𝗘𝗽𝗶𝗹𝗼𝗴𝗼
"𝗥𝗲𝗴𝗮𝗹𝗼"
;Jungkook
Un año después;
— ¿De verdad aún siguen con eso? — les pregunté cansado de lo mismo.
— Sí, nadie te mandó a hacer el ridículo, Jeon — ahí si que no podía decir algo en contra.
Luego de que Adele y yo hiciéramos las pases, nos divorciamos justo como ella lo pidió, a mi honestamente no me importaba, porque con trato o no, mi amor por ella era el mismo.
A todos les sorprendió la noticia, mi padre y el de ella hicieron un escándalo, pero al final solo lo aceptaron, mis amigos por otro lado no dijeron nada y apoyaron en todo. Divorciarse de un día para otro y luego casarte de nuevo no es algo tan común, pero dado que soy Jeon Jungkook, no fue la gran cosa.
Todo lo que a mi me importaba era ver a Adele feliz, y ella lo estaba, su sonrisa el día de nuestra boda fue grande, y me alivie al saber que su corazón estaría conectado al mío por el resto de nuestras vidas.
Ese día yo me fui un poco de boca. Cometí el desgraciado error de ponerme demasiado borracho y decir cosas de las cuales me avergüenzo, obviamente mis "amigos" estaban ahí para grabar esa humillación y traerla a memoria cada vez que a sus bolas les place.
Vergonzosamente, ese día me subí al escenario y dije palabras de las cuales me arrepiento, la cara de Adele era un poema, y la de los invitados era peor.
Decirle a tu esposa, frente a todos que "no había nada más que me hiciera feliz que poder follarla por el resto de mi vida" ella se enojó tanto que esa noche no compartió cama conmigo, en pocas palabras arruine mi noche de bodas, claro, ya después la obtuve, con intereses agregados.
Por esa razón, aún los chicos me molestan, lo sacan al aire cada vez que quieren convencerme de algo, siguen siendo los mismos tontos de siempre. A pesar de que ahora todos son padres.
— Eres tan malo bebiendo, Jeon. Pero supongo que es porque tu ya tienes una edad — me reí, porque hablaban de eso, aún sabiendo que yo era el menor de todos.
— Apenas estoy cumpliendo veintiocho — les recordé, a lo que todos asintieron.
— ¿Sigues con esa idea tonta de no celebrar tu cumpleaños? — Jimin me pregunto.
— No hay nada para celebrar, es un año más viejo — SeokJin negó, y sirvió otro trago — pero para que conste, Adele me obligará celebrarlo, sí o sí.
— Por eso me agrada esa chica.
Bebí de mi trago, mientras escuchaba como aún Jimin no superaba que su bebé haya dicho "papá" el pequeño Jihyun, era un encanto, justo como su padre, y Jimin parecía aún seguir sin superarlo, pero no lo juzgo, en su lugar yo también estaría así.
Aún el tema de los bebés era prohibido con Adele, no quería incomodarla o presionarla para que me diera un hijo, aunque yo ya estaba listo para ser padre desde hace mucho, pero al final de todo esa era su decisión.
Aún tratábamos de aliviar cosas del pasado y nos esforzabamos para no discutir tanto, aunque con ella era casi imposible, porque siempre había algo por lo cual hacerlo, pero en algún punto llegué a comprender que ella en realidad lo hacía para molestarme.
Afortunadamente, ya no teníamos que encontrarnos con personas desagradables, hablando de Suhua y WooSeok. Me enojé tanto con lo sucedido, que busqué bajo cielo, mar y tierra, pruebas que inculparan a WooSeok y pudieran mandarlo a la cárcel, gracias al cielo lo conseguí, porque era un delincuente, porque no era trigo limpio. Recibí amenazas de su hermana, pero honestamente esas amenazas podían besarme el trasero.
— ¿Hasta qué hora tienes permiso? — Hoseok, que ya estaba medio bebido, me preguntó.
— Ella dijo "no vengas tarde a casa, o verás" — le respondí con tranquilidad.
— Jeon, son las diez de la noche, esa mujer te matará — abrí los ojos desmesuradamente, asustado, porque de hecho ya era tarde.
— Joder... — me levanté rápido de mi silla — nos vemos mañana — me despedí de ellos.
— Asegurate de amanecer con vida — grito uno de ellos a lo lejos.
Me apuré tanto como pude, porque probablemente ella estaba enojada conmigo, porque claramente me dijo que quería darme un regalo por mi cumpleaños, y yo lo había olvidado. Tendría problemas esta noche.
Rápidamente conduje por las calles de la ciudad, tenía prisa para llegar a casa pero el tráfico no ayudaba, lo cual era raro, porque a las diez de la noche ya no era hora pico. Extrañado revisé la hora en mi celular.
Joder, me habían mentido, no eran las diez de la noche, eran apenas las siete y yo como un tonto les creí. Ya obtendría mi venganza.
Llegué a casa, que estaba más alejada de la ciudad. Nos habíamos mudado del antiguo departamento, porque queríamos más tranquilidad. Compré una casa inmensa solo para ella, para que pudiese estar cómoda, y así parecía ser. Obviamente le dimos uso a todas las habitaciones y superficies antes de mudarnos.
Abrí la puerta, todas las luces estaban encendidas, y de la cocina salía un olor exquisito que se expandía por toda la casa. Ella era tan jodidamente buena cocinando, que podía jurar que había ganado algo de peso.
Ella por otro lado había bajado, porque ahora ya no era una oficinista, tenía un estudio de baile en el que ella enseñaba, y se le había metido en la cabeza que para bailar tenía que ser completamente delgada, yo la verdad no opinaba sobre su peso, porque no era mi cuerpo, pero le hacía ver que de cualquier manera me seguía gustando.
La vi de pie en la cocina, vistiendo un vestido minúsculo y que se transparentaba un poco. Me acerqué a ella y la abracé por la espalda.
— No te esperaba hasta más tarde — le besé el cuello — detente, estoy cocinando — seguí besando su cuello, porque me apetecía hacer algo más que verla cocinar — Jungkook...
— ¿Qué? — le dije, sin dejar de besar su cuello — te he extrañado todo el jodido día.
— Pero estoy cocinando, es tu cumpleaños y quería hacer algo delicioso — se quejó, tratando de apartarse de mí, pero no se lo permiti.
— Justo ahora yo tengo algo delicioso en mis manos — le dije, apretando su trasero.
— ¿Por qué eres tan ridículo?
— ¿Por qué niegas que eso te vuelve loca? — acerque mi boca a la de ella para besarla.
— Sabes a alcohol.
— Puede que haya tomado un poco...
— ¿Es por eso que estás así hoy?
— Cuando estoy cerca de ti siempre estoy así — sin darme cuenta, se alejó de mi rápido.
— Podemos hacer todas las cosas que quieras luego de cenar — me advirtió, amenazandome con una cuchara.
— ¿Todo lo que quiera?
— Todo...
Asenti satisfecho y me alejé para ir a la habitación y ponerme ropa cómoda y poder regresar a cenar.
Regresé a la sala y ella ya estaba arreglando la mesa, poniendo toda la comida y el vino. Me senté y ella hizo lo mismo, luego empezamos a conversar de cosas normales. Hablando de nuestro día.
🎑
Luego de que terminamos de comer, ella me sirvió más vino y para ella solo escogió agua, algo muy raro para mi.
— Estoy pensando en tomarme unas vacaciones — me dijo de repente, dejándome confundido — las chicas lo están haciendo bien, talvez solo me dedique a administrar el salón y no a enseñar.
— ¿Por qué? Apenas empiezas.
— Quiero y busco algo... más — no comprendí esa parte.
Le había dado todo mi apoyo a lo largo de este año. Desde que decidió empezar con el estudio de danza, la apoyé, porque era su sueño.
— Lo que sea que hagas sabes que te apoyaré.
— Lo sé — me miraba con nerviosismo, y aún no sabia porqué. Tenia días de estar tan rara — ya vuelvo — se levantó rápidamente de la mesa y se dirigió a la habitación.
Pequeños minutos después regresó con una caja plateada con un moño azul.
— Te compré un regalo — lo coloco en la mesa y regreso a su lugar para sentarse.
— Te dije que no quería que lo hicieras. — creí que había entendido que no era necesario un regalo de cumpleaños, con ella a mi lado ya era más que suficiente.
— Tenia que hacerlo, es un regalo que vale la pena — mire la caja, que parecía normal — abrelo.
Solté el moño azul de la caja y me encontré con otra caja más pequeña. La observé y ella sonrió. Abri esa otra caja y me encontré con un papel enrollado.
Observe el papel que de un lado tenía escrito "el primer Jeon esta en camino". Termine de desenrollar el papel y me encontré con lo que parecía ser una ecografía. Mis ojos ardieron por el hecho de saber que me convertiría en padre. Aunque no podía distinguir nada aún, el bebé ya estaba en su vientre, ya era nuestro.
— Quería darte el regalo esta mañana — se acercó a mi hasta colocarse sobre mis piernas — pero estabas tan apresurado, que me aguanté todo el día para no decírtelo — no pude responder porque yo aún estaba pensando en cuanto amaba a esta mujer — ¿no te gusta?
— ¿Dejaste de usar las pastillas para planear esto, cierto? — ella asintió — ¿por qué?
— Por que siempre hablabas de querer un bebé, hablabas de ello más de lo que alguna vez estarás dispuesto a aceptar.
— No lo hice para presionarte, quería que alcanzarás tus metas primero.
— Yo lo sé, pero al final del día todo en lo que podía pensar era en ti como padre y yo a tu lado — puse mis manos en su vientre plano — ¿no estás feliz?
La besé fuertemente, atrayendo su cuerpo al mío.
— Estoy más que feliz con el bebé — la besé aún más fuerte — es definitivamente el mejor regalo de cumpleaños.
— Vamos a la habitación — me pidió con su voz apenas entendible.
La cargué en mis brazos con todo el cuidado posible, apague las luces de la sala y me fui a nuestra habitación.
La desnude tan rápido como pude y me pegué a ella.
— Ahora que estás embarazada — le dije cerca del oído — estaré dentro de ti todos los días — tan pronto como dije eso me quite los boxers y me enterre en su cuerpo — todos los días.
— Te amo — pronuncio con dificultad, pues cada embestida era un más fuerte que la anterior.
— Te amo más de lo que nunca sabrás.
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Ahora sí es el final. Pero estoy tan satisfecha por lo que escribí.
Perdón si en algún momento les llego a parecer aburrida. Lo haré mejor la próxima vez.
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