Capítulo 5
Me gusta.
Jimin encontró a Taehyung diez minutos después.
Sabía que no había entrado a clases ya que tenían la misma asignatura, y siempre se dirigían juntos hacia el salón pero el chico de piel canela no había aparecido en ningún momento para hacerlo. Así Jimin sólo tuvo que sumar dos más dos y aún sabiendo eso no creyó que sería tan difícil encontrarlo.
Su amigo se encontraba sentado en la parte trasera de la escuela, mirando a la nada aún cuando su cabeza parecía estar en todo.
—Tenemos que hablar —Park tomó asiento a su lado.
—¿Sobre mi inminente estupidez? —mantuvo su expresión en blanco y la respiración tranquila, demasiado tranquilo. Sus manos jugaban inconscientemente la una con la otra, entonces Jimin lo miró preocupado.
—¿Qué pasó?
Taehyung se encogió de hombros —Le dije a SeokJin que me gusta.
—¿Ah? —lo miró incrédulo.
—Lo que oíste.
—¿Y qué pasó?
—Justo lo que tenía que pasar... nada —Taehyung miró a su amigo— Soy un idiota, lo sé. ¿Qué esperaba, una declaración de amor correspondido? Era obvio que eso no iba a suceder. Nadie dejaría a la linda y perfecta Rosé por alguien como yo —se cubrió el rostro con las manos en señal de desesperación— ¡Dios! Soy tan idiota.
—Hey, no lo eres. No tienes porque lamentarte, esto pasaría tarde o temprano y tú sabías cuáles serían la únicas opciones así que no importa qué hagas Tae, si no fue ahora no lo será en un futuro —colocó una mano en su hombro en señal de apoyo—. Debes aceptarlo y continuar, esa es la única solución.
—Lo sé... —sonrió levemente— ¿Y qué querías contarme?
—Uhm ya no importa... Lo hablamos luego. Ahora lo importante es que vayamos por un poco de pollo frito para ti y tal vez algo de gomitas después.
—Gracias Jiminie. Eres el mejor —el rubio se encogió de hombros.
—Se hace lo que se puede... iré por unas cosas a mi casillero. Ya vuelvo ¿okay?
Jimin caminó tranquilamente por los pasillos y llegó a su casillero sentándose en el piso y esperando. No tuvo que hacerlo mucho tiempo claro está, ya qué pocos segundos después unos pasos se escucharon por el limpio mármol hasta que un cuerpo cayó a lado suyo. Ni abrió los ojos ni dejó su posición relajada. Sólo esperó a que el otro chico hablara.
—Te dije que esto se jodería muy rápido.
—No creí que eso significaría tan rápido.
—Bueno... SeokJin no es exactamente una persona que se defina por tomar decisiones que lo hagan feliz, él... sólo se deja arrastrar por la corriente de lo que parece estar bien para los demás. No es lindo pero fue la manera más cómoda que encontró para no estallar.
—Hablamos de Kim SeokJin.
—No todo lo que ves es todo lo que hay.
Jimin al fin abrió los ojos para mirarlo —¿Alguna idea?
—Dale algunos días. Sólo deja que lo asimile y la culpa se lo coma vivo... Él irá a disculparse y será un buen momento para un plan.
—¿Un plan?
—Vendrá a hablar conmigo antes de ir a disculparse con el desastre de sonrisa cuadrada, así que yo hablaré. Haré toda la mierda psicológica que haga falta y listo.
—Bien.
—Mientras tanto deberías enseñar a Taehyung a usar el filtro bucal. Ya sabes.., para que no salgan de su boca cosas que serían mejor no mencionar imprudentente.
—Él no es precisamente bueno deteniendo su palabrería una vez que empieza.
—Me he dado cuenta.
—¿Por qué me ayudas?
—Porque, aunque sé que no fue mi problema, no quiero que pienses que ese idiota y yo somos la misma mierda.
—Yo nunca pensaría eso de ti... Tú no tienes nada que ver con lo que pasó.
—Pero ambos sabemos que, muy en el fondo, desconfías de mi. Y está bien, pero no quiero que pienses tan bajo de mi.
—Yo...
—Tranquilo. Todo está bien. Ahora ve con tu amigo y trata de mantenerlo alejado de Rosé.
—Bien.
—Adiós, Jimin.
—Adiós, Yoongi.
—Te jode ¿no? —lo mira a los ojos— Incluso nuestros nombres son parecidos.. —se incorpora—. Todo esto debe ser un infierno para ti —Jimin no tuvo tiempo de hablar ya que Min desapareció.
—Igual de loco —susurra para sí mismo.
SeokJin es un tanto distraído, en realidad lo es bastante, pero hay algo en él que compensa ese defecto y es que no es un idiota. Sabe que si se equivoca debe pedir disculpas no importa si no quiere o está muy afectado por el acontecimiento. Él pedirá disculpas porque sabe que es lo correcto así que en estos momentos está siendo un no idiota y está caminando hacia la casa de Taehyung.
Sus manos jugando con la orilla de su playera mientras piensa en la gravedad de las cosas. Imaginando lo mal que está la situación y el porqué de estos daños. SeokJin está viendo las cosas como un inversionista ve a una empresa en bancarrota, pero él sabe que su amistad con Taehyung no es una inversión y definitivamente no tiene que verla desde ese frío lado.
Levanta la vista sólo para darse cuenta que está a pocas casas de distancia. Puede sentir su corazón acelerándose, sus manos sudando. Lo odia. Ese otro gran defecto sobre sus manos sudando cada vez que está nervioso o estresado, detesta el como sus manos se sienten pegajosas y húmedas, es tan asqueroso.
Rosé se lo ha dejado ver algunas veces; como cuando conoció a sus padres y ella trató de darle apoyo tomándolo de la mano para tranquilizarlo, esa fue la primera vez que ella le dijo lo asqueroso y horrible que era eso. Como si él no lo supiera ya.
La puerta estaba a escasos centímetros de él y sabía que no había vuelta atrás, que debía tocar porque, además de que Taehyung se merece una disculpa, Jin también alcanzó a verlo mientras el moreno lo espiaba desde la ventana, así que ésto debe ser ahora.
La puerta retumba bajo su mano y es abierto segundos después. Taehyung lo recibe en pijama, una muy linda de Tigres bebé que definitivamente SeokJin adora al momento.
—No preguntes —se hace a un lado y Jin solo amplía más su sonrisa.
—En realidad iba a decir que es muy linda.
—Sé que es linda, por eso la compré pero la gente no suele tener la misma opinión.
—Son sólo tigrecitos, ¿qué tan malo puede ser? —Taehyung se encogió de hombros.
Ambos ya se encuentran sentados en el sillón de la sala y Jin sabe que sus manos siguen sudando. El otro le sonríe pero no dice nada.
—Lo lamento. Sé que no debí mirarte como si fueras un bicho raro y ya. Debí haber dicho algo. Lamento eso.
—Tranquilo. Está bien —la mano de Taehyung toma la suya aún mojada y Jin sólo espera que él haga una mueca de asco y la retire, pero eso no sucede—. Yo lamento haber dicho eso, no era ni el momento ni el lugar, en serio perdón.
Ambos se miran esperando a que el otro diga algo y Jin sabe que él será quien lo haga porque cierta duda lo ha estado consumiendo las últimas horas y debe preguntarle o explotará.
—Pero.. —muerde su labio. Sus manos siguen sudando y no entiende cómo es que Taehyung aún la sostiene con tanta fiereza—. Es... Lo que dijiste, ¿es cierto?
—Uhm bueno —desvía la mirada y es en ese momento que SeokJin lo nota.
El pie del chico se mueve hacia arriba y abajo demasiadas veces. Es un poco desesperante para el castaño, pero entiende que esa es su forma de descargar los nervios así que le permite que siga moviendo su pie porque en realidad él no tiene ningún derecho a juzgarlo mientras su mano es como un pan remojado en agua y Taehyung aún juega con ella a sabiendas de que está pegajosa.
—Si —al fin las palabras salen pero no es suficiente para el castaño.
—¿Si qué?
—Si uhm... s..si me gustas —Taehyung al fin suelta su mano, es casi imperceptible el movimiento, pero Jin puede jurar que se recorrió otro par de centímetros lejos de él—. Pero no tienes que preocuparte de nada, yo... no haré nada raro. Todo está bien, puedes no hablarme o lo que quieras ¿si? Solo no quiero que pienses que soy algún tipo de gay psicópata porque soy algo raro pero no es para tanto y...
—Taehyung —el castaño pone su mano en la rodilla de la inquieta pierna del chico—. Respira. No pienso nada de eso. Tranquilo.
—Gracias.
—No hay nada qué agradecer —ambos sonríen.
El resto de la tarde la pasan juntos. Es liviano e increíble. Jin ama la sensación tan parecida a estar en su hogar que siente mientras ríe con Taehyung sobre algo que le está contando, o cómo es tan normal la forma en la que el chico se sonroja y cubre su rostro, él prácticamente se sube en sus piernas para quitarle las manos del rostro.
Se siente tan fácil para Jin que incluso siente algo parecido a un vacío cuando se despide del chico en la puerta.
Durante su camino a casa una sonrisa se forma en su rostro mientras recuerda la tarde. Y no sabe qué es lo que siente en el pecho pero lo deja pasar no intentando averiguarlo porque tiene miedo de la respuesta, de tal vez darse cuenta que Taehyung no es el único afectado en todo esto.
•Kat🐾
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