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010.

"Tu eres una excepción."


Eran cerca de la media noche, la mujer y el hombre esperaban aquella camioneta a un lado de la calle, en completo silencio. Tratando de pensar en cualquier cosa excepto en si habían tomado una buena decisión al querer reingresar al juego. 

A un par de metros de ellos, el auto de Jun-Ho, con sus luces apagadas para no llamar la atención, esperando también la camioneta, nervioso por poder ser atrapado.

Fue cuestión de segundos para que la camioneta arribara frente ellos, Sang-Woo entrelazó su mano con la de Yelena cuando entraron, dándole una mirada que la hacía sentir segura, hasta que aquel humo rodeó el interior del auto, haciéndolos caer profundamente dormidos.

La música clásica volvió a llegar a los oídos de Yelena, haciéndola abrir los ojos lentamente. De nuevo estaba en aquella habitación llena de personas, vestidos con ese uniforme de gimnasia. Se apresuró a levantarse y caminar hasta la cama frente a ella, para su ventaja, estaban en las camas de abajo.

—¡Sang-Woo! –Sacudió el hombro del hombre, haciéndolo despertar sobresaltado. —Lo siento, ¿Estás bien? –Preguntó con una sonrisa tranquila.

—Estoy bien. –Respondió con seriedad levantándose para sentarse en la cama, observando detenidamente a la cantidad de personas que había en la habitación. —Casi todos volvieron... –Soltó sorprendido.

—Todos la pasamos mal haya afuera, supongo. –Comentó intentando ver si reconocía alguna de las caras ahí. —Mierda, también volvió el matón. –Señaló disgustada al 101.

—No te vayas a meter en problemas con el de nuevo. –Advirtió Sang-Woo al notar la cara de Yelena, quien parecía estar pensando en miles de maneras de matar al sujeto.

—No puedo prometerte nada. –Mostró una sonrisa inocente, antes de toparse con otro rostro conocido. —¡Mira! –Señaló al 456. —Gi-Hun también volvió, deberíamos hablarle, los demás están haciendo alianzas, deberíamos hacer una también. –Sugirió, el hombre estaba de acuerdo, de esas pocas veces en las que ambos concordaban en algo.

—Sí, deberíamos acercarnos. –El mayor se levantó de la cama, tensando su mandíbula, sorprendido por ver a Gi-Hun ahí, y nervioso porque prácticamente no habían hablado desde su boda.

—Gi-Hun. –Saludó Sang-Woo haciendo sonar su voz más grave. —Volviste, no lo imaginé...

—Sí...Yo tampoco. —Respondió Gi-Hun, haciendo notar una incomodidad entre ambos hombres, cosa que Yelena notó, pero sin tener idea de como aliviaran la tensión. —¿Y tu? ¿Pudiste ver a tu madre? –Sang-Woo apartó la mirada.

Su madre era muy importante para el, pero llevaba más de un año sin verla, a penas tenía la valentía de hablar con ella, no quería que supiera que su hijo, del cual estaba tan orgullosa, se había convertido en un fracasado. 

—Lo siento... –Dijo Gi-Hun avergonzado. —Yel. –Pasó su mirada a la mujer. —¿Pudiste hablar con Alexey? Tampoco respondió mis llamadas. –Ahora la incomodidad estaba entre el y Yelena, ella torció sus labios antes de responder.

—Tuvo un accidente, ni siquiera se si estará vivo para cuando el juego termine. –Respondió con dificultad, mirando hacía arriba y mordiendo su lengua para evitar las lagrimas.

—Oh... –Fue lo que salió de la boca del apenado hombre, poniendo su mano encima del hombro de Yelena en forma de apoyo, Sang-Woo tensó su mandíbula, volteando hacía otro lado para que nadie lo notara. —En serio lamento eso, si hubiera sabido lo habría ido a visitar.

—No te preocupes, está bien, no sabías lo que pasaba. –La castaña le dedicó una sonrisa cálida. 

—¡Hola señores! –Escucharon la voz del amigable 199 acercarse a ellos. —Y señorita. –Dijo al percatarse de la presencia de Yelena. —Me alegro de volver a verlo, señor. –Agregó cuando Gi-Hun le agradeció por haberlo salvado. —Muchas gracias por el pasaje de autobús. –Agradeció a Sang-Woo.

—¿Le diste para el pasaje de autobús? –Preguntó Yelena sorprendida mirando al 218.

—Dijo que caminaría de Yeouido a Ansan. –Respondió el tratando de no darle mucha importancia a eso, Yelena le dedicó una sonrisa orgullosa por ese acto.

—Eso es conmovedor. –Dijo Gi-Hun —Somos como camaradas en el campo de entrenamiento. –Agregó emocionado.

—¿Cómo soldados en el ejercito? –Soltó Yelena contagiándose de la emoción del hombre.

—Ahora que lo mencionas. –Una idea hizo clic en la mente de Gi-Hun. —¿Por qué no hacemos esto en equipo, como en el ejercito? –Yelena asintió en apoyo, pues había tenido la misma idea antes.

—Tienes razón, no sabemos a que vamos a jugar. –Sang-Woo también estuvo descuerdo. —Es mejor formar un equipo para prepararnos para lo que sea.

 —¿Por qué no te nos unes? –El 456 se dirigió al moreno. —Eres muy fuerte, ¿Lo vieron? –Se volteó hacía la pareja. —Me levantó con una sola mano. –Exclamó con emoción.

—¿De verdad? –Soltó el 199 sorprendido. —¿Unirme a ustedes?

—¡Por supuesto! –Alentó la mujer, tan emocionada como Gi-Hun, olvidando la situación en la que estaban. —Serías un gran soldado.

—El podría ser el sargento. —Agregó Gi-Hun señalando a Sang-Woo, quien repeler esa emoción que traían consigo los otros. —Ella la teniente y yo el capitán. —Esbozó una enorme sonrisa.

—Gracias señores. –Agradeció el chico haciendo una reverencia.

 Sang-Woo rodó los ojos.

—No me digas señor, por favor. —Comentó Sang-Woo de mala gana, llevándose un "Sí, lo siento" por parte del moreno.

—Es que ya eres un señor... –Bromeó en voz baja la castaña, ganando una mala mirada por parte de su esposo. —No te creas, estás en la flor de tu juventud. –Agregó con una pequeña risa, abrazando al hombre por los hombros, viendo que estaba algo enojado.

—Si no te molesta. —Un hombre viejo con el numero 001 que antes hablaba con Gi-Hun intervino en la conversación. —¿Puedo unirme a tu equipo también?

—¡Por supuesto! –Respondió el 456. —Usted podría ser el General del equipo, que sirvió en el ejercito toda su vida. –Bromeó, ahora eran todos un equipo oficialmente.

Era un nuevo día, después de que volvieran al juego, los guardias rojos habían llegado a la habitación, pidiéndoles hacer una linea en el centro, preparándose para recibir su desayuno. Dándoles una botella de leche y una pieza de pan, la mujer maldijo por lo bajo sabiendo que no iba a poder beber eso.

—¿No tienen otra cosa para beber? –Preguntó tímidamente al guardia. —Soy intolerante a la lactosa y... –El circulo no se inmuto, entregándole la comida, sin importarle las necesidades de la mujer. —Bueno, está bien... –La mujer lo aceptó soltando un suspiro rendida.

Sang-Woo parecía estar mirando bastante a la 067, tanto el como Yelena habían escuchando una conversación entre ella y la dramática 212, tal parecía que la joven de pelo corto sabía algo del siguiente juego.

—¿Vas a preguntarle si sabe algo del siguiente juego? –Preguntó la castaña dándole un mordisco a su comida. —¿O quieres que le pregunte yo?

—Le preguntaré luego, sea lo que sea que sepa, nos puede dar una ventaja para el siguiente juego. –Dijo el hombre con seriedad, guardando silencio cuando vio al resto de su equipo acercarse a ellos. 

—Señor. –El 199 llamó la atención de Sang-Woo. —¿Por qué no come? –Señaló el panecillo que el mayor ni siquiera había tocado. 

—Puedes tenerlo. –Entregó el panecillo al chico haciendo que este soltara un "¿De verdad?" sorprendido. —Usualmente no desayuno. 

—Las personas inteligente nunca comen mucho. –Comentó Gi-Hun. —¿Sabían que este chico se graduó de la universidad nacional de Seúl? –Contó con orgullo provocando que Sang-Woo tensara su mandíbula, odiaba recordar esa época de gloria cuando era el orgullo de su vecindario.

—Auch, comer es como un pasatiempo para mi. –Bromeó la sokoviana, fingiendo ofenderse, intentando alivianar la incomodidad que sentía Sang-Woo.

—Oh... –Soltó Gi-Hun sin saber que decir, aún sabiendo que la chica sólo bromeaba. 

—Tu eres una excepción. –Dijo Sang-Woo mirando a la mujer con una leve sonrisa. —También eres muy inteligente.

Ella devolvió la sonrisa, recargando su cabeza en el hombro del mayor.

—Cierto, Yel trabaja de contadora. –Continuó Gi-Hun, recién recordando ese detalle. —Tienes que ser muy inteligente para hacer cálculos y esas cosas.

Ella estaba a punto de responder algo, cuando música comenzó a sonar, dando la indicación de que el segundo juego estaba a punto de comenzar.

Y ninguno tenía idea de lo que podría esperarles.


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Hola! Espero les haya gustado!

No actualicé tanto esta semana porque volví a la escuela y tenía tarea hasta en los calzones, pero ya me desocupe lo suficiente para subir más seguido a partir de la próxima semana.

 si les gustó voten y comenten.

Gracias por todas las leídas y votos!!!!


-Alessandra

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