Capítulo 3
Otro día de clases, Jungkook se dirigió a su casillero para tomar la materia que le tocó, pero al abrir notó que no hay carta y encogió de hombros sabiendo que era temprano, se había acostumbrado en ello pero aún así no se dejará llevar por unas palabras falsas.
Al día anterior después de actuar como un ridículo en la casa de Jisoo, decidió examinar bien la letra dando saber que ella decía la verdad. ¿Quién será? Si no son ninguno de ellos ¿Entonces quién?
Al tomar su libro, lo metió en su mochila y al cerrar la puerta del casillero, se topó con la mirada de ese chico peliazul que ahora le está demostrado su rectangular sonrisa.
Jungkook soltó un bufido, su mirada era oscura como siempre y no estaba de humor de que un desconocido venga a molestarlo.
—Hola. — Recordó esa voz grave, el castaño no dijo nada.
—¿Qué quieres? — Lo dijo con frialdad.
—Al parecer estás bien. — Agranda un poco su sonrisa. — Me alegra. No debes usar audífonos mientras caminas en las calles o tendrás un accidente.
—¿Quién eres tu para decirme que debo hacer? — Lo que a Jungkook le caía mal al tipo es que no borre su sonrisa.
—Ya veo, ¿Estás bien? — El menor asintió, el peliazul le extiende una mano para que él la estreche. — Me llamo Kim Taehyung, mucho gusto. Curso en el cuarto semestre y pertenezco en el club de fotografía.
—Gracias por el dato que ni siquiera pregunté. — Dijo con sarcasmo, pero odió más que Taehyung siga sin borrar esa sonrisa ¿Acaso tiene una clase de muro anti-ofensa? Si, Jungkook quiere ofender al peliazul para que lo deje en paz. — ¿Por qué mejor no te vas a buscar a otro chico a molestarlo? — Lo empujó.
Taehyung no dijo nada solo observaba a Jungkook como si fuese lo más hermoso que nunca vio, esa mirada de aprecio no lo notó Jungkook ya que se encontraba aún más molesto.
—Y hazte a un lado, estorbas. — Hizo que el peliazul chocara con los casilleros.
Sin más que decir, finalmente el castaño se alejó de él dejando al mayor sonriendo estúpido ante eso, sintiendo un poco sus mejillas arder y su corazón saltar.
El inicio de que se enamoró de Jungkook, pasó hace un año cuando Taehyung empezó a cursar el tercer semestre, él tenía un problema con su casillero, ya que la puerta de este se atascó, pero cuando escuchó por primera vez la voz de ese chico de sus sueños, proponiéndole ayuda y Taehyung sin tener palabras solo asintió. Lo que más empezó a examinar es ese cabello castaño muy cuidado, esa nariz y esos labios hermosos, esos ojos brillantes que por ahí podrías ver la belleza en ese chico, era perfecto. Cuando Jungkook había logrado ayudar a su compañero, le regaló una pequeña sonrisa y de ahí se fue, dejando a Kim con un escándalo mental, su corazón empezó a bombear rápido, las mariposas de su estómago habían nacido.
—¿En serio te dio las gracias? — Habló Hoseok mientras sacó la paleta de su boca y miró a Taehyung con burla.
—Bueno, solo dijo gracias por el dato que no pidió y ni le interesa. — Su voz sonó normal.
—No puedo creer que te guste un niño así. — Se quejó Yoongi, y ambos voltearon verlo. — Desde que cambió ya nadie de esta escuela se acerca a él.
—Lo sé, es mi mala suerte ya que sus amigos ni siquiera me daban detalles sobre Jungkook. — Dijo un poco decepcionado.
—Oye, no te sientas así. — El pelinegro con gran sonrisa tocó al peliazul del hombro. — Pero hiciste lo correcto en hablarle, ya que escribir no servía de nada.
—Y más de que escribes esas palabras que me ponen con ganas de vomitar. — Ríe de ambos.
—Pero Jungkook ni siquiera ha tirado las cartas que meto en su casillero. — Dijo a la defensiva.
—Bueno, solo en el inicio. — Agregó Hoseok. — Pero ya estás iniciando el primer paso, Taehyung. — Señaló al mencionado. — Esto es bueno y a la vez difícil, es decir, cada vez que te vas a acercarte a Jungkook, él se pondrá más difícil porque lo que he visto parece que te va complicar todo.
—Si con ese carácter que tiene ¿Cómo esperas que se lo deja fácil? — Dijo Yoongi con obviedad. — Rechaza a todos y sobre todo a sus amigos.
—Es lo que me pone curioso, quiero saber porqué cambió. — Ambos chicos miraron a Taehyung. — Si logro que Jungkook confíe en mi tal vez pueda ayudarlo en su problema, y también pueda enamorarlo.
—Taehyung eres un idiota, lo haz preguntado a sus amigos. — Ríe el blanquecino. — Quiero ver como irás a preguntarle a Jungkook que diablos le pasa, estaré viéndote mientras como palomitas, ese niño tal vez te use como saco de boxeo.
—Yo a la vez pienso que la idea de Taehyung es excelente. — Yoongi mira burlón a Hoseok. — Pero debes tomar esto en cuenta, no todo saldrá tal como lo pienses, Jungkook por ahora no permitirá que alguien se acerque a él, es capaz de hacer lo posible para lastimarte.
—Y eso es lo que menos desearíamos. — Murmuró Yoongi.
Taehyung miró a ambos y sonrió para después sacar una hoja con un bolígrafo, de ahí empezó a escribir sin borrar esa sonrisa. Hoseok tenía curiosidad de saber lo que está escribiendo pero no podía ya que Taehyung intentaba tapar, como si un examen se tratase. Pero podían ver lo cuán concentrado de veía y muy alegre que nunca, Yoongi sabía qué ocurría.
Pero ambos al ver que Taehyung dobló la hoja para después sacar un sobre blanco y meterlo ahí, sabían lo que haría ya que la mirada del peliazul era como todos los días.
—Vamos antes que receso acabe. — Dijo Hoseok sin que Taehyung les pidiera.
Salieron de su aula para después caminar por los pasillos, notando a estudiantes rondando por ahí. Como siempre, nadie notaba su presencia así que Taehyung no se preocupa si lo ven, pero lo que Yoongi anda cuidando de esos amigos no los vea desprevenidos o el plan de su mejor amigo fracasará.
Al llegar a ese pasillo, Hoseok se aseguró de que no haya nadie y era su suerte de cada día, aquel pasillo estaba vacío. Taehyung se acercó a un casillero y sacó unas llaves para abrir aquel, metió el sobre en el lugar de siempre y encerró aquella puerta antes que el dueño venga.
—Vámonos ya. — Anunció a sus amigos para irse de ahí como si nada hubiera pasado.
Si, exacto. Kim Taehyung es el chico de las cartas.
—Espero que Jungkook no tire la carta. — Habló Hoseok.
—No lo ha hecho después de mandarle la octava carta. — Dijo Taehyung con tranquilidad. — ¿Creen que está intentando buscar al responsable? — Se dirigió así mismo, Yoongi alzó los hombros sin interés.
—Pero no le dirás hasta que todo esté en confianza y Jungkook logre enamorarse de ti. — Sentenció Yoongi. Taehyung no evitó sonrojarse y pensar en qué debe hacer.
Era la última clase del día y lo mejor es que es viernes, Taehyung estaba ansioso en salir de su aula y buscar a su pequeño castaño, es el segundo intento ya que no le importa si este se atreva a romperle el rostro, ¿Qué más da? Hará más intentos sin rendirse.
No oía ni tomaba atención al maestro de filosofía, y la ventaja es que no puede notar su distracción desde la parte de atrás del aula, solo Taehyung se concentraba viendo las manecillas moverse del reloj de pared que está arriba de la pizarra. Cuando sonó la campana del instituto, el peliazul fue el primero en tomar sus cosas y empezar a guardar después que el profesor anunció que era todo.
Salió del aula y empezó a buscar a ese pequeño castaño sin dudar en haberse despedido de sus dos mejores amigos, Hoseok y Yoongi sabían lo que hará así que no les importó qué Taehyung se despida o no. Al salir del instituto, sonrió al ver a Jungkook sentado en una banca mientras revisaba su celular y escuchando música con auriculares.
Se acercó hacia él sin saber como puede controlar sus nervios sin problema alguna, se paró al frente de él estorbando que le dé el sol al menor, eso logró que éste alzara la cabeza pero se puso serio al verlo.
—Hola.
—¿Otra vez tu? — Dijo entre dientes. — ¿Qué quieres? — Se quitó los auriculares.
—Bueno, te he visto solo y... — Se sentó a su lado. — Pensaba que querías compañía de alguien.
—Estoy bien así. — Ni siquiera lo miró. — ¿Tus amigos no estarán solos sin tu presencia?
—Ellos saben cuidarse, además se fueron ya que tenían cosas que hacer. — Jungkook bufó.
—¿Acaso tu también no tienes nada que hacer en vez de estar perdiendo el tiempo? — Taehyung vuelve a sonreír. — Seokjin hyung apresúrese. — Murmuró desesperado, quería alejarse de ese lunático.
—¿Quién?
—M-Mi primo. — Contestó. — Y vivo con él y con su novio.
—¿Y tus padres? — Estaba curioso. En ese momento Jungkook no dijo nada solo quedó cabizbajo para que el mayor no nótese su expresión. — Jungkook, está bien si no quieres contármelo, además apenas nos conocimos.
—¿Cómo sabes mi nombre? — Lo miró, ya que pensándolo bien, el menor jamás dijo su nombre después de haberse presentado, eso provocó que Taehyung se ponga nervioso y las ganas de golpearse.
—Bueno, lo oí en las veces que tus amigos te llamaban. — Jungkook suspiró.
—Corrección, no son mis amigos. — Contestó tranquilo. — No tengo a nadie y así me gusta.
Taehyung se sorprendió ante aquello ya que nunca se lo esperó en que Jungkook diga alguno cercano y con sentido a la palabra "Soledad". Soltó un sonoro suspiro pensando en como abrirle una conversación de verdad, sin recordar cosas al menor pero ¿Al menos Taehyung sabe qué clase de cosas odia recordar Jungkook? No, para nada.
—¿Aún sigues aquí? — La voz del castaño lo sacó de sus pensamientos, Taehyung lo miró ya que este ni siquiera lo observó, sólo miraba un sobre en sus manos.
—¿Qué es esto? — Preguntó interesado, en el fondo estaba ansioso, su corazón empezó a descontrolarse un poco.
Así que cuando Jungkook abrió el sobre para sacar la hoja, así que intentó leer sin que el menor notara su intención en ver lo que venía escrito, ocultando perfectamente el nerviosismo para que no sea un punto fácil para Jeon.
Tu mirada brillante bajo el sol
Mis latidos van a gran velocidad y sin control,
Pues tus expresiones me dejan sin aliento
E impresionado estoy;
De tus acciones,
de tu generosidad
de tu historia
de ti...
Espero con ansias y en silencio,
el día en el que tus cálidos ojos vuelvan a verme,
Es increíble cómo en tan poco tiempo mi corazón te ganaste...
Brillantes bajo el sol, aquellos que esconden detrás de una máscara de frialdad a un soñador generoso y amable
No tengo duda, que una parte de mi te llevaste.
—Anónimo.
Jungkook soltó un suspiro y volvió a guardar esa carta en el sobre, Taehyung intentó actuar lo más posible en darle saber que no es nada interesante pero en el fondo moría saber en lo que el castaño diga algo al respecto. Pero solo vio que su expresión era oscura y totalmente parecía que no le agradó.
—¿Kook? — Habló él al ver que Jungkook ni siquiera lo había visto.
—¿Sigues aquí? — Bufó después de ver la respuesta del mayor, que el cual asintió. — ¿Qué más da? Estoy harto de recibir estás cartas que solo ocultan palabras, odio esta clase de bromas.
—¿Acaso no te haz puesto a pensar que... — Intentó darle la razón de manera discreta. — Realmente le gustas a alguien? — Jungkook ríe amargado.
—Eso es estúpido, así como soy, nadie le gustaría, soy terrible y si le gusto a alguien, francamente tiene horribles gustos. — Taehyung sintió un dolor en su pecho, tal vez debe tener cuidado ya que como había quedado en claro con Yoongi y Hoseok, no salir lastimado.
Un auto se estacionó enfrente y el ventanal baja dando visualizar a Seokjin con la misma sonrisa.
—Oh Jungkook, tienes un nuevo amigo. — La voz del rubio hizo que el menor tomará sus cosas. — ¿Quién es?
—No importa, vámonos. — Abrió la puerta y se adentró en el auto. SeokJin miró a Taehyung como si se disculpara por el acto del menor.
—Adiós, Kookie. Nos vemos. — Se despidió el peliazul pero Jungkook le levantó el dedo del medio y volvió a colocarse sus auriculares.
Cuando el auto arrancó, Taehyung suspiró y soltó una sonrisa. Vaya que será difícil de conquistar.
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