Capítulo 11
Esperaba en el mismo lugar como todos los días, había pasado dos minutos desde que las clases finalizaron y él aún no aparecían, estaba ansioso en verlo, sería extraño que se fuese antes, no permitió que esos pensamientos negativos invadieran su mente.
Quería estar seguro de que la invitación de ir a un árcade esté confirmada, mientras lo esperaba, pensó un poco en que Jungkook le contestó la carta, siente esas mariposas revoloteando cada vez que lo recordaba, sentía sus mejillas un poco calientes, mordió con suavidad su pulgar y echó su cabello hacia atrás. Varias cosas aparecían por su cabeza, tanto buenas como malas lo volvían loco.
Desvío la mirada de nuevo a la puerta del instituto, logró encontrar a Jungkook saliendo, soltó un suspiro de alivio y su corazón enloqueció, que pronto podría salirse de su pecho.
Jungkook siempre ha sido un niño bonito para sus ojos, esos cabellos castaños desordenados le daba un retoque de ternura, su angelical rostro, y esos labios rosados, que siempre ha soñado en besarlos, Taehyung siempre se imaginaba varias escenas de como sería el momento si llegaran a besarse.
Sonrío embobado al ver que se dirigía a su dirección, apretó las correas de su mochila con algo de fuerza, intentaba controlar sus emociones si es que no quiere lucir tan obvio enfrente del chico que le gusta.
—Jungkook. — Sonrió al momento que el mencionado se sentó sobre la banca. Lo que le sorprendió es que el castaño le sonreía. ¡Dios mío! Era muy hermosa.
—Hyung. — ¿Escucharon eso? Le había dicho hyung, Taehyung sintió que pronto se va desmayar pronto, desearía en que Hoseok y Yoongi vieran esto. — Las galletas, son deliciosas. — Sus ojos brillaban, era lo doble hermoso de él, enamoraba aún más. — Muchas gracias.
Sonrío con labios cerrados y desordenó los cabellos del menor, no lo había pensado dos veces, suplicó en que no vaya a recibir una paliza.
—Me alegra en que te gustaran.
Taehyung se sentó a su lado, esta vez Jungkook no se alejó de él, le había permitido estar cerca. Lo que pudo notar, era en que el castaño tenía mejillas secas, había llorado.
—Te veías triste, y al parecer las galletas te ayudó a subir el ánimo. — Jeon asintió lentamente.
—No fue el mejor momento en que habláramos.
—¿Ocurrió algo? — Eso ojos que amaba ver, lo observaron.
—N-No pasa nada. — Balbuceó, quería llorar, pero no enfrente de él.
El peliazul no insistió más, pero al ver esa sonrisa por las galletas, es más que suficiente.
Rascó su nuca nervioso, tenía dos opciones para su charla, continuar o cambiar del tema, prefirió lo segundo, quería estar seguro para el día siguiente si quiere que su plan funcione.
—Entonces... ¿Es confirmado lo de mañana?
Jungkook encogió hombros, había dicho si, pero no lo había pensado. Acompañar a Taehyung y sus dos amigos a un árcade, lo había decidido tan rápido aceptando, ¿Qué tal si cambia de opinión?
—No lo sé. Te dije que sí por distraído y... ahora en que lo pienso.
—Bien, puedes darme tu confirmación dentro de un rato. — Interrumpe mientras sacaba su celular, internamente se sentía emocionado por tener las agallas, conseguirá su número telefónico.
Jeon asintió y sacó su propio celular, le dictó su número, el peliazul estaba gritando internamente por ello, logró cumplir un punto de sus objetivos, jura que llegar a casa va gritar de la emoción.
Un vehículo paró enfrente de ellos, Jungkook se levantó al lograr ver que Namjoon había venido a recogerlo.
—Te aviso ¿de acuerdo? — Asiente el mayor. Jungkook hizo un ademán de despedida antes de entrar al vehículo.
Después de que este arrancó, Taehyung empezó a teclear en su celular emocionado, por supuesto que le va contar lo sucedido a sus amigos, se sentía como una colegiala enamorada.
Últimamente todo va perfecto, obtuvo algo de confianza y está en camino de poder ser amigo de Jungkook, la primera fase debe iniciar bien. Esperará ansioso por su respuesta, de alguna manera buscará la oportunidad de iniciarle una amistad.
Jungkook había hablado animadamente con Namjoon durante el camino, eso le alteraba mucho al contrario, hasta llegó preguntarse cual fue la causa de su felicidad para que estuviera de buen humor.
Al llegar a casa, ambos se encontraron a Seokjin hablar por teléfono, se notaba serio, intentó escuchar pero Namjoon le había dicho que se vaya a su habitación a dejar sus pertenencias.
Subió por los escalones y quedó ahí para escuchar al fin la conversación.
—Si, señor Choi. — Escuchó la voz del rubio. — Va ver usted que podremos ganar, tengo la esperanza de tener la custodia de Jungkook. — El mencionado se dio cuenta lo que hablaba, quería saber lo que ese tal Choi le decía. — Van a ver que aquí está bien, haremos lo posible muchas gracias, nos vemos en el juicio.
Se sintió decepcionado en que esa conversación acabara, caminó por el pasillo hasta llegar a su habitación, cerró la puerta a sus espaldas y dejó sus cosas sobre su silla. Mordía sus uñas mientras pensaba en lo que acabó de escuchar, le aterraba y le alegraba en saber que Seokjin está dispuesto en que no los separen, confía en él, es lo único que puede demostrar. Confianza. Le aterraba aún la idea si la batalla lo ganara el rival, aún no podía perdonar a su padre, no le importaba aunque sean de la misma sangre, no hay perdón.
Miró fijamente su celular después de sacarlo, mordió un poco su labio inferior, necesitaba distraerse, pensó en la propuesta de Taehyung varias veces, quería buscar algo para que le ayude salir de sus problemas por una vez.
Entró en el chat de él y empezó a teclear.
Él tenía a sus amigos, si, pero era el momento de pasar el tiempo con otras personas.
(...)
Taehyung escribía la próxima carta, sonreía en vez en cuando cada pensamiento maravilloso salía, suspiraba tranquilo, su corazón le permitía sacar esos sentimientos y los escribiera en un papel, quería buscarlo y decirle lo cuan le gustaba, podría gritarlo a los cuatro vientos.
Su teléfono vibró, moviéndose un poco sobre la mesa. Paró de escribir dejando la pluma, para después tomar el aparato. Mariposas en el estómago se descontrolaron, sus mejillas se colorearon en ese instante, se levantó de su silla y se dirigió a su cama para dejarse caer, tapó su rostro con un almohada para que su grito de felicidad no sea audible.
Estaba tan alegre, Jungkook le había aceptado. Debería contarle esto a Hoseok y a Yoongi.
Efectivamente todo va perfecto como lo ha estando planeando.
Iniciar una amistad es el primer paso.
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