"𝗣𝗿𝗲-𝗯𝗼𝗱𝗮"

;Adele

Dos semanas más tarde;

El tiempo parecía volar, y mi boda estaba cada vez más cerca. Aún había mucho que preparar y mucho por lo que preocuparse. Sobretodo de mi futura convivencia que no estaba segura de sí sería agradable o viviría un infierno. Por otro lado me sentía confundida por la manera en la que Jungkook y yo llevábamos las cosas, es que cada día me sorprendía con algo nuevo, y me mostraba más cosas, pero no dejaba de lado esa parte suya, demasiado exigente, había momentos en los que mi corazón quería aceptar mis sentimientos, pero la desesperación de no acertar y hacerlo solo por la euforia del momento me congelaba y quitaba cualquier cosa que quisiese decir.

La cena con nuestros padres se celebró de manera tranquila, ambos estaban contentos y hablamos de muchas cosas, pero el momento más incómodo fue cuando ambos mencionaron el anhelo de tener un nieto tan pronto como se pudiese. Jungkook y yo solo permanecimos en silencio pero puedo jurar que en el rostro de mi futuro marido también había una pequeña sonrisa y mirada de anhelo, la única que parecía verdaderamente angustiada era yo, y no era por el hecho de no querer un niño, era porque aún mi relación con Jungkook no era del todo segura y en un futuro hasta podríamos separarnos antes de cumplir el año.

— ¿Adele? — no me di cuenta cuándo Jungkook se había acercado a mi.

— ¿Mmm?

— Pareces estar en otro mundo, ¿te encuentras bien?

— Sí, es solo que he estado un poco cansada con los preparativos y eso, ya sabes...

— Lamento no ser de mucha ayuda — me dijo apenado — pero no se nada de bodas y temo hacer un desastre.

— No te preocupes, ya está todo casi listo — le dije, cosa que era cierto.

Había recibido ayuda de las mujeres de sus amigos y mi mano derecha que siempre era Joohyun, me había acompañado a hacer cada cosa que era necesaria, como buscar el vestido, el vestido de las damas de honor, que por decisión de ambos serían las esposas de los chicos y Joohyun, la decoración, la comida que se serviría, el sabor del pastel, las bebidas, los vinos, pero lo que más vergüenza me dio fue el momento en el que todas me obligaron a entrar a una tienda de lencería, alegando en que la necesitaría para nuestra noche de bodas.

Todas parecían ser amables conmigo y con la idea de que Jungkook y yo nos convirtamos en marido y mujer, todas emocionadas diciendo que Jungkook se moría de amor por mí, incluso mi mejor amiga las apoyo diciendo que tenían toda la razón y que Jungkook estaba muy enamorado de mi.

— Hoy iré al club — me dijo Jungkook, aún de pie frente a mi — quiero hablar con todos para las ofertas de trabajo.

— Pensé que ya lo habías hecho.

— No, había más aspectos legales que revisar y quería ser justos con todos ellos.

— Confio en ti — le dije suavemente — se que serás justo dentro de lo que cabe. Una vez más, gracias.

— No hay nada por lo que agradecer, en realidad creo que es mucho mas rentable contratarlos a ellos que a una empresa diferente para cada área — me dijo mientras se acercaba a mi.

— Eso es algo bueno — me sonrió sin esfuerzo para abrazarme contra su pecho.

Sentí su aroma, masculino y fresco, sensual y delicioso, debería de estar afortunada por poder disfrutar de ese olor en mis próximas noches, por poder dormir abrazada a su pecho, y por verlo despertar, pero más que eso, debería de estar feliz por compartir mi vida con él. Pero no era el caso, una parte de mi quería tirar todas sus inseguridades y abrirse por completo a él, dejar que me tomara y me mostrara como merecía ser amada, pero la otra parte aún tenía miedo de lo que mis sentimientos por él podían llegar a hacer, porque yo era de las que se enamoraba perdidamente, y de pasar eso con él, no habría vuelta atrás. Sin embargo, no podía negar que me gustaban estos momentos de romanticismo con él, disfrutaba de él cada vez que me tomaba en sus manos, cada vez que me daba besos profundos o cuando simplemente se me quedaba observando por lo que parecía una eternidad.

— ¿Te estás arrepintiendo? — preguntó suavemente.

— ¿Tú lo estás?

— No. Pero la pregunta es para ti, ¿no quieres esto?

— Es lo que debo hacer. — le respondí eso simplemente, sabía que pude haber dicho algo más, o algo mejor, pero habían cosas que eran preferibles callar.

— Espero que un día esa obligación pueda convertirse en deseo. No hago esto porque sea un tirano que necesite imponerse, lo hago porque tengo el deseo de compartir mi tiempo contigo, pero seré paciente y te mostraré que sí fue buena idea darnos una oportunidad más. — me dijo muy seguro de sus palabras, al tiempo que me daba un beso sonoro en la frente.

— Vivamos el día a día ¿sí?

— Como tú lo quieras, Adele.

No volvimos a decir nada y me quedé así, apretada a él, sintiendo y escuchando los latidos de su corazón, al tiempo en que mis latidos se coordinaban a los suyos, porque a mi me costaría un tiempo aceptarlo, pero mi corazón ya estaba en la misma frecuencia que el de Jungkook, me pedía a gritos amarlo sin ataduras y dejarlo ser libre a mi lado, incluso si la promesa de lo nuestro era solo temporal.

Luego él se despidió de mi, diciendo que tenía que ir a resolver el asunto con las personas del club, porque quería dedicarse por completo a la boda los últimos días que quedasen para esta, porque quería ser un novio ejemplar y ayudarme. Yo me quedé sola en la oficina terminando unos pendientes y tratando de matar el tiempo con trabajo para no pensar en lo que me atormentaba y en lo que tenía miedo de hacer, porque en muy pocos días yo sería Adele Jeon.

🎑

Más tarde esa noche yo me fui a mi casa acompañada de Jungkook, que insistió en llevarme, en el camino hablamos de cosas normales, de lo mismo que hablarían dos amigos, pero cuando llegó el momento de la despedida, nos besamos con pasión, dejando que los besos dijeran algunas palabras que no nosotros aún éramos detenidos a soltar. Dilatamos mucho tiempo compartiendo besos, caricias, pero nada era exigente o precisamente sexual, simplemente era calmado y delicado. Sus labios eran tan suaves, que la manera en la que se movían sobre los míos me hacían derretir, sus mordidas eran delicadas, y cada vez que lo hacía me acariciaba el rostro muy suavemente con sus dedos.

Al final del día, estaba cayendo de nuevo en los brazos de Jungkook.

Cuando llegue a mi apartamento no esperaba encontrar lo que había. Toda la sala estaba llena de globos y papeles de decoración, había botellas de alcohol en una mesa y comida en otra, la música estaba fuertisima y mi sala estaba llena por siete mujeres, mujeres que se quedaron calladas nada más al verme.

— Buenas noches, había fiesta en mi casa y no avisaron — todas se pusieron a reír y Ji seo, la mujer de Hoseok y las embarazada, me tendió un vaso con alcohol.

— Ya, no te espantes — ahora fue Joohyun la que habló — considera esto cómo una despedida de soltera.

— Sí, ¿que creías jovencita? Las despedidas de solteras son obligatorias — Norha, la mujer de Namjoon de decía mientras se acomodaba el corto vestido que usaba.

— ¿Sus maridos no les dicen nada si están fuera de su casa? — les pregunte con diversión, porque en realidad me agradaba su presencia.

— Ellos son los que pierden más si dicen algo que no deben. — Jinwa, la mujer de TaeHyung me respondió — pero no trates de distraernos, tenemos una larga noche y te recuerdo que hay dos embarazadas aquí, una ya casi revienta y la otra está empezando.

— En realidad somos tres — dijo Joohyun.

— ¡Felicidades! — gritaron todas.

— Bueno, ahora a lo importante — Seulgi dijo — Seomin, pon la película. — Seomin, la mujer de SeokJin rápidamente obedeció.

— No pudimos traer a un striptease, pero conseguimos una de esas películas sensuales para disfrutar un poco. — Sooyoung la mujer de Yoongi gritó emocionada — ¡A disfrutar perras!

— Se supone que todas ustedes están casadas. — les dije en tono de burla.

— Si, pero seremos infieles por un momento por ti — Seulgi respondió — además Jimin jamás se enterará.

— Se lo puedo decir.

— Dile, el sabe que no debe de hacerme enojar, porque es un hombre y funciona como todos — me dijo mientras cerraba uno de sus ojos.

— Así es, Kim Namjoon ya sabe lo que le conviene, puedo hacerlo sufrir en un instante. Además, también puedo agarrar un poco de inspiración en esta película.

— Todas ustedes son malas con sus maridos — Joohyun les dijo — pero dado que yo no tengo, puedo disfrutar cuanto quiera.

— Este es solo el principio — Seomin dio play a la película y los gritos de emoción comenzaron también.

Eso no fue lo único que ocurrió  también tuvimos un karaoke, en el que todas cantamos horribles, sesiones de Spa, donde nos terminamos comiendo los pepinos que debían de ir en nuestros ojos, bailamos un poco y compartimos bebidas, a excepción de las embarazadas, que no podían tomar alcohol por obvias razones.

— Chicas — dijo una somnolienta Joohyun — me he enamorado de un cretino.

— Define cretino — le respondí.

— Me enamoré del tipo que me dejó embarazada.

— ¿No es eso bueno? — pregunto Ji Seo.

— No cuando negó a mi hijo. Pero volvió a buscarme y ahora presume quererlo y yo me di cuenta que en realidad me gusta.

— Pues, si te gusta lo suficiente, puedes perdonarlo — Jinwa le aconsejó.

— A lo largo de la vida se cometen errores, yo pasé por lo mismo con SeokJin,  pero miramos ahora, disfrutando de nuestras hijas, felices. Sin embargo nunca tienes que olvidar que lo importante es tu felicidad. — Seomin compartió.

— Con el paso de los años, el matrimonio mejora, si se ama lo suficiente, Yoongi y yo somos la prueba de ello. Pero creo que todas las que ya estamos casadas, hemos pasado por eso. — Sooyoung le dijo — Por eso, es importante lo que tu quieras, y si en tu prioridad esta un matrimonio con estabilidad, lo tendrás si te esfuerzas.

Escuchando a estas mujeres pude acertar en una cosa. Si quería que las cosas entre Jungkook y yo funcionaran, tenía que anhelarlo con mi corazón, y estaba dispuesta a ello.