Capítulo 8
Yoongi estaba muy concentrado en su celular ya que se encontraba jugando Geometry Dash, ya que era un nivel que le costó desde hace dos días en pasarlo. Estaba entusiasmado en lograr pasarlo hasta que sintió dos manos sobre sus hombros, eso fue que sobresaltara y lograra perder.
Al ver el responsable alzó una ceja al notar la misma sonrisa de siempre, no quiso reclamar al respecto de perder el juego, para nada, tan solo ver los ojos brilloso de Taehyung lleno de emoción, obligó a escucharlo.
—Lo viste de nuevo. — El peliazul asintió al lograr ser atinado, Yoongi no le sorprendía.
Taehyung tomó su lugar mientras dejó su mochila sobre un lugar vacío, apartando el lugar de Hoseok. Yoongi guardó su celular y se recargó en el respaldo de la silla sin dejar de mirar al contrario, esperando a que le contara lo que lo ponía feliz, es obvio pero le agrada ver a su amigo contento, pero bueno eso era de siempre, pero por esta vez es súper contento por la razón que todos saben.
—Aceptó las galletas y el jugo de manzana, descubrí que ama ese detalle. — Soltó Taehyung que deseaba mentalmente que el tiempo sea rápido para volver a verlo. — He conocido un poco sobre Jungkook.
—Vas en buenos pasos, Tae. Mientras no se le ocurra golpearte todo bien. Dime, volviste a conseguir esas galletas y el jugo que le gusta ¿O me equivoco?
—Claro que lo traje. Además, Hoseok y yo aprenderemos este fin de semana hacer galletas, ¿Te gustaría acompañarnos? — Yoongi sonrió de lado al ver que esa sonrisa de su amigo volvió a parecer. Taehyung suele hacerle eso a él y a Hoseok cada vez en que asistan en cada cosa lo que a él se le ocurra. Adora ese amigo loco que tiene.
—Sabes que el fin de semana es cuando paso más en familia. — Hizo una mueca al notar el puchero que hizo el contrario. — Pero hablaré con mamá, solo dime y los acompañaré.
De inmediato Taehyung se levantó de golpe para abrazarlo, justo casi para dejar sin aire a Yoongi.
—¡Eres el mejor, Yoongi! — El pelimorado soltó un suspiro y sonrió de lado dejando ser abrazado.
Hoseok paró justo detrás de ellos, intentó no hacer absolutamente nada de ruido pero había topado con una mesa, eso logró en que sus dos amigos se separaran para mirarlo.
—Llegas tarde. — Habla el pelimorado. Taehyung quita su mochila sobre el lugar donde había dejado apartado a Hoseok.
—Mi madre no quería que me levantara de la silla hasta que acabara el desayuno. — Contestó después de sentarse en su respectivo asiento. — Ustedes dos son unos idiotas, siempre hacemos abrazo de grupo juntos y me lo perdí, no es justo.
—Es que Yoongi nos va acompañar este fin de semana en aprender hacer las galletas. — Taehyung palmeó el hombro del mencionado al notar que el pelinegro asintió al entender. — Así que será un día divertido.
—Intentaré de convencer a mi madre. — Yoongi se apresuró a interrumpirlo antes que diga algo que también podría emocionar a Hoseok. — Aunque si trata un tema de aprendizaje, no podría decir no.
—¿Este sábado a las tres? — Cuestiona el peliazul a ambos.
—Sin falta, a la casa de Taehyung. — Hoseok chasqueó los dedos mientras confirmaba la dirección, Yoongi asintió.
—Mientras ninguno de los dos se les ocurra en que volteara, porque vieron una mosca sobre la harina, iré.
—No te prometo nada. — Hoseok le sonrió. — Oh vamos Yoongi, es divertido la cara que pones cuando hacemos eso.
—No lo es. — Mira a Taehyung. — Dinos, ¿Qué plan tienes para tu chico, Romeo?
Lo que se lo esperó, la sonrisa de Taehyung lo decía todo, efectivamente tenía un plan.
—Intentaré acercarme a él en el almuerzo, quiero conocerlo aún más.
—Pero Jungkook últimamente ha estado con sus amigos. — Yoongi soltó un bufido, Hoseok le quitó una esperanza.
—Bueno, podrías acompañarlo en la salida como siempre ¿no? Puedes invitarlo no sé a donde.
—Pero siempre su primo viene a buscarlo, será imposible.
—¿Y si te acompañamos en el almuerzo para que te acerques a él? — Cuestiona Hoseok. — Así no te sentirás intimidado por la mirada de Yugyeom.
—Por primera vez piensas, Hoseok. — El mencionado le suelta un golpe con el libro de álgebra a Yoongi, en el rostro.
—Les agradezco, los adoro chicos. — Pequeñas lágrimas de emoción se asomaron por los ojos de Taehyung.
Era justamente la hora del receso, el tiempo había sido suficiente rápido, caminaba con sus dos amigos dirigiéndose a la cafetería para encontrar a ese grupo de amigos, lo que odió en sí mismo es sentir nervios, cada paso que daba, aumentaba los nervios.
—Si en verdad no estás listo, lo entendemos. Dejémoslo para la próxima. — Habló Hoseok al notarlo. Taehyung negó con la cabeza. — No queremos que hagas el ridículo si todo sale mal.
—No pasará nada. — Le sonríe en respuesta.
Al llegar a la cafetería, encontraron a aquel grupo. Taehyung tragó duro mientras su mirada se posicionó sobre Jungkook, era hermoso como siempre. Y como olvidar la sonrisa que había visto por primera vez al día anterior, lo volvió a ver, aquel muchacho castaño sonreía demasiado.
Taehyung deseó que Jungkook le pueda sonreír así de bonito.
—Taehyung deja de babear por él y vamos. — La voz de Yoongi interrumpió sus pensamientos. Sus mejillas se colorearon un poco. En ese preciso momento quería salir corriendo, pero lo bueno era que nadie los miraba.
Hoseok se colocó detrás del peliazul para tomarlo por ambos hombros y empujarlo para dirigirse hacia Jungkook. Taehyung sintió su sangre helarse al entender lo que su mejor amigo hacía, pero la risa de Yoongi significaba que todo iba en serio.
Su corazón empezó a palpitar tan rápido por cada paso apresurado que daba, apegó las galletas y el jugo de manzana en su pecho para no tirarlas por un acto torpe por culpa de Hoseok.
—¡Hola a todos! — El pelinegro logró llamar la atención aquellos, miradas se posaron entre ellos tres. — Taehyung. — Le susurró en el oído para que actuara.
Quería que la tierra se lo tragase, y más cuando Jungkook lo miraba con seriedad, mejor hubiese esperado un poco más de tiempo y no sufrir este momento... ¿Vergonzoso?
—Oh hola. — Saludó Jisoo. — ¿Ustedes necesitan algo?
—Bueno, lo que tenemos pensado es que...
En ese instante Taehyung le extiende las galletas y el jugo de manzana para que Jungkook las tome, interrumpido a la vez a Hoseok.
—Solo quería traerle esto a Jungkook. — Yoongi se pegó en la frente al oír aquello, pero en el fondo se moría de la risa.
Jungkook no pudo negarse, tomó lo que le había traído Taehyung y soltó una sonrisa pequeña, logrando en que aquellas mariposas en el estómago se alborotaran.
—Gracias, hyung.
—Tu dijiste que amas las galletas con chispas de chocolate acompañadas con jugo de manzana ¿no? Así que quise traerte unas. — Sonrió, se preguntaba si se veía tan obvio debido lo rojo que estaba sus mejillas.
Jungkook iba decir algo pero el peliazul empezó a alejarse de ellos para salir de la cafetería.
—Eso fue extraño. — Habló Jimin después que ese trío de amigos los dejaran.
—Aunque me preguntaré como sabe esto. — Lisa mira las preciadas galletas que están sostenidas en las manos de Jungkook. — Es muy lindo de su parte.
—Tonta ¿No oíste lo que dijo? — Jisoo le suelta un pequeño golpe en la cabeza de la rubia. — Jungkook se lo contó.
—Chicos. — El castaño llama la atención de los cuatro. — ¿Podemos continuar respecto en contestarle las cartas?
Por el otro lado, Hoseok miró a Taehyung sin expresión, aquellos tres se encontraban en el casillero de éste para sacar la carta y dejarlo justo en el objetivo. Mientras Yoongi intentaba no reír tan fuerte para no empeorar la situación más de lo que ya está.
—¿¡Qué acabó de pasar contigo!? Tu dijiste que le ibas hablar a Jungkook, nosotros nos propusimos en acompañarte para que no te pusieras así. — Taehyung desordenó un poco su cabello mientras buscaba la carta entre sus cuadernos.
—¿No fui tan obvio? — Preguntó bajo. — Lucí como un estúpido enfrente de él. Me arrepentí al momento que me obligase a caminar.
—Desde el principio te dije que si no lo estabas totalmente preparado, pero no. — Rodó los ojos dramáticamente. — El Kim Taehyung fue demasiado terco en ese aspecto.
Yoongi decidió entrometerse, palmeó el hombro de Hoseok como muestra de que se tranquilice y deje de armar una escena dramática.
Taehyung agradeció internamente, no quería sufrir más vergüenza.
—La próxima será mejor, por esta vez te apresuraste.
Había pasado tres horas después de ese sucedido que sufrió enfrente de Jungkook, logró calmar sus sentidos mientras se concentraba en sus últimas clases, y como siempre todo fue un éxito.
Estaba tan ansioso en volverlo a ver, ni quisiera se había despedido de sus dos mejores amigos, en verdad quería verlo.
Al salir del instituto, hizo una mueca al ver que aquel castaño se iba a otro lado y no el lugar donde pasaba minutos esperando a que lo recogieran, así que decidió apresurarse para alcanzarlo.
—¡Hey, Jungkook! — Logró llamarle la atención. Aquel paró el paso. — Creí que ibas a esperar en que vengan por ti. — Habló después de lograr alcanzarlo.
—Hyung se encuentra en casa, le dije que por esta vez iré a pie. — Encogió de hombros.
—Puedo acompañarte en el camino, si quieres. — Sonrió nervioso.
Jungkook soltó un suspiro, en verdad no hay día donde no pueda verlo, asintió lentamente para después darle la espalda y empezar a caminar. Taehyung celebró internamente mientras lo seguía, pero se sintió aún más feliz en ver que el menor aún llevaba unas cuantas galletas, realmente no se molestó en comprarle un paquete.
—Por cierto, gracias por las galletas y el jugo. — Por primera vez Jungkook fue quien empezó una conversación. — Aunque no debiste molestarte en ello.
—Después de lo que me contaste ayer, decidí que en ahora en adelante, conseguirlo para darte. — El castaño asintió logrando comprenderle.
—En verdad, Seokjin hyung no sabe de esto, jamás se lo conté. Ni a Namjoon hyung.
Taehyung tenía tanta curiosidad sobre aquel chico, pero no quería presionar a nadie y ni invadir con preguntas, no puede sentirse mal comprenderlo sin saber mucho, pero hay tiempo para ello.
Durante el resto de camino, hubo algo de plática, lograron conocerse un poco, lo que Taehyung se había dado cuenta que el rumbo a su casa es el mismo el de Jungkook. Lo que adoró es que ya no lo tratara como los últimos días, o eso cree.
Jungkook fue el primero en parar el paso, aquello confundió al peliazul, sentía sus manos algo sudorosas, no tenía nervios pero el revoltijo en su estómago le molesta tanto.
—Bueno de aquí nos despedimos. Creí que vivimos en la mismo vecindario.
—Realmente vivo a cinco cuadras del tuyo. — Encoge de hombros y mete sus manos en los bolsillos delanteros de su pantalón.
—Hasta luego. — Se despidió dejando al mayor con la palabra en la boca, no se sintió para nada mal en no responderle, pero fue un gran día para Taehyung.
Jungkook se sintió aliviado en que ese lunático no viviese cerca de él, no le desagradó su compañía durante el camino, logró conocerlo. Para él, Taehyung es una persona divertida, pudo hacerle reír, tuvieron una plática conmovedora.
Después de meter la última galleta en su boca, sacó las llaves de su hogar para meter una en el cerrojo, pero casi se atragantaba al oír el sonido de un auto parar detrás de él. Supuso que sería Namjoon pero esa hora no se encuentra en casa, giró sobre talones para ver y su respiración se fue de inmediato.
—¿Papá...?
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