𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 30;
"𝗔𝗰𝗲𝗽𝘁𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻 𝗽𝘁 2"
;Jungkook
— ¿Estás seguro de esto Jungkook? — la voz de Jimin resonó en mi oficina al tiempo en que tomaba asiento frente a mi.
— Honestamente, no. ¿Qué se puede hacer si el amor está perdido? — hoy exactamente era una semana de que no veía a Adele, dejé la casa para que ella pudiese estar ahí con comodidad, y a pesar de que ella me ha llamado y escrito mensajes yo no he respondido nada, aunque dentro de mi tenga unas infernales ganas de ir hasta donde ella.
— ¿No hay manera de repararlo? — ¿cómo le explicaba a Jimin que no había manera?
— Jimin, la arrastre a esto porque estoy perdidamente enamorado de ella, pero se que cometí un error al hacer eso — aún dolía cada vez que hablaba de ello — no debí proponer esto, le salía mejor ganarme su corazón.
— ¿No era eso lo que estabas haciendo?
— Yo creía que era así, pero tampoco fue suficiente — Jimin asintió con pena — ustedes me advirtieron de esto, y decidí seguir adelante.
— Se que te duele, Jungkook, no intentes ocultarlo. — su voz sonó como una reprimenda por mi actitud.
— Nunca he dicho que no lo haga — admiti con firmeza — no podemos evitar que nos rompan el corazón, pero sí elegimos quien puede hacerlo, y no me arrepiento de nada.
— En todo caso — Jimin se levantó de su silla —...las penas con alcohol son menos.
— Así no es como va — él se rió.
— ¿Quieres perderte de borracho hoy, o le temes al exito? — ahí estaba, eso era todo, amigos que te apoyaban en estos momentos.
— ¿Tienes permiso de Seulgi? — le pregunte con sorna.
— Desde que esta embarazada me ignora y se duerme temprano — me dijo con pena — ¿puedes creer que ya no mete su mano en mi pantalón a la hora de dormir?
— ¿No lo hace?
— No, Jungkook, las cosas cambian — se acercó a la puerta y la abrió — le diré a los chicos. Siempre tenemos tiempo si alguno de nosotros está mal ¿recuerdas? — asentí lentamente y el salió de mi oficina.
Me quedé meditando por un momento la situación, no sabía si estaba actuando correctamente al ignorar a Adele, pero ¿qué más podía hacer? Ella evidentemente, no pensaba ni sentía como yo, y aunque me duele aceptarlo sus palabras fueron ciertas, todo estaba construido en arena y en la primer corriente se acabó.
Pero no iba a negar que puede que de su lado todo era falso, pero del mío todo era real y puro. Pero había cosas en la vida que uno no podía predecir o evitar, caer de esa manera estaba bien, perder un amor estaba bien.
Traté de concentrarme en mi trabajo, pero no pude porque unos gritos se escuchaban en la parte exterior se mi oficina.
Mi paz se vio interrumpida cuando vi por la puerta a Suhua y a mi secretaria tras ella. Suspiré.
— Señor Jeon, perdóneme pero no he podido detenerla — hizo una reverencia y le di permiso para salir y dejarme con la loca de Suhua.
— ¡¿Es en serio, Jeon Jungkook?! — me gritó histérica — ¡¿me has puesto en una jodida lista de "no dejar entrar incluso si es de vida o muerte"?
— Sí, ¿no sabes leer?
— ¡Has puesto toda mi jodida cara con una línea de prohibido por toda la recepción del banco!
— Sientete afortunada, he hecho esa lista solo para ti — ella empezó a dar vueltas por toda mi oficina.
— Deberías de estar agradecido — me reclamó con enojo — te he ayudado para que abras los ojos de una buena vez.
— ¿Tan bajo tuviste que caer?
— Es para que veas cuanto me importas.
— No ha funcionado...
— ¡¿Qué?! ¿Estas con ella sabiendo que se ha besado con otro? — sabía muy bien que todo esto había sido planeado por ella y su hermano.
— ¿Tu hermano, el gilipollas, te lo ha contado? Ni siquiera es capaz de quedarse callado.
— Abre los ojos de una vez — me gritó y mi paciencia se esfumó.
— ¡Con un demonio! Deja de buscarme, no me interesas, estás vacía y puedes ser todo lo guapa que quieras pero eres la definición de egoísmo y traición, no hay nadie peor que tú — le dije d ella misma manera enojado.
— ¿Qué más tienes que aguantar por ella?
— La única manera en la que yo pueda dejar de amarla, es que me arranquen el corazón, pero si no es así, este siempre le pertenece a Adele ¿queda claro?
— Eres un jodido idiota.
— ¿Jodido? No aún, ¿idiota? Sí, pero eso depende de la persona que lo diga. — pulse el botón de seguridad para que los guardias que debieron de aparecer en la entrada vengan a sacarla.
— ¿De verdad acabas de llamar a seguridad? — preguntó indignada.
— ¿Como no hacerlo? — le dije con burla.
Seguridad entró y la tomó a la fuerza, cargandola al tiempo que le presionaban los brazos y piernas. Gritaba como loca pero no me importó ni un poco, maldijo a mi madre, mi abuela, mi bisabuela y a toda la generación de mujeres de mi familia, casi llegando a Eva.
Me reí, porque en realidad era divertido ver como la llevaban como costal de papa, al menos había hecho mi día más llevadero.
🎑
Tenia el celular en mi mano, presionado en el número se Adele, pensando en si debería marcarle o no, estaba muy tentado, llamarla y decirle que la extrañaba, que la necesitaba conmigo, que estas noches lejos de ella habían sido un calvario y que me estaba llendo justo al infierno sin ella.
No pude marcar, porque seguro me alargaría a llorar cuando escuchara su voz.
Era increíble lo vulnerable que podías ser cuando amabas a alguien, era aterrador lo débil que te volvía el amor.
Ella era como un universo y yo quería ponerla de primero.
Alguien entró de repente a mi oficina.
— Jungkook, es noche de chicos, vámonos ya — Jimin ya estaba listo para acompañar mi pena el día de hoy.
— Ya voy, solo déjame guardar mis cosas — me apresure para poner todo en su lugar.
— Y te recomiendo que esta noche no cargues tu celular — le quedé viendo expectante — los hombres nos volvemos estupidos con alcohol en la sangre, supongo que no quieres enviar un mensaje vergonzoso hoy ¿o sí?
— No todos somos como tu Jimin, yo jamás le enviaría un mensaje a Adele diciendo "si quieres puedes cortar mi pene, pero no me dejes" — me quedó viendo con cara de pocos amigos.
— Gilipollas.
Me reí y salí con él. Seguramente todos ya nos estaban esperando en el bar, hoy era el día en que todos perderíamos rumbo.
Tres cuarto de hora más tarde Jimin y yo estábamos entrando a un pub en Itaewon, el lugar estaba abarrotado de personas de todo tipo, y habían muchas mujeres observando nuestro paso, pero justamente la mujer que me interesaba no estaba aquí.
— ¡Ya era hora! — Yoongi gritó de alegría cuando nos miró. La meda ya estaba llena de bebidas.
— Ya saben, Jungkook es como una mujer arreglandose, nunca está listo a tiempo — todos se rieron, menos yo, en cambio le di una palmada en el hombro a Jimin.
Nos sentamos y empezamos con la charla normal que siempre existía entre hombres. El trabajo, juegos móviles o cuanto odiamos el tráfico, solo lo normal. Por suerte ninguno mencionaba de sus matrimonios, aunque claro, felicitamos a Hoseok porque el parto de su mujer estaba programado en unos días, la espera por fin llegaría a su final.
Estos momentos me conmovian, porque mi matrimonio no había durado más de dos míseros meses, y eso dolía.
Todo marchaba bien, hasta que a Taehyung se le ocurrió la brillante idea de jugar.
— ¡Ya sé! Juguemos "yo nunca nunca" — todos aceptamos, porque ya teníamos alcohol en el organismo — quien sí lo haya hecho, tiene que beber un trago — todos gritamos un "sí " — yo empiezo. Yo nunca, nunca he besado un árbol cuando estoy borracho — la mirada de Yoongi a TaeHyung fue asesina, él fue el único que bebió.
— Voy yo — Yoongi tomó la palabra — Yo nunca, nunca he vomitado el auto de otra persona — Namjoon se veía ofendido.
— Yo nunca, nunca he comido croquetas de perro — sí, ese había sido yo. Bebí mi trago.
— Yo nunca, nunca me he caído al patinar — Hoseok tomo su trago.
— Yo nunca, nunca he llorado porque el color rosado no era del tono correcto — escuchamos un "ten cuidado" de SeokJin, pero entre eso había humor.
— Yo nunca, nunca he andado en ropa interior en la calle — todos nos reímos de Jimin, porque en realidad el era el único que había hecho eso.
— Yo nunca, nunca he sido echado de casa por mi mujer — todos nos quedamos en silencio, Jimin se avergonzó, pero no me importó, tomé mi trago, me acompaño TaeHyung.
— ¿Tu mujer te echó de casa? — Yoongi le preguntó sorprendido.
— Sí, fue hace mucho.
— ¿Por qué? — le pregunté con curiosidad.
— Porque en ese tiempo mi mama se metía mucho en nuestra relación y ella no pudo soportarlo, así que me mandó a dormir en el garaje — bebimos más, porque aunque mi situación no era que Adele me había echado, era lo mismo.
— Continuemos — les dije en tono tranquilo — Yo nunca, nunca he roto una puerta completa.
Las risas resonaron por toda la mesa, y la mirada de dragón enojado de Namjoon nos fusiló.
— Fue un accidente — se excusó.
— Siempre rompes cosas, hyung — le acuse, porque era cierto.
Rompía muchas cosas muy a menudo, todo lo que sus manos tocaban lo destruían, lo que era una pieza entera, pasaba a muchas en un solo segundo, si embargo, no era para nada molesto.
Continuamos bebiendo y haciendo locuras, esta era nuestra noche. A nuestra mesa se acercaron muchas mujeres pidiendo ser invitadas a un trago, pero todos mostramos nuestros anillos de casados, así que se alejaron enseguida. Sí, aún conservaba el anillo en mi dedo, no era capaz de dejarlo a un lado, no hasta que mirase el papel firmado por ella.
En un punto tocamos mi divorcio, nadie me juzgó, todos me mostraron su apollo pero me aconsejaron que no actuara impulsivamente, que puede que ella se había equivocado, pero que merecía mi respeto.
Todas las palabras que solté estaban acompañadas de dolor, porque no era fácil despedirse de algo que se ama, pero a pesar de estar dejando el matrimonio a un lado, al menos pude gozar de su compañía y calor por dos cortos meses. Pero estaba satisfecho, deseaba más, pero podía vivir con ello.
Salimos del pub, todos demasiado borrachos para conducir, así que pedimos dejar nuestros autos en el estacionamiento y prometimos llegar por ellos en la mañana.
Caminamos por los bulevares de Itaewon, viendo a nuestro alrededor, lo hacíamos con torpeza, pues el alcohol que llevábamos dentro era mucho.
— ¿Alguien tiene un cigarro? — les pregunte con la voz pastosa.
— No vas a fumar, Jeon — SeokJin me respondió con su voz entrecortada — ¿tienen hambre?
— No — respondimos todos al unísono, justo ahora lo que menos me apetecía era llenar el estómago.
Vi que Namjoon sacaba su celular, para marcar un número.
— ¿Hola? Cariño, ¿puedes venir por nosotros? — Namjoon llamaba a su mujer, molestando su sueño — Sí, todos estamos muy borrachos, no podemos conducir — hizo una pausa — cariño, no me regañes, esto lo hicimos por Jungkook — me le quede viendo — estamos en Itaewon, calle seis, te esperaremos en la esquina. Te amo — colgó la llamada, entre todos nosotros el parecía ser el más cuerdo.
— No importa si le dijiste que la amas, te mandará a dormir en el piso — Jimin se sentó en la acera y todos hicimos lo mismo.
— No lo hará — Namjoon respondió muy seguro.
Nos quedamos callados, cada uno de nosotros pensando en nuestras propias cosas.
Treinta minutos más tarde la mujer de Namjoon se estacionó frente a nosotros y nos obligó a entrar en la camioneta. Obedecimos de manera rápida, ella se veía enojada.
Nos llevó a cada uno de nosotros a nuestras casas, las mujeres de todos ellos esperaban con los brazos cruzados en la puerta, sonreí feliz, a mi nadie me haria eso esta noche.
Fui al ultimo que dejaron en casa, en este caso era un apartamento pequeño que Jimin me había prestado mientras solucionaba todo a mi alrededor.
Cuando llegué al interior me apoyé en la puerta y saqué mi celular. Le marcaría a Adele.
Lo hice pero no respondió, así que le dejé un mensaje de voz.
— Se que no debería de estar llamando a esta hora, pero estoy demasiado borracho y necesito decirte algo que no te he dicho — suspire e hice una pausa — te amo, lo hago como no tienes idea, y dudo mucho que algún día pueda amar a alguien de la misma manera que a ti, a partir de hoy miraré tu rostro a todos los lados que vaya, y te extrañaré cada segundo de mi vida. Se que no debería decir nada, porque las palabras no pueden cambiar hechos, pero soy terco y siempre hago lo que no debo, sobre todo si se trata de ti.
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Ya casi nos acercamos al final. :'(
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