
𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟭𝟱;
"𝗕𝗼𝗱𝗮 𝗽𝘁 𝟯"
;Adele
Salí de la puerta de la iglesia agarrada a la mano de Jeon Jungkook, mi marido, ahora sí oficialmente. Me sentía feliz a pesar de que esto podía ser considerado como una farsa, mi corazón había recibido sus palabras como verdaderas y aunque podían ser mentira, me aferraría a ese "te quiero" dos palabras simples que habían alborotado mi corazón. Jungkook saludaba y sonreía fuertemente, jamás lo había visto sonreír así, y solo por su sonrisa me obligue a disfrutar lo que restaba de nuestra boda. A ser feliz por un momento, porque todo lo que ahora importaba era mostrarnos felices porque acabábamos de casarnos.
Posamos para fotos como parejas, los fotógrafos del periódico estaban aqui, pues era un acontecimiento importante en el mundo empresarial, Jungkook por ser el heredero único del banco Jeon y yo por ser la única hija del dueño de la cadena de hoteles más importantes del país. Todos hablarían de eso por unos días y estaba lista para ver nuestras fotos como matrimonio impresas en el papel de un periódico. Jungkook sostenía mi cintura para cada foto, me besaba las mejillas y la boca tanto como quería, ahora no podía decirle nada, después de todo yo también lo disfrutaba.
— Ahora porfavor una foto con las damas de honor — el fotógrafo pidió. Todas las mujeres vestidas de color lavanda se acercaron — abracen a la novia y muestren su mejor cara de felicidad.
Todas sonreímos y levantamos nuestros ramos, el mío siendo el más grande.
— Muy bien, ahora el turno de los caballeros. Señoritas porfavor muevanse — otra vez recibimos una orden y nos apartamos.
Jungkook y los chicos se acercaron y se abrazaron pero a diferencia de nosotras ellos no podían ser serios porque lo primero que hicieron fue cargar a Jungkook y darle besos en las mejillas, alborotar su cabello o guiñarlo de su corbata, todo un caos.
Después de eso siguieron más fotos, más cosas para recordar, fotos con nuestros padres, con todos nuestros invitados, fotos individuales y mucho más. No me importó mantener la sonrisa en mi rostro, esta vez no era falsa y podía estar relajada porque esta ocasión merecía estar llena de felicidad.
Jungkook regresó conmigo y me guio hasta el auto que nos esperaba para llegar hasta el lugar de la celebración. Yo lo mire innecesario pues estaba relativamente cerca y después de todo podíamos caminar, pero no quería manchar sus anhelos con nuestra boda, estaba dispuesta a ceder por él y solo para él.
— No te lo he dicho, Adele, pero estas hermosa — me dijo al tiempo que apretaba mi mano y la unia con la suya — más que hermosa, no hay siquiera una manera de describir lo perfecta que estás para mi el día de hoy.
— ¿Quieres hacer que llore? — le pregunte, casi soltando la primera lágrima.
— No, quiero que tus días a partir de ahora estén llenos de felicidad. — me acerqué para darle un beso, suave pero con mucho deseo.
— Me encantaron las flores, gracias por recordar que eran mis favoritas — le agradecí por haberlas traído desde tan largo, esas flores recordaban a los días que viví en Grecia. Recuerdo que solo le hablé de ellas una vez, pero eso bastó para que el nunca las olvidara.
El asintió y me dio un suave beso en la mano. Luego llegamos hacia nuestra recepción. Todo estaba aún más hermoso que en la iglesia. Todo era tan floral y bello.
— Es hermoso — le dije luego de que me ayudó a bajar del auto.
— Tu eres mas hermosa.
No respondí y simplemente lo besé una vez mas, porque quería, porque me gustaba hacerlo. Esta vez el beso no fue suave, fue expeditivo y duro, me cogio la cintura con fuerza y sus labios saborearon los míos tanto como quiso, el tenia el control en este momento, porque todo giraba a su alrededor, porque el era Jeon Jungkook, el hombre más sexy y guapo que alguna vez había visto, era como un dios griego, uno del que yo ahora podía disfrutar a gusto.
— Si no paramos aquí — me dijo apenas separándose de mi boca — no dejaremos nada para nuestra noche de bodas.
— Somos marido y mujer, todo es permitido.
— Si Adele — me dio otro beso — pero no pienso hacerte mía aquí con este montón de personas.
Fue entonces cuando caía en cuenta, todos estaban aquí, viéndonos con verdadera felicidad, algunos tomando fotos de nuestro apasionante beso. Me reí un poco por la cara de Jungkook, apenado y con las mejillas sonrojadas.
— Miedoso — le dije nada más por molestarlo.
— Ya veremos eso hoy en la noche — me advirtió y yo solo sonreí porque habían personas que se acercaban a nosotros.
Pasamos al salón y todos quedamos cautivados con la decoración. Nosotros tomamos nuestros asientos al igual que todos nuestros invitados.
La sonrisa de mi rostro nadie podía quitarla, todo estaba bien a mi alrededor. Comimos con nuestros invitados, reímos con ellos, todos estaban felices por nosotros, todos felicitaban por la hermosa boda que estábamos teniendo.
— Adele — escuche que Joohyun me llamaba — Jungkook te está esperando en la pista, es tiempo de su primer baile.
Me giré en busca de Jungkook, y en efecto, ahí estaba de pie, con su mirada llena de brillo, con sus manos detrás de su espalda, guapísimo a más no poder y esperando por mi. Me levanté de la silla y caminé hasta él, con la cara cobijada por una sonrisa inmensa y con verdadero anhelo en mi corazón.
— Hola tú — le dije cuando llegue a su lado — ¿Sabes siquiera bailar?
— He aprendido solo para hacerlo contigo, porque es algo que quería hacer con mi esposa.
— Cuidado me pisas.
— Confia en mi — me dijo suavemente para tomar mi mano y enredar una de las suyas en mi cintura.
Escuche el primer sonido de la canción "Just the two of us" esa era nuestra canción cuando estábamos jóvenes, la canción que escuchábamos una y otra vez cuando Jungkook conducía su automóvil.
— Esa canción — le dijo con los ojos llorosos.
— Lo se, mi amor — me dijo con su voz bajita — es nuestra, igual que este momento — asenti y empezamos a bailar.
En este momento para mi no había nada más que solo nosotros dos, nadie que importara tanto como nosotros, nadie. Solo él y yo, bailando abrazados. Me sentía tan tranquila en sus brazos, segura y todo parecía ser posible, no había nada que me gustara más que eso, su olor, la dureza de su pecho, todo eso combinado en el mismo hombre me volvía loca, porque no había otra manera de hacer las cosa, Jungkook me tenía loca.
Me permití abrir los ojos por un momento para ver lo que pasaba a mi alrededor, todos nos estaban viendo, muchos con sus celulares levantados grabando este momento. Los chicos abrazaban a sus mujeres y Joohyun era abrazada por Suho, entonces fue cuando me di cuanta de que todos estábamos con ese alguien que hacía latir nuestro corazón, todos nosotros.
Cuando nuestra música acabó, Jungkook y yo nos volvimos a besar y todos aplaudieron y gritaron de la emoción.
— No te he pisado ni una sola vez — me dijo Jungkook orgulloso de si mismo — pero tu si lo has hecho.
— No te confies, lo he hecho al propósito — bromee con él.
El DJ dijo que todos los invitados tenían que bailar y así fue, todos se integraron a la pista de baile, para sacar sus mejores pason y para divertirnos todos. Jungkook no sabía bailar tan bien, así que simplemente me miraba hacerlo a mi, muchas veces me sentí atrevida y me acerqué demasiado a él, rosando con mi cuerpo ciertas partes del suyo, Jungkook se ponía rojo cada vez que lo hacía.
Bailamos por un rato, hasta que los pies me dolían, entonces fue momento para sentarme. Solo unos minutos después hacían la llamada para tirar el ramo y pasar mi felicidad a otra joven soltera. La primera en la fila fue Joohyun y luego muchas chicas más, por ejemplo las chicas que trabajaron conmigo en el club, ellas eran parte de mis invitados.
Tire el ramo tan fuerte como pude y mi vista se dirigió a la afortunada, Joohyun, mi única e incomparable Joohyun. Le sonreí y ella soltó unas lágrimas, del otro lado de la habitación vi a Suho sonriendo, entonces me sentí feliz, porque ella seria la próxima en subir al altar.
— Señora Jeon — la voz de Jungkook hizo cosquillas en mi cuello — ¿me da permiso de beber unas cuantas copas con mis amigos?
— No te emborraches, no quiero que pases vergüenza esta noche en el dormitorio — le advertí bromeando.
— Quisieras. Aún no me conoces. — me dio un beso en el cuello y se marchó con sus amigos.
Ya se había quitado el saco y el chaleco, solo tenía su camisa blanca de seda puesta, y porque negarlo, se miraba espectacular, en toda la ceremonia le di miraditas cargadas de deseo porque estaba verdaderamente guapo con ese traje hecho a la medida. Era muy guapo y era mi marido.
— Amiga — Joohyun llego corriendo hasta mi para abrazarme — te ves hermosa.
— Tu igual — le dije con una sonrisa.
— Vamos, ven a sentarte con todas nosotras para que hablemos.
— No estoy segura si es buena idea — pero no pude evitarlo y ella ya me estaba obligando a caminar.
Llegue y me senté en la mesa con todas las chicas, todas ellas se miraban muy hermosas, todas ahora parecíamos ser muy cercanas.
— Hasta que por fin te dejo tu marido — dijo Jinwa — parece garrapata pegado a ti.
— Dejala, tu eras peor con TaeHyung — Sooyoung le dijo.
— Que les puedo decir, es mi marido — les dije con una sonrisa.
— ¿Ya sabes lo que pasara esta noche cierto? — me pregunto Seulgi.
— No soy una virgen a la cual sorprender.
— No solo se trata de sexo, es más que eso — me dijo Norha — es tu primera conexión con el luego de la boda, tiene que ser especial para ambos.
— No solo eso, asegúrate de que cada movimiento sea compartido, Adele — Seomin me dijo — se que para ti será una noche estupenda.
— No solo para ella — Ji Seo murmuró — mi marido luce espectacular, y yo pues soy una damisela necesitada de atención.
— ¿Y es que todavía puedes? Tu panza ya no permite ciertos movimientos a la hora de eso — le dijo Norha en broma.
— No es necesario moverse tanto — Ji Seo cerro su ojo de forma graciosa.
— Creo que esta será una noche de bodas para todas — les dije muy contenta y ansiosa.
— Pues si, desde que Suho volvió conmigo no puedo quitarle las manos de encima — Joohyun declaró — creo que mis hormonas están muy alocadas.
— Yo tampoco puedo quitárselas de encima, y no estoy embarazada — Norha afirmó con una sonrisa pícara.
— Creo que yo tampoco podré hacerlo una vez que esté con Jungkook — les comente con honestidad.
— Pues sí, tenemos unos maridos aptos para pecar todas las noches. Yo de verdad no puedo dormir sin que mi Jimin me toque — Seulgi confesó, alardeando de su marido.
— Ya lo sabemos, pervertida. — todas reímos por el comentario de Jinwa.
Pasamos un rato más hablando y bebiendo, yo me detuve en un punto porque sentí que si seguía no estaría lo suficientemente consciente para esta noche y yo necesitaba estar más que despierta.
Le daba pequeñas miradas a Jungkook de vez en cuando y el hacia lo mismo, miradas llenas de fulgor y deseo, sabíamos que había llegado la hora. Le sonreí a distancia y el también lo hizo para luego centrar su atención en sus amigos con quienes parecía pasar un buen rato.
"Espero y tengas fuerzas esta noche, Jungkook "
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