-¿Qué hace aqui?, ¡es un club privado!-

-¡Ustedes!, ¿¡Qué hace mi ___ aquí?!, ¡no puedo confiar en algo así!, ¡no ha vuelto a casa!- La señora se notaba cansada, y, hasta que había consumido de lo mismo que vendían. -¡Vamonos a casa!- Tomo la mano de ___, intentando llevarla fuera del lugar.

-¡No!, ¡mamá!- Intento soltarse, pero solo logro que las uñas largas de su madre fueran enterradas en su palma. -¡Quackity!- Llamo a su novio.

Corrió hasta donde estaba la señora, prácticamente, arrastrando a su hija.

-No le voy a permitir salir con ella.-

-¡Tu!, ¡sabía que mi hija se fue por tu culpa!-

Quackity la miró con enojo, ___ de inmediato recordó sus problemas de ira, se soltó como puso cuando su madre se distraigan y tomó ambas manos de su novio, haciendo un esfuerzo para que no golpeara a nada ni a nadie.

-Le voy a pedir que se retire.- Samantha y Rubius fueron tras la señora, querían que se fuera. ¿Una cena tranquila era amucho pedir?. La madre de la chica no se iría sin su hija. -Mire, ¡váyase de una maldita vez antes de que le de un maldito putazo ahora!-

A simple vista, Samy y Alex no parecian hermanos, pero, bastaba con ver su personalidad, comportamiento y actitud para darse cuenta. Alexis y Samanta, personas que jamás quisieras conocer enojadas.

-¡No me iré sin ___!-

-¡Qué de vaya!, ¡no ha hecho más que golpear a su hija toda su vida!-

Ya nada importaba, nada más que sacar a esa horrible mujer del lugar.

-¿Donde están los malditos guardias?, ¡Osvaldo, Felix, saquen a esta señora de aquí!-

Luego de unos segundos, dos hombres -Felix y Osvaldo-, fueron tras la señora, luego de amenazas, lograron sacarla de aquí.

-Oh, Dios, que molesta.- Se quejo ___, abrazando a Alexis. -Disculpen eso.-

Todos asintieron.

-Imaginemos que nada paso, y cenemos, hay que despedir bien a Quackity.- Spreen saco el gorro del chico, ambos comenzaron a jugar, Spreen sin dárselo, Alexis intentando alcanzarlo.

1 HORA DESPUÉS
...

-¿Sr. Spreen?- Felix entro con su máscara, la retiro y miro a Spreen, necesitaban hablar fuera.

Salieron ambos, dejando a los demás con la duda, pero más concentrados en su platica y comida.

-¿Qué sucede?- Spreen cruzo sus brazos y miró con curiosidad a su trabajador.

-Filis nos acaba de llamar, encontraron a la madre de ____... muerta.- Susurro lo último, bajo la mirada, y guardo su arma.

Spreen suspiro cansado.

-Hablaré con ella cuando acabe la cena. Sigan con su trabajo.- Mando, y entró de nuevo con los demás.

-¿Qué pasó?- Pregunto Samantha, que lo encontró en el pasillo cuando iba de camino al baño.

-____, ¿cuanto amaba a su madre?-

-Demasiado, por más que no parezca, es su única familia de sangre ahora. ¿Por?, ¿qué pasó?- Rivers lo miro con algo de miedo.

Spreen cerró sus puños, y mordió su misma mandíbula, con miedo.

-La encontraron muerta hace un rato... N-no se como le diré.-

Samantha lo miro sorprendida, hace una hora la señora estaba aquí, y ahora muerta.

-¿Pero de que?, ¿cómo?, ¿qué le pasó?-

-N-no lo sé, no lo...se- Suspiró pesadamente. Esta sería una noche difícil. -Le diré antes de que se vayan. Y, por cómo estaba, tal vez una sobredosis.-

Samantha hizo un tipo puchero con sus labios, mostrándose triste. Bajo la mirada y abrazo su propio brazo.

-Lo tomará muy mal.-

Samy se puso a pensar en como se pondría. Ya había perdido a su hermano -sin saber que era su hermano-, y ahora, su madre, y lo peor, no tenía más familia. Intentaba ver el lado bueno, Alexis y ella podrían irse a donde quisieran, serían libres de todo, felices, o eso intentarían.

12 DE LA NOCHE
...

-¿Podemos hablar?-

Samantha había ido a hablar con Alexis, ahora, Ivan con ___.

-Claro.- Ambos caminaron hasta el pasillo. Afuera, estaban Alexis y Samanta. -¿Qué sucede?- Pregunto.

La mirada feliz y dulce que tenía lo hacían dudar en si decirle ahora o no.
Tomo valentía y comenzó a hablar.

-____, mira...Se que amabas a tu madre, a pesar de todo lo que hizo, jamás fuiste rencorosa con ella, y eso debió admirar de su hija. Se que jamás la odiadas, por que, ya no podrá molestarte.- Miró el rostro confundido de la más baja. Tomó sus manos, sintiéndonos frías y volvía a verla. -E-ella murió... Nos dijeron hace un rato.- Soltó rápidamente, cerro los ojos con fuerza y ladeo su cabeza, le dolería ver la reacción de la ma pequeña, se encariña tanto que verla llorar o estar mal le dolería.

-Ay, no-

-Baibai