Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝟎𝟎𝟕: 𝐓𝐮 𝐦𝐞 𝐦𝐨𝐭𝐢𝐯𝐚𝐬

╭══• ೋ•✧๑♡๑✧•ೋ •══╮

╰══• ೋ•✧๑♡๑✧•ೋ •══╯

❥♚❥

╭══• ೋ•✧๑♡๑✧•ೋ •══╮
𝑻𝒉𝒆 𝒘𝒂𝒚 𝒕𝒉𝒂𝒕 𝒉𝒆 𝒕𝒐𝒖𝒄𝒉 𝒎𝒆, 𝒏𝒐, 𝑰 𝒄𝒂𝒏'𝒕 𝒈𝒆𝒕 𝒆𝒏𝒐𝒖𝒈𝒉. 𝑯𝒆 𝒌𝒆𝒆𝒑𝒊𝒏𝒈 𝒎𝒆 𝒖𝒑 𝒂𝒍𝒍 𝒏𝒊𝒈𝒉𝒕 𝒍𝒐𝒏𝒈. 𝑯𝒆 𝒎𝒐𝒕𝒊𝒗𝒂𝒕𝒆 𝒎𝒆, 𝒚𝒆𝒂𝒉, 𝒕𝒉𝒂𝒕'𝒔 𝒎𝒚 𝒃𝒂𝒃𝒚. 𝑯𝒆 𝒓𝒆𝒂𝒍𝒍𝒚 𝒉𝒊𝒕 𝒎𝒆 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒎𝒚 𝒃𝒐𝒅𝒚 𝒕𝒂𝒍𝒌. 𝑯𝒆 𝒈𝒐𝒕 𝒎𝒆 𝒔𝒊𝒏𝒈𝒊𝒏𝒈 𝒐𝒐𝒉 𝒍𝒂, 𝒍𝒂, 𝒍𝒂, 𝒍𝒂, 𝒍𝒂, 𝒍𝒂, 𝒆𝒚. 𝑰'𝒎 𝒄𝒂𝒕𝒄𝒉𝒊𝒏𝒈 𝒇𝒆𝒆𝒍𝒊𝒏𝒈𝒔...
╰══• ೋ•✧๑♡๑✧•ೋ •══╯

❥♚❥

Mal's POV:
Tardé unos cuantos minutos en despertarme, fastidiada por haberlo hecho. A pesar de saber que dormí bastantes horas, no quiero alejarme del paraíso que es estar debajo de las sábanas de seda, más el calor y la comodidad que me brinda estar en los brazos de Ben.

Este fin de semana ha sido totalmente perfecto, algo que tanto él como yo necesitábamos desde hace mucho. Entre que al fin logré decirle que lo amo y lo que sucedió horas después, no podría estar más feliz.

Me siento tranquila ahora que le dije que lo amo. Me costó tanto salir de ese caparazón que había creado con toda mi historia con mi madre, ocultando mis sentimientos, intentando alejar a todo el mundo, tratando de protegerme de que me hicieran más daño. Pero después de mucho, al fin estoy en paz conmigo misma.

Abrí los ojos y alcé un poco mi cabeza, encontrándome con un Ben profundamente dormido. Es tan difícil que tenga momentos como este, sin tener que preocuparse - al menos por unas horas- por nada del reino ni de la escuela. Se siente tan bien saber que yo soy parte de que pueda estar así.

Acaricié su mejilla, haciéndolo sonreír. Uní mis labios a los suyos, logrando que fuera despertando y que me siguiera el beso. Juntó su frente a la mía.

-Podría acostumbrarme a pasar todas mis mañanas de este modo-dijo con voz ronca, efecto de apenas haberse despertado.

Sonreí y bajé un poco mi brazo, tomando una de sus manos.

-Pienso lo mismo, amor.

Sonrió y sus ojos brillaron. Eso hizo que mi corazón se sintiera lleno. Sé cuánto esperó por que dijera cosas como esa; y de ahora en adelante lo haré todos los días, porque merece saber que lo amo.

-Ha sido tan maravilloso pasar estos últimos días juntos, que me costará mucho poder dejarte ir hoy en la tarde-dijo, acariciando mi cabello con delicadeza.

-Bueno, ya lo hablamos anoche. Encontraremos el modo de que siga sucediendo. Será complicado con las pocas personas que saben que seguimos saliendo, pero podremos hacerlo-afirmé.

Sonrió. Apartó los cabellos que cubrían mi rostro y besó mi frente.
Me acercó a su pecho, permitiéndome percibir todo su aroma. Es una mezcla única, algo que me hace sentir cómoda y que solo me hace pensar en él.

Pasamos unos cuantos minutos así, disfrutando de la tranquilidad y de nuestra compañía.
El teléfono de Ben comenzó a sonar, haciendo que nos separarámos un poco.

-Seguramente son mis padres avisando que están en camino.

Se giró ligeramente y estiró su brazo, agarrando su celular y desbloqueándolo. Luego de leer el mensaje me lo enseñó.

"Mamá💛
Buenos días cariño. Tu padre y yo salimos de Summerlands hace alrededor de cinco minutos. Deberíamos de llegar para el mediodía.

La Señora Potts, Lumière, Ding Dong y los demás deben de llegar más o menos a la misma hora.

Adelanta lo que te pueda quedar de trabajo para que podamos pasar la tarde en familia.

Avísame cuando leas estos mensajes. "

Se lo devolví  para que respondiera.
Después de decirle que todo estaría listo para su llegada, devolvió el teléfono a su lugar y volvió a abrazarme.

-Parece que nos quedan menos de tres horas para nosotros solos-me dijo, haciendo pucheros.

Solté una risita.

-Entonces es hora de levantarnos.

-Ok.

Él se levantó primero, buscando sus cosas y las mías en el suelo. Entró al baño luego de eso. Aproveché ese momento para estirarme, ya que tengo todo el espacio para mí sola.

Tomé mis cosas y comencé a vestirme. Tuve que levantarme a buscar en el bolso que traje. Por suerte tenía guardado algo extra para el regreso. Evie se encargó de hacer todo el look, como siempre. Es una blusa de color violeta con manchas de pintura verdes y doradas, unos shorts negros de mezclilla y las botas son las mismas que usé para la cita.

Salió del baño y me dejó entrar. Al lavar mi cara, recordé cierto detalle.

-Ben-lo llamé.

-¿Sí?

-Trae el estuche que está en mi bolso y ven para acá.

-De acuerdo.

Oí sus pasos dentro de la habitación hasta que llegó.

-A tus padres les va a dar un infarto si ven esto.

Señalé la marca en su cuello y la que está en el mío. Ambos nos reímos al verlas.

-¿Qué vamos a hacer para ocultarlas?- preguntó.

-Déjamelo a mí.

Lo guíe hasta el lavamanos y le pedí que se sentara sobre el mueble. Hay buena luz aquí y es menos probable que quede algo a la vista si veo mejor lo que hago.

-De algo van a servir las clases de maquillaje que me ha dado Evie-dije riéndome.

Él siguió mi risa.

Saqué algunas cosas del estuche y comencé a cubrir la marca que dejé en su cuello. Lo bueno es que varias de las técnicas de pintura que conozco me ayudan con el maquillaje.

-Listo.

Se bajó del mueble y fue guíandome en lo que debía hacer. Es más complicado hacerlo yo misma.

-¿No se ve nada? - le pregunté.

-No.

Guardé las cosas en su lugar y salimos del baño.

-¿Cómo haré cuando me bañe y se salga con el agua? - me preguntó.

-¿Te fijaste bien en lo que hice? - él asintió- Ok, entonces hallaré la forma de dejarte un poco de lo que usé. Hasta con magia sería complicado de cubrirlo-respondí.

-Esto nos enseña que tenemos que tener mucho más cuidado la próxima.

Los dos nos reímos.

Arreglamos la cama y bajamos a la cocina para preparar el desayuno.

(...)

Después de comer decidimos jugar videojuegos. No es que conozca muchos, pero como a Jay y a Carlos les encantan he aprendiendo a jugar unos cuantos.

-Solo queda un jugador más aparte de nosotros dos-dije.

-Hay que buscarlo para poder terminar la partida.

Seguí presionando los botones del control. Llegamos al lugar donde se encontraba el otro jugador. Ben disparó y lo mató. Se distrajo recogiendo las municiones y utilicé ese momento de distracción para disparar.

El juego anunció mi victoria.

-Hey, se suponía que eramos un equipo-se quejó.

Reí.

-Técnicamente sólo eramos aliados. Alguno de los dos tenía que disparar para poder ganar-aclaré.

-Eres una tramposa, cariño.

Se abalanzó hacia mí y comenzó a hacerme cosquillas, haciendo que cayera hacia atrás en el sillón. Empecé a reírme a carcajadas.

-Sabes... que soy muy... cosquilluda-dije, entrecortada por la risa- Para, para.

No podía dejar de reírme, él hacía lo mismo al oírme.

-Pararé cuando admitas que eso no era lo que habíamos acordado.

Traté de resistirme, pero ya no aguanto las cosquillas.

-Está bien... No era lo que habíamos acordado-admití.

Paró de hacerme cosquillas. Cuando logramos calmar nuestras risas, me ayudó a sentarme bien de nuevo.

Dirigimos nuestra mirada hacia el pasillo al oír voces. Nos separamos unos pocos centímetros.

-Acá estabas, hijo. Te buscamos por todos lados-dijo Adam.

Los padres de Ben sonrieron al verme. Él se levantó para saludarlos. Hice lo mismo, quedándome un poco más atrás.

-No esperábamos verte, querida-me dijo Bella, al separarnos de nuestro abrazo.

-Bueno, no tenía mucho que hacer este fin de semana. Evie fue con Doug a visitar a su familia, además de que Jay y Carlos iban a salir a acampar con Lonnie y Jane. Así que Ben me invitó a pasar estos días aquí.

Mi novio me miró disimuladamente, captando cuál era nuestra "coartada" por lo de estos días. No es del todo mentira lo que dije.

-Supongo que se divirtieron-dijo Adam.

Ese comentario hizo que tanto Ben como yo nos sonrojaramos. Lo disimulamos riéndonos por lo bajo y mirando el televisor con el juego.

-Podría decirse que sí-dijo el castaño.

-¿Cómo les fue en su viaje? - les pregunté, desviando el tema antes de que comenzaran a sospechar.

Eso pareció distraerlos de nuestra actitud, ya que se sentaron con nosotros en el sillón y comenzaron a contarnos.

Pasamos bastante rato en eso. Desde que Ben es rey, Bella y Adam se han tomado unas cuantas y merecidas vacaciones. Pero me da la impresión de que esta ha sido de las que más les han gustado.

Almorzamos y hablamos de la escuela y de algunas cosas de mi infancia y la de mi novio.

-Quién creería que Ben podría ser todo un diablillo-dije riéndome.

-Como si tú hubieras sido un ángel-me dijo.

Los cuatro reímos.

Mi teléfono vibró. Y revisé el mensaje. Es Evie, llegó hace algunos minutos y dice que quiere un reporte completo de lo que pasó cuando llegue.

-¿Todo bien? - me preguntó la madre de Ben.

-Sí, sólo era Evie- respondí- Ya debería de volver a la preparatoria.

-Que lástima, porque teníamos más historias vergonzosas de nuestro hijo-dijo Adam.

-Papá-se quejó Ben.

Volvimos a reírnos.

-Pues me encantaría oírlas en alguna otra ocasión que venga.

-Dalo por hecho, querida-aseguró Bella.

Me levanté de la silla y Ben me siguió.

-Gracias por dejarme pasar este tiempo con ustedes.

-Eres bienvenida cuando quieras.

Sonreí por lo que dijo Adam.

-Llegaremos más temprano si te llevo-me dijo Ben.

-Ok.

Me despedí de sus padres y subimos a buscar mis cosas. Seguido de eso fuimos por su moto y arrancamos.
Alrededor de media hora después, íbamos caminando por los pasillos de Auradon Prep.

-Tú madre nombró varías veces a tu abuelo en sus historias-le dije.

-Sí-dijo con nostalgia- Sé que no hablo tanto de él como debería. Pero es un poco difícil aún, a pesar de que han pasado dos años.

-Entiendo que puede ser así. No hace falta que digas mucho para saber que lo amas y admiras mucho.

-Tienes razón.

Dimos una vuelta y llegamos al pasillo de mi dormitorio.

-Habrían tenido bastante en común. Sé que él te hubiera adorado. 

Lo miré.

-¿De verdad lo crees?

Él asintió sonriendo.

Llegamos a la puerta. Saqué las llaves de mi bolsillo y suspiré.

-Supongo que no te veré hasta mañana-dije.

-Sí.

Lo abracé por unos segundos.

-Gracias por este hermoso fin de semana-le agradecí.

-Gracias a ti-dijo y besó mi coronilla.

Tomé la perilla en mis manos. Me aseguré que no hubiera nadie cerca y me puse de puntillas para besarlo.

-Hasta mañana, princesa.

-Hasta mañana, príncipe.

Me sonrió y entré a la habitación. Pasé la llave en la cerradura y me quedé apoyada en la puerta.

-Por la sonrisa que tienes, estoy segura de que estos días fueron muy buenos-dijo Evie.

Solté una risita y caminé hacia mi cama. Dejé el bolso encima del colchón.

-Sé que estás esperando que te cuente todo lo que pasó. Pero me gustaría guardar mis cosas y tomar un baño. Después de eso podemos tener una tarde de chicas.

Eso la emocionó.

-¿Me vas a dejar hacerte cualquier pregunta?

-Solo si me dejas hacer lo mismo.

Yo también tengo curiosidad de lo que pasó entre ella y Doug en estos días.

-De acuerdo. ¿Y me dejarás maquillarte y peinarte?

-Lo pensaré.

-Algo es algo-dijo riéndose.

Seguí su risa.

Evie salió de la habitación para buscar dulces y bebidas para nuestra tarde mientras que yo arreglé mis cosas y me di una ducha.
Salí del baño justo cuando ella estaba organizando todo.

Sequé mi cabello y nos sentamos sobre su cama.

-¿Cómo te fue con la familia de Doug? - le pregunté.

Dio unas pinceladas más a sus uñas y contestó.

-Me fue bastante bien. Sus padres y su hermano siempre han sido súper lindos conmigo. Sus tíos también, aunque costó un poco convencer a Gruñón. Y conocí a algunos de sus primos. Salió mejor de lo que esperaba.

-Eres agradable y carismática, E. Era imposible que no lo agradaras a alguien de su familia.

Ella sonrió.

-Cuando llegamos el viernes pasamos la mayoría de las horas hablando con los demás. Ayudé a su mamá con la cena y a todos les encantó mi pie de manzana. Incluso a Blancanieves.

Nos reímos.

-¿Todo bien entre ustedes dos? - le pregunté.

-Sí. Ha podido conocerme mejor y resulta que tenemos cosas en común. Después de todo es mi hermanastra y la madrina de Doug, así que igualmente debíamos intentar llevarnos bien.

-¿Qué más hicieron?

-Ayer fuimos a un río que está a pocos metros de la casa. Pasamos gran parte del día allí y en la noche nos quedamos viendo las estrellas. Esta mañana estuvimos jugando con sus primos pequeños, esos niños son un amor.

-Me alegra que te haya ido tan bien.

-Todo estuvo genial, lo único malo fue que solo teníamos tiempo para estar solos en la noche.

-No me digas que él y tú...-levanté las cejas varias veces.

Casi se atragantó con el chocolate que estaba comiendo.

-¿Qué? ¡No! - exclamó, con las mejillas completamente rojas.

Solté una carcajada al verla así.

-Pero no me vas a negar que durmieron juntos.

-Obviamente dormimos juntos, pero eso no ha sucedido. Al menos no por ahora-lo último lo dijo en voz baja, con algo de timidez.

Me reí.

-Lo admitiste, planean que pase pronto.

-Bueno, no sé si decir que pronto, pero sí.

Hizo una pausa y terminó su chocolate.

-La primera noche estábamos tan cansados que nos quedamos dormidos apenas estuvimos en su habitación. Pero anoche- volvió a sonrojarse-, no lo sé, fue como si no pudiéramos separarnos del otro. Quiero que sea con él, solo que no tengo idea de si está listo o no.

-Pues sigue el consejo que me diste a mí, hablenlo y vean que es lo mejor para ustedes.

-Gracias, M.

Le sonreí. Abrí la bolsa de papas y me llevé varias a la boca.

-Lo dices muy segura, como si mi consejo hubiera servido de algo.

Bajé la mirada. Ahora era yo quien estaba sonrojada.

-Un momento, ¿entonces Ben y tú...?

Asentí.

El modo fangirl de Evie se activó. Comenzó a gritar y a aplaudir.

-Sabía que cuando los llamé ayer había notado algo, aunque no me esperaba que de verdad fuera eso.

Reí levemente.

-Quiero saber absolutamente todos los detalles-pidió.

-No creo que quieras saber todos-aclaré.

-¡Mal!

Las dos nos reímos.

-Te contaré, omitiendo algunos detalles. Pero vas a dejarme que te hable de lo demás antes.

-Acepto.

Le conté todo, desde el momento en que salimos de la preparatoria hasta que me dejó en la puerta. Ella escuchó atentamente, haciéndome algunas preguntas.

-El collar que te dio es hermoso-ne dijo.

Lo tomé con mi mano y sonreí.

-No puedo creer que lo haya personalizado especialmente para mí, todos los detalles son perfectos.

-Es Ben de quien hablamos, él sería capaz de cualquier cosa por ti-dijo, detallando los cristales.

-Es cierto.

Soltó el collar.

-Estoy orgullosa de ti porque pudiste decirle que lo amas-me abrazó.

Correspondí a su abrazo. Volvió a sentarse frente a mí.

-¿Cómo supiste que era el momento de que tuvieran su primera vez?

Mis pómulos volvieron a tornarse rojos.

-Lo que hablamos antes de que me fuera me dejó en claro que debía hablar con él sobre ello. Nos besamos y sentí que era el momento de decirle. Estaba nerviosa de como reaccionaría, pero Ben fue extremadamente dulce y me dijo lo que sentía.

Ella sonrió.

-¿Cómo fue todo? ¿Cómo se siente? - me preguntó.

-Es algo difícil de explicar-hice una pausa y sonreí, recordando esa noche- Fue como si nuestros corazones entendieran todo lo que sentía el otro y estuvieran dispuestos a demostrarnos todo nuestro amor. En ese momento sentí como si fuéramos los únicos en el mundo, que nada podría alejarnos. Fue todo tan perfecto, mucho mejor de lo que me imaginaba. Y fue como un modo de expresar lo que sentimos por el otro sin necesidad de usar palabras.

Llevé una almohada a mi rostro cuando vi la expresión que tenía Evie. Era como una mezcla de ternura y burla.

-Por cosas como esta es que sé que él es el indicado para ti.

Aparté la almohada y la dejé sobre mi pecho.

-¿En serio lo crees?

-Mal, no te había visto tan feliz hasta que lo conociste. Cuando hablas sobre su relación o sobre él, tus ojos brillan y no puedes dejar de sonreír. Y lo mismo lo noto en Ben.

Sonreí.

-Es que si no fuera por él, no sé que sería de mí. Me dio la oportunidad de apartarme de mi madre y de todo lo malo que me hacía. Se enamoró de mí a pesar de conocer mi pasado. Me ha ayudado y apoyado en todo estos meses. Simplemente no puedo evitar amarlo.

Ella sonrió.

-Supongo que mi regalo les sirvió de mucho esa noche-dijo como burla.

Las dos reímos.

-Bueno, digamos que no sólo fue en ese momento-dije.

-¿No me digas que lo hicieron dos veces?

-En realidad fueron cuatro veces durante estos dos días-murmuré.

Evie me miró asombrada.

-Ok, definitivamente no debí pedir todos los detalles-se quejó, poniendo una mueca de asco.

Volví a reírme.

-Esa expresión que tienes la voy a tener yo dentro de poco cuando me cuentes cosas como esta sobre tú y Doug.

Me lanzó una de sus almohadas y yo se la devolví. Comenzamos una guerra de almohadas que terminó cuando estuvimos apunto de tirar al suelo uno de los refrescos.

Pasamos lo que quedaba del día hablando y haciendo tonterías.

(...)

Narrador Omnisciente:
Ya habían pasado dos días de ese momento entre las dos mejores amigas. Era día martes, un día repleto de clases hasta la tarde.

Nuestro conocido grupo de AK's y VK's no veía la hora de que en un par de meses llegaran las vacaciones. Aunque eso significaba que sería su último verano en la preparatoria  antes de graduarse.

Algunos compartían clases durante el día. Otros, como Ben y Mal, no compartirían ninguna hasta el día siguiente. No se veían desde su segunda clase del día anterior. Él estaba ocupado con reuniones y papeleo, y ella debía terminar un trabajo importante de su clase de arte.

Lo bueno de todo eso es que se verían en la hora de salida, ya que el grupo de amigos había reservado un salón para ayudarse a estudiar para el examen de Química que todos tendrían.

El joven rey se sentía algo cansado luego de haber pasado las últimas tres horas en una reunión oficial del Consejo de Segundones, pero sabía que todo mejoraría al encontrarse con sus amigos y su novia.

Su ánimo se elevó al ver a una chica de cabellos morados en su casillero.
Se acercó a ella y tocó con suavidad la puerta del casillero para que notara su presencia.

-Ben-exclamó ella con felicidad.

No dudó ni un segundo para lanzarse a abrazarlo. Él sonrió, definitivamente se sentía mejor ahora que ella estaba en sus brazos.

La última clase que había tenido Mal era Educación Física. Y en un día de primavera como ese, hacía más calor de lo esperado.

-Lo siento, sé que estoy toda sudada. El entrenador Jenkins nos hizo correr media hora bajo el sol-se disculpó al separarse.

-Descuida, no hay problema. Sabes que me gustan tus abrazos sin importar que.

La ojiverde sonrió. Volvió a lo que estaba haciendo, organizar su casillero y buscar lo que necesitaba.

-Creí que no te vería hasta que estemos con los chicos-dijo.

-Salí hace un rato de mi reunión y quería caminar para despejar mi mente, te encontré de casualidad.

-Pues que linda casualidad.

Los dos rieron. Mal terminó de guardar sus cosas y cerró su casillero.

-¿Quieres acompañarme hasta la puerta? Me gustaría hablar contigo.

-Aunque me encanta la idea, no puedo. Le prometí a papá que hablaría con él sobre la reunión-se excusó.

-Lo entiendo. Aunque, espero que cuando terminemos de estudiar me acompañes al menos unos minutos para que podamos hablar-dijo ella, sonriendo.

-¿Sólo hablar?

La pelimorada soltó una carcajada.

-Te veo en un rato, Bennyboo.

Besó la mejilla del chico y se dirigió a su dormitorio. El castaño se recargó sobre los casilleros, admirándola con una sonrisa en sus labios hasta que desapareció de su campo de visión.

Se sobresaltó al oír la voz de alguien más junto a él.

-Hola, lindo.

Se reprimió de rodar los ojos al reconocerla.

-Hola, Alena-devolvió el saludo de mala gana.

-Te veo muy sonriente. ¿Acaso es por mí? - preguntó con coquetería.

-No.

-Ouh, pues que lástima-dijo con falsa tristeza, la cual recompuso al instante- Venía a hacerte una propuesta.

Dudó en preguntar.

-¿Cuál propuesta?

-Bueno, ahora que estás soltero de nuevo-soltó sin tacto alguno- ¿Me preguntaba si quieres salir conmigo?

-Alena, ya hemos hablado de esto antes. No saldré contigo.

-Creí que ahora no tienes novia yo tendría oportunidad-exclamó, llevándose una mano al pecho.

-Pues te equivocaste. No te ofendas, pero no eres mi tipo y dudo que alguna vez lo seas-aclaró el castaño.

-Adivinaré. ¿Tu tipo son chicas de cabello morado que vienen de la Isla?-se cruzó de brazos- Creo que deberías de haber aprendido algo cuando Mal terminó contigo. No creo que te convenga ser su amigo.

-No tienes idea de como es ella ni como fue nuestra relación, ni siquiera de como soy yo.

-Eso ya lo veremos-murmuró, sin darse cuenta de que el rey la había oído.

Volvió a sonreírle.

-Si eso dices.

Se dio la vuelta y comenzó a caminar hacia una de las puertas cercanas, entrando a las instalaciones.

Ben soltó el aire cuando ella estuvo lejos. Definitivamente esa chica puede ser un dolor de cabeza cuando se lo propone.

Decidió tomar una dirección diferente y tomó su teléfono para llamar a su padre. Más tarde hablaría con Mal sobre lo que acababa de pasar.

(...)

Mal's POV:
Al llegar a mi habitación me encontré a Evie terminando de hacer sus deberes. Me dejó entrar al baño primero para ducharme y ella entró después.

Aproveché el tiempo esperándola para hacer mis tareas y estar un poco más tranquila antes de ir a estudiar con nuestros amigos.

Cuando ya estuvimos listas nos fuimos al salón que nos prestaron, casi todos ya estaban allí. Pasamos alrededor de dos horas memorizando elementos, fórmulas y definiciones.

-¿Entendieron? 

-Sí, profesor Doug - respondimos todos al unísono.

Nos reímos al ver las caras de Evie y Doug. Ellos son los que tienen mejor promedio en la clase de Química en toda la escuela, así que evidentemente ellos debían hacer de profesores.

Evie le lanzó un marcador a Jay al ver las payasadas que hacía imitándola.

-Auch.

Reímos de nuevo.

-Creo que ya estudiamos lo suficiente como para que todos aprobemos con buenas notas-dijo Audrey.

-Es cierto-agregó Jane.

-¿Incluso Chad? - preguntó Lonnie.

-Hey-se quejó el nombrado.

-Sí, incluso Chad-dijo Doug entre risas.

-¿Qué tal si nos vamos todos a cenar? Mientras que más temprano lleguemos, lograremos conseguir la mejor comida-sugirió Carlos.

Todos estuvimos de acuerdo, así que recogimos todo y nos dirigimos a la cafetería.
La cena se nos pasó volando entre risas y conversaciones. Nos quedamos un rato extra hablando hasta que pidieron que nos fuéramos.

Nos separamos en diferentes grupos. Ben y yo vamos camino a mi habitación. Me está contando lo que le dijo la insoportable de Alena hace unas horas.

-Es capaz de hacer cualquier cosa con tal de intentar de acercarse a mí- dijo.

-Ya nada me sorprende de ella. Coquetea contigo cada vez que le da la gana, llama a los reporteros...Lo único que le falta es espiarnos-me quejé.

Ben analizó un momento lo que dije.

-Espera, ¿estás celosa? - preguntó en tono burlón.

-No vale la pena que me ponga celosa de ella. Pero sí me molesta que haga todas esas cosas para llamar tu atención-dije, mirando hacia el frente.

-Pues no tienes nada de que preocuparte. Sabes que la única que llama mi atención eres tú-me empujó un poco con su cadera.

Aunque lo intenté no pude evitar sonreír y devolverle lo que hizo.
Llegamos a la puerta de mi habitación y entramos luego de ver que no hubiera nadie alrededor.

Dejamos nuestras cosas a un lado de mi escritorio. Ben rodeó mi cintura con sus brazos y yo rodeé su cuello. Acercó sus labios y comenzamos a besarnos. El beso comenzó a tornarse más apasionado a medida que pasaban los minutos.

-Quédate esta noche-le pedí.

Abrió los ojos, mirando directamente a los míos.

-Evie se quedará con Doug para hablar con él de algo importante. De modo que... - apoyé mis manos sobre su pecho y lo acaricié- tengo la habitación para mí sola.

Rozó su nariz con la mía.

-Nos meteremos en problemas si nos descubren-dijo.

-¿Desde cuando me gusta cumplir con las reglas? - le pregunté sonriendo- Además, tenerte tan cerca de mí me motiva más a romperlas.

Mi novio sonrió.

-Te amo, Mal.

-Y yo a ti, Ben.

Quedó apoyado en la puerta. Volvimos a besarnos, con mucha más intensidad que antes. Al pasar los segundos sentía más ganas de quitarle lo que traía encima. Él sentía lo mismo, ya que levantó los bordes de mi camisa y me la quitó. Llevé mis manos a los botones de su camisa y la quité lo más rápido que pude. Nuestros zapatos quedaron a un lado de nosotros y poco después nuestros pantalones también.

Apoyé mi mano en su nuca y él en mi cintura. Retrocedimos en dirección a mi cama, sin intención de separar nuestros labios. Me puse de puntillas y me alzó un poco para que pudiera rodearlo con mis piernas.

-Hacer esto se nos está volviendo una adicción.

Reí suavemente.

-Creo que vale bastante la pena que lo sea.

Esta vez fui yo quien inició el beso. Caímos sobre el colchón.

Apoyé mi cabeza sobre una de las almohadas, intentando recuperar la normalidad en mi respiración. Ben estaba igual que yo. Solo nos cubren las sabanas moradas de mi cama.

Giré un poco la cabeza y sonreí al verlo a los ojos.

-Espero que noches como esta puedan suceder seguido-le dije.

Levantó mi mano y besó mis nudillos.

-Te prometo que así será.

Me dio un beso corto y nos acomodamos para dormir, exhaustos por lo que acabábamos de hacer. Mi espalda quedó apoyada con su pecho, sus brazos rodeándome y nuestras manos entrelazadas.

-Descansa, amor-le dije.

-Duerme bien, princesa.

Besó mi coronilla y ambos caímos profundamente dormidos.

❥♚❥

--------------------------------------------------------

Apesar de que tardé más de lo planeado en terminar el capítulo, me gusta el resultado.

Era momento de que vieran un poco más de Alena, así que no podía perder la oportunidad de que entrara en escena.

No quiero prometer nada, así que no tengo claro cuando tendrán otro capítulo por acá.

Puede que en unos capítulos lleguemos a la mitad de la historia, así que estén atentos.

¡Nos leemos pronto!

~Con amor, su escritora💕.

Publicado el 26/09/2020.

Editado el 18/07/2021.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro