Todavía tomándola de la mano, Snape abrió la puerta con un hechizo no verbal. Entraron y cerró la puerta tras ellos. Se quedaron de pie en la tenue luz, sin moverse, sin hablar, sólo tomados de la mano.

Aclarándose la garganta en un intento de romper el tenso silencio, Hermione habló nerviosa: "Me lo he pasado muy bien, profesor. Creo que ahora me iré a la cama". Dio unos pasos hacia la escalera, pero él continuó sosteniendo su mano con firmeza.

Ella jadeó cuando él tiró repentinamente de su brazo, haciéndola tropezar en las escaleras y caer contra su fuerte pecho.

Él la rodeó con sus brazos y le frotó ligeramente la espalda. "Sé quién es", susurró.

"Oh, lo sabe, ¿verdad?" Hermione había querido que su afirmación saliera sarcástica, pero a sus oídos sonó sin aliento y un poco asustada.

"Sí. Lo sé", dijo él, inclinándose, con su cara cerca de la de ella, sus labios casi rozándose.

"Bueno, pues adelante". Dijo Hermione, complacida de que su voz sonara un poco más firme.

"Yo", gimió él y apretó sus labios contra los de ella.

Hermione suspiró mientras su lengua recorría suavemente su labio inferior pidiendo permiso para entrar. Ella abrió la boca y la increíblemente suave lengua de él entró en su boca para rozar ligeramente la suya.

"Dioses", gritó su mente, nunca imaginó que el feroz maestro de Pociones pudiera besar tan tiernamente, tan sensualmente.

Rodeando su cuello con los brazos, lo acercó más y profundizó el beso.

El tiempo se detuvo mientras se encontraban en las escaleras, abrazados, con las lenguas rozándose, tocándose, burlándose y bailando el uno contra el otro apasionadamente. Las manos rozaban ligeramente la espalda y los hombros del otro. Jadeando fuertemente, finalmente rompieron el beso y se miraron intensamente a los ojos.

"¿Dónde has aprendido a besar así?", preguntó ella, con la voz entrecortada.

"No tengo ni idea", dijo él, con su voz de barítono acariciándola como si fuera una caricia.

Ella se inclinó hacia él y lo besó de nuevo, con fiereza y pasión, sus manos fueron a la cintura de él. Se moría por sentir su piel desnuda, sus manos tiraron de su camisa, intentando liberarla de su cintura.

"Hermione, Hermione", jadeó él. Ella se sorprendió cuando él le agarró las manos y las sostuvo con firmeza. "Para".

Ella lo miró confundida. Sorprendida por la mirada angustiada de él, susurró. "¿He hecho algo malo?"

"No, no", sacudió la cabeza con firmeza. "Es sólo esto. Esto es demasiado". Se hundió para sentarse en las escaleras y enterró la cara entre las manos.

Sentándose a su lado, frotó ligeramente la palma de la mano sobre su espalda. "Hábla", le suplicó suavemente.

Él levantó la cabeza y miró al frente. Suspirando profundamente, dijo: "Nunca he intimado con una mujer que me importe".

Sin dejar de frotarle la espalda, ella susurró: "Sé que has dicho prostitutas. ¿Pero qué más? ¿Qué no has dicho?".

Los ojos de él recorrieron rápidamente su rostro y luego desviaron la mirada. Ella se dio cuenta de que él también, como Draco, había empezado a frotar distraídamente su Marca Tenebrosa.

"Había una mujer proporcionada por el Señor Tenebroso", dijo en voz tan baja que ella tuvo que esforzarse para escucharlo.

Tragando nerviosamente, continuó frotando su espalda. "¿Quieres hablar de ello?"

Se sorprendió cuando él se giró hacia ella, con un rostro feroz. "No. No quiero", dijo él en tono sombrío. "No puedo hacer esto", murmuró, casi para sí mismo. Se levantó y subió las escaleras a toda prisa. "Lo siento. No puedo".

Dio un ligero respingo cuando él cerró de golpe la puerta de su habitación. Levantándose lentamente, se dirigió a su propia habitación y entró en ella sin hacer ruido, cerrando la puerta.

Vayan a leer plx "Sentido e Insensibilidad"🥺🥺🥺