Cuando su respiración volvió a la normalidad, la abrazó con fuerza. "Eso fue... increíble", dijo.

Ella se impulsó y le besó en los labios, sus manos recorriendo su pecho. "¿Te sientes mejor?"

"Sí", dijo él, acurrucando su cara contra la de ella.

"¿Más relajado?", susurró ella.

"Sí", suspiró él, besándola profundamente. Él gimió mientras ella chupaba suavemente su lengua. "Pero creo que has sobrestimado la resistencia y la capacidad de recuperación de un hombre de 43 años".

"Oh. No lo creo" dijo ella, besando ligeramente el lado de su cara. "Y de todos modos, tenemos toda la noche".

"Toda la noche", repitió él. Se sentó y terminó de quitarse los pantalones del salón y los tiró al suelo. Volviéndose hacia ella, la empujó suavemente hacia abajo hasta que estuvo tumbada de espaldas. Ella se sonrojó en la oscuridad cuando sus ojos recorrieron su cuerpo desnudo.

"Qué hermosa. Tan hermosa", dijo, con una voz casi reverente. La besó de nuevo, con sus dedos acariciando ligeramente la línea de su mandíbula. Apoyado en su brazo, dejó que sus ojos y las puntas de sus dedos bebieran su cuerpo.

La piel de Hermione se estremeció cuando él le pasó los dedos por la garganta, los costados y el estómago. Su tacto ligero, pero firme, la hizo estremecerse de excitación. Gimió cuando él le cogió ligeramente el pecho y le pasó el pulgar por el pezón que se estaba endureciendo. Bajando la cabeza, lamió ligeramente el otro pezón, antes de bajar la boca y chupar suavemente. Hermione jadeó ligeramente cuando él bajó la mano y le frotó suavemente el vientre, estaba empapada entre las piernas y estaba desesperada por que la tocara allí, pero no quería apresurarlo en su exploración de su cuerpo.

Snape levantó los labios de sus pechos y la besó de nuevo. Ella se estremeció cuando la mano de él bajó para acariciar y tocar sus muslos. Abriendo ligeramente las piernas, gimió cuando él recorrió suavemente sus muslos. Incapaz de aguantar más, Hermione le agarró ligeramente la mano. Tomando el dedo índice de él, lo guió lentamente hacia su coño que esperaba.

Cuando la tocó, ambos gimieron suavemente. Él al sentir el tacto aterciopelado de sus suaves y húmedos pliegues, ella de necesidad. Ella levantó la mano y atrajo su cabeza hacia la suya, besándolo apasionadamente.

Suavemente, él comenzó a explorar su zona más íntima. Deslizó su largo y elegante dedo entre sus pliegues y tocó lentamente su clítoris. Ella arqueó la espalda y gimió suavemente, con los labios apretados. Casi con delicadeza, deslizó un largo dedo índice dentro de ella, maravillado por lo húmeda y apretada que estaba, deslizó el dedo hacia dentro y hacia fuera y fue recompensado con sus suspiros y gemidos.

Mientras la tocaba, se alegró de notar que su polla estaba dura como una roca y lista de nuevo. Pero gracias a su anterior orgasmo, ya no temía un final prematuro. Pensó que la chica había reconocido su ansiedad y lo había aliviado.

Ella gimió cuando él retiró lentamente sus dedos y comenzó a besar su cuerpo. Agarrando su pequeño pie, puso los dedos en su boca. Ella arqueó la espalda mientras su lengua acariciaba sensualmente cada uno de los sensibles dedos.

"Oh, Dioses", gimió ella, mientras su cabeza se agitaba en la almohada. "Por favor, por favor", jadeó.

"¿Por favor qué?", dijo él, con su aliento haciéndole cosquillas en los dedos de los pies.

"Necesito, necesito", jadeó ella.

"¿Qué necesitas?", dijo con su voz grave.

"A ti. Por favor", gimió ella, con las manos agarrando su pelo, tirando. "En mí. Por favor", suplicó.

Subiendo lentamente por su cuerpo, se colocó entre sus piernas. Ella le miró a la cara, tenía los ojos cerrados y parecía concentrarse ferozmente.

Agarrando la polla con la mano, la deslizó lentamente hacia arriba y hacia abajo de los pliegues de ella, burlándose de su clítoris. Hermione pasó sus manos por su espalda. Gimió de placer mientras él empujaba lentamente su gran polla dentro de ella. La sensación de tenerlo dentro de ella era indescriptible.

Agarrándose a su espalda, gimió. "Oh, profesor".

Sus ojos se abrieron de golpe cuando él empezó a reírse con fuerza. Su espalda se agitó y su polla bailó dentro de ella. Nunca le había oído reír tan profundamente y con tanta alegría. Mirando hacia abajo, se rió aún más ante la mirada petulante de ella.

"¿Te importa decirme qué es lo que te hace tanta gracia?", preguntó ella.

Calmando su risa, la besó ligeramente en la frente, las mejillas y la nariz. Suavemente, comenzó a mover sus caderas, deslizando su polla lentamente dentro y fuera de ella. "¿Crees que podrías abstenerte de llamarme "profesor" mientras te follo y quizás encontrar en tu corazón la posibilidad de llamarme Severus?"

"Lo pensaré", gimió ella, agarrando su increíble culo con ambas manos.

"Piénsalo", murmuró él. "Qué descaro". Gimiendo, continuó metiendo y sacando la polla, maravillado por lo apretada que se sentía alrededor de ella.

Mirándola fijamente, dejó de moverse. Ella abrió los ojos y lo miró con curiosidad. "Gracias", susurró. "Gracias a ti. Eres tan hermosa. Tan increíble".

"Shhhhh." susurró ella, impulsándose contra él y besándolo profundamente. "Eres increíble, Severus", gimió ella contra su mejilla.

Mirándose fijamente a los ojos, empezaron a mecerse de un lado a otro. Ganando confianza, él empezó a meter y sacar su polla dentro de ella con más fuerza y un poco más rápido. Se maravilló de la mirada de lujuria de ella y de cómo se levantaba para recibir cada empujón. Sin dejar de mirarlo a los ojos, Hermione sintió que un feroz orgasmo comenzaba a surgir en ella. Clavando los dedos en la espalda de él, gimió suavemente, moviendo las caderas.

Severus sintió que ella se estrechaba alrededor de su polla y la miró a la cara. Verla llegar al orgasmo era el espectáculo más hermoso que jamás había visto. Gruñendo, empujó con más fuerza y profundidad dentro de ella, su polla se agitó mientras se vaciaba dentro de ella. "Ohhhhh", siseó mientras la acercaba a él, abrazándola con fuerza.

Jadeando, se desplomó sobre ella, con su aliento caliente y agitado contra el costado de su cuello, con su polla reblandecida aún dentro de ella. "5000 puntos para Gryffindor". Él gimió, con sus labios haciendo cosquillas en su piel.

"¿5000?" Preguntó ella, girando la cabeza para mirarlo fijamente, su mano se alzó para apartar el pelo que había caído sobre su frente y en sus ojos. "Parece mucho. ¿Cuántas me habrías dado si te hubiera hecho una mamada, crees?"

"Hmmm". Se rió suavemente, moviendo su cuerpo hacia un lado y rodando sobre su espalda. Hermione sintió un breve momento de pérdida cuando su polla se deslizó dentro de ella, pero se sintió agradecida cuando él la recogió en sus brazos y la atrajo hacia su pecho. "¿Por qué no me das unos minutos y lo averiguamos?". Gruñó, presionando sus labios tiernamente sobre los de ella.

"¿Severus?" Ella jadeó, separando sus labios de los de él y mirándolo fijamente.

"Qué". Preguntó con desconfianza, con el ceño fruncido ante la expresión seria de su rostro.

"Esto no ha sido algo casual. ¿O sí?" Preguntó nerviosa.

"¿Qué?" Resopló, poniéndose en posición sentada. "No, no para mí. ¿Por qué me preguntas eso?" Sus ojos se entrecerraron sospechosamente. "¿Quieres que esto sea sólo una vez?"

"No". Dijo ella, negando enérgicamente con la cabeza. "Simplemente no quería asumir nada...... todo esto ha sucedido tan rápido...... me gustaría......." Su voz se apagó mientras se sonrojaba.

"¿Te gustaría qué?" Preguntó él cuando ella permaneció en silencio.

"Bueno, ser tu novia. Crees que eso es juvenil y tonto. Se nota en tu cara". Dijo ella apresuradamente. "Olvida que he dicho algo".

"Más despacio". Se burló, sus labios se curvaron en una sonrisa. "No he dicho eso. Es sólo que nunca he tenido una de esas antes, una novia es decir, no sabría ni qué hacer si tuviera una".

"Oh. Bien entonces". Ella le sonrió con maldad, su dedo trazando un patrón en su pecho. "Seguiríamos como hasta ahora, en realidad, sólo haríamos esto más a menudo.

"Mmmmm." Él gruñó suavemente. "Creo que me gusta cómo suena eso. ¿Con qué frecuencia?"

"¿Con qué frecuencia te gustaría?" Ella se burló, deslizando su mano hacia abajo para acariciar su rígida erección.

"Muy, muy a menudo". Él jadeó, mientras ella cambiaba de posición, sustituyendo su mano por el calor húmedo de su lengua. "¿Así que puedo ser tu novia?" Susurró ella, con sus labios haciendo cosquillas en la cabeza de su polla.

"Oh, sí, señorita Granger. Definitivamente puedes ser mi novia". Él gimió, enterrando los dedos en su pelo mientras ella lo tomaba en su boca. "Y un millón de puntos para Gryffindor".

El final.
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