Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 25;

"𝗖𝗼𝗻𝗳𝗶𝗮𝗻𝘇𝗮"

;Jungkook

Convencí a Adele de ir al dormitorio mientras le preparaba un té en la cocina, ella estaba tan alterada que me preocupaba tanto. Debo admitir que me enojé al notar las flores en la entrada, me preocupaba que alguien estuviese tras ella y pudiera alejarla de mi. Pero cuando leí la nota y vi su rostro me di cuenta que ella solo emanaba dolor. Tenía curiosidad por el culpable, quería y necesitaba destruirlo por meterse con alguien de mucha importancia para mi.

Terminé de preparar el té y me dirigí a la habitación, cuando entré ella estaba acostada, aún con su ropa y los zapatos de tacón puestos.

— Te he traído un té — ella se acomodó en la cama para poder recibir la bebida que esperaba que la tranquilizara.

— No debías molestarte — con pena ella procedió a dar el primer sorbo y de manera mágica su rostro se relajó cuando ella probó el líquido.

— Hacer cosas por ti no es ninguna molestia — Adele, nunca en ninguna circunstancia seria causa de molestia para mi, jamás podría imaginarme pensando así de ella.

— ¿Estas enojado? — se veía preocupada, yo también lo estaba, pero no por las flores, era por ella. Y la pregunta de si estaba enojado, la respuesta clara era no, al menos no con ella.

— Por supuesto que no. Al contrario de ello, estoy preocupado — me quité la corbata y desabroché los primeros botones de mi camisa y la saqué del pantalón.

— Lo siento — ella se disculpó, como si en realidad era su culpa.

— No hay nada por lo cual disculparse, si tu dices que es alguien al quien no te apetece ver, te creo, jamás pondría en duda tu palabra, pero necesito que confíes en mi.

— Probablemente si lo digo te arrepentirás de haberme propuesto matrimonio — una lágrima bajo por su mejilla.

— Dudo mucho que haya algo que me haga arrepentirme de eso — le ayude a ella a desabrochar sus zapatos, esperando a que continuara.

— ¿Puedo de verdad confiar en ti?

— Puedes confiarme tu vida y si algún día esta en riesgo te aseguro que daría la mía por ella — una pequeña sonrisa se mostró en su rostro.

— ¿Recuerdas que te pregunté sobre el hermano de Suhua? — yo asentí, un con la duda de cómo eso podría afectarle — conocí a WooSeok unos días después de romper contigo, fue un cambio total, yo estaba tan... — se detuvo, talvez tratando de buscar las palabras correctas — no importa. Sin querer nos hicimos cercanos, y el nunca a estado en buenos pasos, me llevo a su mundo y me obligó a hacer cosas que no quería.

— ¿Llego a tocarte? — la furia ya estaba instalada en mi cuerpo.

— Me enseñó a consumir drogas, yo apenas tenía veintiún años, era tan vulnerable e ilusa, me tatuó la mariposa que tengo en la mano como una marca de propiedad, te juro que por un momento yo sentí que todo estaba perdido, era tan rudo conmigo que habían días en los cuales me lastimaba — apreté mis puños a tal punto que mis nudillos se volvieron blancos por la furia que sentía — pensé que lo había dejado atrás, pero ha vuelto, Jungkook. Todos esos temores que sentí y los momentos horribles que viví con él me están torturando otra vez, pensé de verdad que podía dejarlo a un lado, pero el esta aquí, dispuesto a arruinar lo que me hace feliz.

— Yo me encargaré de que eso no pase.

— Se que no es la gran cosa, pero de verdad, eso me hace recordar una etapa de dolor y de verdad me lastima ahora.

— Si te lastima, es la gran cosa, porque no hay nada peor que sentir dolor, porque este no puede ser fingido y si te duele, es más que importante.

Sentía pena por lo que tuvo que pasar ella, pensando en que talvez pude haber estado ahí para ella y ser su hombro, pero en ese entonces yo estaba tan lastimado, que no estaba seguro de si de verdad pude haber servido de apoyo, o pude haber servido para que nos hundieramos peor.

🎑

— Señor Jeon, lo buscan — Junha mi secretaria entró por la puerta.

— ¿Quien? — cuando ella iba a responder una voz se interpuso.

— Yo — Suhua estaba aquí. Yo no hice más que suspirar, pidiéndole al cielo que me otorgara paciencia para no cometer suicidio.

— Retírate, Junha — hizo una leve reverencia y salió de la oficina — ¿Que rayos quieres Im? — Suhua se aproximó a mi, con una sonrisa en el rostro.

No me agradaba para nada, porque era falsa y manipuladora, no le importaba pasar sobre la integridad de los demás solo para resaltar ella, era justamente como su padre, por eso no me agradaba. Todo lo que salía de su boca era veneno, no le importaba esparcir palabras descuidadas a los demás.

Jamás la soporté en la secundaria, de hecho nadie lo hacía, era cansina y odiosa con todos, pero empecé a odiarla luego de atropellar a mi perro, ese odio incremento más cuando ofendió a Adele.

— ¿No puedes ser un poco más amable? He venido a darte información.

— ¿Amable, contigo? No gracias.

— ¿Ni siquiera si vengo a darte información de tu queridísima esposa?

— No creo que tengas algo importante por decirme de ella — probablemente venía a tratar de insultarla, pero no lo permitiría.

— Estoy intentando hacerte ver que estarías mejor sin ella, te dejó antes ¿lo recuerdas? — me enfureció mucho su comentario, lo que pasaba en mi vida nunca debió de ser problema para ella.

— Estas tocando aguas peligrosas, te lo advierto.

— ¿Por qué aún la quieres? — se acercó aún más a mi, yo no me moví de mi lugar — ¿Sabes que fue a revolcarse con mi hermano dos días después de que rompió contigo?

— Suhua, no quiero ser grosero contigo, pero lo que haya hecho Adele en el periodo que rompimos, no es mi problema, ella era libre. — puede que eso doliera un poco, pero si no hay compromiso de por medio se es libre — Y yo creo que no quieres hablar de la basura de tu hermano.

— ¿Así que te lo contó? — su voz destilaba burla.

— No, Suhua — le dije en el mismo tono que ella usó — pero se me es tan fácil escarbar entre la basura y encontrar cosas.

— ¿Investigaste a mi hermano por ella?

— ¿Cómo no hacerlo?

— Seguramente no has encontrado nada, porque a diferencia de tu mujer, el no lleva una doble vida.

— Seguramente te equivocas, tengo una lista — y era cierto, la noche anterior, luego de que Adele se durmiera llame a SeokJin, que era detective, para que hiciese un sondeo y buscara hasta lo más mínimo, y encontró mucho — drogas, armas ilegales, prostitución ¿quieres que siga?

— Tu esposa tampoco es trigo limpio. Seguro solo te dijo la parte en donde ella es la afectada pero mi hermano... — la interrumpí porque ya estaba cansado.

— ¿Tu hermano? El es igual o peor que tu, obligo a Adele a hacer cosas que ella no quería, se aprovechó de la situación, no le importó nada, porque es tan egoísta como tu.

— Espero y algún día puedas abrir los ojos, y cuando lo hagas estaré aquí para ti.

— ¿No entiendes que te detesto? Incluso si terminara con ella, jamás, iría a ti, porque estás podrida — su cara de entusiasmo cambió a una de dolor — Sí, lo que escuchaste, no eres nadie para mi y te recomiendo que te marches.

Quien ríe de último, ríe mejor, Jungkook — cogio su bolso y salió de mi oficina.

Me recoste en la silla de cuero, esperando a que el enojo que sentía bajara. Trate de hundirme en trabajo para no pensar en sus últimas palabras.

Dedique casi toda la tarde trabajando, revisando unas cuentas y hablando con Jimin, que era mi abogado, acerca de unos pequeños problemas que estaban surgiendo con un cliente, pero en todo ese tiempo, no dejé de pensar en Adele, porque seguramente ella aún estaba siendo atormentada por su pasado, pero esta mañana que le ofrecí quedarme con ella, lo rechazó y me dijo que prefería estar sola, fui un poco fría pero la entendía porque recordar el dolor que sufriste en el pasado no es poca cosa.

🎑

Me preparé para salir de mi oficina e irme a casa, tenía muchas ganas de ver a mi chica, esperaba que ella ya se encontrara mejor, no quería que se hundiera en tristeza, quería que ella notara que a pesar de nuestro pasado, ella siempre sería prioridad para mi, pero no estaba seguro de como hacer que ella lo viera. Parecía que todos mis intentos por demostrar mi amor morían en la nada, porque ella siempre reaccionaba igual.

Cuando estaba por abordar mi auto recibí un mensaje.

"Ella me pertenece"

Me enfureció tanto que golpeé con mi mano la puerta del auto. El no solo molestaba a Adele, también tenía la osadía de hacerlo conmigo y eso era algo que jamás podría permitir.

Enojado conduje a casa, pensando de que manera podía advertirle que era mejor no meterse conmigo porque saldría perdiendo.

Unos treinta minutos más tarde llegué al ático donde vivíamos, abrí la puerta de casa y todo estaba casa a oscuras, solo había una pequeña luz que parecía alumbrar con pereza toda la sala. Caminé hasta la cocina y no había rastros de Adele.

Me fui por el pasillo para tratar de buscarla en la habitación, pero tampoco estaba allí. Fui a su estudio y allí la encontre, estaba sentada de espaldas a la puerta, con un overol lleno de pintura y un moño en la cabeza, estaba tan concentrada en su trabajo que no noto, ni escucho el sonido de la puerta. Pintaba un cuadro de una mujer posando desnuda sobre un diván, sentada con las piernas cruzadas y un velo puesto en su rostro, parecía ya casi completo.

Me moví de mi lugar para dejarla a solas, prefería no molestarla pero tenía tantas ganas de estar con ella, para hablar tranquilamente y para que pudiésemos conocernos más, para mostrarle que todo estaba bien y que no había problema si estaba conmigo.

En la cocina trate de buscar algo más por hacer, algo con que llamar su atención, hasta que abrí la nevera y miré una bolsa de chocolate congelado. Cogi la bolsa y sonreí, eso era perfecto.

Puse una olla en la estufa, necesitaba derretirla para mi propósito, mientras eso pasaba me quité el traje de oficina, quedando solo en pantalones y calcetines.

Cuando el chocolate ya estaba líquido lo moví a un recipiente más pequeño y cogi una espátula de madera. Una vez más tome camino hasta donde ella se encontraba.

Abrí la puerta otra vez, pero ahora me encargué de hacer más ruido para que ella pudiese notarme. Pero no lo hizo, tenía audífonos puestos. Así que me acerqué a ella y deposite un beso en su cuello. Obviamente ella se sorprendió y se desprendió de sus audífonos y puso el pincel sobre el caballete.

— ¡Dios me asustaste! — sentí tranquilidad en mi pecho cuando vi su rostro relajado y brindandome una sonrisa.

— No era mi intención — tome sus labios de manera suave, di pequeñas mordidas en ellos hasta que escuche que ella soltó un gemido.

— ¿Que haces Jungkook? — me preguntó con su voz entrecortada.

— Seducir a mi mujer — la besé aún más fuerte. Pero me separé de ella porque yo iba por otra cosa.

— ¿Que traes en ese recipiente? — me pregunto con curiosidad cuando miró lo que traía en la mano.

— Es para comer — en un banco coloque el recipiente y la espátula.

Con mis manos libres, me fui hasta los botones de su overol y empecé a desabrocharlos, ella no dijo nada y permitió que pudiese desnudar desnudarla. Me llevé una sorpresa cuando encontré que debajo del overol no llevaba nada, sus pechos estaban en el aire y sus pezones erectos.

— ¿Por qué no me extraña que andes sin ropa interior?

— Acostumbrate — me reí por un momento pero luego volví a mi trabajo.

Baje el overol hasta su cintura y tomé la espátula, pero vi que algo podría ayudarme más, cogi uno de los pinceles limpios que ella tenía entre sus cosas y lo llené de chocolate.

— Dijiste que eso era para comer — el chocolate aún estaba tibio por lo cual ella se movió un poco cuando sintió que lo ponía en uno de sus pezones.

— Es justo lo que voy a hacer — me incliné un poco para llegar a la altura de sus pecho y lamer su pezón.

El sabor del chocolate mezclado con el de ella era increíble, no había manera de descifrarlo. Hice lo mismo con el otro por repetidas veces, hasta que ella no pudo soportarlo más y gimio de placer.

Le terminé de bajar el overol y la tomé en mis manos para ponerla sobre la mesa, aun eufórica por el placer ella no dijo nada, y se dejó seducir. Me facilitó el trabajo al abrir las piernas. Otra vez tomé el pincel y lo llené de más chocolate, esta vez fui más cuidadoso y lo puse sobre su intimidad.

— Justo ahora tengo mucha hambre — enterre mi cabeza en sus piernas y me perdí en ella.

Era tan adictiva y deliciosa que no había nada en este mundo que pudiera compararse con ella, saboree tanto de ella como pude, porque sentía que era lo que más necesitaba, y dudaba de que algún día pudiese tener suficiente de su cuerpo.

Ella estaba tan llena de placer que de un momento a otro exploto en mi boca, entonces me volví más adicto.

— Yo también tengo hambre, Jungkook — recuperó el aliento y rápidamente se puso de rodillas.

🦋🦋🦋🦋🦋🦋🦋🦋🦋🦋🦋🦋🦋🦋🦋🦋🦋

Nunca miraré al chocolate de la misma manera.

¿Les parece aburrida la historia?
¿Le falta algo?

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro