar el dolor que siente ese hombre, Si hubiéramos hecho pareja ¿Quién de los dos hubiera muerto? ¿No llegaste a pensar en eso?
—No. –Contestó secamente. —No pensé en eso porque no fuimos pareja, es una pregunta estúpida. Si ambos estamos vivos no me quiero detener a pensar en ¿Qué hubiera pasado si...? Cuando para el punto en el que estamos lo único que nos debe importar es en saber cual será el siguiente juego. –Soltó, sin obtener respuesta de Yelena, ella sólo bajó la mirada, porque a pesar de todo, el tenía razón y lo sabía.
Faltaban apenas un par de minutos para que las luces se apagaran, Yelena y Sang-Woo no se dirigieron la palabra en todo ese rato, ella por mantener el orgullo y el porque esperaba que la mujer hablara primero. Realmente nadie habló, todos los demás jugadores estaban demasiado consternados para entablar conversación.
Pero finalmente, Yelena tuvo que tragarse su orgullo, como en las noches anteriores el temor de que el 101 matara a alguien seguía latente, y la mujer no quería dormir sola esa noche.
—Sang-Woo. –La mujer se acercó temerosamente al hombre, quien levantó su mirada con su clásica expresión seria, pero parecía que aquella ira anterior había disminuido. —¿Puedo dormir contigo?
La expresión del hombre se suavizó, conmovido por aquella pregunta. —¿Ya no estás enojada conmigo?
—Aún lo estoy, un poco. —Soltó la mujer con una leven sonrisa juguetona, antes de volver a su expresión neutra, la única emoción era la tristeza y dolor que reflejaba en sus ojos. —Pero me acostumbré a dormir acompañada por seis años, se siente raro dormir sola. –El sonrió levemente, moviéndose hacía la izquierda dejando un espació para la mujer.
Ella se recostó junto a el, tan pronto como las luces se apagaron, Sang-Woo abrazó a la mujer por la cintura apegándose más a ella.
Ese abrazó con el que normalmente se sentía protegida, pero esta vez, tenía una sensación de inseguridad, por alguna razón.
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Hola! espero les haya gustado, si es así no olviden votar y comentar, me ayudarían muchísimo.
Hice cálculos, y a esta historia le quedan aproximadamente 5-6 capítulos restantes, así que sí, estamos en la recta final.
¿Qué les ha parecido la historia hasta ahora?
Btw, quería decirles que en mi perfil tengo un portafolio de nombre Glory Days, en el cuál el último capitulo hasta ahora (O el cap 19) tiene relación a este libro y es para escoger portada, me ayudarían pasándose por ahí para facilitarme la decisión.
Creo que es todo por ahora, los veo en el siguiente cap.
-Alessandra
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