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𝟎𝟏𝟎: 𝐌𝐞 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐬 𝐭𝐨𝐦𝐚𝐫 𝐦𝐚𝐥𝐚𝐬 𝐝𝐞𝐜𝐢𝐬𝐢𝐨𝐧𝐞𝐬

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𝑰'𝒗𝒆 𝒃𝒆𝒆𝒏 𝒅𝒐𝒊𝒏𝒈 𝒔𝒕𝒖𝒑𝒊𝒅 𝒕𝒉𝒊𝒏𝒈𝒔,
𝑾𝒊𝒍𝒅𝒆𝒓 𝒕𝒉𝒂𝒏 𝑰'𝒗𝒆 𝒆𝒗𝒆𝒓 𝒃𝒆𝒆𝒏.
𝒀𝒐𝒖'𝒗𝒆 𝒃𝒆𝒄𝒐𝒎𝒆 𝒎𝒚 𝒇𝒂𝒗𝒐𝒓𝒊𝒕𝒆 𝒔𝒊𝒏,
𝑺𝒐 𝒍𝒆𝒕 '𝒆𝒎 𝒌𝒆𝒆𝒑, 𝒍𝒆𝒕 '𝒆𝒎 𝒌𝒆𝒆𝒑 𝒐𝒏 𝒕𝒂𝒍𝒌𝒊𝒏𝒈.
𝑻𝒉𝒂𝒕'𝒔 𝒓𝒊𝒈𝒉𝒕...
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Mal's POV:
Caí profundamente dormida luego de que los chicos y yo hablaramos. Me reconfortó muchísimo el hecho de que los cuatro, incluyendo a Ben, hayan sido tan comprensivos y pacientes.

Me da tanta paz saber que cuento con mis mejores amigos para lo que sea. Los amo, a cada uno por distintas razones, pero al final del día son mis hermanos, aunque no sean de sangre.

Jay fue la primera persona en la que pude confiar. A pesar de que en ese entonces no lo reconocíamos, siempre fuimos amigos. Eramos aliados en travesuras, pero sabíamos que al final del día solo eramos sinceros entre nosotros.

Carlos, con él jamás dejaré de disculparme por ser tan mala. Era un chico inocente y asustado, y yo las pagaba con él solo por querer impresionar a los demás. Por eso me honra que confíe tanto en mí luego de ser tan pesada.

Evie, fui tan injusta con ella. Veía en ella la confianza innata que yo deseaba tener, y de cierto modo la envidié por ello. La hice pasar muchos malos momentos.

Pese a todo, a pesar de que a Jay y a mí nos cuesta más expresarnos que a Carlos e Evie, somos un equipo imparable. Sabemos lo que puede estar pasando alguno sin necesidad de preguntar. Somos una familia pequeña pero genial.

Y Ben, siento que es mi alma gemela. Nos complementamos el uno al otro, tenemos una sincronía tan impresionante que aún me asombra lo bien que conectamos siendo tan diferentes.

Me alegra que él se empiece a sentir parte de nosotros.

Después de esa noche me sentí realmente bien. Al día siguiente pude concentrarme plenamente en la escuela. Ese fin de semana lo dediqué a investigar más sobre las diferentes becas y universidades de arte que hay en el reino.

Ya había leído un poco, pero estamos a poco tiempo de comenzar ferias de universidades y por presentar exámenes de admisiones. No quiero dejarlo todo para última hora, quiero aprovechar que me queda poco más de un año para pensar bien en lo que quiero. Así que vi no menos de cien lugares.

Creé una lista con mis diez opciones preferidas y la reduje a cinco. Todas en Auradon City o los alrededores, con opciones de becas y rutas fáciles de transitar en moto.

Sé que lugares como Arendelle y Corona me ofrecen mucho, pero sinceramente pienso en mi comodidad y emociones. No quiero nada que me aleje de Ben o mis amigos, y las que más me gustaron me ofrecen la oportunidad de estar cerca.

Debo admitir que hay dos que me emocionan más, las dos son en la ciudad y me dan muchas posibilidades de trabajo.

Pensar en el futuro me hizo mentalizarme en ciertas cosas. La primera es el hecho es que tarde o temprano seré dama de la corte, algo que sé que me llevará tiempo y trabajo adaptarme. Y por lo poco que he hablado con Ben sobre matrimonio, ambos deseamos casarnos en unos años.

Aunque me cueste decirlo en voz alta, sé que a pesar de que eso sucederá en unos años, es algo que quiero que pase. Nunca me imaginé casada ni teniendo una familia, pero ahora que he madurado y soy más sincera conmigo misma amaría que eso suceda con Ben. Con él me siento capaz de afrontar lo que sea.

¿Qué si me asusta dar ese paso y tener que convertirme en reina? Claro que lo hace, pero es una idea a la que ido adaptándome en estos meses. Descartando todo lo malo, mi madre me crió para ser una líder. Y sí, ser reina de una nación entera no es lo mismo que ser la líder de la Isla de los Perdidos. Aún así, sé que es algo que deberé afrontar.

Por esa misma razón es que me gusta que poca gente sepa que seguimos juntos. Eso me permitirá tener mayor seguridad en mí misma y adaptarme a todo lo que es la realeza.

Aprecio tanto el hecho de que Ben esté dispuesto a hacer esto por mí, pero estoy consciente que también lo hace por él. Toda su vida ha sido perseguido por la prensa, incluso desde antes que naciera. Es normal que quiera mantener esto fuera del ojo público por un tiempo.

Volviendo al tema de esta semana, todo fluyó con naturalidad. Apenas vi a Ben entre clases porque estaba lleno de juntas y los dos teníamos muchas tareas, pero eso no impidió que hablaramos por teléfono.

En mis momentos libres me dediqué a ayudar a Evie y a Doug con los pedidos que tenía la peliazul para la fiesta de Chad. La mayoría de las chicas le habían pedido que les hiciera sus atuendos o al menos parte de ellos. Incluso Carlos y Jay colaboraron bastante.

Aunque, he notado cierta tensión entre los dos tortólos en estos días. Evie me contó que tuvieron una larga y sincera conversación sobre su relación. Y me da la impresión que esa charla solo sirvió para avanzar al siguiente nivel. Los veo mirándose como sé que Ben y yo nos miramos, es obvio que están muy enamorados y que definitivamente tarde o temprano tendré una charla de chicas con mi amiga ojimiel sobre ello.

Después de todo eso llegamos al día de hoy, sábado, día de la fiesta. A decir verdad, nunca he sido muy fiestera, probablemente por culpa de mi madre. Pero me anima que iré con Ben y mis amigos. Además, algo de distracción mo me vendría nada mal.

Evie planeó cada detalle de mi look y el de Ben, de modo que iremos combinados. El color principal no es algo que yo usaría, pero me sentí cómoda conmigo misma al verme al espejo.

Incluso tengo una peluca negra puesta, todo con la intención de que no descubran quien soy. Evie también tiene una, al igual que la mayoría de las chicas.

Decidimos no usar nuestros colores habituales, al menos no en todo el look, para que sea más difícil reconocernos.

Me senté en mi cama al terminar de ajustar mis tacones. No estoy acostumbrada a usarlos, si uso plataformas son en botas, pero Evie encontró unos que a pesar de ser altos son cómodos.

-¿Cuánto te falta, E? - pregunté.

-Dame unos segundos - respondió, concentrada en no dejar ni usa sola mancha de labial fuera de su boca- Listo.

Sonreí con diversión al ver como se admiraba en el espejo.

-Es hora de ponernos las máscaras, los chicos llegarán pronto- le recordé.

-Cierto.

Abrió el cajón de la peinadora y sacó mi máscara y la suya. Justo después de asegurar el nudo de la mía oímos como tocaban la puerta. Apagamos todo y salimos. Jay y Carlos se impresionaron al vernos.

-¿Quién eres tú y que hiciste con Mal? - preguntó Jay.

Rodee los ojos y le di un golpe en el brazo. El hijo de Jafar se quejó mientras que Evie y Carlos reían.

-Se ven genial, chicos- los alagó ella.

-Al igual que ustedes.

Los cuatro nos miramos antes de comenzar a caminar. Íbamos a llegar en grupo, pero cada uno tiene su cita. Evie con Doug, Ben y yo, Carlos y Jane y Jay y Lonnie. El pecoso dice que fue tan extraña la manera en la que se lo pidió a la hija del Hada Madrina que no tiene claro si en serio es una cita o no. Jay y Lonnie van como "amigos".

Nos subimos al auto que pedimos y emprendimos rumbo al castillo en Charmington.

(...)

Le agradecimos al chófer, le pagamos y nos bajamos del vehículo. Desde aquí afuera ya se veían las luces y se oía levemente la música. Mostramos nuestras invitaciones a los guardias y nos guiaron hasta el salón y el jardín donde estaban los demás.

La música estaba hasta el tope, con luces de diversos colores iluminando todo. La decoración era dorada con un montón de plumas blancas. Había una gran pista de baile, mesas con comida y postres, un bar de bebidas y un DJ.

Saludamos al cumpleañero en cuanto lo vimos.

-Buena elección de disfraces- nos dijo, sonando ligeramente ebrio.

No agregó más nada ya que varios de sus compañeros del equipo de Tourney lo arrastraron hacia otro lado.

-¿Buscamos algo de beber? - preguntó Carlos, tratando de hablar sobre el ruido.

Los tres asentimos y nos dirigimos hacia la barra. Pedimos nuestras bebidas.

-Por nuestras viejas noches en la Isla- dijo Jay, haciéndonos reír.

-Por nuestras viejas noches en la Isla- repetimos.

Alzamos los vasos y los chocamos antes de beber. Agité mi cabeza al sentir como el alcohol bajaba por mi garganta. En la Isla solían haber fiestas con alcohol, pero jamás he llegado al punto de estar borracaha. Jay sí, y Evie casi, pero Carlos y yo no.

Hablamos un rato sentados en la barra hasta que Lonnie llegó y arrastró a Jay a la pista. Nos reímos al ver sus caras por la fuerza de la hija de Mulán.

-¿Recuerdas como venía Jane? - interrogé a Carlos.

Afirmó con un ruido de asentimiento. Sonrió ampliamente al divisarla entre la gente luego de unos segundos.

-Ve con ella, tigre- bromeó Evie.

Le dimos unas palmadas en la espalda antes de empujarlo ligeramente para animarlo a que se levantara de la silla. Sonreímos con ternura al ver como besaba la mano de la ojiazul antes de guiarla a la pista.

Mi teléfono vibró. Abrí la notificación, es de mi novio.

-Ben dice que Doug y él llegan en cinco minutos- dije en voz alta, pero con el volumen de la música solo me oyó la hija de Regina.

-Perfecto.

Me reí al ver la expresión embobada de Evie por tan solo pensar en él.

-Ben y yo nos iremos a su dormitorio, así que Doug y tú tienen el nuestro para ustedes solos hasta que quieran- le dije, alzando las cejas.

Con todo y la poca iluminación percibí como sus mejillas enrojecían.

-Consideraré tu oferta- dijo, riéndose suavemente.

Incliné mi segundo vaso y le sonreí con malicia. Ella río. Bebimos el trago, tolerándolo un poco más que el primero.

Nos bajamos de las sillas y caminamos a la mesa de dulces. Tomé unas fresas cubiertas de chocolate y ella un pastel de limón en miniatura. Conversamos un poco, aunque Evie se distrajo apenas vio entrar a Doug.

Una de las ventajas de ella haber hecho los atuendos y yo haberla ayudado es que identificamos rápidamente a los demás invitados, cosa que casi nadie ha logrado.

-Anda, yo aún debo esperar a Ben.

Me abrazó de costado y se fue hacia el de lentes, que en esta ocasión llevaba lentes de contacto debido a la máscara. Él le dijo algo y ella asintió con emoción antes de entrelazar su mano con la de él

Sabía que Ben tardaría más en entrar, ya que venía conduciendo y debía encontrar lugar donde estacionarse. Alcancé a los chicos para bailar luego de unos minutos.

No tengo casi nada de alcohol en mí, pero debo admitir que ya comenzaba a hacer efecto. El ambiente y estar con gente de confianza también me ayudó a soltarme más.

Evie y yo saltábamos tomadas de las manos, riendo mientras que todos tarareaban Shake It Off de Taylor Swift. Sonaron un par de canciones más hasta que sentí como dos manos me tomaban delicadamente de los hombros. Mi corazón reaccionó al instante.

-Hola, amor - susurró en mi oído.

Me di la vuelta y alcé las comisuras de mis labios al verlo a los ojos. Ben imitó mi gesto y me rodeó con sus brazos.

-Te ves extremadamente guapo, cariño - le dije.

El castaño sonrió y tomó mi mejilla con una de sus manos.

-Te luce mucho el color rojo, y también el negro - dijo, refiriéndose a "mi cabello".

Arrugué mi nariz y reí.

-¿Cómo supiste que era yo? Hay varias chicas con pelucas moradas.

Porque sí, nosotras no eramos las únicas con el cabello de otro color. Algunas hasta lo tenían azul o rosa.

-Porque jamás confundiría al amor de mi vida con alguien más - dijo sonriendo - Además - se acercó a mi oído de nuevo-, definitivamente reconozco tu cuerpo con solo mirarte.

Sentí como la sangre subía a mis cachetes. Junté sus labios con los míos por varios segundos. Nos miramos un instante antes de separarnos.

Lo acompañé a buscar algo de beber y de comer. Ninguno de los dos quiere salir ebrio de aquí, así que mi límite serán dos tragos más y listo. Me reí al ver la mueca que Ben hizo al tomar su bebida.

-No estoy acostumbrado a tomar cosas tan fuertes - se quejó.

Volví a reírme.

-Ni yo, pero sino nos excedemos no hace daño.

Me dejó probar de su vaso y se lo terminó de tomar. Comimos unos cuantos dulces antes de volver con los demás a bailar.

Creo que muchos ya están ebrios, o al menos a poco de estarlo. Chad y Audrey son dos de ellos.

-No quiero imaginarme que dirán Ella y Kit cuando vean el desastre que hizo su hijo con su fiesta- me dijo Ben.

Ambos reímos.

Perdí la cuenta de las canciones después de un rato. Solo sé que me sentía realmente libre y divertida con esto. Estoy tan cómoda bailando entros los brazos de Ben. Las canciones eran lentas, de modo que él me guiaba y yo me dejaba llevar por sus pasos.

No podía despegar mis ojos de su rostro. A pesar de tener nuestras máscaras, lograba detallar cada cosa de su piel. Llevó una de mis manos a su cabello, acariciándolo con suavidad.

-¿Te estás divirtiendo? - me preguntó, sabiendo que estas cosas no son lo mío.

-Ujum- respondí con una sonrisa.

Ben me acercó más a él y besó castamente mis labios, haciéndome reír.

(...)

A pesar de no estar ebrios las bebidas definitivamente nos estaba ayudando a relajarnos. Habían muchas parejas en la pista, el olor de los tragos se percibía en prácticamente todo el mundo.

Le di un sorbo a mi última bebida de la noche, oyendo lo que Ben hablaba con Doug e Evie.

-¿Ya se van? - les preguntó mi novio.

-Sí, es bastante tarde y mañana almozaremos con mi familia. Ninguno de los dos quiere llegar oliendo a alcohol- contestó el hijo de Tontín.

Evie asintió. Realmente ninguna de ellos había bebido casi, pero entendí que preferían no arriesgarse.

-¿Quieren que los llevemos?

-No hace falta, M. Pedimos un auto y ya debe de estar por llegar. Sigan disfrutando de la fiesta.

La tomé de la mano y la aparté un poco mientras que los chicos seguían hablando.

-¿Crees que eso pase hoy?

Evie se encogió de hombros.

-A decir verdad, espero que sí, pero no quiero presionarlo.

-Bueno, en el caso de que suceda, hay algo que les servirá escondido en uno de los cajones de mi mesa de noche- le guiñé el ojo.

La peliazul puso los ojos en blanco, pero terminó soltando una carcajada. Nos abrazamos y volvimos con nuestras parejas. Terminamos de despedirnos y ellos se fueron. Ben y yo regresamos a la pista de baile.

La música estaba a todo volumen, así que nos dejamos llevar. Bailabámos pegados al otro, sintiendo mucha cercanía entre nuestros cuerpos. Jamás habíamos estado tan cerca, no en público.

Los brazos de él se deslizaron por mi cintura y su mentón se apoyó en mi hombro, haciéndome suspirar por lo bajo. Ben besó mi mejilla y me hizo dar la vuelta para mirarlo.

-¿Sucede algo?

-Voy a sonar muy directo, pero te lo diré - se inclinó hacia mí para que solo yo pudiera oírlo- Si no nos vamos pronto, quedaré en evidencia ante todos por como me tienes.

Mis mejillas se tornaron extremadamente rojas. Sí que fue directo, porque en estas semanas no había ido tan rápido al grano con algo así.

-Pues es hora de irnos y continuar con esta fiesta solo nosotros dos. ¿Qué dices? - le pregunté con coquetería.

Ben gruñó al sentir como pasaba mi mano por su espalda.

-Digo que es la mejor idea.

Solté una risita y entrelacé mi mano con la suya cuando la extendió hacia mí. Salimos del lugar, caminando hacia su auto. Entiendo que no haya querido traer la moto al ser tan tarde.

Me abrió la puerta del lado del copiloto y le sonreí. Me subí y él cerró, dirigiéndose a su lado. Encendió el motor luego de asegurarse de que ambos tuviéramos los cinturones puestos.

El aire fresco iba dando en nuestras rostros por las ventanas, pero ni eso lograba calmar el calor que ambos sentíamos luego de tremenda escena que tuvimos hace unos minutos. La tensión estaba muy presente. Creo que incluso era más fuerte que nuestras primeras noches juntos.

Luego de media hora, llegamos a la preparatoria. Logré ver la hora antes de que el auto se apagara, son casi las tres de la mañana. No recuerdo haber estado despierta hasta tan tarde desde hace mucho.

Bajamos del auto y Ben pasó un brazo sobre mi hombro. Entrelacé mi mano con la suya y caminamos en silencio. Al llegar a la puerta de su dormitorio, abrió la puerta rápidamente. Entramos, y apenas tuve tiempo de reaccionar cuando mi espalda quedó totalmente apoyada sobre la puerta de madera.

-Veo que alguien está muy emocionado por pasar un tiempo a solas- dije en tono seductor, jalándolo hacia mí por su camisa.

Él sonrió, pude notar como sus pupilas se veían más grandes de lo habitual. Y no dudo que las mías estén iguales.

-Tienes toda la razón, pero me gustaría verte con tu hermoso cabello morado y no con esta peluca.

Sellé nuestros labios, besándolo con fiereza mientras que deshacía el peinado en mi cabeza. Al cabo de unos segundos tuve que separarme de él para poder acercarme al espejo. Me quité los tacones con rapidez, oyendo como sus zapatos también chocaban contra el suelo.

Sus brazos me rodearon y su boca se fue hacia mi cuello.

-Cielo, si no... No dejas de besarme así por un momento tardaré más en... En quitarme esto- dije entrecortadamente.

En el espejo de la peinadora pude ver su reflejo. Sonreía con malicia, pero terminó haciéndome caso. Retiré como pude la peluca negra y todos los ganchos que la sujetaban. Me quité todos los accesorios y los dejé sobre el mueble.

Me di la vuelta, llevando mi boca a la suya. Desabotoné los botones de su camisa. Bajé como pude su pantalón y las dos prendas quedaron regadas por el piso. Alcé los brazos para permitirle que se deshiciera del vestido. Prácticamente lo arrancó antes de tirarlo con lo demás.

Tomó mi cintura con sus manos, levántandome. Rodee sus caderas con mis piernas y nos besamos todo el camino hasta su cama. De pronto, no había ninguna tela sobre nosotros más que las sábanas.

Está de más decir que los dos nos desesperamos por tocar y besar la piel del otro. Durante un rato, dimos vueltas en la cama. Jalé su cabello castaño. Todavía estaba recuperando mi respiración cuando besó mi frente.

-¿Te gustó? - me preguntó.

Abrí los ojos débilmente, aún mareada por lo que acababa de hacerme sentir.

-Si fuera posible, cada vez que estemos juntos me gustaría que esto se repita.

Ben, aunque trató evitarlo, sonrió con satisfacción.

-¿Te gustó lo que yo hice? - le pregunté, pudiendo mantener mi vista más enfocada.

A pesar de la oscuridad noté como sus mejillas se encendían. Asintió, tomando mi mano y dando un beso sobre mis nudillos.

-Te tomo la palabra.

Reí, con él uniéndose poco después. Lo tomé del mentón, acariciando su rostro.

-Te amo- dije.

-Yo también te amo.

De nuevo, nuestros labios se unieron.

(...)

Con todo y que tanto él como yo nos sentíamos cansados, decidimos quedarnos hablando un rato. Apenas nos habíamos visto, así que nos queríamos poner al día. Nuestra semana no había sido muy interesante, pero era lindo compartir un momento así.

Tengo mi cabeza recostada en su pecho, abrazándolo. Mientras que él tiene un brazo debajo de su cabeza y el otro me rodea.

-Mis padres quieren que almorzemos con ellos mañana en la tarde- soltó.

Analicé unos segundos su frase.

-¿Crees que sospechen de algo?

-Siéndote sincero, no lo sé. No me han hecho ningún comentario con respecto al tema. De hecho han sido comprensivos y solo me han preguntado lo justo y necesario.

Me quedé callada.

-Hey- acarició mi cabello, haciendo que lo mirara- En el caso de que ellos sepan que seguimos siendo pareja no pasará nada malo. Mi mamá te adora, y mi papá te aprecia mucho.

-Quisiera creer eso, pero no les di muy buena impresión al principio.

-Amor, recuerda la conversación que tuviste con mi mamá hace unas semanas. Ella de verdad confía en ti, sabe que eres buena persona y mi padre también. Quieren darte una oportunidad. Y sé que entenderán la situación si se los explicamos.

-¿Estás seguro? - pregunté, algo dudosa.

-Te lo aseguro- besó mi coronilla- Ellos serán muy comprensivos, incluso puedes hablar con ellos de tu pasado. No te juzgarán, y tampoco estarían en posición de hacerlo dado a que sus vidas eran muy diferentes cuando eran jóvenes.

-¿Acabas de decirles viejos? - reí.

-Mal- se quejó, haciendo que riera más - Hablo en serio. Pienso que tal vez te hará bien hablarlo con ellos. Sepan o no sepan de lo nuestro, estarán encantados en ser parte de tu vida.

Suspiré.

-Está bien, si se da la oportunidad hablaré con ellos.

Volví a acomodar mi cabeza en su cálido pecho.

-No quiero que se molesten contigo por haberles mentido en el último mes.

-Y no lo harán. En todo caso, es mi vida, y les guste o no quiero que seas parte de ella.

Sonreí. Dejé un beso en su pecho y me acurruqué en sus brazos. Al cabo de unos minutos, oí como su respiración se calmaba y se quedaba dormido. Yo lo seguí poco después.

Ben tiene razón, tal vez me hará bien hablar con Bella y Adam. Me tranquiliza la confianza que le tiene a sus padres, así que por ambos les daré una oportunidad. Como ellos me la ofrecen a mí.

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Hace mucho calor, ¿no?

Este capítulo tardó más de lo esperado, pero espero que lo hayan disfrutado.

En el siguiente llegamos a la mitad del libro. Espero poder terminarlo en lo que queda de año y el próximo.

¡Nos leemos pronto!

~Con amor, su escritora💕.

Publicado el 12/10/2021.

Editado el 10/04/2024.

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