𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 𝟭𝟰;
"𝗕𝗼𝗱𝗮 𝗽𝘁 𝟮"
;Jungkook
El día llegó, la emoción de esperar a Adele en el altar me inundó como una corriente fuerte, no podía estar paciente sabiendo que en pocos minutos tendría a la mujer de mi vida cruzando la puerta de la iglesia, para aceptarme como su esposo, para prometer amor frente a un altar, porque Adele podía negarlo, pero sabía que entre ella y yo había mucho más, más amor, estaba dispuesto a que ella lo aceptara, le mostraría que no había necesidad de tener miedos conmigo porque yo solamente planeaba amarla, si ella me lo permitía, por más de un año.
— Jungkook — escuche la voz de Hoseok del otro lado de la puerta — ¿podemos entrar? Los chicos también están aquí.
— Sí, pasen.
— Hermano — saludo Hoseok apenas entró, dándome un abrazo — ¿estás nervioso?
— Solo un poco — respondi con sinceridad mientras saludaba a los otros chicos — ya sabes, es talvez la ansiedad de verla en el altar.
— Yo estaba igual cuando me casé con Sooyoung — dijo Yoongi — más que nada porque me costó convencerla — todos reímos.
— Tranquilo Jungkook, en unos momentos serás una papa casada — Namjoon me alentó — será una boda fantástica, he visto como ha quedado el salón y es hermoso.
— Yo no he visto nada, no me han dejado salir de aquí por miedo a que me escabulla en el cuarto de la novia.
— Sí, nosotros fuimos los de la idea — respondió SeokJin — te conocemos, no tienes mucha paciencia y es de mala suerte ver a la novia vestida.
— Locuras — le dije — ¿qué caso tiene? La vere de todos modos.
— Sí, baboso, pero matarás la emoción de verla en el altar — SeokJin me dio un golpe en la cabeza y los otros chicos reían.
— Faltan solo unos minutos Jungkook, es mejor que termines de abrochar tu camisa, tienes que estar en el altar pronto — Jimin me informó mientras miraba la hora en su reloj — y nosotros creo que es mejor marcharnos a nuestros lugares. — todos asintieron — Tu en especial Namjoon, eres el padrino.
— Nos vamos Jungkook, relájate, todo saldrá bien — Tae me dio unas palmaditas en el hombro y se alejó con los chicos.
Todos salieron por la puerta, y cuando ya la estaban cerrando pude escuchar a Yoongi hablar.
— ¿Se lo pueden creer chicos? Nuestro Jungkookie se nos casa.
— Ya es un hombre. Uno ejemplar, Yoongi.
Fue lo último que escuché. Me terminé de arreglar la camisa, abotonando lo que hacía falta y tratando de acomodar mi corbata, luego me puse el chaleco negro y trate de acomodar un pin que mi padre me había obsequiado. Cuando estaba terminando de acomodarlo, mi papá entró al cuarto.
— Siempre había esperado este momento — me dijo nada más entró — a ti a punto de obtener matrimonio.
— ¿Eso es porque soy hijo único?
— No, de tener hermanos también habría esperado esto de ti. — asentí suavemente — Hijo, hay algo por lo que quisiera pedir perdón.
— ¿De qué hablas? — le pregunte confundido.
— ¿Te acuerdas cuando te metiste en aquel embrollo con Im Joonhe? — asenti en respuesta — la única manera en la que me ofreció librarte del acuerdo era casarte con su hija — levante una ceja — y estuve tentado a hacerlo.
— ¿Por qué no lo habías dicho?
— Porque tu estabas tan feliz con Adele en ese entonces, que no quería que se separaran — respondió con sinceridad — y después tú solo lo solucionaste así que pensé que no tenia caso.
— ¿De casualidad Adele se enteró de eso? — le pregunte preocupado, porque algo empezaba a formarse en mi cabeza.
— No, claro que no, jamás lo hablamos, se lo conté a su padre pero el me aseguro que nunca se lo comentó — respondió con seguridad.
— Adele me dejó al mismo tiempo en el que estaba tratando de solucionar eso — le dije con duda — ella me dijo que era lo mejor para nosotros.
— De mi boca no salió nada hijo, puedo jurarlo. Pero recuerda que la hija de ese hombre es una loca, y puede que ella le comentó — y era cierto, los únicos recuerdos que tenía de Jungmin, era ella siendo una loca obsesiva — ella estaba enamorada de ti.
— A veces quiero preguntarle que pasó, quiero saber la razón por la cuál me dejó — le dije con pesar — pero no quiero asustarla.
— Ella ahora será tu esposa, pueden hablarlo. En los matrimonios no tiene porque haber secretos, sobretodo si esas cosas incluyen a ambos. Háblalo con ella — asenti en respuesta — bien, ahora que todo está aclarado, es momento del evento más importante hijo, es momento de que esperes en el altar a la mujer que amas.
Mi papá me ayudó a ponerme el saco para después acompañarme a donde sería la ceremonia.
Todos estaba hermoso, tal y como lo habíamos descrito los chicos. Todo lleno de las flores favoritas de Adele, las flores Jacinto, traídas desde Grecia, en una muestra de mi amor por ella, para que se sintiera en casa, debido a su procedencia griega. Eran unas flores moradas, muy bonitas y olorosas. Había una historia tras ellas, brotaron del suelo luego de que un dios griego matara a su amada mientras bailaban en la pista de baile, Adele me lo comentó cuando apenas estábamos conociéndonos y desde entonces no lo había olvidado.
Todos estaban ahí, nuestras familias, nuestros amigos, todo parecía completo para mí, todos aquí serían testigos de nuestra unión, todos miraran el momento en que cierre nuestro matrimonio con un beso, todos me verán salir con Adele de la mano, y ella ya no será más Jung Adele, ahora sería Jeon Adele, mi mujer.
Me pare en el altar, a esperar, solo faltaban cinco minutos para que cruzara la puerta. Namjoon estaba de pie junto a mi, con una sonrisa inmensa mientras charlaba con su mujer.
Mi corazón se paralizó al momento en el que escuché la marcha nupcial, y vi que las puertas de la iglesia eran abiertas, vi a mi futura mujer colgada del brazo de mi suegro. Quise llorar por lo hermosa que era, estaba deslumbrante, más de lo que pensé, el blanco se veía tan perfecto y sublime en ella, siempre había sido hermosa, pero el día de hoy era más que eso, era perfecta, como un Ángel, como un diosa, mí diosa.
Entre más se acercaba, mi corazón latía a un ritmo endemoniado, emocionado y contento, sonreí tan fuerte como pude mientras la veía con verdadero anhelo. Cuando ya estaba de pie frente a mi ella también sonreía lo que la hacía ver aún más hermosa. En estos momentos entendí porque los chicos insistieron en que era mejor no verla antes de la boda, era por esto, por lo perfecta que se veía.
— Jungkook, Adele, es su momento — nos dijo su padre mientras me daba la mano de Adele. Su papá se alejó y yo tomé su pequeña mano entre la mía, enlazando nuestros dedos de manera perfecta.
La música culminó y todos tomaron asiento. Nosotros le dimos nuestra cara al padre para que empezara con la ceremonia.
— Hermanos, estamos aquí reunidos para celebrar la unión de dos almas que se pertenecen y se entrelazan la una con la otra para producir amor — el pastor empezó — el matrimonio es la base de la humanidad, es la única unión de amor que no tiene lazos sanguíneos...
El Pastor siguió explicando muchas cosas más que entendí, pero mi vista y atención estaba en la mujer al lado mío. Cada gesto de ella, cada expresión y sonrisa que lanzaba cuando el Pastor decía algo.
— Ahora porfavor vamos a escuchar los votos de amor de los novios — era nuestro momento — Empieza usted señor Jeon.
— Yo, Jeon Jungkook — empecé al tiempo que la hacía girar para que me diera su rostro — te tomo a ti, Jung Adele, como mi esposa, para amarte, respetarte, escucharte y mostrarte mi mundo, porque quiero que seas parte de el todo el tiempo. Puedo jurar que no hay cosa alguna que no haría por ti, con tal de tenerte a mi lado y mostrarte todo lo que soy y todo lo que quiero a tu lado — las palabras parecían detenerse en mi boca y una lágrima amenazaba con caer — Te quiero, Adele.
Ella no dijo nada y su ojos se cristalizaron, después tomó una bocanada de aire para decir sus palabras.
— Yo, Jung Adele, prometo amarte Jeon Jungkook, hasta que mi corazón deje de latir, hasta que Dios lo permita. Prometo acompañarte en tus días malos y alentarte aún más cuando parezca que tu corazón ya es feliz. Prometo respetarte a ti, a nuestro matrimonio y a la promesa de amor que el día de hoy estamos haciendo frente a Dios. Te quiero. — sus palabras fueron dulces y perfectas y ese pequeño "te quiero" que dejo salir casi em un susurro me calentó el corazón.
— Ahora es momento de los anillos — las niñas de SeokJin aparecieron en escena, sosteniendo pequeñas almohadas blancas que sostenían a los anillos.
Tome el anillo que le correspondía a Adele y lo deslice en su dedo sin dejar de verla. Ella también hizo lo mismo con el otro anillo, sus manos temblaban y yo también pero cuando el anillo calzó perfectamente en mi dedo, ella sonrió.
— Es momento de que los padrinos pongan el lazo de unión sobre los novios — Namjoon y su esposa Norha pusieron sobre nosotros un lazo blanco, un lazo que simboliza nuestra unión eterna.
En estos momentos no me importaba pensar que nuestro acuerdo era solo por un año, quería a Adele y trataría de hacer de todo para conservarla.
— Bajo el permiso que me conceden las leyes terrenales y celestiales, los declaro marido y mujer — por fin pude respirar tranquilo — Jungkook, puede besar a la novia.
Me acerqué a Adele, dispuesto a besarla, ella me sonrió.
— Hola esposo — me dijo dulcemente y yo sonreí — ¿me vas a besar o no? — todos se rieron de sus palabras.
Me acerqué más a ella y reclamé sus labios, porque ya era mía, porque yo era suyo. La besé lento y con cuidado, mostrando que cada palabra que mencione en mis votos era sincera, esperaba que ella pudiera entenderlo. La sentí separándose de mi pero la sostuve más fuerte y la obligue a aceptar mi lengua en su boca, para saborearla mejor, porque no quería perderme nada de ella. La besé hasta que sentí que ella de verdad ya no podía respirar.
— Si, ya te besé — le dije nada más la solté.
Todos en la sala aplaudieron y nosotros salimos agarrados de la mano, porque ya éramos uno sólo.
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