𝗖𝗮𝗽𝗶𝘁𝘂𝗹𝗼 19;
"𝗔𝗺𝗮𝗿𝗴𝗼"
Días después;
;Adele
Había pasado exactamente una semana desde mi matrimonio con Jungkook. Mis días parecían ser diferentes y de alguna manera entretenidos, puesto que habíamos establecido una rutina. Ambos salíamos temprano de la casa a trabajar, regresabamos juntos y uno de nosotros dos se encargaba de preparar la cena mientras el otro se daba un baño o simplemente observaba. Incluso, después de cenar si ninguno de nosotros tenía sueño, simplemente cada quien hacía lo que mejor le apetecía. Jungkook podía pasarse horas escuchando música clásica en su despacho sin hacer nada más, mientras yo pintaba tranquilamente en un pequeño estudio que Jungkook me había asignado, todo era tan natural y hermoso, parecíamos estar dentro de una burbuja.
Pero mi parte favorita de todo esto era lo que pasaba en el dormitorio. Los dos primeros días, le pedí no compartir habitación, en un escape por no desarrollar sentimientos, pero el se negó rotundamente diciendo qué "por política de derechos conyugales" era imposible. Al principio no me sentía cómoda compartiendo un espacio tan personal, pero luego de tres días me acostumbré a su presencia e incluso me dormía en su pecho. Todas las noches sin falta me hacía el amor, no solo una vez, lo hacíamos hasta tres veces, sin importarme si al día siguiente mi cuerpo dolería o mis ojos estarían cansados, yo lo recibía con gusto.
Por esta razón, aún estábamos en la cama, porque anoche no dormimos mucho, y ambos teníamos el cansancio acumulado de la semana. Fue una semana agotadora para ambos, era temporada de impuestos y el banco estaba como loco, además de que él se estaba haciendo cargo del nuevo hotel.
Traté de moverme por la cama, pero me fue imposible, pues tenía a Jungkook pegado a mi espalda como una garrapata, con una mano sostenía uno de mis pechos y sus piernas estaban enredadas con las mías, ambos estábamos completamente desnudos, pues nunca me dejaba ponerme la ropa a la hora de dormir.
Trate de moverme de la forma más sigilosa posible, necesitaba ir al baño. Jungkook notó mis intenciones y me presionó más a él.
— ¿A dónde vas? — su voz estaba ronca producto del sueño y sus ojos aún permanecían cerrados — es temprano aún. Un ratito más por favor — pidió dulcemente y enterró su cabeza en mi cuello.
— Son casi las once de la mañana — le dije aún haciendo el intento de soltarme de sus brazos, pero no me dejo — Jungkook, de verdad, tengo que ir al baño.
— Tu cuerpo está caliente — murmuró con pereza — no quiero separarme de él.
— Necesito el baño con urgencias.
— ¿uno o dos? — por fin quito su mano de mi pecho y se despegó de mi espalda.
— Del uno, tonto — rápidamente me levanté de la cama y trate de buscar algo con lo que cubrirme.
— ¿Por qué te cubres? No hay nada que no haya visto, tocado o saboreado — mis mejillas se tornaron rojas en ese instante.
— Cállate — le ordené, aún con las mejillas coloradas — pero tienes razón, creo que no hay ningún problema si decido andar desnuda — solté el camisón que había recogido al principio para ir al baño — y es mejor que te levantes, hoy es el almuerzo en la casa de Jimin y si no quieres llegar tarde es mejor que te apures.
No dijo nada, solamente se cubrió con la manta de pies a cabezas como un niño al que le obligan ir a misa. Sonriendo me adentre en el baño y me encargué de mis necesidades.
Me cepille los dientes y solté mi cabello que estaba atado en una trenza hecha por mi marido. Cuando estaba frente al espejo noté unas marcas en mis hombros, eran la silueta de los dientes de conejo de Jungkook, pues anoche me mordió, y su excusa fue qué yo lo provoque por tocar cierta parte sensible con poca delicadeza.
Abrí la ducha y cuando estaba dispuesta a meterme una mano rodeó mi cintura.
— ¿No piensas compartir el baño, cariño? — la voz seductora de Jungkook erizo mi piel y otras partes.
— Siempre y cuando tu idea de ducharnos juntos sí sea eso.
— ¿Como pretendes pasearte desnuda frente a mis ojos sin que yo obtenga algo? — corrió sus manos hasta mis pechos y apretó mis pezones.
— Vamos a llegar tarde, Jungkook — le dije con la poca cordura que me quedaba.
— Será rápido...
Después de eso no pude decir nada, porque mi marido se encargó de mantener mi boca ocupada con la suya. Definitivamente él y yo teníamos ideas diferentes de lo que era hacer algo "rápido" pues se tomó su tiempo en todo. Yo tampoco me opuse, dado que yo también disfrutaba solo me dejé llevar. Cada vez que estábamos en una situación como esta, Jungkook se encargaba de besarme suavemente y de hacerme sentir verdaderamente deseada.
🎑
Llegamos a la fiesta de Jimin, obviamente tarde porque Jungkook no entiende la palabra "rápido"
— Te dije que veníamos tarde — le dije por lo bajo, mientras me bajaba del auto.
— Te pregunté si querías parar y me dijiste que no — eso era cierto, pero el momento en el que lo preguntó yo estaba a punto de correrme, obviamente no le iba a decir que sí — además, si mal no recuerdo, lo disfrutaste.
— Para empezar, no debiste de haberme seducido. — me tendió su mano para que la tomara y así poder caminar juntos.
— Pudiste decir que no. Hasta donde yo se, los débiles somos los hombres — alego como algo obvio.
— Olvídalo — le sonreí y el también lo hizo.
Entramos a la casa de Jimin y Seulgi, pero nuestra dirección era el jardín ahí estaba todo.
— Pensé que no iban a venir — ese fue el saludo de Jimin. Obviamente fuimos los últimos en llegar — todos ya están aquí.
Seulgi se aproximó a nosotros con un bello vestido blanco que hacía notar su panza de embarazada.
— Lamentamos la tardanza — Jungkook se disculpó — tuvimos unos pequeños problemas... domésticos — Jimin sonrió con picardía y Seulgi lo miró de manera extraña.
— No importa, ya están aquí — Seulgi nos invitó a pasar con todos los demás.
La seguimos hasta la mesa de invitados, Jungkook saludó a los chicos y yo me encargué de saludar a las chicas.
Para esta fiesta Seulgi y Jimin nos habíamos pedido que nos vistieramos de rosa si creíamos que era niña y de azul si pensábamos que sería un niño. Como era de esperarse, los hombres acompañados de su testosterona se vistieron de azul, mientras que nosotras optamos por el rosa, porque todas esperábamos a una niña.
La fiesta se dio con tranquilidad, comimos y reímos de más. Yo me sentía cómoda con todos ellos y todos ellos parecían hacerlo conmigo también.
Llego el momento de la revelación. Todos estábamos ansiosos por saber el sexo del nuevo integrante.
Seulgi preparó unos inmensos globos llenos con polvo del color que indicaba si era niña o niño.
— Bien, vamos al momento más esperado — Seulgi se puso de pie — ven cariño — llamó a Jimin para que se pusiera de pie junto a ella. Le tendió un alfiler enorme y le indicó que tomara uno de los globos — vamos a pinchar esto a la cuenta de tres. Cuenten por nosotros.
— ¡Uno, dos y tres! — todos gritamos al unísono y ellos se encargaron de pinchar los globos.
El color azul salió por los aires y los hombres festejaron a más no poder. Tuvieron un momento cursi y se abrazaron entre ellos, nosotras por otro lado nos sentíamos decepcionadas, pero felices. Todas corrimos para felicitar a Seulgi.
— ¡Se los dije! Mis bolas ya lo veían venir — Jimin grito emocionado y Seulgi lo reprendió con la mirada por el término utilizado — es un niño — Jimin tenía una sonrisa de tonto en su cara, demostraba la felicidad pura.
— Con esto suman, cuatro niñas y tres niños — Yoongi, que también sonreía, compartió sus estadísticas.
— Sí, solo nos falta el de Jungkook. — Hoseok dijo sonriente al tiempo que abrazaba a su mujer.
— Espero y sea otro niño para empatar y no quedarnos atrás — Yoongi siguió con el tema. Voltee para ver a Jungkook y el sonreía.
— Adele, date prisa y ten un bebé — Norha me animó y yo no pude contener las palabras que salieron de mi boca.
— Eso no va a pasar — les dije con nerviosismo y seguridad. Todo se volvió silencioso y Jungkook tenia una mirada de dolor en sus ojos.
Por unos momentos nadie dijo nada hasta que Jimin habló.
— Umm, bueno... comamos pastel — todos asintieron pero la incomodidad aún estaba.
Mis ojos estaban pendientes de Jungkook pero su mirada estaba perdida y vacía. Pensé que mis palabras no fueron las mejores pero esa era la realidad que existía entre nosotros.
🎑
Volvimos a casa y en todo el camino ninguno de los dos dijo algo.
— Eso que dijiste en la fiesta — Jungkook rompió el silencio cuando abrió la puerta de casa — no era necesario.
— Pero es la verdad — le respondí — no vamos a tener hijos.
— ¡Dios eso ya lo sé! Pero no es necesario que lo digas de esa manera — Jungkook levantó la voz un poco y sus ojos demostraron furia.
— ¿Vamos a discutir por eso? — le dije enojada.
— No, claro que no, estamos bien — sonrío falsamente y se desprendió de su chaqueta.
— Te recuerdo que yo no quería casarme, menos formar una familia — Jungkook detuvo sus ojos en los míos y pude observar como se cristalizaron.
— Ese fue un golpe bajo, Adele. Uno muy bajo. — paso frente a mi y se dirigió hacia nuestro dormitorio, cerrando la puerta fuertemente.
Me quedé en la sala pensando y sintiéndome culpable por las palabras dichas. Esta era oficialmente nuestra primera pelea, y lo que más dolía era la expresión de decepción que abordaba la cara de Jungkook.
Me dirigí a nuestra habitación, dispuesta a pedir disculpas. En la habitación no había rastros de él, pero la regadera del baño sonaba tras la puerta, la abrí sigilosamente y encontré toda su ropa tirada en el piso.
En silencio me desprendí de mi ropa, hasta quedar completamente desnuda. Me acerqué hasta la ducha, Jungkook estaba de espaldas por completo con las manos apoyadas en la baldosa del baño. Cuidadosamente me escabullí en el baño y toqué su espalda con mis manos.
— Adele, estoy enojado justo ahora, así que si no quieres que sea descortés, es mejor que te alejes y me dejes pensar — me dijo suavemente pero lo ignore. Me pegué aún más a su espalda y me puse de puntas para alcanzar su oído.
— ¿Qué tan enojado estás? — le pregunte suavemente — he venido a disculparme — le di un beso suave en su cuello.
— ¿Para qué quieres saber que tan enojado estoy?
— Para saber cuanto tiempo tendré que estar de rodillas.
Rápidamente me acorraló contra la puerta del baño, pegando sus labios a los míos.
— Esta no es una manera de disculparse — me dijo rozando mis labios — pero la voy tomar, porque no hay nada que quiera más que a ti de rodillas.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro