La empleada del lugar agradeció después de haber recibido el pago, Jungkook tomó las dos bolsas y abrazó el brazo de su novio para salir del lugar, notando que el peliazul ya no se encontraba algo ansioso, aún teniendo curiosidad lo que esa persona le diría a su novio para que esté así, por una parte no le causa confianza, pero si su novio está bien igual él lo estará.

—Son las tres de la tarde ¿Quieres comer algo? — Cuestionó el peliazul mientras buscaba con la mirada un buen sitio.

—Vayamos.

Esperaba de que su novio regresara, miraba a través de la pantalla de su celular informando a Seokjin lo que tiene planeado hacer, le causa demasiados nervios con tan solo pensarlo, no puede dejarse llevar por las inseguridades si no ha hecho el intento, por más que no se siente presionado y mucho menos obligado, quizás este sueño como lo había considerado solo puede ser el último paso para comenzar desde cero, cuando Taehyung terminó de hablar con esa persona, estuvo algo ansioso, teniendo aún la curiosidad de lo que habrá sucedido, ha sido un gran esfuerzo para llegar a este punto y Jungkook piensa en aprovecharlo.

—Traje lo que pediste. — Anuncia Taehyung dejando la charola en el centro de ellos, sentándose al lado suyo. — La hamburguesa de doble carne que te gusta.

—Gracias.

El mayor se inclinó un poco, logrando visualizar un poco lo que está hablando con Seokjin, al volver a su posición de antes, quedó mirándolo por un rato, pensativo. Jungkook no se había percatado hasta después, haciendo que sus miradas cruzaran.

—Hyung, ¿Ocurre algo? — Taehyung negó con su cabeza tomando lo suyo, quitando el papel. — Taehyung... — Escuchó su voz. — Desde que contestaste esa llamada, haz estado así, ¿Alguien te dijo algo malo?

—No, solo es otra cosa que me hizo enojar. — Encoge de hombros. — Solo... me da miedo lo que te pueda pasar, ojalá hubiera alguna alternativa que sucedan las cosas sin necesidad que te sientas mal, de protegerte.

—Sé que no estaré solo, depende la respuesta que vaya salir, puede ser dañina para mi, y bueno para mi primo ya que hizo lo posible en obtenerme.

—A parte, lo que pueda decir de nosotros. — Admitió. — No permitiré que haga un mal comentario de lo nuestro.

—¿Crees que ella me rechace por andar contigo? — Asintió el peliazul. — Igualmente, lo he pensado.

—Vayamos a verla, yo estaré contigo.

—¿Mañana a las diez?

—Mañana a las diez.

Sonríe ligero antes de colocar su cabeza sobre el hombro ajeno, tomando su preciada hamburguesa después de guardar su celular.

No debe haber una barrera que impida este amor, simplemente es una gran libertad para expresarlo hacia esa persona, lo sabe perfectamente Taehyung, ha obtenido algunos malos pensamientos respecto de esto pero le aterra demasiado el gran rechazo que puede recibir su novio, no puede hacer algo al respecto con algo que tiene que suceder, prefiere mil veces acompañarlo a que esté solo, en no estar en un momento tan importante para consolarlo, no puede involucrarse de esta manera solo por querer protegerlo, quizás este sueño esté disfrazado de un hecho para dar el último paso, lo que puede hacer es estar cuando se necesite, en limpiar esas lágrimas, escucharlo y tranquilizarlo, aunque de igual manera lloraría con él.

—Jamás pensé sentir mariposas en mi estómago, perderme en una mirada como la tuya, desear tanto un abrazo y anhelar un beso tuyo. — Escuchó a Jungkook decir, mirándolo de reojo al tragar el bocado.

Las dulces palabras son la perfecta medicina para sanar los días, una suave melodía que solo entre ellos pueden presentir.

Se acercó un poco, limpiando la comisura izquierda con su pulgar, recibiendo la mirada ajena.

—Decirte que te amo siento que es tan poco, por eso me encargo día a día demostrarte cuanto me importas y lo especial que eres. Deseo que cumplas tus metas, que sonrías a diario y que puedas dormir tranquilamente.

Lo cálido que sienten en sus corazones es el manto que sienten cuando todo está a punto de sanarse, Jungkook se sintió avergonzado cuando su novio halagó respecto con su físico, sintiendo sus mejillas arder un poco, preguntándose de donde sacaría tantas palabras como esas, Taehyung siendo talentoso para expresar lo cuán enamorado está.

Minutos más tarde, Taehyung se encontraba sentado en espera que su novio saliera del probador, mirando su celular los mensajes de su madre y otros amigos que tiene, pensando más de dos veces si es una buena idea aceptar esa propuesta o dejarlo, quisiera platicarlo pero quizás luego.

—Hyung... — Elevó la mirada al escucharlo, encontrándolo salir mientras se acomodaba la chamarra de cuero. —¿Será mejor que lleve esto? Decidí combinarlo.

Taehyung soltó una suave sonrisa, ignorando todo lo que está llegando en su celular.

—Todo lo que uses te queda perfecto. — Halagó. — Debes usar esa camisa de cuadros, solo lo doblas hasta los codos y  muestra un poco tu frente. — Señalaba para hacerle entender, el castaño asintió con lentitud.

—Namjoon hyung va decir que la chamarra que suelo usar y la que quiero son iguales. — Sonrió nervioso.

—No pasa nada si quieres comprarte dos camisas que son iguales. — Encogió de hombros. — Me dijiste que hyung tiene tres pantalones del mismo modelo y Seokjin le ha robado uno.

—Y ese se había manchado de salsa, jamás se le quitó la mancha y lo dio por extraviado.

—¿Por qué hizo eso?

—Aún así Nam puede exigirle que le debe un pantalón si se lo recuerdas. Cuidaré con toda mi alma mis chamarras de cuero.

—¿Por qué lo dices?

—Son lo mejor que pudieron crear. — Palmea el muslo del mayor con suavidad. — Anda, prueba algo que te guste, siento que te aburres estando ahí sentado.

—¿Y te avergüenza que yo admire lo cuán atractivo es mi novio? — El castaño logró escucharlo, sonriendo burlón. — Debes tomarme en serio cada que te halago.

—Claro que me avergüenza, me queda sin palabras. — Murmuró retirándose, Taehyung riendo un poco al lograr escuchar.

Cada que hace eso, Jungkook no tiene palabras para contestar, fascinándole las expresiones que hace cada que está avergonzado, el tartamudeo de su voz cada que quiere hablarle, volvió su vista en su celular, viendo que tuvo una llamada perdida de su madre, mandando un mensaje de disculpa por haberla ignorado por un minuto, soltando un suspiro al ver ese número que le prometió mandarle mensaje, dudando demasiado si será correcto ayudarle.

—¿Mañana la verás? — Indaga Jisoo asombrada al escuchar eso, Jungkook asintió con lentitud mientras seguía masticando.

El resto de la tarde ha sido asombroso, cuando regresaron al hogar de los Manoban, Lisa tuvo la idea de pasar el tiempo a solas entre los cinco, cenando en la parte trasera de la casa. Yugyeom hizo una mueca al sentir lo picante en su paladar, lo cual estaba comiendo poco a poco, bebiendo un poco más de agua, Jisoo miró a Jimin estando un poco insegura por lo que va suceder.

—Suena... increíble.

—¿Te aterra demasiado? — La pelinegra asiente.

—No es que me aterre, me preocupa.

—Justamente hemos hablado de eso en la mañana. — Admitió Lisa mirando a su amigo. — ¿Quieres que te acompañemos?

Jungkook la miró tragando el bocado, ha decidido bien las cosas y no será necesario que todos vayan al lugar como compañía, negando con su cabeza.

—Taehyung me va acompañar, la visitaré en el edificio donde trabaja.

—Se ve que tu madre es amante de los perfumes. — Responde Yugyeom mirando su celular. — Y creo que es la gerente de ese sitio. — Lisa se inclinó a un lado para alcanzar ver.

—Oh es la misma tienda de perfumes donde compro, se encuentra un poco lejos de aquí.

—Mamá cambió bastante. — Jisoo lo miró. — Se ve que es una mujer mucho más exitosa y afortunada en haber cumplido sus sueños.

—Y el pequeño sueño que ha perdido está a punto de ir con ella. — Animó el pelirrosa. — Estaremos atentos ante tu llamada, que te acepte tal y como eres a pesar que andas con Taehyung, debes contarlo todo sin importar que estés llorando.

El castaño agradeció demasiado ante ese apoyo, se dice que las mejores cosas que haz perdido pueden regresar siendo un preciado regalo, el sueño de su madre es armar una familia con el hombre que amará, un sueño que ha sido corrompido y pedido de que se alejara, Jungkook acepta que todo eso no fue su culpa, jamás lo fue a pesar de que lo ha pensado, él no tiene la culpa de un error que jamás estuvo involucrado, no es el hijo perfecto y mucho menos un mal hijo, simplemente no corrió con esa suerte como a cualquier familia puede tener.

Miró la foto de su madre que recientemente subió a través de su celular, su cabello castaño suelto y ondulado que llega a los hombros, la ropa formal que usa y el buen maquillaje que usa le hace ver linda, Jeon Jiwoo siempre ha sido una mujer muy hermosa.

Hay cosas que le emociona demasiado por recuperar, por ejemplo las veces donde escucha su voz o pasar el tiempo, preguntándose si ella recordará el método perfecto para hacerlo feliz, las galletas con chispas de chocolate acompañadas con jugo de manzana, ese detalle tiene diferentes maneras aunque al final le hace sentir bien, hay esperanzas y no piensa rechazar esta oportunidad que se esforzó en tener.

Hoseok elevó la mirada al ver a su amigo un poco pensativo, Yoongi murmuraba ya que intenta aprenderse de memoria las palabras que Taehyung le ayudó para que pueda expresarlas, soltó una risa nasal alzando un poco sus cejas, mirando al blanquecino con un tono de burla.

—¿De verdad le dices a Jimin como Jiminie mochi?

—Yoongi prefirió llamarle así ya que suena muy adorable en él. — Responde Taehyung. — ¿No es así Kitty Yoonie? — Agudizó su voz para fingir que sea similar a la de Park, intentando que sonara tierna.

—Hoseok, tú que sabes decir metáforas, di una que le quede. — Ignoró por completo lo que dijeron. — Dudo que pueda hacer esto.

—Lo cursi no es lo tuyo, aunque no entiendo de donde le ve lo tierno.

—Ya por favor. — Se quejó. — ¿Por qué no molestas a Taehyung respecto que se llamó asimismo como el príncipe azul?

—¿Qué tiene que ver?

—¿Qué tiene que ver? Taehyung, haz admitido que así te consideras cada que sueñas con él, ¿Jamás supo que terminas besando las almohadas?

—¡Yoongi ni se te ocurra decirle! — Sonríe con maldad el blanquecino. — No, no ¿eh? No le digas eso que le supliqué a mi madre que no le diga nada.

—Será más divertido de que Jungkook lo sepa. — Toma un cojín del sofá. — Jungkook, mi Jungkook bésame. — Fingió recordando las veces que descubrió a su amigo hablar mientras duerme, Hoseok ríe. — Soy el príncipe de tus sueños, Jungkook.

—Ya basta.

—Grítalo para que escuche. — Propuso el pelinegro haciendo una señal con los palillos.

—¡Jungkook, te amo sé mi novio! — Se quejó de dolor al recibir un golpe con otro cojín en la cabeza. — ¡Jungkook!

—Deja de gritar, Min.

—Si dejas de fingir la voz de mi novio lo haré.

—Bien, bien tu ganas. Pero no le digas eso a Jungkook. — El contrario encoge un poco sus hombros.

—Eso va ser depende.

—¿Depende?

—La venganza puede ser dulce ¿no lo crees?

—La venganza es mala, Yoongi. Debes dejar de ser cruel...

—Hoseok igual te recuerdo que puedo decirle a tu hermana que ensuciaste su vestido favorito. — Miró de nuevo a Taehyung. — Si dejas de burlarte de mis apodos que dice Jimin, no le diré nada a Jeon.

—¿Me estás amenazando?

—No serás el único a quien voy amenazar.

—Bien, tú ganas. — Evitó el pelinegro, metiendo un poco más de carne en su boca.

Hubo un silencio entre ellos, los mayores prefirieron salir a beber en otro sitio, cada quien se encuentra con lo suyo, Taehyung soltó un suspiro después de beber un poco de refresco, preguntándose si Jungkook habrá escuchado los gritos de Yoongi, el tiempo había pasado de rápido para que se haga de noche, poniéndolo un poco más nervioso de lo normal, la platica de Jungkook con el resto es importante de hablar, desvió su mirada en Hoseok lo cual continúa comiendo mientras ve su celular, alejó un poco los palillos de su boca recargando el antebrazo por la mesa, de nuevo ambos escucharon el murmuro del blanquecino dándoles saber que sigue intentando en soltar esas palabras, Hoseok soltó una diminuta risa nasal al imaginarse que uno de ellos intérprete a Jimin para que esto salga en un éxito.

—He oído que Jungkook y lo decidió. — Mencionó Hoseok rompiendo el silencio. — ¿Quieres conocer a la señora Jeon?

—Me aterra... — Admitió, bajando la mirada en el plato, moviendo lo que sobraba de comida. — No es que sea pronto de conocerla, además quizás esto puede continuar sin conocer a los padres de mi novio. — Encogió de hombros. — Es una mujer tan afortunada en tener a Jungkook como hijo, me pone mal pensar que eso lo haya olvidado.

—Si ella luchó por tenerlo y perdió en la batalla dándose por vencida, las segundas oportunidades vienen cuando menos te lo esperas. — Recarga su mejilla sobre la palma de su mano. — Le vas agradar a tu suegra, Tae.

El mencionado sonríe un poco a labios cerrados, asintiendo con lentitud mientras pasaba el bocado.

—Hoseok ¿Crees que será una buena idea llevarle algo a ella?

—No lo sé, suena una buena idea.

—La señora Jeon va querer que contemos de todo, puede que sea una buena impresión.

—Avisas si van a pasar la noche allí, si quieres para que Yoongi y yo vayamos a dejarles algo de sus cosas.

Se siente seguro de que todo saldrá bien, pensando en algo perfecto que puede regalar para la señora Jeon, imaginándose de como será ese reencuentro y que la mujer quiera saberlo todo, encendió su celular notando que tuvo una llamada perdida de su padre, quizás es un buen momento para pedir algún consejo, quiere que su noviazgo con Jungkook sea aceptado.