Las horas fueron divertidas, Jungkook logró conocer un poco más de aquellos tres amigos, notaba que pelean por cosas innecesarias más cuando Yoongi perdía. Fue increíble la tarde, fue distinto para él, terminó siendo amigo de Taehyung al fin de cuentas.

Taehyung se despidió de sus dos amigos, igualmente lo hizo Jungkook, justo antes de bajar del autobús. Yoongi sonrió orgulloso ver aquellos tortolitos caminando juntos para ir a sus hogares, pensando lo cuán afortunado es Taehyung en que sus planes sean un éxito, soltó un suspiro justo cuando el autobús empezó a rondar, se recargó en el respaldo de su asiento.

—Nuestro Taehyung está creciendo. — Hoseok deja de tararear una canción y voltea a verlo.

—¿Qué dijiste? — El pelimorado niega.

—Desde que salimos del árcade andas distraído, ¿Hay algo que debo sospechar?

—Tengo planeado, ayudar a Taehyung y ya sé como. — Yoongi parpadeó varias veces confundido, la sonrisa que posee Hoseok le hace saber que no debe preocuparse.

—Debes contármelo.

—Después, primero debo decirle para ver si está de acuerdo.

Yoongi soltó un bufido, detestaba quedarse con la duda de esa manera.

Mientras tanto Hoseok, pensaba en decir algo de información sobre Jungkook a Taehyung, aunque... ¿Será mala idea acercarse a Jungkook?

Taehyung estaba ansioso en descubrir donde vive Jungkook, por esta vez le permitió acompañarlo hasta su casa, a él no le importaba cansarse de caminar mucho, pensando bien las cosas, no quiere que este momento termine.

Al llegar a la puerta principal del lugar, Taehyung no supo que aquello haya pasado rápido, admite que quiere pasar un poco más de tiempo con él. Sintió su corazón entristecer.

—Hyung, nos vemos mañana. — Sonríe. El mayor le corresponde la sonrisa,

—S-Si. — Balbuceó un poco. — Hasta mañana.

Jungkook estuvo a punto de decir algo, pero al oír la puerta de su hogar abrirse, dio un sobresalto.

—Jungkook quedamos que antes de las siete. — Seokjin habla serio, pero su semblante se tranquilizó al ver a Taehyung, era el chico que siempre acompaña a su pequeño. — Maravillosa visita.

—Seokjin hyung. — Giró para verlo.

—¿Por qué no lo invitas a cenar? — Dijo con amabilidad, el peliazul estaba ansioso en que esté un poco más con el menor. Jungkook mordió su labio inferior y justamente quería que Seokjin no insista más.

—Él tiene tareas y mira la hora que es. — El mayor de ambos bufó y le soltó un pellizco en el brazo del castaño, frunció el entrecejo e hizo una mueca de dolor.

—No seas grosero, con él. — Murmuró entre dientes. Jungkook no tuvo de otra, miró al peliazul de nuevo soltando una sonrisa forzada.

—Hyung... ¿Quieres cenar con nosotros?

Taehyung se sintió emocionado internamente, sus plegarias se hicieron reales, podrá cenar con él. Agrandó un poco su sonrisa, sus ojos brillaron y sintió un poco sus mejillas enrojecer.

—Claro, pero primero mando mensaje a mi madre. — Seokjin asiente, antes de volver a la cocina palmea la espalda del castaño.

Se adentró al hogar, Jungkook cerró la puerta a sus espaldas y se dirigió a la cocina para ayudar a poner la mesa, Taehyung miraba a su alrededor, era un lindo lugar, las paredes coloridas de un rojo rubí, los muebles oscuros pero bien cuidados, todo ordenado.

Dirigió su vista a los escalones, donde encontró a otra persona bajar, supuso que es su otro primo o algo así. Namjoon al verlo se sorprendió, hizo un ademán de saludo al momento de pisar el último escalón, tenía algo de curiosidad ante ese chico, aunque no recuerda haberlo visto.

—Oh hola. — Habló amigable. — Eres amigo de Junkook ¿verdad? — El peliazul asintió.

—Kim Taehyung, mucho gusto.

—El gusto es mío, soy Namjoon. Es extraño que Jungkook traiga un nuevo amigo, eres un poco mayor que él.

—Curso en el cuarto semestre. — Empezó a seguir al contrario hasta el comedor, ya se encontraba puesto los platos, vasos y palillos en orden. Cada uno tomó su asiento.

—Con dos años, pareces un buen chico. Jungkook sabe escoger buenas amistades. — Encogió los hombros.

Taehyung iba comentar algo pero llegó Seokjin llevando un sartén, lo dejó sobre la mesa en el medio sin olvidar poner un plato de plástico abajo, olía delicioso.

—La cena está lista, pueden ir sirviéndose mientras traigo Dakgalbi. — Anuncia volviendo a la cocina.

Ambos asintieron, Namjoon fue el primero en tomar su plato para empezar a servirse, Taehyung sintió su estómago gruñir, la comida se veía muy apetitosa hasta que se le hizo agua en la boca.

No se había dado cuenta en la presencia del castañito que el cual dejó una jarra sobre la mesa, para después sentarse a un lado suyo.

—Y dime, ¿Cómo les fue en la tarde? — Habla el mayor de ambos después de haberse servido su comida, dejando la espátula a Jungkook para que se sirviera.

—Fue increíble. — Namjoon se sintió alegre ante aquella respuesta, la voz del contrario no sonó sarcástica como solía usar para contestar sus preguntas.— Pensamos volver a ese lugar con la compañía de Yugyeom y los demás. — Le extiende la espátula a Taehyung, este la toma junto con su plato vacío.

—Me alegra que mi pequeño Jungkook se esté reuniendo con sus amistades. — Sale de nuevo Seokjin de la cocina llevando una cacerola con el Dakgalbi, para después ponerlo en la mesa y sentarse al lado de Namjoon. — Eso si, mientras no te distraigas demasiado y repruebes una materia. — Toma su plato para empezar a servirse.

—Ustedes son unos buenos primos. — Al fin Taehyung se mete en la conversación. Namjoon negó con la cabeza.

—No soy primo de ellos, soy pareja de Seokjin. — Toma la mano del mencionado y lo miró teniendo una sonrisa en sus labios, Seokjin sintió sus mejillas un poco enrojecer.

Taehyung soltó una pequeña sonrisa, logró imaginarse sí mismo con el chico que ama, le alegró en que Namjoon mencione orgullosamente su pareja. Tantas ilusiones maravillosas invadieron por su mente, inspirándolo en escribir otra carta.

Jungkook ignoró a aquella pareja como siempre, no le gustaba ver esos actos empalagosos, aunque de alguna extraña razón pensó en el chico de las cartas, deseando un poco recibir aquel cariño hacia él.

Pero como dicen, para amar alguien debes amarte a ti mismo.

Jungkook tenía algunas inseguridades, teme perder a todos por sus malas decisiones, no le gusta llorar enfrente de alguien para no lucir débil y/o recibir una burla que pueda marcar por el resto de su vida. Apretó un poco sus palillos mientras intentaba concentrarse en otras cosas que no sean aquellos pensamientos, no puede romperse enfrente de todos.

Taehyung se había dado cuenta de ello, no supo como actuar así que se limitó a concentrarse en su comida. Tenía cierta curiosidad sobre los padres del castaño, lo sabrá por el tiempo, no quiere arruinar aquel momento feliz entre ellos.

—Y bueno, Taehyung. — La voz de Seokjin sacó del mundo de ambos jóvenes. — Cuéntanos de ti, ¿Te dedicas otras cosas después de clases?

Asiente el peliazul después de beber un poco, y aclaró su garganta.

—Estudio, no me gusta tener malas notas y en los fines de semana voy a mis clases de artes. — El mayor de todos entre abrió su boca.

—Nos encantaría que nos enseñes de tus dibujos. — Dijo Namjoon. — O nos puedas invitar una exposición tuya.

—Claro.

Continuaron con su cena, no fue tan incómoda como Jungkook había pensado, no se arrepintió en invitar (aunque fue obligado) a Taehyung cenar con ellos, para nada se metió a la conversación de sus hyung y el peliazul, se limitaba a escucharlos y contestar cada vez que Seokjin le preguntaba. No tiene la menor idea de como se siente en este momento.

Después de una hora, Jungkook ayudó a Namjoon llevar los trastes sucios al fregadero para que el mayor se encargue en lavarlos.

—Nos alegra en que nos acompañes a cenar, Taehyung. — Agradece Seokjin. — Puedes traer a tu madre a la próxima si deseas.

—Le diré. — Se dirige a la puerta. — Jungkook nos vemos mañana. — Le hace un ademán de despedida que el cual fue correspondida.

—¿No quieres que te lleve a tu casa? — Propone Namjoon. El peliazul negó con la cabeza.

—Vivo unas cuadras de aquí, no es necesario.

—Bueno. — Al fin Junkook habla. — Cuídate en el camino. — Soltó una pequeña sonrisa, eso aceleró el corazón del peliazul.

Taehyung sonrió embobado y asintió, para después abrir la puerta y salir de la vivienda, estaba tan contento que este día haya sido el mejor día de su vida.

Por el otro lado, Jungkook soltó un suspiro, regresó al comedor para limpiar la mesa, sintió unas palmadas en su espalda.

—Jungkook, tienes un buen amigo. — El mencionado alza la mirada a Seokjin. — Me alegra que tu pequeño círculo de amistades esté creciendo.

Vio como se dirigía a la cocina, el castaño asintió por sí mismo, ha hecho amistades por hoy, le agrada demasiado. Quiere imaginarse el día en que su grupo de amigos salgan alguna parte a divertirse.

Es donde Jungkook decidió luchar en regresar como antes.