I
Narrador
Un chico con apariencia dulce, tierna, agradable, demasiado amistoso, amable con algunos, todos piensan que es el chico ideal para tener una relación excelente y llena de alegría, pero, que mal estaban.
Un chico con la apariencia del típico bad boy, nada amable con nadie, demasiado serio para el agrado de algunos, la mayoría piensa que es un sueño, pues es el chico malo, chico soñado por todas y todos, pero, si que estaban mal.
Cuando menos lo esperas todo cambia de un día para el otro, un día eres lo que piensas pero para el otro eres totalmente lo contrario, y tanto el cómo los demás se sorprenden pero a aquella persona le encanta ese cambio ya que encontró lo que le hacía falta.
Es lo que se decía a si mismo cierto chico que estaba despertando a lado de la persona menos pensada, que coño había pasado?? Se decía así mismo recargado en la cabecera de aquella cama ajena, su cabeza pinchada, su sed era tremenda y la luz insoportable, tanto bebió la noche pasada que no recordaba que mierda había pasado. Con paso veloz, pero meticuloso de no querer despertar al chico que estaba ahí, recogió su ropa y salió de aquel cuarto de hotel, saliendo fue directo a un mini super para comprar algo para la jaqueca horrenda con la que despertó y para saciar su sed.
— maldición YoonGi, que mierda hiciste?? Coño...- se hablaba en susurros y gruñidos- por qué mierda me pasa esto a mi, maldita sea y mil veces más- salió del mini super y fue a su departamento.
Estando ahí, reviso la hora en el reloj que se alojaba en una mesita cerca a un puf de tonalidad azul celeste con nubes en el, a lado de este se veía un sillón de color negro de cuero sintético, de su abrigo blanco saco su teléfono e intento encenderlo, pero este no lo hacía, así que fue por su cargador y lo conecto, genial su teléfono se murió en plena borrachera, que de novatos eh YoonGi, se reclamó mentalmente.
Dejando sus tenis Nike blancos en la entrada paso descalzo mostrando sus calcetines amarillos pastel, fue a su recamara y saco una de sus pijamas favoritas, un kigurumi de pollito, se baño con agua tibia y limpio muy bien su cuerpo, quería quitar cualquier rastro de aquella noche, que hasta ahora se le a hecho imposible el recordar. Pero algo sentía raro, su cuerpo no dolía, y eso lo tenía confundido pues despertó totalmente desnudo, y sin ningún malestar en su cuerpo, ignoro eso y siguió con su baño, terminando se envolvió en si bata de baño color verde con algunos dinosaurios en ella, fue hasta su tocador y humecto todo su cuerpo con una crema con aroma a coco, termino y colocó su ropa interior y después su pijama.
Era un fin de semana, para ser exactos sábado por la mañana, y el no tenía en mente salir, se hizo un aperitivo y comió a gusto viendo una película, su favorita, Cars 2, teniendo 22 años aún le gustaban ese tipo de películas, le recordaron a su feliz niñez, las noche de películas con sus padres adoptivos y aquel recuerdo lo hizo sonreír, con forme pasaba el tiempo, el chico de piel blanca se sintió algo cansado, poco a poco su pelea por no quedarse dormido fue acabando cuando el quedó profundamente dormido.
Por otro lado, un chico iba despertando de su agradable sueño cuando sintió frío, la fuente de calor que le había proporcionado la persona de la noche pasada se había desaparecido y ocasionó que el chico despertase, recuerdos vagos llegaban a su mente, solo puede recordar la mirada del chico que lo acompaño esa noche, una mirada dulces pero fría a la vez, ojos largos, podría decir que era una mirada de gatito, su cabeza retumbaba, y su garganta estaba seca, y la luz al igual le calaba mucho, intento sentarse pero un ardor lo detuvo, mierda... Se dijo el mismo sus caderas dolían y si trasero ardía, que putas había pasado?? pregunto, se acomodo mejor y aún dolía, reaccionó y analizo las cosas.
— esto debe ser... Nono... Esto esto no pudo haber pasado- con miedo analizo las cosas, intento recordar todo pero nada venía, nada, fastidiado y tímido se vistió, y salió del hotel, se fue a su carro y fue a su apartamento, llegando dejo sus botas en la entrada, camino hacia su sala y dejo su celular en un cargador sin necesidad de conectarlo, se tiró al sillón de tela en color negro, con su brazo cubrió su rostro y frustrado gruño.
— mierda JiMin, ahora sí metiste la pata, y muy feo, o más bien, te la metieron- con aquello dicho un escalofrío lo recorrió, se levantó de un brinco y se fue a su habitación a bañarse, quitarse cualquier rastro de alcohol y de aquella noche, que le había arrebatado su "pureza"- solo a ti se te ocurre beber de más- se dio un zape mental y se adentro a la regadera, se quedó unos minutos más al finalizar y después de ese tiempo fue a su closet.
Se busco algo cómodo para dormir y despertar para decir que todo fue un sueño, uno muy muy pero muy malo, se colocó una playera negra holgada y unos pans negros holgados, se colocó sus calcetines y se tumbó a la cama, dejando su mente vagar entre tanta estupidez y queriendo recordar todo pero aún éxito alguno.
Al ya estar casi profundamente dormido recordó algo, no había alimentado a su perro, se levantó y con pereza fue en busca del plato de comida y sirvió una porción adecuada. Lo dejo en el piso y cuando vio a su perrito aún dormido lo dejo descansar, ya al menos su comida fue servida.
Viernes, 1:30 de la noche.
Todo lo que se podía ver en aquella discoteca eran personas bailando, o más bien casi fornicando, algunos comiéndose la boca, otros fumando y tomando a lo desgraciado. El solo fue por una cosa, despejar la mente de los tediosos exámenes de la universidad.
— dame un whisky doble- se dio la vuelta para ver todo, la música retumbaba en sus oídos y la luz neón calaba un poco sus ojos, cuando escucho que le hablan volteo y su trago ya estaba listo.
A unos minutos escucho una voz algo suave pero se negó a voltear, no era un chismoso.
— dame una margarita y un shot de tequila- se sentó aquel chico y espero su pedido, primero se le entrego el caballito de tequila, y de solo un trago lo paso, sentir aquel ardor en su garganta era demasiado grato, ya lo extrañaba- gracias.
Y así transcurrió la noche, tomando cualquier tipo de licor fuerte, cuando sus sentidos fueron casi nublados por la sustancia en su sistema se propuso a bailar y eso hizo, se levantó y fue a la pista a bailar, sus ojos se posaron en unos demasiado intimidantes, se acercó y el dueño de aquella mirada le sonrió y tomo su mano.
— vamos- solo dijo eso con su voz ronca y al igual que el chico en frente suyo, sus sentidos estaban dormidos por el alcohol, y así ambos se restregaban el uno por el otro, hasta que ni uno aguanto más y se fueron lejos de ahí.
Saliendo un beso fogoso los recibió, era un beso candente, necesitado y lleno de pasión, ambos pensaron en que habían pasado algunos minutos y se despegaron por falta de aire, ambos se vieron y por lo que se dejaba ver, ambos tenían sus labios lastimados, y rojos.
Con miradas cómplices se guiaron a un hotel donde, poco a poco su ropa desapareció y sus cuerpos se unieron en una danza demasiado exquisita para los dos.
Sábado, 12:00 de la tarde.
Ambos chicos despertaron de un saltó, YoonGi aun no recordaba que sucedió esa noche, pero no sé negaba a qué el chico con el que despertó era demasiado hermoso. Por otro lado JiMin seguía con aquella mirada en su cabeza, una mirada hipnotizante, quería saber quién era, diablos lo deseaba tanto que quiso volver a soñar y recordar aquel rostro, pero sus ojos estaban impresos en su mente.
Lunes, 8:30 de la mañana.
El fin de semana había transcurrido y ninguno de los dos sabía que sucedió, no sabían.
YoonGi estaba llegando a su clase vestido como de costumbre, lleno de colores, llevaba una sudadera de lana color morado pastel, unos jeans arriba de sus tobillos y holgados, calcetines con caritas dibujadas y sus tenis Nike blancos, con un suéter blanco algo holgada tejido, con sus lentes para leer y su cabello con pequeños rulos. Entrando vio a su mejor amigo hobi, como el le decía desde el jardín de niños, si, llevaban toda su vida juntos, lo vio con su novio, Taehyung era menor que hobi y que el por 2 años pero era demasiado lindo y hacían muy bonito pareja.
— Hola hobi, buenos días taetae- se sentó al lado de su amigo y sonrió a sus amigos.
— buenos días YoonGi hyung- saludo Taehyung.
— buenos días yoon- dijo Hoseok al verlo sentarse a su lado.
— cómo les fue en su celebración de aniversario??- YoonGi vio a la pareja y hobi se sonrojo.
— todo muy bien YoonGi hyung, fuimos a cenar y luego fuimos a mi casa a ver películas- Taehyung sonrió de lado y vio a su novio ponerse rojito, y ahí YoonGi capto todo.
— oh ya entiendo, sin explicaciones por favor- con eso el trío rio y cuando escucharon la campana el más pequeño fue a su respectivo salón y ellos solo se acomodaron.
JiMin se había levantado de mal humor, casi no durmió pensando en la mirada gatuna, y linda, este ya estaba en las instalaciones como todos los días, con su cara de pocos amigos y su porte de "aléjate o te mato" botas tipo militar, pantalón negro, playera negra, y chaqueta de cuero negra, sus perforaciones notables, en sus orejas labio, lengua y ceja, todo un bad boy se fue directo a su aula, y localizo su lugar, vio que sus amigos aún no llegaban así que el solo se sentó viendo su teléfono, hasta que uno de su grupo llegó.
— JiMin que tal?- llegó Jungkook el era uno de las personas con quién se hizo sus perforaciones, su amigo tenía su taller de tatuajes y perforaciones.
— de maravilla, siento que vuelo en nubes, y tú jeon??- dijo con sarcasmo.
— tampoco exageres, yo estoy bien- dice más que acostumbrado a las respuestas de su amigo- y Taehyung??
El de piel canela lo vio a los ojos con ironía.
— yaya me quedo claro, espero y no demore, la clase está por empezar- a los minutos sonó la campana y Taehyung entraba agitado.
— por fin, pensé que ibas a faltar- dijo Jungkook.
— para nada, estaba con hobi, y con YoonGi hyung- callo cuando el profesor ingreso al aula.
Será un largo día para ciertos chicos que no dejaban de pensar en aquella noche, y sus dudas que dejo está.
para las personitas que estaban ansiosas por que yo subiera este finc aquí esta, espero y lo disfruten, por el momento subiré el primer capitulo, ténganme paciencia.
hasta luego mis mandarinas.
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