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𝟎𝟎𝟖: 𝐍𝐨 𝐩𝐮𝐞𝐝𝐨 𝐞𝐯𝐢𝐭𝐚𝐫 𝐥𝐨 𝐪𝐮𝐞 𝐞𝐬𝐭𝐨𝐲 𝐬𝐢𝐧𝐭𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨



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𝑮𝒐𝒕 𝒎𝒆 𝒊𝒏 𝒎𝒚 𝒇𝒆𝒆𝒍𝒊𝒏𝒈𝒔, 𝒎𝒎.
𝑾𝒉𝒂𝒕 𝒕𝒉𝒆 𝒉𝒆𝒍𝒍 𝒚𝒐𝒖 𝒅𝒐𝒊𝒏' 𝒕𝒐 𝒎𝒆?
𝑰 𝒄𝒂𝒏'𝒕 𝒉𝒆𝒍𝒑 𝒘𝒉𝒂𝒕 𝑰'𝒎 𝒇𝒆𝒆𝒍𝒊𝒏',
𝒀𝒆𝒂𝒉, '𝒄𝒂𝒖𝒔𝒆 𝑰'𝒎 𝒇𝒂𝒍𝒍𝒊𝒏𝒈 𝒅𝒐𝒘𝒏 𝒍𝒊𝒌𝒆 𝒂 𝒔𝒖𝒎𝒎𝒆𝒓 𝒓𝒂𝒊𝒏...
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Mal's POV:
Abrí los ojos poco a poco, tratando de descifrar que hora era. Recuerdo que Ben y yo nos quedamos dormidos más temprano a lo habitual por lo que pasó.

Sé que solo hemos pasado tres noches juntos, pero siento que la de ayer fue la más intensa, aún habiéndolo hecho una sola vez. Teniendo en cuenta que tuvimos bastante juego previo, creo que entiendo porque ambos caímos agotados apenas terminamos. De solo pensar en eso mis cachetes se pusieron rojos.

En definitiva, me estoy volviendo más pervertida por su culpa.

Tengo un leve recuerdo de que se despertó no mucho rato después de habernos quedado dormidos y entró al baño, pero yo estaba tan cansada que apenas y me di cuenta. Y recuerdo un poco solo porque sentí como sus brazos volvían a abrazarme apenas se metió de nuevo debajo de las sábanas.

Sentí su pecho pegado a mi espalda, así que quité su brazo con cuidado de no despertarlo. Me senté en el borde del colchón, tratando de descifrar que tan temprano era. Estiré mi brazo y tomé mi teléfono para ver la hora. 5:26 am.

Me llevé una mano a la frente con frustración. Por lo general me despierto poco después de las siete ya que empezamos clase a las ocho y media. En ocasiones incluso me puedo quedar hasta la siete y media hasta que Evie me tiene que sacar de la cama a la fuerza.

Dejé el teléfono en su lugar y me levanté del cómodo colchón. Al posar mis pies sobre el suelo lo sentí ligeramente frío, pero no le presté atención ya que prácticamente todas las mañanas en la Isla de los Perdidos pasaba eso. Me estiré lo mejor que pude, poniéndome de puntillas y extendiendo mis brazos.

Bostecé y busqué algo que ponerme en medio del desorden que Ben y yo dejamos por la habitación. Nuestros zapatos están tirados a un costado de mi escritorio, mi camisa y pantalones en cualquier lugar del suelo, mi sostén en el pomo de la puerta y la camisa de él sobre la silla de Evie. Hice una mueca al imaginar el regaño que nos vendría si se entera del desastre que dejamos, de modo que tomé todo y lo doblé un poco, dejándolo sobre mi escritorio.

Agarré mi ropa interior y miré la camisa blanca-azulada de Ben, sin pensarlo mucho la tomé y me la coloqué. Ya que él solo tiene puesto su bóxer y yo no tenía absolutamente nada, eso quitó parte del poco frío que sentía.

Caminé hacia al baño con pereza y entré, cerrando la puerta en silencio para intentar no despertarlo. Fui al baño, me lavé las manos y al ver mi cara en el espejo luego de mojarla, por un segundo no me reconocí. Y no porque hubiera pasado algo malo, sino porque no recordaba haberme visto así de feliz en... Creo que jamás, o al menos no me había detallado tanto como hasta ahora.

Lo noto en absolutamente todo, desde mis músculos muchísimo más relajados que cuando vivía con mi mamá, mis facciones tranquilas, el brillo en mis ojos y la sonrisa que inconscientemente tengo en mis labios. Me veo tan distinta a hace tan solo siete meses, y eso me hace sentir bien.

Sin darme cuenta, mi confianza en mí mismo ha evolucionado un montón. No es solo la faceta de chica mala con el ceño fruncido todo el tiempo, -que sigue siendo parte de mi personalidad-, era también el hecho de fingir casi todo el tiempo que estaba bien; que todo los daños físicos y emocionales que mi madre me provocaba no existían. Daños de los cuales sólo sabían Evie, Jay y Carlos.

Poco a poco he abierto mi confianza a ellos y a Ben, y de verdad me siento más liviana que antes. Sin tanto dolor dentro, creando barreras a mi alrededor para que nadie más me hiriera, porque ya tenía suficiente con mi madre, con mi papá que nunca estuvo ahí y conmigo misma por a veces hecharme la culpa de todo y justificar todo el daño que ambos me habían causado.

Tengo más autoestima que antes, y no una fingida para hacerme la ruda, la valiente y la fuerte, sino una genuina. Siento más amor propio y aceptación a mi mente y mi cuerpo que en esa época, y eso me llena de orgullo. Porque aunque sé que mis amigos y mi novio han influido y ayudado, sé que de algún modo u otro es en mayor parte mi mérito.

Entiendo que aún tengo mucho que aprender para seguir adelante luego de tantos traumas que ocurrieron en básicamente toda mi niñez y gran parte de mi adolescencia, pero estoy consciente de que si me dejo ayudar por los que me aman y puede que en un futuro hasta por alguien profesional, lograré salir adelante.

Me distraje un par de segundos cuando oí como Ben comenzaba a despertarse. Sintiendo como mi corazón latía con fuerza de tan solo saber que él está aquí, conmigo.

Sonreí para mí misma, recordando todas las palabras que me dice. Y aunque de vez en cuando me cuesta aceptarlo, ahora entiendo que las dice en serio. En serio me ama y me acepta tal y como soy. Me acepta a pesar de todos los traumas, cicatrices, ataques de ansiedad y bajones emocionales. Me entiende como nadie lo hace. Me desea y admira a pesar de todas las imperfecciones.

El me ama de verdad.

Siempre lo supe, hasta cuando estaba hechizado y yo aún no comprendía mis sentemientos. Es solo que la idea de estar sola con mis pensamientos siempre me aterró, porque con ello venían los malos recuerdos. Pero ahora me siento más libre conmigo misma, y de tan solo pensar que él ha visto y encontrada cada parte de mí, simplemente me hace sentir vulnerable. Una vulnerabilidad que hasta hace poco tiempo rara vez me permitía tener. Y ahora entiendo que necesito esa parte de mí.

Me miré un par de segundos más, admirando mi reflejo y dándome cuenta de que en algún punto de mis pensamientos comencé a llorar. Sequé con suavidad mis mejillas y abrí la puerta del baño, adentrándome de nuevo al cuarto.

Al posar la mirada en la cama me encontré con la de Ben, quien tenía un brazo por detrás de su cabeza. Él me sonrió hasta que notó las lágrimas que aún caían desde mis ojos.

-Princesa, ¿está todo en orden? - me preguntó con preocupación.

Eso solo provocó que me sensibilizara más. Porque solo con mis tres mejores amigos había oído ese tono de voz, solo con ellos y ahora con él.

Asentí lentamente, caminado en su dirección. Ben levantó la sabana para que yo me acostara junto a él, pero en vez de eso lo que hice fue algo distinto. Me senté con cuidado sobre él, con mis piernas a cada costado de sus caderas y mis manos se fueron hacia su rostro. Él imitó mi gesto, tomando una de mis mejillas con su mano derecha.

-¿Qué pasó, cariño? ¿Te sientes bien? - preguntó, acunando mi mejilla y acariciándola con suavidad.

No le respondí, simplemente terminé de acercar mi rostro al suyo y uní sus labios con los míos. No me importaba que mis lágrimas siguieran rodando por mi cara, solo quería besarlo. Quería que con ese beso entendiera cuanto lo amo y cuanto aprecio lo que hace por mí.

Él comenzó a seguirme el beso cuando se dio cuenta de que estaba bien. Nos mantuvimos así, por un buen rato, perdí la cuenta después de los primeros quince segundos. Lentamente se fue separando de mis labios, mirándome a los ojos.

-¿A qué se debe todo esto? - preguntó con curiosidad, aunque noté que él seguía algo aturdido después de nuestro beso.

Dejé otro casto beso sobre sus labios antes de responder.

-Gracias- le dije con sinceridad.

-¿Por qué? Apenas estamos despertándonos- dijo con confusión.

Solté una risita. Sabía que debía ser más precisa y clara, pero su expresión confundida me da demasiada ternura.

-Gracias por todo lo que has hecho por mí desde antes de conocernos hasta ahora- dije, apartando algunos cabellos de su rostro- Gracias por haberme escogido, por sacarme de la Isla, por querer darme una oportunidad a pesar de que en un principio no tuve las mejores intenciones, por haber seguido conmigo a pesar de mis dudas, por amarme y quererme tal y como soy.

Él sonrió ampliamente.

-Te a... - no lo dejé terminar, poniendo un dedo sobre sus labios.

-Aún tengo cosas por decir- le reclamé con diversión.

Ben se rió y me rodeó con sus brazos, acariciando mi espalda con delicadeza.

-Uy, perdóneme señorita.

Ahora fui yo quien se rió.

-Hablo en serio, amor. Quiero decirte todo esto antes de que pierda la confianza que tengo en este momento.

Él volvió a sonreír.

-De acuerdo, continúa.

Tomé algo de aire y continué hablando.

-Siempre me ha costado mucho ser honesta conmigo misma sobre mis sentimientos, mi madre no me crió para expresarlos - hice una mueca, pero aparté todo eso de mi cabeza- Sin embargo, desde que salimos estoy comenzando a sentirme más libre. Siento que tengo la libertad que necesitaba para al fin ser sincera conmigo y con las personas que me aman.

Me senté de nuevo, ya que había quedado un poco acostada cuando nos besamos. Tomé su mano y la llevé a mi pecho, dejándola sobre donde se encuentra mi corazón.

-Soy libre para seguir mi corazón y escuchar todo lo que me dice. Y eso, en gran parte, es gracias a ti; porque tú me has demostrado que no importa ser vulnerable cuando lo eres con la persona que te ama. Me has enseñado que el amor no es solo un sentimiento hacia alguien más, sino hacia uno mismo. He aprendido tantas cosas por ti- mis ojos habían vuelto a liberar lágrimas para ese punto, y me di cuenta que los de él también comenzaban a hacerlo- Así que gracias, por amarme y por hacerme feliz cada día de mi vida. Por hacer que haya salido de ese infierno, y aún con todos los daños que eso dejó, ser la persona que me ayuda a repararlos.

Los sollozos comenzaron a escapar de mis labios, de modo que Ben me volvió a acercar a él para abrazarme. Hundí mi rostro en su cuello, sintiendo como sus brazos me tomaban con la intención de nunca soltarme.

-Me enorgullece tanto ver como has cambiado en este tiempo juntos, sin perder tu esencia y aún ser la persona de la que me enamoré aquella noche en mi sueños- sentí como sus labios formaban una sonrisa, logrando que yo hiciera lo mismo- Te amo muchísimo princesa, y te juro que pase lo que pase eso jamás va a cambiar.

Sollocé otra vez, sintiendo como las palabras que acababa de decirme llegaban directa a mi corazón.

-Hey, preciosa, no dije eso para que llorarás más. Solo quería decirte algo igual de sincero que lo que me acababas de decir a mí- me dijo con cuidado.

Negué con la cabeza, sacándola un poco de su cuello, pero aún estando apoyada en su hombro.

-No es eso- dije, sorbiendo mi nariz- Es solo que no puedo evitar lo que estoy sintiendo en este momento. Me siento tan feliz, tan vulnerable y tan amada. Creo que desde que soy tu novia cada día soy más feliz, y son sensaciones que nunca había experimentado. Supongo que eso me abruma un poco, pero no de mala manera.

Ben besó mi frente y me apegó más a su cuerpo.

-Te amo- le dije, volviendo a mirarlo a los ojos- Y aunque sé que en este momento nuestra relación es un secreto, quiero mantenerlo así. Necesito tiempo contigo y conmigo misma para poder soportar el daño que puedan causar las palabras y acciones de los demás sobre nosotros.

Apoyó su mentón sobre mi coronilla, con cuidado de no aplastar mi cabeza.

-Entiendo totalmente lo que dices. Respeto y apoyo tu decisión, porque sé que cuando estés lista, lo harás por ti y no por lo que diga el resto. Lo harás por ti y por mí.

Se separó un poco y se inclinó sobre mi rostro, posando sus labios sobre los míos y sellándolos en un beso parecido al de hace unos minutos.
Al separarnos, ambos sonreíamos.

-Por cierto, te ves extremadamente sexy con mi camisa puesta- susurró en mi oído.

Sentí un hormigueo en mi estómago al sentir su aliento sobre mi piel. Me reí como niña pequeña, con los cachetes rojos como un tomate. Es increíble que esas simples palabras de su parte hagan tanto efecto en mí.

-¿De verdad? - él hizo un ruido de afirmación y dejó un beso suave en mi cuello.

Ahora el cosquilleo se hizo presente en todo mi cuerpo.

-Eres extremadamente hermosa, y no me voy a cansar de decírtelo todos los días porque es cierto- me dijo.

Mis ojos se encontraron con los suyos, percibiendo el brillo que tienen. El mismo que noté en los míos hace un rato.

-Ya que tú me diste la gracias, es mi momento de dartelas a ti.

Ahora yo fui quien lo miró confundida.

-¿Por qué?

-Por que yo también he aprendido mucho estando contigo. Ser el heredero al trono ha atraído a mucha gente que solo se interesa por la corona y el dinero- los dos estábamos recostados de lado, así que apoyó su mano en mi espalda y la otra en mi cintura- Pero tú, independientemente de los planes que tenías para ayudar a tu mamá, decidiste conocerme por quien soy, algo que muy poca gente se ha detenido a hacer.

Apoyé mi mano en su mejilla y la acaricié.

-Y a pesar de todas las dificultades que ser el rey le dan a nuestra relación, sigues ahí para mí, escuchándome y apoyándome todo el tiempo. Por eso entiendo que quieras guardar todo lo nuestro entre los dos, porque sé que la presión que sientes al no tener privacidad en nuestra relación. Eres la motivación que me hace levantarme cada mañana y logre hacer lo que debo hacer.

Saber que significo tanto para él, más allá de los gestos y los besos, es algo maravilloso.

Levanté mi mano, extendiendo mi meñique, logrando que él la mirara e imitara mi gesto con curiosidad.

-Hagamos un juramento- le propuse.

Ben me miró.

-¿De qué?

-Juremos que cada vez que nos sintamos abrumados tendremos conversaciones como esta. Me doy cuenta que es algo que ambos necesitábamos sin saberlo. ¿Qué dices?

Él sonrió y apretó nuestros dedos entrelazados.

-Lo juro- dijo, dando un beso sobre mis nudillos.

Nos quedamos abrazados alrededor de una hora más, besándonos y hablando hasta de la cosa más tonta. Más allá de lo que había pasado anoche, estoy segura de que este momento fue tan importante para él como lo fue para mí.

Ambos hemos pasado momentos por los que no teníamos en quien confiar, o teníamos a tan pocas personas para hacerlo que apenas podíamos contarlas con los dedos de una mano. Pero nos tenemos el uno al otro, y eso significa mucho para los dos.

Nuestra burbuja se rompió cuando la alarma en mi teléfono comenzó a sonar, al igual que la de él. Apagamos las alarmas, y justo cuando iba a dejar el celular en su lugar, recibí un mensaje de mi mejor amiga.

-Evie dice que ya va a venir a arreglarse, así que ya tienes tu espacio libre y tienes que irte. Va a llegar en menos de veinte minutos- le dije.

Ella se había quedado a dormir con Doug anoche. Querían hablar, y justo como ella me aconsejó a mí, yo le sugerí que hablaran de todo lo que fuera necesario aprovechando que solo iban a estar ellos dos.

-No quiero irme, me gusta estar aquí contigo- dijo como niño pequeño, abrazándome con más fuerza y haciendo pucheros.

Estuve tentada a seguirle el juego, pero sabía que no podíamos quedarnos aquí el resto de la mañana.

-Lo siento, amor. Pero hoy tenemos un examen importante de Química, y si alguien te ve saliendo de aquí nos van a descubrir.

Ben resopló, pero terminó haciéndome caso.

-De acuerdo.

Se levantó de la cama, haciéndome sentir algo de frío ya que me había acostumbrado a su calor. Me senté con la espalda apoyada al cabezero. Fue vistiéndose poco a poco, hasta que pareció recordar que yo tenía su camisa puesta.

Sonreí con malicia cuando me miró.

-No puedo irme sin eso- dijo con diversión.

-Lo sé, solo quería admirar la vista unos minutos más- respondí con simpleza, mordiendo mi labio al ver que se acercaba hacia mí.

Tomó mi rostro entre sus manos y me besó por unos segundos.

-Espero que esto recompense el hecho de que no podremos estar solos el resto del día- me dijo.

-Claro que lo hace.

Me levanté de la cama y busqué la ropa que me pondré hoy. Una camisa negra, mi chaqueta morada, jeans negros rasgados y un par de mis botas de combate altas.

Desabotoné la camisa de Ben, me la quité, se la entregué y comencé a vestirme. Noté que por unos segundos se quedó mirando mi pecho desnudo, pero hizo como si nada hubiera pasado y se colocó la camisa.

Solté una risita cuando él se dio cuenta de que lo encontré mirándome.

-Anda, en vez de andar mirándome, sal antes de que Evie llegue- dije, saltando un poco para poder terminar de pasar mis piernas por el final de la bota del pantalón.

Aún me faltaban la camisa y los zapatos cuando Ben me abrazó y besó mi coronilla.

-Te veo en el desayuno, aunque lo más seguro es que me una a los demás para repasar para el examen ya que tiene mucho peso en nuestro promedio.

Levanté un poco la cabeza y le di un pico.

-Te veo entonces.

Ben tomó su teléfono y el resto de sus cosas y salió de la habitación, guiñándome un ojo antes de cerrar la puerta.

Era mejor que se diera prisa, porque si el Hada Madrina lo veía saliendo de aquí, estaríamos en serios problemas. Y no es que me importe mucho por mí, pero no quiero arriesgarme a que lo castiguen a él.

Terminé de vestirme y apliqué un poco de maquillaje en mi cara y en la marca en mi cuello, la cual ya prácticamente no se ve. Por suerte la de Ben se quitó más rápido. Estaba por comenzar a arreglar mi cabello cuando oí unas llaves en la cerradura de la puerta.

Alcé las cejas con diversión cuando la peliazul me miró. Cerró la puerta y dejó su bolso sobre su cama.

-Miren quien anda llegando a estas horas. Me dijiste veinte minutos y no esperé que tardaras más que eso- me burlé.

Me di cuenta de que estuvo tentada a enseñarme el dedo medio, pero al final no lo hizo.

-Tengo media hora para arreglarme y que podamos salir a desayunar a tiempo, así que cualquier pregunta o burla puede esperar- pidió.

-Está bien, pero al menos quiero saber si todo salió bien.

Evie se relajó y sonrió. Se dirigió al armario para sacar su ropa.

-Todo salió bien, pudimos hablar tranquilos, pero hablamos con calma al salir de clases. Porque por la apariencia de tu cama, dudo que Ben y tú solo hayan dormido, así que no soy la única que hablará- se burló.

Diablos, se me olvidó que tenía que arreglarla por estar pendiente de vestirme a tiempo.

-Yo no me burlo de nada sí tú tampoco lo haces. ¿Trato?

Ella rió.

-Ok, trato.

Mientras que esperaba a que Evie se duchara e hiciera toda su rutina antes del desayuno, arreglé mi cama, revisé que no faltara nada en mi mochila y ayudé a Evie a arreglar su bolso.

Salimos de nuestro dormitorio justo a tiempo, porque sino, íbamos a encontrar filas largas para buscar nuestra comida.

Nos sentamos en la mesa de siempre y saludamos a todos. Como Ben había previsto, todos estaban concentrados en estudiar, así que hice lo mismo. No tengo mal promedio en la materia, pero no es mi fuerte, así que quiero sacar buena nota para no tener que verla en clases de verano.

(...)

El día desde el momento en que entramos a la primera clase se volvió lento. Nos dieron un trabajo de Investigación en Historia y además de un examen para la próxima semana en Física. Para la tercera clase, todos entramos con nerviosismo. El Señor Delay era extricto con el horario en los días de examen, nadie quería llegar tarde.

Aunque lamentablemente, en esta clase estamos casi todos menos Evie, Doug y Chad, a ellos les toca en la siguiente hora. Me senté en mi puesto habitual junto a Carlos, conversamos sobre su nuevo proyecto para Chico mientras que esperábamos a que el profesor llegara. Jay estaba en el fondo, y Audrey en los asientos del medio.

Saludé a Ben con la mano cuando entró con Lonnie y Jane, cosa que puso nervioso a Carlos.

-En serio, pecas, debes decirle lo que sientes. No ganas nada con no confesarte- le dije en voz baja, refiriéndome al enamoramiento que tiene hace la ojiceleste.

Suspiró, resignando por oírme a mí junto a Jay y a Evie decirle lo mismo casi a diario.

-Un día de estos lo haré, pero no será hoy.

Puse los ojos en blanco. No pude decirle más nada ya que el profesor entró.

-Espero que todos hayan estudiado, porque no habrán repeticiones.

Se oyeron murmullos maldiciendo y otros afirmando lo que había dicho el Señor Delay. Repartió los exámenes y encendió el cronómetro antes de comenzar.

(...)

Ya era la hora del almuerzo, y todos comparábamos las respuestas que habíamos colocado.

-El peso atómico del Oxígeno era quince coma novecientos noventa y nueve - dijo Lonnie.

-Yo lo redondée a dieciséis - se lamentó Jay.

-Sabes que él no acepta los resultados redondeados- le recordó Doug.

-Lo sé- dramatizó el hijo de Jafar, llevando su cara a la mesa.

Todos nos reímos. Luego de algunos lamentos más de parte de mi amigo, continuamos hablando de las respuestas y después sobre las clases que quedaban hasta la hora de salida.
Evie, Audrey y yo hablábamos de nuestra clase de arte, que era la que seguía.

Los teléfonos de todos comenzaron a vibrar. Era un mensaje de Chad con la invitación a su fiesta.

-Recuerden que podrán revelar sus identidades a todos hasta la medianoche, solo lo sabrán sus acompañantes- recordó el rubio.

Ben y yo nos miramos disimuladamente. Esa noche va a ser muy interesante.

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Les agradezco la gran paciencia que han tenido tanto con esta cómo con mis otras historias.

Este año ha sido muy complicado, no sólo por la pandemia, sino porque ya me estoy graduando, debo hacer trámites en dónde quiero estudiar ahora, pasé meses debatiendo que iba a hacer con mi vida y hay un montón de problemas adicionales en cuanto a la situación de mi familia con la pandemia y los problemas de agua.

Con decirles que llevo seis meses sin ir a mi casa ni siquiera los fines de semana por lo mismo, ando viviendo en casa de otros familiares con mis papás. De modo que no tengo un espacio propio para pensar en mí misma ni para escribir. Y han pasado muchas cosas de marzo del año pasado hasta ahora.

Entonces en serio agradezco a los que han sido pacientes y han tratado de entenderme, que han sido la mayoría de ustedes.

En este capítulo quería mostrar un lado de Mal diferente, uno más vulnerable y sincero consigo misma. Sea o no sea ficción, el tiempo que ella se tomó para pensar en ella es el mismo que he tratado de tener yo en los últimos meses. Es algo que todo el mundo necesita.

Y como siempre, Ben nos enamora y crea expectativas con sus palabras y gestos. Porque sí, hasta yo me hago ideas que sé que no pasarán como ustedes me comentan que les pasa 😂❤️

La canción de este capítulo la había oído antes, pero buscando la que originalmente iba a usar la encontré, y me di cuenta que iba muy bien con esto.

Acá está el edit de Ben y Mal que me inspiró a usarla y a motivarme a terminar de escribirlo.

Cada día me enamoran más 😍😂

Recuerden que el corto de la boda real sale el 13 de Agosto en USA😉

La fiesta de Chad es durante el capítulo 10, así que esperen desmadre como en el OS de I Missed You 😏✨

¡Nos leemos pronto!

~Con amor, su escritora💕.

Publicado el 29/06/2021.

Editado el 18/07/2021.

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