003.
“No mereces a alguien que te haga sentir de esta forma.”
Su tren había llegado por fin, la mujer divagaba en su mente como iba explicarle a su hermano que debía quedarse ahí esa noche, sin avisar antes, o aún más importante, cómo evitaría que Alexey intentara matar a Sang-Woo por hacerla llorar.
La tristeza que esos 400,000 había alegrado, ahora volvía tras Yelena quedar frente a una joven pareja discutiendo, todo por una infidelidad de parte del chico. Y espera a que hipoteque tu casa...Pensó ella.
Sin duda hubiera ido a consolar a la chica, si no hubiera estado al borde de las lagrimas también.
(...)
Finalmente, la castaña puso un pie frente a la casa de Alexey, tocando suavemente el portón blanco de la entrada.
Una tierna asiática la recibió con una sonrisa feliz que se desvaneció al ver el estado de la mujer.
—¡Yel! –Exclamó la chica con preocupación, llevando sus manos a su rostro. —¿Qué te pasó?
—Es...algo complicado de explicar, Hyo... –Respondió con incomodidad. —Necesito hablar con Alexey y contigo...
Hyo-Ri abrió la puerta completamente para dejar pasar a la mujer, apresurándose a ir por Alexey para escuchar la historia completa.
—¡Pero que mierdas te sucedió! –Soltó molesto un alto chico peliblanco bajando las escaleras con rapidez, corriendo hasta Yelena, sin darle tiempo para responder, continuó hablando. —Fue ese imbécil de Sang-Woo ¿verdad? –Preguntó tocando levemente su mejilla, de nuevo, sin darle tiempo a la mujer de hablar. —Sabía que le faltaba poco para ponerte una mano encima, voy a matarlo ahora mismo...
—Ni se te ocurra. –Yelena detuvo a su hermano de cometer una locura, esperando poder contar su versión. —Sang-Woo no me golpeó, fue un tipo en el metro con el que jugué ddakji... –Alexey y Hyo-Ri se miraron extrañados. —No lo pienses demasiado, no vine para contarte eso. –Restó importancia al tema, pensando en sólo discutir eso con su esposo.
—¿Entonces que pasó?
—...Tuve una discusión con Sang-Woo. –Yelena bajó la mirada, por cualquiera que pudiera ser la reacción de su hermano.
—¡Lo sabía! –Exclamó Alexey. —Sabía que era culpa de ese idiota.
—Número uno, deja de insultar a mi esposo. –Recalcó. —Lo insultare yo misma. Número dos, ¿Puedo quedarme una noche aquí? —Su voz comenzó a quebrarse.
—Quédate el tiempo que quieras...–Respondió comprensivo, llevando a Yelena a la sala, para que pudieran estar más tranquilos. —¿Quieres hablar de lo que pasó?
Ella asintió, con lagrimas rodando por sus rojizas mejillas.
—Desde que volvió de Estados Unidos cambió, no es el hombre del que me enamoré hace años... –Llevó sus manos a su rostro intentando detener sus lagrimas. —Se convirtió en un estafador, toda esa avaricia y el querer más... –Soltó con rabia en sus palabras. —Hizo muchas malas inversiones, su deuda es algo que no podríamos pagar ni siquiera con el sueldo de toda la vida. –Entonces sus lagrimas incrementaron, sin oportunidad de contener ninguna de ellas. —Puso nuestra casa cómo garantía...
—¿La casa que nuestro padre compró?
—Siento como si hubiera tirado todo lo que el hizo por nosotros a la basura. –Soltó una risa falsa. —Es...Esta no es la vida que solía imaginar...–El se mantuvo en silencio, escuchando cada palabra, sin saber que decir. —Cuando era una niña...pensaba que para este punto ya tendría hijos, y podría darles la vida que nosotros nunca tuvimos, tuve que renunciar a eso por nuestros problemas...Y no se cuanto pueda mantenernos a flote, me siento perdida.
—Siempre pensé que el no era el indicado para ti. –Fue lo que salió de los labios del peliblanco, con todo el dolor del mundo al ver a su hermana en ese estado. —Por más felices que lucieran...No mereces a alguien que te haga sentir de esta forma.
—Tal vez nos extraviamos en el camino. –Más lagrimas cayeron, decir eso, era como morir para ella. —Tal vez pedí demasiado, o el decidió romperlo todo. –Notó como los ojos de Alexey se cristalizaban. —Perdón por deprimirte con mis problemas, se que tú no la pasas mejor... –Dio una mirada rápida a la casa de su hermano, el olor lo delataba, pero las jeringas usadas tiradas en el piso eran la prueba más clara.
—Tuvimos una recaída... –Hyo-Ri intervino en la conversación, con culpabilidad en sus palabras. —Fue de ambos, no pudimos evitarlo...Lo siento. —Una lagrima rodó por su mejilla, Yelena tomó su mano, acercándola a ellos, estando los tres abrazados en el sofá.
—Estamos perdidos... –Susurró Alexey. —¿Crees qué nuestros padres estén decepcionados? –Yelena negó múltiples veces con su cabeza.
—No, al menos seguimos intentando, nos negamos a rendirnos...
(...)
A la tarde siguiente, Yelena volvió a su casa, temiendo por encontrar a Sang-Woo y tener aquella conversación de nuevo, pero sabía que debían tenerla, de algún modo habría que resolverla, o guardar el rencor. Además, contarle de la idea de entrar a esos juegos.
Para su sorpresa el no estaba ahí, la casa se encontraba vacía, sólo era ella y el triste silencio.
Tomó asiento en su sofá, observando las fotos que se encontraban en su mesa de centro, la foto de su boda, Sang-Woo nunca había sido alguien muy expresivo, o cariñoso en publico, pero esa foto, la manera en la que el la miraba con esa sonrisa y la tomaba por la cintura, era algo que nunca podría olvidar, había sido la muestra de que el la amaba realmente, y que había tomado la decisión correcta.
La puerta de la casa se abrió, llamando la atención de la mujer por su clásico rechinido, sacó la tarjeta que le había dado el sujeto de las bofetadas, era hora de tener esa conversación.
—Cambiaste de traje... –Fue lo primero que dijo Yelena, al voltear su mirada para verlo. —Me gusta más como te ves con ese.
—¿Aún estas enojada? –Preguntó extrañado por la naturalidad con la que ella ser refería a el. –Ella asintió múltiples veces.
—Lo estoy, pero no quiero discutir. –El suspiró aliviado, quitando su saco, lanzándolo junto al sofá. —Ven, necesito hablarte de algo...Es importante. –El tragó en seco, nervioso.
—No vas a pedirme el...d-divorcio, ¿Verdad? –Preguntó aterrado, titubeando con sus palabras. Ella soltó una risa, negando.
—No, no te dejaré librarte tan fácil de mi. –El se sentó junto a ella, soltando otro suspiro de alivio. La mujer revisó con cuidado el rostro de su esposo, notando algo, la mejilla del hombre completamente roja. —¿También te encontraste al señor bofetadas? –Agregó.
Mostro su mejilla, ahora de un color rosado, Sang-Woo frunció el ceño de inmediato.
—¿Dejaste que el te golpeara? –Cuestionó con molestia y preocupación en su voz.
—Dije que no quería discutir. Pero era una cantidad de dinero tentadora –Bromeó, sin causarle nada de gracia a Sang-Woo, quien mantuvo su mirada seria. —Tu también te dejaste golpear.
—Pero tu eres una mujer. –Intentó justificarse, la mujer frunció sus labios intentado contenerse de responder enojada, odiaba esa frase con todo lo que tenía.
—¿Tiene algo que ver? –Preguntó incrédula, alzando una de sus cejas. —Mi cuerpo ha soportado muchas cosas, perfectamente pude soportar unas cuantas bofetadas...
—Es por eso que lo digo. –Acomodó sus lentes. —Porque has tenido que soportar muchas cosas, ¿Qué tal si te lastimaba?
—Pero no pasó... –Soltó dedicando una sonrisa tranquila. —No por lo que pasé tenías que mencionar el hecho de que soy una mujer. –El bufó cansado.
—Sabes qué, olvida eso. –Un no muy cómodo silencio inundo la habitación, dejando a ambos pensando un rato, hasta que el retomó la palabra. —¿Estabas pensando unirte a los juegos? —Preguntó enseñándole la tarjeta.
—Quería hablarlo contigo. –Ella mostró su tarjeta también. —Suena demasiado bueno para ser verdad, pero si resulta ser cierto, sería una gran oportunidad para ambos.
—Y es la única opción que me queda para pagar mis deudas. –Dijo, dando vueltas a esa idea en su mente una y otra vez.
—Además saben todo acerca de nosotros... –Agregó ella, con cierto terror al recordarlo. —Seguro nos eligieron por una razón, ¿Qué podríamos perder con intentarlo?
Sang-Woo asintió, ya no les quedaba mucho, más allá de ellos mismos y su ropa, no tenían otra salida a sus deudas, y cuando se lo proponían eran un gran equipo, ella la fuerza y el era el cerebro. —¿Entonces?
—Hay que llamar.
····
Hola!, espero les haya gustado.
Estamos cerca de iniciar los capítulos en los juegos, estoy emocionada de incluir a los demás personajes.
btw. pronto subo capítulo.
¡Voten y comenten si les gustó!
Alessandra
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