𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 21;
"𝗣𝗿𝗼𝗯𝗹𝗲𝗺𝗮𝘀"
;Adele
Una semana después;
Jungkook y yo estábamos en el aeropuerto esperando a que nuestro vuelo privado partiera de Seúl a la Isla Jeju. Hoy porfin era la apertura del hotel y yo tenía curiosidad por ver lo que Jungkook había preparado, no quiso revelar el nombre del hotel, traté de persuadirlo para que lo revelara pero no pasó. Conocía la mente tan ingeniosa que Jungkook poseía, era tan bueno en todo, todos los que sus manos tocaban se convertían en oro puro, todo negocio era prospero, por ello el éxito del banco, se convirtió en el número uno un año después de que Jungkook tomó el mando. Todo él era perfección, todo, su cara, su cuerpo y su decencia humana.
No había ninguna duda alguna que ser parte de su mundo era una fortuna, en este momento ese tesoro me pertenecía, pero no podía poseerlo para siempre.
También, está semana había pensado mucho en la visita de esa mujer, Jungkook tampoco quiso hablar de ella, no fui tan valiente para preguntarle sobre ella directamente, y aunque jamás se lo admitiría a él, estaba celosa, terriblemente celosa. Fue tanto el sentimiento de posesividad, que corrí tras Jungkook para escuchar lo que hablaría con ella y cuando la vi acercándose a él más de lo prudente, me enojé aún más.
— El vuele tiene un retraso de diez minutos, la pista no está despejada aún — Jungkook se acercó a mi con una taza de café.
— No importa, ¿a qué hora es la apertura? — cogi la taza de café y la llevé a mi boca.
— Tenemos que estar ahí antes de las cinco de la tarde, soy el anfitrión y debo estar temprano — sabia que ese "temprano" era una señal para que una vez ahí, yo me apurara a estar lista.
— No me metas prisa, me tardaré más si lo haces — le advertí.
— No es prisa lo que quiero meter exactamente. — suspiré, pesadamente.
— ¿Toda conversación contigo tiene que ser sexual?
— Depende. — respondió con tranquilidad.
— ¿De qué?
— De si me sigues la corriente o no — encogió sus hombros — además, según un estudio científico, las relaciones son noventa por ciento sexo, ya que es importante. No tiene nada de malo practicarlo con frecuencia, sobre todo si quiero practicarlo con mi esposa.
— Me temo que esta noche tendrás que aguantarte — confundido, me miró — esta noche y las próximas cuatro.
— ¿Cómo porqué?
— Tengo la regla, cariño — soltó un suspiro ahogado y se acomodó en la silla. Sin nada más que decir me limité a tomar de mi taza de café.
Unos pocos minutos después nos llamaron para abordar el avión. Jungkook me tendió la mano para ayudar a ponerme de pie.
— ¿Estas segura que tienes la regla? — esperaba que estuviese jugando, porque no podía ser tan tonto.
— Sí, estoy segura, porque soy yo quien la tiene — me apresure para caminar — ahora si no te importa, dejemos de lado eso y aplacate — le exigí refiriéndome a su parte inferior, pues parecía andar muy alegre.
— No te sientas intimidada, ella es buena — me reí a carcajadas y seguimos caminando.
Su "ella" no parecía querer calmarse y aunque no era un problema para mi, podría ser uno para él a la hora de caminar, sobretodo hoy que decidió ponerse unos pantalones negros demasiado ajustados.
— Deberías preocuparte, la pobre parece estar siendo aplastada — el se río y cuando llegamos a la zona de abordaje le dio nuestros pasaportes al agente de embarque.
— Está cómoda, te lo aseguro — entramos al avión ambos con una sonrisa en nuestra cara, pues siempre que teníamos conversaciones de este tipo, terminábamos sonriendo.
Dado que Jungkook era multimillonario, tenía la facilidad de tener un Jet privado para sus vuelos, yo también crecí con esos lujos, pero siempre preferí los vuelos públicos. Un vuelo solo para dos personas parecía ser aburrido, pero con Jungkook a mi lado lo dudaba mucho, el siempre sabia que decir, el siempre sabia que hacer.
Unos minutos después del abordaje, cuando ya estábamos en el aire, decidí dormir, porque en realidad la noche anterior no lo había hecho mucho, de hecho, desde que me casé con él, no lo hacía tanto. Era insaciable por las noches, pero en la mañana parecía fresco y relajado, me preguntaba si el tomaba algo, no era normal hacerlo todas las noches y no sufrir cansancio.
Aún tenía recuerdos del día de su cumpleaños e inconscientemente apreté los muslos.
Flashback;
— Adele — Jungkook grito a lo lejos al momento en el que entro a casa — ¿dónde estás?
Hoy cumplimos solo dos días de casado, pero yo sabía que era su cumpleaños y no iba a dejar pasarlo. Él nunca lo celebraba, seguramente porque este día también fue la muerte de su madre, podía jurar que su cumpleaños para él era un día normal y sabia que se atascaba de trabajo para no pensar en ello.
Pero como su vida ahora estaba ligada a la mía, haría que de alguna manera lo celebrara, y podía jurar que esta sorpresa le encantaría.
— ¡Estoy en la habitación! — le grité, desde nuestro espacio, esperando a que pudiera darse prisa.
— ¿Qué estás haciendo aquí en...? — se quedó callado cuando abrió la puerta y vio lo que tenía preparado para él — ¿Qué haces? — su voz sonaba nerviosa y eso me dio más ánimos.
— ¿Creías que me iba a olvidar de tu cumpleaños? — él aún seguía sosteniendo el pomo de la puerta — Ven — lo llamé con mi mano para que se acercara.
— ¿Vas a bailar para mi? — pregunto dudoso.
— Voy a hacer muchas cosas para ti, esta noche soy toda tuya. — asintió y le indiqué con la mirada que se sentara en una silla de cuero que estaba en la esquina de la habitación — no tienes permitido moverte, solo observar.
Dicho eso le di play a la canción, y empecé.
Suavemente me colgué del tubo, que había conseguido del Festeo y que de alguna manera coloque en nuestra habitación, con movimientos suaves y sensuales me fui deslizando, sin quitar mis ojos de los suyos. A pesar de que la habitación tenía una iluminación tenue, podía ver lo oscuro que estaban sus ojos, con deseo y desesperación.
Era una experta haciendo esto, por lo cual, podía quitarme la ropa a la misma vez que daba vuelta en el tubo, me desprendí de todo, suavemente, me quedé solo con las medias, los ligueros y los zapatos de tacón rojo, aún con el velo puesto en mi cara. Su expresión fue como un premio para mi, porque todo lo que podía ver eran sus ganas de tocarme y de tenerme cerca. Lentamente me aproxime a él.
— Te veo ansioso — me senté sobre él, enfrentandolo y con cada una de mis piernas a los lados de las suyas.
— Lo estoy, te juro que lo estoy — su voz sonó desesperada y sentí sus manos tomando mis caderas para apretarlas. Yo también estaba excitada y sabia que el podía sentirlo — me sorprendes, juro que lo haces. ¿Que le hiciste a tus pezones?
— Los pinté, es comestible — le dije, dándole la oportunidad para que pudiera probar y así lo hizo.
— Deliciosos — se lamió los labios y me quedo viendo — siempre me sorprendes.
— ¿Hay algo más que quieras de mí? ¿Algo que pueda hacer para que esté cumpleaños sea feliz?
— Sí, hay algo — su sonrisa traviesa me confirmó que no sería nada bueno.
— Te escucho, guapo.
— Quiero una noche con tu boca — estaba a punto de decir algo, pero el colocó uno de sus dedos sobre mis labios — una noche en la que tu boca haga algo más que soltar palabras — mis mejillas se calentaron, al igual que mi cuerpo — y para que conste en acta, este es mi mejor cumpleaños.
Actualidad;
El recuerdo de esa noche aún vivía en mi mente, jamás podía ser sacado de ahí.
No sé por cuántas horas dormi, pero cuando me desperté Jungkook me cargaba en sus brazos porque ya estábamos a punto de tomar el auto que nos llevaría por la Isla.
— ¿Por qué no me despertaste? — pregunte con mi voz adormecida y un poco cansada.
— Te veías tan bien durmiendo que crei que era una falta total de respeto hacerlo. — asenti y le pedí que me dejara en el piso.
— ¿Vamos al hotel?
— Sí. Oficialmente seremos los primeros huéspedes — abrió la puerta trasera del auto para que yo pudiese entrar — todo un hotel para nosotros solos, tentador.
— No mientas, todos tus amigos van a estar en el hotel, y seguramente gente importante. No seremos solo tu y yo — cerro la puerta del coche cuando el ya estaba dentro.
— Me encargué de que reservaran toda la última planta para nosotros, para no tener perturbaciones. — me besó la frente y le indicó al conductor que diera marcha.
En mis años en Seúl nunca había estado en esta hermosa isla, porque siempre tenía algo que hacer y no me daba auto-vacaciones.
Por órdenes de Jungkook entranos al hotel por la parte trasera, se negó a mostrarme la fachada frontal, porque todo quería guardarlo como una sorpresa.
Después de un largo recorrido llegamos a la habitación, era inmensa y muy bonita, toda era blanca y tenía un cierto toque de arquitectura clásica, una excelente elección.
— Tenemos una hora para estar listos — Jungkook coloco las maletas sobre un diván que estaba junto a la ventana — porfavor, no tardes.
— Ya te dije que no me gusta que me apresuren, porque me tardo más — me desprendí de mi chaqueta y empecé a quitarme la camisa.
— ¿Me vas a dar otro striptease? — su cara parecía emocionada.
— No, solo tenemos una hora y hay que darnos prisa — sonriendo me alejé de el directo al baño, pero como ya era de esperarse, otra vez, se invitó solo.
🎑
Cuarenta y cinco minutos más tarde yo ya me estaba dando los últimos retoques. Decidí alistarme en el baño a causa de que Jungkook no se iba a estar quieto conmigo allí. Salí del baño para buscar en la maleta mis sandalias a juego.
No llevaba nada extravagante, solo un vestido negro corto, con la espalda abierta y sostenido en mis hombros por unas finas correas llenas de perlas, era una belleza que había comprado unos años atrás pero no lo había usado por temor a que quedara mal. Pero en realidad me quedaba increíble y pude comprobarlo con la reacción de Jungkook.
Me dio una mirada llena de lujuria al momento en el que salí del baño, me escaneo de arriba hasta la punta de los pies.
— ¿Eres consciente de que vas casi desnuda? — su voz ronca, casi me hizo gemir.
— ¿Algún problema?
— Ninguno en realidad, solo asegúrate de no alejarte de mi esta noche — el se levantó de la cama y busco su saco.
Se miraba extremadamente sexy y poderoso, envuelto en un traje negro finísimo hecho a su medida.
— Debo suponer que no llevas sujetador — asenti y busqué mis sandalias.
— No me digas que eres un loco celoso.
— No, no me preocupa lo que uses tu, todo te queda bien, todo me gusta. Me preocupa lo que la gente enferma de allá afuera pueda llegar a hacer.
— Tranquilo, se kárate — el se rió de mi y terminó de ajustar su corbata, yo me acomodé las sandalias y una vez listos, salimos.
🎑
El lugar de recepción estaba lleno, todos estaban aquí, todos los chicos y sus mujeres, también está vez habían traído a sus hijos, los pequeños eran hermoso, justo como sus padres. En estos momentos pensé en Joohyun, habíamos tenido poco contando esta última semana, ella siempre estaba ocupada con su novio, y a mi la vida de casada no me dejaba mucho tiempo.
Por una hora más o menos, estuvimos todos juntos, charlando y divirtiendonos, las chicas contando lo mal que se ponían cada vez que los chicos bebían y los hombre renegando.
Unos minutos después había llegado el momento de la presentación, desde mi lugar mire a Jungkook subir al estrado, tan elegante, irradiando sensualidad, seguridad y poder en cada paso que daba.
— Deja de babear, Adele, ese hombre es tuyo — Norha me dio un pequeño golpe en el brazo y las chicas se rieron.
No quise decir nada, porque todo a mi alrededor era eclipsado por el hombre en el escenario.
— Buenas noches — Jungkook saludó, tods guardaron silencio. A lo lejos pude ver a todos mis amigos del Festeo, se veían más felices — Mi nombre es Jeon Jungkook, propietario oficial de este hotel. — un ronda de aplausos sacudió el salón — he estado trabajando en este proyecto por al menos un año, era un sueño que empezó por alguien y justamente el día de hoy, puedo ver a ese alguien sentada en esta habitación — las chicas me señalaron pero yo seguí con mi mirada en Jungkook — a lo largo de la vida encontramos muchas inspiraciones para un mismo sueño, pero yo tengo muchos sueños inspirados en la misma persona — todos se emocionaron — por esa razón, es un honor para mi, presentar el día de hoy al negocio del que estoy más orgulloso — las cortinas que tapaban el letrero en 3D empezaron a bajar — ¡Bienvenidos a la Dulce Grecia! — la tela cayó por completo, y se podía leer claramente "Dulce Grecia"
Mis ojos se cristalizaron y mi corazón latía rápido, todos aplaudían pero yo estaba estática.
— Mi hermosa esposa es Griega, y no podía dejar pasar esta oportunidad para traer un poco de su país al mío y hacerlo uno solo.
Jungkook bajó del escenario y muchos periodistas se acercaron a él, mientras que el resto de las personas se empezaron a mover por el salón.
Me sentía tan conmovida por lo que había hecho Jungkook, todo era una representación de ciertos rincones de Grecia, las paredes blancas y de piedra me recordaban a Santorini, lo clásico de las habitaciones era completamente la vista rápida de Grecia, el había hecho todo eso para mi.
Estaba secando mis lágrimas, Jungkook saludaba a muchas personas y daba entrevistas. Todo estaba bien hasta que me percaté de ciertas caras que yo ya conocía. Im Suhua estaba aquí, pero ese no era el mayor de los males, WooSeok también estaba en este lugar.
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