"𝗣𝗮𝗿𝗮𝗶𝘀𝗼"

;Jungkook

Adele dormía plácidamente en mis brazos, eso de alguna manera alentaba a mi corazón para tratar de hacer lo mejor para nosotros. En estos momentos más me recordaba que tenía que conservarla, perderla no era una opción, porque las mujeres como ella solo pasaban en la vida de un hombre una sola vez, y depende del hombre conservarla o no, no me importaba sacrificar cosas por ella, mi vida, alma y corazón eran para ella. Amaba los momentos en los que ella se acercaba a mi, y actuaba como si de verdad le importara, no iba a descansar hasta poder conservarla para siempre.

Yo no podía dormir porque sabía que Adele algo me ocultaba, pude verlo en sus ojos, pero no quería forzarla a hablar si eso le provocaba dolor, le daría su tiempo, y tomaría lo que ella decidiera darme.

Suavemente sin moverme mucho, deposite un beso en su frente y la abracé más a mi, ella solo suspiró y se acomodó mejor. Al día siguiente trataría de darle toda la felicidad que necesitaba. Sería un día increíble.

🎑

Me desperté primero que Adele, trataba de sorprenderla con un desayuno digno de una reina, según mis habilidades culinarias, todo saldría bien.

Así que baje hasta la cocina del hotel y pedí a los encargados de cocina que me permitieran preparar algo por mi cuenta. Cuando hablaba de encargados de cocina, me refería a dos hombres que fueron sacados del club. Sí, yo también me sorprendí cuando ellos dos mostraron sus habilidades de cocina, así que decidí moverlos a esta área, porque conocían todo muy bien, desde platos tradicionales coreanos, hasta comida extranjera.

— ¿Desde cuándo conoce a Lia? — uno de ellos, de nombre Jisung me preguntó, yo sabía que por "Lia" quería decir "Adele"

— Desde que ella tenía dieciocho años — cogi una sartén y los huevos — ¿y tu?

— Hace más o menos cuatro años. — segui preparando mis huevos estrellados, esperando a que el siguiera hablando — Estudiaba con ella en la universidad, pero por ciertas circunstancias tuve que dejar la universidad.

— Puedo preguntar ¿por qué?

— Mi papá, era drogadicto. No había un día en el que él pasara cuerdo. — escuchar la tristeza con la que hablaba de su pasado me rompía algo dentro — Mi hermano, Hae Sun, tenía cáncer de piel, mi mamá no podía trabajar debido a qué si ella lo hacía nadie podría cuidar de mi hermano, y dejarlo en las manos de papá era un riesgo.

— ¿Qué hacía tu papá?

— Aparte de drogarse, nada — me ayudo y me paso un plato de loza blanca — bueno, eso y golpear a mi mamá, de paso a mi también. Dado que yo amaba con mi vida a mis hermanos y a mi mamá, decidí renunciar al sueño de ser un profesional para dedicarme a trabajar ya que la condición de mi hermano empeoró — asentí con lástima, porque puede que yo haya crecido sin una mamá, pero mi papá fue suficiente, y ver la agonía de un ser que amas es peor que haberlo perdido — me dediqué a correr motos de manera ilegal, ganaba mucho, pero era peligroso, pude costear el medicamento de mi hermano y de darle una mejor vida a mamá. Pero eso no evito a que la muerte tomara a mi hermano — él, mientras hablaba me ayudaba a pasar y picar ingredientes — ¿pero no es peor el sufrimiento a la muerte?

— Supongo que sí — le di la razón, también con pesadez en mi corazón.

— Cuando mi hermano murió, mi mamá se hundió en depresión y sin querer, ella también falleció, después de eso quedé solo, ya no tenía nada por lo cual luchar.

— ¿Es así como acabaste en el Festeo?

— Parte de ello — me dijo mientras me daba un tarro de mermelada de fresa — Adele me encontró en la calle, sin nada, mi papá me sacó de casa y dado que no tenía a nadie más, me tiré a morir, pero fue por ella, me ayudó, justo solo como un Ángel lo haría, ahí fue cuando me propuso trabajar en el club.

— Adele es un Ángel — coincidi con él.

— Lo sé, usted también — la manera en la que lo dijo sonó tan cálida que me puse a pensar en que en este mundo habían demasiadas personas rotas — Y se muy bien que parte de lo que hace es por ella.

— No lo voy a negar, pero también valoro en esfuerzo de todos. Sin embargo, te quité el empleo...

— Pero me dio uno mejor, aquí ya no tengo que ocultarme y hacer lo que más me gusta, mi mamá me enseñó a hacer todo esto y por eso es que soy feliz aquí.

— Me alegra mucho — servi jugo de naranja en un vaso.

— Se que el Festeo funcionaba de manera ilegal y que por años disfruto del dinero de su banco...

— Pues sí, pero todo valió la pena, eso me trajo de vuelta a la mujer que amo — el sonrió con calidez.

— Espero y de verdad la ame, o si no, yo mismo iré por usted — me amenazó con burla y me ayudó a poner toda la comida en una bandeja.

— Si lo dices así podría pensar que te gusta mi mujer.

— Soy gay, su mujer no sufre ningún daño — se acercó a mi con la sonrisa juguetona de un niño travieso — quien debería preocuparse es Adele, usted sin duda está dentro de mis parámetros de hombre ideal.

— Soy demasiado heterosexual, Jisung. Sin embargo, alabo tu buen gusto — le guiñe un ojo y cogi las cosas para dirigirme a la habitación.

Caminé por los inmensos pasillos rumbo a nuestro espacio. Esperaba encontrarla aún en la cama, para sorprenderla aún más.

Cuando llegue frente a la puerta la abrí con cuidado de no hacer mucho ruido. En efecto, ella aún estaba acostada, envuelta entre las sábanas.

Puse con cuidado la bandeja sobre la mesa que estaba al lado de la cama y me acerqué a ella para despertarla.

— Oye, dormilona — la moví suavemente y ella empezó a retorcerse. No estaba dormida, porque se estaba riendo — Se que no estás dormida, preparé el desayuno.

— Contigo no se puede — se sentó en la cama, aún con la sábana en su cuerpo — ¿por qué me dejaste sola?

— Porque quería hacer tu desayuno, ayer no comiste casi nada en la cena y se que lo haces porque dices estar gorda, pero yo ya te dije que es lo que pienso y no voy a permitir que dejes de alimentarte solo porque una loca te dijo que lo necesitabas — puso los labios en una línea recta y asintió.

— ¿Que hiciste de comer?

— Huevo estrellado, tostadas francesas, tocino, mucho tocino y pan con mermelada, y tu jugo de naranja, por supuesto. — sus ojos se emocionaron y se descubrió por completo.

— Me sorprendes.

— No lo hagas, esto será algo normal en nuestra relación, siempre y cuando tu lo permitas — le acomode la bandeja en su piernas y ella tomo una tostada para llevarla a su boca, pero antes de que la metiera en ella se la quite y la atraje hacia mi para darle un beso, un beso demandante — ahora sí son buenos días — le devolví la tostada y me alejé de ella. Aún me miraba sorprendida pero la ignore, porque de no hacerlo, el desayuno no valdría la pena.

Me dirigí al baño, para tratar de relajarme mientras ella comía. Tenia un plan para nosotros el día de hoy, unas mini vacaciones, porque de ser por mi, ella y yo aún estaríamos de luna de miel. Pero como ella era un chica difícil tendría que encontrar ideas creativas para relajarnos juntos.

Me di una ducha fría, mi cuerpo se relajó y cuando ya estaba por salir del baño ella entró.

— ¿Quieres que te haga compañía? — le pregunte con cara inocente.

— No, tengo la regla, no dejaré que veas eso, Jungkook.

— Ya te he dicho que por mi no hay problema, si tu quisieras...

— Largo, Jeon. — salí del baño con una sonrisa en mi rostro, ella era difícil, pero no me importaba ni un poco. Era mía y eso era lo importante.

🎑

Adele y yo salimos del hotel directo a la playa de la isla, dado que quería privacidad, la alquilé por todo un día, no quería intrusos en mis momentos con ella.

— ¿Donde están todos? — la mirada de Adele era de confusión total.

— Quien sabe, talvez están trabajando.

— No mientas — ella se cruzó de brazos, yo tendía la manta y acomodaba la sombrilla de playa.

— Bien, sí, la alquilé para nosotros, quería un momento a solas contigo, como pareja — admiti sin nada de culpa.

— ¿Por qué haces eso?

— Por el bien de los recuerdos. Quiero crear la mayor cantidad de recuerdos agradables contigo, quiero hacerlo mientras pueda tenerte.

— Jungkook, yo...

— No, no es necesario que digas algo. — le indique que podía sentarse en la manta — Además, también sé de muy buena fuente que a las mujeres les gusta hacer topless.

— ¿Osea que quieres verme los pechos? — me preguntó indignada.

— Puede ser... ya los he visto muchas veces, pero no me canso de ellos, ni siquiera me importa que tus aureolas estén diferentes — ella se puso a reír y se quitó el sombrerito que traía puesto.

— Tu tienes dos cosas ahí abajo que están disparejas y yo no lo he mencionado ni una sola vez — tome un lugar junto a ella en la manta.

— Ellas están perfectas, son completamente simétricas. — le dije con orgullo.

— ¿por qué eres tan ridículo, Jungkook?

— ¿Por qué niegas que te encanta?

Ambos nos echamos a reír. Y tratamos de no preocuparnos por lo que pasara después, porque nosotros a pesar de no estar completamente bien, íbamos en la misma sintonía

🎑

Pasamos casi todo el día en la playa, disfrutando del sol, ella en efecto se quitó la parte superior de su bañador, mientras yo cuidaba de que no hubiese algún mirón por estos lados.

Fue el día perfecto, ella a mi lado, sonriendo y siendo feliz conmigo, le tomé tantas fotos como me fue posible.

— ¿Para qué quieres tantas fotos mías? — Adele, quien ahora estaba dándome la espalda me preguntó.

— Te haré un altar.

— No seas así, me da miedo de que quieras lanzarme un hechizo.

— Ya tienes ese hechizo, lo que pasa es, qué no quieres reconocerlo.

— Quisieras.

Me reí una vez más, siendo consciente en que había reído más en el último mes con ella que en muchos años de mi vida.

— Quiero las fotos porque en ellas los tiempos felices se congelan, quiero eso, congelar tus sonrisas y guardarlas en mi bolsillo.

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Esta foto vivirá en mi memoria para siempre. Estos ángeles también.💜

Psd: ¿saben qué es lo contrario del paraíso?