
𝐏𝐫𝐨́𝐥𝐨𝐠𝐨
-vamos Fred, sal de ahí.
Hoy es el último día de verano y lo mejor que tengo que hacer, es rogarle a mi hámster que salga de su casita para poder verlo, soy el sinónimo de la diversión. Pero que puedo hacer, hice mil cosas hoy para ver que podía saciar mi aburrimiento; jugué con mis antiguos juguetes, gire en la silla de mi escritorio hasta marearme, intente redecorar mi habitación, trate de hacerme un cambio de look, pero termine igual, incluso jugué a solitario y perdí. Lo más entretenido de mi día fue molestar a Liam, lo cual ya no puedo hacer porque se encerró en su cuarto.
-si sales y haces un poco de ejercicio, te dejare de molestar- le dije a Fred. El pobre me mira con miedo, ya que llevo como diez minutos grabándolo para ver si hace algo gracioso.
- ¡Jaden, Lee llego! - grito mi papa desde el primer piso.
-tienes suerte, pero esto no ha terminado- dije entrecerrando los ojos hacia mi hámster, el cual sigue acurrucado en su casita. - ¡dile que entre! – le grite a mi papa de vuelta. Se oyen unos pasos por las escaleras, que por cómo se escuchan sé exactamente quien está subiendo.
-al fin llegas, te llame hace como dos horas- le dije a mi mejor amigo, el cual estaba apoyado en la puerta con una bolsa de papel en la mano.
Lee y yo, somos los clásicos amigos inseparables. Dicen que somos como uña y mugre, lo que es cierto en realidad, nuestras madres eran mejores amigas y por azares del destino nos dieron a luz el mismo día, nos han criado juntos desde entonces, por lo que somos muy unidos desde que nacimos, siempre que busques a uno va a estar con el otro. Lee incluso me ha llegado a denominar "hermano de otra madre", lo cual hace un poco más difícil mi situación.
-perdón por la tardanza, pero tengo con que compensarlo- dijo levantando la bolsa. No entendía hasta que vi el logo de la bolsa, era pollo. No dude en arrebatarle la bolsa y correr hacia mi cama para abrirla, el me seguía por atrás tratando de quitarme la bolsa, ya que sabía que si lograba quedarme con la bolsa no dejaría ni migajas. Después de un par empujones y un ataque de almohada, logre salir victorioso.
- ¡ja! No te metas conmigo y mi comida- dije antes de darle la primera mordida a una pierna de pollo. Sabe a gloria.
-dios, eres como el hulk de la comida- dijo mientras se sentaba en la silla de mi escritorio, al voltearse encontró mi cámara junto la jaula de Fred y no tardo en deducir que había estado haciendo. –volviste a grabar a Fred ¿verdad?
-no descansare hasta que sea famoso en YouTube- dije con la boca llena pollo.
Lee metió la mano a la jaula de Fred para sacarlo, y el muy traidor lo recibió como su salvador.
-ahora si ¿por qué tardaste tanto?, me estaba muriendo de aburrimiento- me queje sentándome en mi cama, mientras dejaba a un lado la bolsa con comida.
-me estaba divirtiendo en mi último día de vacaciones, lo que tu deberías estar haciendo. No atormentando a tu hámster - se excusó sin dejar de acariciar a Fred.
-por eso te llame, no sabía qué hacer. Estaba considerando hacer la comida- explique.
-pero tú no sabes cocinar.
-exacto- dije con mi cara de obviedad. –pero ya que estas aquí deberíamos pensar en una idea para la recaudación de fondos.
-tal vez deberíamos, pero no lo vamos a hacer- dijo dejando a Fred de nuevo en su jaula y luego jalándome para levantarme de la cama.
-Lee tenemos solo una semana para dar una idea- le reprendí.
-cierto, tenemos toda una semana para dar una idea, así que tú y yo señorito vamos a ir a mi casa y tener un día de piscina- me contestó yendo hacia mi armario, sacando un traje de baño y aventándolo a mi cama.
Estaba a punto de negarme, pero me detuve al ver su cara de ilusión. Lee podía ser lindo cuando quiere, ya que siempre pone la misma cara cuando desea algo y como la fiel victima que soy, siempre caigo en el mismo truco y termino cediendo.
-bien, pero mañana me ayudaras sin excusas- exclame apuntándolo con mi dedo. Lee siempre trata de persuadirme de no obligarlo a hacer los deberes.
-...es justo, entonces ¿trato? - dijo después de un rato de poner cara de pensarlo. extendiendo la mano juguetonamente para que la tome.
-trato- dije estrechándole la mano. Al tomarla sentí como se aceleraba mi pulso y mis mejillas se calentaban. Esto siempre me pasaba cuando toco a Lee, al principio no sabía que me pasaba, pero la descubrí un año atrás mientras charlaba con mi madre, ella me describía como se sentía cuando salía con papa, me decía que se ponía nerviosa y sentía las típicas mariposas en el estómago. No tarde en armar el rompecabezas y descubrir los sentimientos que tenía hacia mi mejor amigo. Estaba enamorado de Lee Flynn.
Después de un tiempo aprendí a ocultar mejor mis sentimientos, con la esperanza de que algún día desaparezcan. Sobra decir que aún no ha pasado.
-oye Nick ¿estás bien? – dijo mientras ponía una mano sobre mi cabeza, lo cual solo ocasiono que mi sonrojo se expandiera por toda mi cara. –parece que te fuiste a la luna, además te estas poniendo rojo.
-S-si solo tengo algo de calor- respondí nerviosamente evitando mirar a sus ojos. Su mano seguía en mi cabeza, hasta comenzó a alborotar mi cabello.
-tengo la cura perfecta para eso, ¡a la piscina! – grito saliendo de mi habitación- sígueme enano.
- ¡solo eres 10 cm, más alto que yo! - le grite para que me escuchara. Siempre le ha gustado molestarme por mi estatura, diciéndome apodos ridículos y cosas así. Camine hacia mi cama y tome el traje de baño que saco Lee para mí, después lo guarde en una mochila y me dirigí afuera de mi cuarto. No sin antes tomar las sobras del pollo, para más tarde.
Baje por las escaleras con mi mochila en los hombros. Lee estaba en la sala esperándome, me disponía a ir con el hasta que una voz me detuvo.
- ¿A dónde vas? – dijo una voz dura a mis espaldas.
Esa voz pertenecía a mi papa. Estaba sentado en el sofá con el control remoto en la mano viendo el canal de noticias.
-Lee me invito a su casa, queremos nadar un rato- le dije con la voz más tranquila que pude. El solo asintió y me dijo
-bien solo no llegues después de las ocho, tienes clases mañana- dijo sin separar la vista del televisor.
Yo solo asentí, aunque sabía que él ni siquiera me miraba, así que continúe mi camino hacia la salida con Lee siguiéndome, una vez que estuvimos en el auto Lee el abrió la boca a lo mejor no soportando el silencio incómodo.
-así que sigue igual- dijo mirándome.
-no pasa nada, ya me acostumbré- le dije devolviéndole la mirada, desde hace un tiempo mi papa me ha dejado de hablar, solo lo hace cuando es necesario.
-descuida ya se le pasara- dijo Lee tomando mi hombro como apoyo. aunque un poco nervioso por su toque, intente sonreír para que dejara de preocuparse. Sabía que no me creía, pero de todos modos arranco el auto soltando temas al azar. -te pintaste las uñas, ¿Hay algo que no hayas hecho por aburrimiento? - dijo viendo mis manos.
-es marcador negro, no te burles- le dije con una sonrisa genuina. Es uno de los aspectos que me gustan de Lee, siempre me saca una sonrisa.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro