015.
"Yelena Aleksándrovna Novikova."
Los minutos pasaron, con el tiempo lo unico que se escuchaba en la iluminada habitación era la voz de la joven 371 tarareando canciones para no dormirse, cosa casi imposible contando que en su mayoría eran canciones lentas.
—And you can't fight the tears that ain't coming, or the moment of truth in your lies, when everything feels like the movies, yeah, you bleed just to know you're alive... −Canturreó la joven recostada en una de las camas a lado del resto del equipo.
—¿Puedes dejar de hacer eso...? −Pidió Sang-Woo harto de la melodía, dejando una pausa larga al final, sin saber como referirse a la chica.
—Eun-Ji, me llamo Eun-Ji. −Respondió la chica levantándose lentamente de su cama para quedar sentada, apoyando sus codos en sus rodillas, entregándole una mala mirada al hombre. —¿Y qué si no me quiero callar? −Soltó retadora.
—Por favor no hagan conflictos innecesarios ¿Sí? −Intervino la mujer cansada, sosteniendo su abdomen con sus manos por el leve dolor que sentía. Tanto Sang-Woo como la ahora conocida Eun-Ji, detuvieron su aun no iniciada pelea.
—¿Por qué no decimos nuestros nombres? −Preguntó Gi-Hun cambiando el tema. —Ni siquiera sabemos como nos llamamos.
—Yo se su nombre señor. −Dijo el chico moreno, con una pequeña sonrisa amigable en sus rostro. —Ssangmun-dong. −Gi-Hun soltó una leve risa.
—Ssangmun-dong es el nombre de mi ciudad. −Corrigió amablemente con su clasica sonrisa. —Mi nombre es Seong Gi-Hun, Seong Gi-Hun de Ssangmun-dong.
—¿Y tu como te llamas? −Preguntó Sang-Woo al chico moreno.
—Ali, Ali Abdul.
—¿De qué país eres? −Preguntó Gi-Hun.
—Pakistán. −Respondió Ali, esbozando una leve sonrisa, dejando al hombre confundido, sin saber cual era ese país.
—¿Pakistán? ¿Donde es eso?
—Justo al lado de la India. −Respondió Sang-Woo inmediatamente, conociendo la respuesta.
—¡Claro! Por eso se graduó en administración de empre... —Gi-Hun estaba a punto de comenzar a hablar con orgullo de los logros pasados de su amigo, siendo interrumpido por este ignorando lo que decía.
—Soy Cho Sang-Woo. —Se presentó volteándose a mirar a Ali, dejando a Gi-Hun con una expresión confundida.
—¿Cuál es tu nombre? −Preguntó Eun-Ji, dando un amistoso golpe con su mano en el hombro de Yelena.
—Me llamo Yelena Novikova. −Respondió con cierta incomodidad, siempre que mencionaba su nombre completo las personas la miraban extraño, como si fuera muy difícil de pronunciar, y esta vez no sería la excepción.
—¿Eres de Rusia? −Preguntó Ali, ella negó con su cabeza.
—Soy de Sokovia, está entre Rumania y Ukrania. —Respondió. —Aunque Rusia nos invadió y gracias a eso compartimos idioma y costumbres... −Se detuvo a si misma antes de contar la historia completa de la fundación de su país.
—No...Ki, No...ki. −Gi-Hun intentó pronunciar su apellido, soltando una risa tras fallar. —Nunca aprendí a pronunciarlo, Alexey estaría decepcionado de mi. −Bromeó.
—Sí, lo estaría. —La mujer esbozó una sonrisa melancólica recordando a su hermano. —Si esto les parece difícil deberían escuchar mi patronímico, es como el nombre de en medio. Incluso Sang-Woo tardó un par de semanas en pronunciarlo.
El hombre, para su sorpresa, soltó una risa, no una risa falsa, una risa real recordando cuanto se le dificultaba pronunciar su nombre cuando recién se conocieron.
—Yelena Aleksándrovna Novikova. —Soltó Sang-Woo pronunciándolo sin ninguna dificultad. —Aún debo practicarlo cada día para no olvidarlo. −Bromeó, sorprendiendo a la mujer, al notarlo tal vez -sólo un poco- más relajado.
Ella soltó una risa recargando su su cabeza en el hombro de Sang-Woo, como si estuviera ignorando la discusión que habían tenido antes.
—¿Ustedes son pareja o algo así? −Preguntó Eun-Ji por la muestra de afecto, y esa constante cercanía de ambos, Yelena asintió múltiples veces.
—Lo somos, llevamos casados seis años. –Respondió la mujer con orgullo, ateniéndose a que posiblemente Gi-Hun comenzaría a hablar sobre "La hermosa pareja que eran" y eso molestaría a Sang-Woo definitivamente.
—¿Y las cosas han funcionado bien? –De nuevo, la joven cuestionó, Sang-Woo rodó los ojos, no era que no les gustara hablar de su matrimonio, pero las circunstancias en las que se encontraban, volvían ese tema algo incomodo de tocar.
—Perfectamente. –Respondió de inmediato, mintiendo tratando de no sonar sarcástico, la mujer noto eso, simplemente lo miró, prefería que mintiera a que le contara sus problemas a todos ahí.
—Bueno...creo que nos explayamos mucho conmigo. –Dijo Yelena, tras un par de segundos de silencio incomodo. —¿Carterista? ¿Cuál es tu nombre?
La chica levantó la mirada incomoda por tener la atención de todo el equipo encima de ella.
—¿Es obligatorio? –Cuestionó con su clásica expresión seria.
—Ya estamos del mismo lado, al menos debemos conocernos para generar algo de confianza. –Explicó Gi-Hun.
—Kang Sae-Byeok.
—Es un lindo nombre. –Comentó Yelena dándole una amigable sonrisa a la chica.
—Aunque no te queda. –Agregó Gi-Hun dejando extrañada a Sae-Byeok.
El amanecer llegó, aunque no podían verlo por la falta de ventanas en la habitación, lo sabían al ver a los guardias entrar por la gran puerta. Llevándolos a prepararse para el tercer juego.
—Este juego se jugará en equipos, todos los jugadores tendrán que hacer equipos de 10 personas. –Dijo la voz femenina a través del altavoz. —Sólo tienen 10 minutos.
Gi-Hun comenzó a discutir todos los juegos en equipo que venían a su mente, mientras Yelena simplemente observaba esperando a que Sang-Woo ideara un plan.
—Si es Atrapa la cola necesitamos a personas rápidas, ya estamos en desventaja tenemos un viejo. –Comentó Eun-Ji, tras escuchar las opciones que lanzaba Gi-Hun. —Pero si es ¿Por qué viniste a mi casa? todo queda en en la suerte, es como piedra papel o tijera.
—¿Conoces esos juegos? –Cuestionó Gi-Hun, pensando que aquellos juegos se habían quedado en su época.
—Claro, también tuve infancia. –Respondió extrañada antes de dirigirse a Sang-Woo. —Señor inteligente, ¿Tiene algún plan?
—Ya tenemos un anciano y tres mujeres, necesitamos más hombres.
—¿Y si tenemos que jugar Resorte? ¿O Gonggi? Las mujeres somos mejores jugando eso. –Agregó Eun-Ji, dando mil vueltas a través de su mente, pensando en cada juego de su niñez.
—Ya lo se pero en este tipo de juegos son mejores los hombres, es nuestra vida la que está en juego. –Insistió Sang-Woo.
—Ni siquiera sabes que juego vamos a jugar, amor. –Intervino Yelena, con cierta molestia, conocía perfectamente esos pensamientos que tenía el hombre, y los odiaba completamente.
—¿Quieres discutir ahora? Te recuerdo que si perdemos, morimos. –Recalcó Sang-Woo, la mujer rodó los ojos, sin decir nada. —Sólo necesitamos tres mas, hay que dividirnos y buscar.
Tal como lo dijo, el equipo se separó, yendo en grupos a intentar buscar sus tres miembros que necesitaban. Sang-Woo tomó la mano de Yelena mientras ambos observaban a todos los jugadores solos que encontraran.
—El de allá se ve fuerte. –La mujer señaló disimuladamente a uno de los jugadores frente a ella. —Pero tiene cara de idiota, no nos sirve. –Soltó dándose la vuelta para continuar con su búsqueda.
—¿Y si es un juego de fuerza? –Argumentó Sang-Woo intentando ir a acercarse a aquel hombre. —Nos vendría bien alguien fuerte.
—¿Pero si es un juego de estrategia? ¿Cómo el panal? –Sugirió Yelena, fijando la mirada en otro jugador. —Mira el está solo. 015 –Ambos se acercaron al jugador que portaba el numero 069, quien parecía aun no tener equipo.
—Disculpa, ¿Ya eres parte de un equipo? —Preguntó Sang-Woo a 069.
—Aún no. –El sujeto miró a Sang-Woo esperanzado.
—Entonces puedes unirte a nuestro equipo. –Agregó Yelena con una sonrisa amigable.
—El asunto es...que tengo que quedarme con ella. –Una mujer se acercó tímidamente a su lado. —Es mi esposa.
Antes de que Yelena pudiera aceptar a la pareja, solamente por la similitud entre que tenían con ella y Sang-Woo, el 218 se adelantó a hablar.
—Lo lamento, ya tenemos muchas mujeres en el equipo. –Dijo y sin dejar a Yelena intervenir, tomó su mano y ambos dieron la vuelta par continuar buscando.
—Tal vez debimos aceptarlos. –Soltó Yelena sintiendo culpa por rechazar a la pareja. —Son como nosotros ¿Que harías si no me aceptaran en un equipo solo por ser mujer? –Sang-Woo suspiró pesadamente rodando los ojos.
—Simplemente buscaríamos otro equipo y listo, no hay que hacer un problema. –Respondió sin dirigirle la mirada.
Al final, la mayoría de ellos habían fallado en tarea de conseguir a alguien, solamente Ali quien había traído a otro chico, y sorprendentemente Sae-Byeok, quien trajo a una chica, cosa que molestó a Sang-Woo, pero no tenían otra opción, apenas quedaba tiempo en el reloj y la mayoría ya habían encontrado equipo.
—¿Quién te invitó a ti? –Preguntó Sang-Woo de mala gana, mirando a la chica con el numero 240 en su uniforme.
—Su compañera. –Respondió señalando a Sae con la cabeza, la pecosa miró al hombre desinteresada ante su obvia molestia.
—Era importante que trajeran sólo hombres.
—Veo que no me quieren aquí ¿O me equivocó? –Dijo la chica con una mirada retadora. —Mejor me voy. –Antes de que pudiera levantarse, Yelena se apresuró a detenerla.
—Ignora a mi esposo, puedes quedarte. —Soltó la mujer intentando no sonar desesperada. Sang-Woo le dedicó una mala mirada, la cual Yelena ignoró completamente.
—Ni siquiera sabemos que vamos a jugar. –Agregó Gi-Hun en apoyo a Yelena. —Ademas no hay tiempo, tenemos que buscar a alguien más para completar el equipo.
—¿Quien se ofrecería a este equipo débil? –Cuestionó el hombre, Yelena bufó dándole un leve codazo para que dejara de hablar. —¿Acaso me equivoco? ¡Míranos! Cuando los equipos estén completos sólo un rechazado se nos unirá.
Para su buena o muy mala suerte, eso fue justo lo que pasaría unos segundos después, cuando la no muy querida 212 se acercó a su equipo.
—A mi no me rechazaron, yo les daré la oportunidad de jugar conmigo. –Empujó a Gi-Hun y a la 240 para hacer espacio y sentarse entre ellos. —Seré mucho más útil que estas flacuchas, además soy buena en todo lo que no se me da mal.
—Mejor mátenos de una vez. –Murmuró Eun-Ji deseando no tener que compartir equipo con aquella mujer.
Sang-Woo maldijo internamente observando a Yelena, quien le lanzó una mirada resignada, el tiempo se había acabado, y no había vuelta atrás, pasó de no querer más mujeres en el equipo a que la mitad de su equipo fuera conformado por mujeres.
Los guardias los llevaron a donde realmente se llevaría a cabo el juego, los equipos se formaron en filas observando expectantes a que se revelara la siguiente prueba.
La puerta se abrió, dejando ver una gran plataforma amarilla frente a ellos. El siguiente juego, era jugar a jalar la cuerda.
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Hola!, espero les haya gustado, si fue así, pueden votar y comentar, me ayudarían mucho.
No hay mucho que decir, honestamente.
Encontré esta imagen que es básicamente yo y mi proceso para crear a mis OC'S
And also, si les interesa, estoy actualizando bastante seguido mi portafolio gráfico, se llama Glory Days y está en mi perfil.
También, como dato especial ¿Sabían que la actriz de doblaje de la 212 (Han Mi-Nyeo) es la misma que la de Rachel Berry (Glee)?
Así mismo el doblaje de Jun-Ho es el mismo que el de Sebastian Smythe.
Y el doblaje de Wanda Maximoff aka Elizabeth Olsen es el mismo doblaje que el de Mercedes.
Facts.
Por cierto ¿Les gusta la nueva portada?
Los veo en el siguiente cap.
-Alessandra
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