"𝗜𝗻𝗳𝗶𝗲𝗿𝗻𝗼 𝗽𝘁 2"

;Adele

Domingo;

El terrible día había llegado. Era peor para mí tratar de ocultar mi nerviosismo porque sabia que eso solo provocaría que Jungkook preguntara por mi estado. No pude decirle lo que había pasado en un intento de no preocuparle, no quería que esta noche se enfocara en eso, no si su reunión era de suma importancia para él.

Actualmente, él no estaba en casa, salió con Jimin esta mañana para arreglar unos detalles de un préstamo que estaban solventando, no quería marcharse pero Jimin fue insistente.

Yo, mientras tanto, decidí ir a visitar a mi papá, hacia mucho que no le veía, y de vez en cuando necesitaba de sus palabras.

Salí de la relajante ducha para apurarme e ir de visita a la casa que me vio crecer.

Me alisté lo más rápido que pude, porque papá me dijo que llegara antes de almorzar pero por desgracia ya era tarde, lo que significaba que el estaría enojado por no estar puntual en casa.

Saber que mi papá vivía solo era un tema que me entristecía, desde que mamá murió el se olvidó de que podía haber otra mujer en su mundo, era tan solitario, pero a pesar de eso parecía no necesitar de alguien a su lado. Por esa razón me sentía culpable al no haberle visitado en toda estas semanas, la última vez que lo vi fue el día de mi boda, era una hija terrible. No podía dejarlo solo, no si sabía que él aún sufría por la muerte de mamá.

De camino a su casa pensé en preguntarle por lo que Jungkook había mencionado sobre el matrimonio con Suhua, seguramente mi padre sabía algo dado que el señor Jeon y él se lo contaban todo. Porque aunque parecía que olvidé ese tema en su momento, no lo hice, necesitaba una respuesta porque mi cabeza era todo un nudo.

Llegue a la mansión familiar, y como siempre, el personal que trabajaba en casa me recibía de manera alegre.

— ¡Que bueno verla de nuevo! — Yoona, el ama de llaves, y en su tiempo mi nana, me saludo con ternura, justo como lo hacía cada vez que llegaba de la escuela.

Mi familia le tenía mucho cariño, fue quien cuidó a mi papá en su tiempo, desde que ella era muy pequeña ha estado al cuidado de todos nosotros, y luego lo hizo conmigo.

— Es que ahora soy una señora casada — con chulería le comenté, pero ella no parecía sorprendida.

— Apuesto todas las canas de mi cabeza, que tu marido dispone de un amplio personal de ayuda, así que tu no debes de hacer nada.

— Te equivocas, mi marido prefiere no tener personas extrañas en casa, yo me encargo de todo en casa — entrecerró sus ojos en mi dirección, con duda — entre otras cosas — le di dos palmaditas en su hombro para pasar directo al comedor.

Mi papá ya me esperaba sentado, leyendo el periódico, parecía tranquilo.

— Hola, papá — me acerqué a el para darle un beso en su arrugada mejilla.

— Vienes tarde, Adele — a pesar de que dijo esas palabras con molestia me besó la mano.

— Lo siento, me he tomado demasiado tiempo en la ducha — el asintió, no muy convencido.

— ¡Yoona, que sirvan la comida porfavor! — mi papá gritó desde el comedor, y yo me reí por la manera en que lo había hecho.

— ¿Desde cuándo gritas?

— Desde que me empecé a ser viejo — solté una carcajada.

— No estás viejo, papá — tomo un sorbo de su vaso y me quedo viendo fijamente.

— Lo estaré una vez que me des nietos — me moví incómoda en mi silla — a decir verdad, esperaba que ya estuvieras embarazada.

— ¿Por qué debería?

— Se casaron tan rápido, que por un momento pensé en eso — incómoda, negué — ¿no te has puesto a tener hijos?

— ¿Que pasa? — me enojé un poco, levantando mi voz — ¿También quieres organizar eso?

— Yo no pretendo organizar nada, pero luego del matrimonio lo que viene son los bebés — el seguía estando calmo, pero yo no.

— ¿Por eso querías que me casara con Jungkook desde antes? — la expresión de su rostro pasó de serena a confundida.

— ¿De qué hablas?

— No pretendas no saberlo, los escuché a ti y al señor Jeon, hablando de un matrimonio. — el me seguía mirando con la misma expresión.

— ¿Cuando?

— Cuando Jungkook y yo éramos novios, no pretendas no saber. Luego de que vine a casa, ustedes hablaban de como Jungkook y yo debíamos casarnos — mi voz sonó más que enfurecida — ibas a hacerlo incluso si sabías que Jungkook no me quería.

Se quedó en silencio por unos minutos, yo trataba de controlar mi ira, hasta que escuché como se reía de manera descontrolada.

— ¡¿De qué te ríes?! — levanté incluso más mi voz.

— De que a pesar de que te eduqué para que no escucharas tras las paredes lo haces y para colmo no de la manera correcta — siguió riéndose, pero logró calmarse — no hablábamos de ti.

— ¿Co-cómo?

— Jungkook se había metido en un problema con un bueno para nada, y lo que el pedía era que su hija se casara con Jungkook — era exactamente la misma historia que Jungkook había contado — ese día hablábamos de lo duro que sería para ti saber que tenias que dejar a Jungkook, y sabíamos que para el también iba a ser difícil, sobre todo, porque parecía detestar a lo otra chica — estaba en estado total de confusión — ¿acaso crees que soy un mal padre para dejar que tu vida tome ese rumbo? Jamás lo habría permitido.

— Yo... yo...

— Días después nos dimos cuenta que su relación había terminado — volvió a su expresión serena — y puedo apostar a que fue idea tuya.

— Pensé que se trataba de mi, pensé que Jungkook no me quería...

— ¿Le dejaste por eso? — asenti lentamente — si tenías dudas, pudiste preguntarme. Por suerte están juntos de nuevo.

Fui incapaz de decirle que está vez también era un trato. De igual manera me sentía como una tonta, de no haber actuado de manera tan impulsiva las cosas ahora serían diferentes, él y yo no estaríamos pasando por una situación que era amarga para ambos.

— Sí, por suerte estamos juntos...

— Ahora, te agradecería que no vuelvas a escuchar conversaciones ajenas por que... — mi papá seguía hablando pero mi mente estaba concentrada en una sola cosa.

Tenia que hablar con Jungkook.

🎑

— ¡Adele, por la caridad del cielo ¿estás lista?¡ — don desesperado aka Jungkook, me gritó desde la sala, seguramente aburrido de esperar.

— ¡Dios, ya te he dicho que si me dices que me apuré me tardo más!

— Lo se cariño, pero tenemos poco tiempo así que si no queremos llegar tarde es mejor que... — dejo de hablar cuando me puse de pie frente a él.

Me miraba sorprendido, con su boca ligeramente abierta, sus ojos me escanearon todo el cuerpo y parecía estar en alguna otra dimensión.

— ¿Que tanto me ves? Vamos es tarde — cogi mi bolsa y mi abrigo.

— Eres el epítome de la perfección — le di una pequeña sonrisa y puse mi mano en su barbilla para cerrar su boca.

— Hay que irnos, tenías prisa ¿no? — el asintió, parecía aturdido.

Me dio su mano para que saliéramos juntos, el hacía eso incluso si sabía que no podíamos pasar a la misma vez por el umbral de la puerta.

Llegamos al auto y el como todo un caballero me abrió la puerta del copiloto. Tomo su lugar del otro lado y se puso en marcha.

— ¿Sabes? — su voz llamó mi atención — me encantaría que por una vez en tu vida me dijeras que estoy guapo.

Me reí.

— ¿Necesito decirte lo obvio?

— Hay cosas que son necesarias escuchar — puso una de sus manos en mi muslo desnudo, debido a que el vestido se había recogido, apenas cubría una parte — anda, dilo.

— Esta bien — suspiré y gire su cabeza para que me diera atención, aprovechando que estábamos en un semáforo — te ves tan caliente y guapo que de no ser porque vamos tarde, te metería mano aquí — abrió su boca, sorprendido — ¿satisfecho?

— ¿Cómo espera que pueda ir por esta noche sin desear que cumplas esa palabra?

— Tu querías que yo dijera lo que pensaba de ti, no es mi problema ahora — me encogi de hombros y lleve mi vista a la ventana. El semáforo ya había cambiado.

Condujo por unos treinta minutos, alternando su mirada en la carretera y mi cuerpo logrando que me pusiera nerviosa.

Llegamos al estacionamiento del evento, era en uno de los teatros de Seúl, seguramente aquí estaba ese tipo de personas que están bañadas en dinero.

— Trataré de no estar mucho tiempo aquí — Jungkook me tomo la mano para ayudarme a entrar al salón — se que será aburrido para ti.

— No importa cuánto tarde, mientras no te emborraches — me miro ofendido.

— No tengo ningún problema con la bebida — me tomo de la cintura para acercarse a mí — sin embargo, tengo prisa por llegar a casa y hacer que cumplas lo que has dicho en el auto — me dio un beso en el cuello, debilitando mis piernas en el proceso, siguió repartiendo besos hasta que llegó a mis labios, pero no los beso, los mordió fuertemente haciendo que me quejara.

— Deja de morderme los labios de esa manera, es doloroso.

— ¿Prefieres que muerda otra cosa? — lo aleje de mi, porque el olor de su colonia se estaba subiendo a mi cabeza.

— Mejor entremos — le sugerí tratando de evitar un accidente.

Entramos al salón que estaba repleto de gente de todas las edades, seguramente tan millonarios como mi marido.

Jungkook me guió entre las personas hasta encontrar nuestra mesa. Me presentó a personas que jamás había visto en mi vida, tuve que poner una sonrisa en mi cara cada vez que tenía que saludar a alguien, porque la incomodidad que estas personas me provocaban era grande, debido a la manera tan asquerosa que me veían. Jungkook lo notó, por lo cual me acerco a él y me apretó, además se aseguró de presentarme frente a todos como "mi hermosa esposa"

Con disimulo busqué entre las mesas a WooSeok, necesitaba tenerlo a mi vista para evitar cualquier movimiento que tratase de hacer. Lo vi, sentado a dos mesas de mi lugar, acompañado de su hermana que iba embutida en un horroroso vestido color negro. Aparte mi vista de ellos porque lo que menos quería era llamar su atención.

🎑

Había pasado al menos una hora, Jungkook me dejó sola por unos momentos porque tenía que hablar con alguien que al parecer le disgustaba tanto como para pedirme que me quedara en mi lugar porque "ese idiota" lanzaría comentarios hirientes.

En toda la velada WooSeok y su hermana no se habían acercado a mi o a Jungkook, y me sentía aliviada porque ya los había perdido de vista.

Con la seguridad de que ellos ya se habían marchado a su casa yo me moví de mi lugar para buscar el baño.

Camine por los pasillos hasta que logre localizar la puerta. Me adentre en ellos para ocuparme de mis necesidades. Cuando terminé salí de nuevo para buscar un lugar cómodo, el ruido de la música estaba cansando mis oídos por lo cual necesitaba buscar un área alejada.

Entré a lo que parecía una biblioteca, era inmensa y con muchos libros. Empecé a pasar mis dedos sobre los libros hasta que escuche la voz desagradable de WooSeok.

— Creí que tu maridito no te dejaría nunca — me volteé para enfrentar su horrible rostro.

— ¿No te cansas de molestar? — con desagrado le pregunte. El se acercó a mi y aunque quise evitarlo me tomo de la cintura y me pego a él, intenté soltarme pero el era más fuerte.

— No podía irme sin decirte lo que pienso de ese vestido. A decir verdad creo que noto pequeños cambios — como un perro empezó a olfatear mi cuello, sentí asco, porque su olor era nauseabundo — parece que ciertas cosas no dejan de crecer.

— Y otras parecen seguir siendo igual de pequeñas — sentí su risa en mi cuello, todavía intentando separarme de él.

— Parece que te has vuelto una fiera...

— ¡Sueltame ya imbécil! — forcejee pero solo logré que colocara sus manos en mis glúteos.

— ¿Que pasaría si tu marido te encontrase en esta situación? — me dio un beso en el cuello, y sentí unas inmensas ganas de llorar — ¿Crees que le gustaría compartirte por una noche? — no pude decir algo porque estaba congelada por el miedo — asegúrate de preguntárselo ahorita — de repente me soltó y se alejó de mi, yo me quedé en mi lugar, respirando de manera rápida.

De pronto sentí unas manos aparentando mis brazos de manera fuerte. Me encontré con la mirada de ira de Jungkook, pero en su mirada no solo había ira, también un destello de decepción.

— ¡¿Que demonios hacías con el?! — el muy imbécil de WooSeok se había asegurado que Jungkook viese la escena, un juego sucio que le había salido de manera perfecta.

— Dejame explicar lo que paso... — le pedí con la voz entrecortada.

— ¡¿Antes o después que ese imbecil intentara besarte?! — las lágrimas salieron de mis ojos y Jungkook se alejó de mi de manera rápida — nos vamos a casa — aún su voz sonaba enojada.

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He estado escuchando "My Universe" y no dejo de creer que es la canción perfecta.🥺 BTS siempre haciendo arte.

Besitos.