Armoniosas melodías se escuchaban en aquella vacía casa. Un corazón dolido yacia presencia con el sonar de sus teclas. Los pensamientos lo inundaban al punto de ahogarlo.

¿Cómo explicarle al corazón qué la persona que ha amado por tantos años ahora ya no lo recuerda y que ahora esta interesado en alguien más que no es él?

Así se sentía Yoongi. El miedo lo invadía puesto había luchado mucho por al fin estar juntos, y por una que lo consiguieron pasa una tragedia que casi le arrebata a su amado y que ahora esta apunto de perderlo no por el accidente, sino por un tercero.

—¿Qué debo hacer ahora?

Se pregunto así mismo queriendo recibir una respuesta de la nada misma.

Su ser dolía y ya ni sabía que hacer, aún cuando recibía el apoyo y los consejos de Taehyung no podía salir del oyó de donde estaba.

—¿Señor Min?

Interrumpió una voz poco gruesa aquella melancólica melodía.

—¿Dime?

Sin siquiera mirar a aquella persona se levanto de su asiento y acomodo la ropa mientras se miraba al espejo que allí se encontraba.

—El contrato señor, ¿Lo ha olvidado? Hoy era su último día para firmarlo y el CEO esta esperando.

—Ow~, lo olvide.

Esbozo sin importancia pegando media vuelta y dirigiendose hacia su asistente.

—Gracias, Baekhyun. Vamos.

Ambos salieron de allí directo al auto donde el chófer ya le esperaba.

Los minutos pasaron y llegaron a tan ansiada reunión. Yoongi, no estaba muy contento, se notaba cansado y muy decaído, pero no podía dejar de lado su trabajo, es lo que ama hacer.

Caminaron por los largos pasillos hasta llegar a la gran sala de reunión de la empresa de Min, allí estaba alguien que pensó nunca volver a ver y eso lo sorprendió por demás.

—¿Jungkook?

—¿Yoongi-hyung?

Preguntaron mientras se miraban y el menor se ponía de pie mientras poco a poco de acercaba a él mencionado.

—Creí que nunca te volviera a encontrar —sonrió algo nostálgico tomando las manos del contrario.

—Disculpen, ¿Ustedes ya se conocen?

Pregunto el asistente y el CEO de Jungkook al mismo tiempo.

—Sí. Somos amigos desde la niñez, nos hemos criado juntos. Yo he cuidado de Jungkook desde que éramos pequeños.

Sonrió sutilmente Yoongi. Su corazón ya sentía algo de tranquilidad con el inesperado reencuentro con Jungkook.

Sea el destino o no, agradecía que él estuviera en esos momentos y más que ahora trabajarían juntos.

—Bueno, como ya se conocen no es necesaria la presentación, así que si gustan podemos comenzar.

Propuso el CEO de Jungkook sacando el contrato mientras los miraba y esperaba.

Un pequeño nuevo comienzo empezo.