La semana de exámenes había llegado, Jungkook hizo una mueca al ver la fecha del día para el examen de matemáticas, la materia que saca nota baja, soltó un suspiro frustrado jamás logró entender en que momento los números se vuelven en letras. Jimin miró de reojo, notando aquella preocupación por parte del castaño. Justo ellos salían de su examen de literatura, y después de receso tenían examen de historia. Tan pesado se puso las cosas.

—Jungkook sé que podrás pasar. — Niega el castaño.

—Por más que me esfuerzo siempre saco siete. — Se recargó en la pared, ambos esperaban en que Yugyeom terminara también su examen. — Tengo tiempo, el examen de matemáticas es hasta el viernes.

—Puedes pedirle ayuda a alguien de tu salón. A tu compañera Miyeon por ejemplo.

—Veré después, solo quiero concentrarme para el examen de historia.

La persona que se encontraba casi cerca de ellos, soltó una sonrisa, Hoseok se acercó donde están ellos dos, había oído aquella pequeña conversación sin que notaran su presencia. Los menores sobresaltaron al sentir alguien abrazar sus hombros, se toparon con Hoseok en medio de ellos, Jimin fue quien saludó primero.

—Vaya susto, hyung. — El pelirrosa soltó una media sonrisa, pero este fue de nervios.

—Pasaba por aquí y los encontré, ¿Vamos a la cafetería juntos a esperar a los demás? — Soltó a los menores para que empiecen a caminar.

Empezaron con una amistad con sus nuevos integrantes, al primer día tuvieron varias horas charlando por chat, el fin de semana pasó lo mismo. Jungkook se sintió tranquilo, olvida lo que pasa a su alrededor, cosas que suelen atormentarle. Había avanzado un poco, dejó de llorar por las noches, cada vez es más abierto, convive bien con Seokjin y Namjoon sin la necesidad de enfadarse (aunque los mayores no le cuentan otras cosas, con tan solo mantener el estado del castaño). Respecto las cartas, seguía recibiendo y le contestaba, la idea de detener esto ya está en el olvido, a Jungkook le gusta recibir cartas del desconocido, tiene la idea de arriesgarse sin importar que la inseguridad de que saldrá dañado pueda evitarle, la curiosidad de como es el chico de las cartas es una gran ilusión.

Jungkook volteó a ver al mayor de los dos quien se encontraba platicando con Jimin, en verdad no había prestado nada de atención en aquella charla. Estuvo en su propio mundo imaginándose al chico desconocido.

—Hoseok. — El mayor volteó a verlo. — ¿Eres bueno en matemáticas?

Pararon el paso casi en la entrada de la cafetería, para Jungkook es importante buscar alguien quien resuelva sus dudas, ya que le teme a la profesora de dicha materia, siempre va mal cuando cruzan palabras. Es complicado para él.

El pelinegro negó.

—Pero sé a quien puedes pedirle. — Sonrió, de nuevo, se puso ansioso en encontrarle otra oportunidad a su querido amigo. — Taehyung es bueno en cualquier materia, es muy paciente. Puedes decirle.

—¿Hyung, estás seguro? — Preguntó Jimin. — Lo dices como si para él es fácil los tiempos de exámenes.

—Créanme, es de los mejores estudiantes del instituto con excelentes notas. — Mira al castaño que se encuentra sorprendido. — Apuesto que no dirá un no.

De ahí terminó la pequeña conversación, se adentraron a la cafetería y notaron que estaba un poco vacía, llegaron temprano para apartar un lugar y comprar lo que quieran antes que se llene. Jungkook se sentó primero, jugaba con sus dedos esperando que sonara la campana para ver al peliazul, sonó buena la idea de pedirle ayuda ya que Taehyung es de total confianza, con tan solo tener buena nota en matemáticas es lo que cuenta si no quiere repetir la materia. No hacía caso absoluto en Jimin y Hoseok, ellos se encontraban en su mundo charlando.

Mientras esperaba, sacó un sobre que había guardado por los bolsillos delanteros de su pantalón, había recibido otra carta, la ha recogido cuando había finalizado el examen de literatura.

Mi color favorito es el de tus ojos,
Ese café que me da insomnio.
Pienso en ti, día y noche,
Y en tu sonrisa que me acoge,
¿Qué hice para merecerle?
Perfecto príncipe de ensueño,
Que parece que para mi fue hecho,
No soy un príncipe,
Y mucho menos soy hermoso,
Pero siempre jura que eso no es lo que importa.
Que mis palabras te cautive,
Que mi forma de ser te atrape,
Y que tan solo por ser yo,
A todo tu corazón enamoraré.

-Anónimo.

Las mejillas de Jungkook se colorearon un poco, los latidos de su corazón empezaron a ser cada vez más fuertes, sus sentidos habían parado y su mente quedó en blanco. No será la única vez que siente algo así, y más por alguien anónimo. Tan sinceras son esas palabras, son tan, pero tan... jodidamente perfectas.

¿Es correcto enamorarte de alguien quién no conoces? ¿En realidad va en serio?

Varias preguntas salen de la nada, así que de inmediato abrió su mochila y empezó a sacar un cuaderno y un bolígrafo. Había llamado un poco la atención de Jimin, no quiso interrumpir cuando vio a su amigo escribir. Pero notaba que su expresión no era de enfado, no podía describirlo.

Jungkook no supo nada de Taehyung, supuso que se encontraba haciendo cosas más importantes, así que había ido a su casillero para dejar la carta que respondió y dejar también algunas cosas, sentía la intriga de como le ha ido con los exámenes, no quiere recibir un castigo de Seokjin o sentirse mal por ello, Jungkook es una persona que se esfuerza mucho, hay ocasiones que no valen la pena, dolorosamente es cierto.

Soltó un suspiro después de haberse sentado en la banqueta, su alrededor se encontraba solitario solo pasaban algunos autos en vez en cuando, no tenía ni la mínima idea si Seokjin o Namjoon vendrán a recogerlo, ninguno de los dos le ha confirmado. Vaya, debe esperar casi veinte minutos para esperarlos, sino, debe ir caminando a casa.

Era extraño, como pasaban los minutos, nunca apareció sus hyung y mucho menos Taehyung, elevó la mirada restándole atención a su celular para mirar a los lados, esto de estar solo ya no es lo mismo, soltó un suspiro y se levantó, sacudió su pantalón y cargó la mochila.

Escuchó pasos acelerados a sus espaldas, volteó sobre sus talones desde ese entonces encontrando a Taehyung, paró de caminar eso había sido un alivio para el peliazul, Taehyung intentó controlar la respiración mientras se recargaba en sus rodillas nunca había corrido así. Jungkook miró extrañado, eran casi las dos de la tarde, ¿Quién seguiría estando dentro del instituto a estas horas?

—Hyung... — El castaño fue el primero en hablar. Iba continuar hablar pero el contrario le interrumpió.

—E-En verdad, n-necesito hacer ejercicio. — Soltaba suspiros cansados, con el dorso de su mano quitó el sudor que corría por su frente, sus cabellos azules se encontraban un poco húmedos. — C-Creí... creí que no iba encontrarte.

Jungkook parpadeó varias veces, al ver que Taehyung elevó su cuerpo y acercándose donde está, empezó a caminar.

—Lamento por la tardanza, tuve un examen a las últimas horas. — El menor asintió comprendiendo. — ¿Tu primo no vendrá?

—Supongo que no, he intentado llamarle pero me manda a buzón. — Dijo sin interés. — Lo mismo pasó con Namjoon hyung.

Jungkook recordó la conversación que tuvo con Hoseok, pero a la vez sentía que podría ser una molestia, pensaba que Taehyung tiene exámenes también y podrían ser lo doble de importancia, para un estudiante excelente debe mantener el lugar.

—Hyung. — Volteó a verlo. — Hoseok me contó que eres muy bueno en matemáticas, tengo pensado si puedes ayudarme con algunas dudas.

Taehyung sin pensarlo asintió, terminará estresado pero valdrá la pena.

—Claro, solo di cuando podríamos empezar.

—¿Puedes que sea hoy? Solo tres horas, para que tengas tu tiempo de estudiar.

—Claro, entonces vamos a mi casa. — Sonrió. Taehyung jamás se esperó eso, y hablando de Hoseok, aún no le convence nada lo que tiene en mente, hablará con él después.

—Bien, para avisarle a Seokjin hyung.

Asintió el mayor, y cambió de conversación. Estar unas tres horas con el chico que le gusta, es lo que fue inesperado, la ilusión de puede ser una oportunidad. Agradece que alguien si escuche sus plegarias, el plan de conquista va excelente.

¿Creen que Jungkook ya se enamoró? Los leo