La omega con olor a fresas estaba escondida en el armario mientras olía la ropa de la alfa. Hoy en la mañana su celo había llegado y su lobo rogaba por la alfa pero Tzuyu salió en la mañana al pueblo a ver algunas cosas.

—Sana, ¡¿Estás en celo?! —Cuestionó entrando a la habitación, busco a la omega por toda la habitación.

Sana salió del armario con una prenda de Tzuyu en sus manos —Aquí estoy, Chewy

—¿Estás bien? ¿Quieres que pida algo para tu celo? —Interrogó, está vez era la primera vez que la omega entraba en celo en su estancia en el imperio.

—Mi lobo y yo te necesitamos a tí —respondió con algo de timidez —¿Me vas a ayudar?

—¿Estás segura de querer pasar tu celo conmigo, cariño? —pregunto mientras abrazaba a la omega

Sana asintió —Por supuesto, alfa. Somos predestinadas, estamos casadas y nos queremos... Ayúdame

Tzuyu beso los labios de la omega con delicadeza, Sana colocó sus manos en los hombros de la alfa y empezó a acariciar el cuello de Tzuyu.

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—¡El rey Choi Woon de Camelot! —anunció un guardia

Tzuyu sonrió al escuchar eso, vio como el alfa entraba con una gran sonrisa en su rostro. ¿Cómo se atrevía a venir a su imperio después de todo el daño que le hizo a su omega e intentar humillarlo el día de su boda? Quería golpearlo

—Rey Choi, una disculpa por mi vestimenta... Verá, estaba atendiendo unos asuntos privados —con su mano peino su cabello un tanto desordenado

—Oh, lo entiendo. Yo también solía atender a mi harem cuando estaba con su actual emperatriz —tomo asiento en la silla.

Tzuyu rió y negó levemente —¿No está enterado? Veo que solo se informa de lo que quiere, Rey Choi.

—¿A qué se refiere, su majestad?—pregunto

—Cerré mi extenso harem desde fuí a su dichosa fiesta —respondío

—¿Desde ese momento se quiso robar a mi esposa?

La alfa sonrió con burla —Por supuesto, Choi. Pero no se la robe, usted se divorcio de ella y yo solo me case con mi predestinada

Woon se sorprendió ante la respuesta —No vine a eso. Vine para invitarlos personalmente a mi boda con Ha Neul la próxima reina de Camelot. Será en dos días

—Vino en vano, ya que en estos momentos momentos mi omega está en su celo y no puede asistir

—Pero usted vendrá, con su presencia es más que suficiente

—No iré a ningún lado sin mi omega, prefiero estar con ella a ir a una aburrida fiesta

Choi quería golpear a la pelinegra, pero no debía ya que si le tocaba un solo pelo su reino y su familia pagaría las consecuencias.

—Si no tiene nada más que decir, váyase. Tengo asuntos que entender

El rey dejo una invitación sobre el escritorio mientras hacia una reverencia y salía de la oficina. Fue escoltado por un guardia, se detuvo al ver una pintura de la omega con olor a fresas, lo estaba empezando a detestar.

—Maldita omega inútil —susurró

El guardia al escuchar eso hablo —Rey Choi, no debería insultar a la emperatriz. Si la emperador Chou lo escucha no dudará en matarlo

—¿Chou?

—El emperador mataría a cualquiera sin importar su rango si insulta a la emperatriz

—¿Quieres asustarme? Inútil guardia —pregunto enfadado.

—Por supuesto que no, solo le estoy diciendo lo que la emperador es capaz de hacer por su omega —el guardia comenzó a caminar lentamente

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Sana movía su cabeza de arriba hacia abajo mientras con su mano sostenía la base del miembro de su alfa. Saco de su boca el pene de Tzuyu haciendo un pequeño sonido húmedo

—Chewy... ¿Te gusta? —cuestionó mientras masturbaba el pene de la alfa

—Cariño... Ah~ me encanta —jadeo, sujeto la cabeza de la castaña y la obligó que metiera nuevamente a su boca

Sana comenzó nuevamente a chupar la hombría de la pelinegra, el pene de la alfa no cabía del todo en su boca, lo que no entraba en su boca lo estaba masturbando.

Unos minutos más chupando y la pelinegra iba a sacar su miembro de la boca de la castaña pero esta no se alejo en lo más mínimo. Así que Tzuyu termino viniéndose y dejando todo su semen en la boca de la castaña, Sana saco el pene de la pelinegra de su boca y le sonrió a la alfa nantes de tragar todo el semen.

—Cuando estás en celo eres una cosita muy descarada —hablo tratando de controlar su respiración

Sana limpió la comisura de sus labios mientras sonreía —Mi último día de celo fue ayer, Chewy

—¿Entonces que fue esto? —cuestionó poniéndose correctamente su pantalón —Llegué e inmediatamente me intestaste quitar mi pantalón, pensé que estabas en celo aún

—Tenía ganas, solo eso —respondió sin darle mucha importancia

—¿No te duele nada? —pregunto

Sana se levantó del suelo y sacudió la parte de sus rodillas para quitar algún rastro de suciedad —Solo mi espalda baja pero es normal. ¿Por qué me dejaste en la mañana sola?

—Vino el idiota de tu ex esposo. —Soltó una pequeña carcajada mientras Sana la abrazaba —El idiota es un cobarde, enfrente de mí no se atreve a insultarte pero en los pasillos habla mal de tí, le faltan muchos...

—No seas grosera, Chewy —hizo un mohín

—Lo siento. Cariño

—¿Cómo sabes que me insulto? —cuestionó

—El guardia me lo dijo; los guardias y sirvientes te son muy leales y los jardineros siempre tratan de mantener el jardín lindo para que tú disfrutes estar ahí —habló con una gran sonrisa

Sana sonrió, derramó unas pequeñas lágrimas ya que por primera vez se sentía que mucha gente lo quería.

—No llores, cariño —pidió, limpió con delicadeza las pequeñas lágrimas

—¿Puedo tener un cachorro? —cuestionó

Las mejillas de la pelinegra se tornaron de un rojo carmesí —¿Qué tipo de cachorro?

—Un doberman, hace poco ví a un señor con unos cachorros. Se veían tan tiernos —hablo con una sonrisa

—ah... Esos cachorros —susurró —Pero, cariño. Esa raza crece muy grande te puede lastimar

—Pero también me puede proteger, ándale

Tzuyu no se pudo negar, era débil ante la belleza de su omega —Mañana tendrás a tu cachorro

Sana abrazó a la pelinegra —Muchas gracias, muchas gracias.

La alfa siempre haría todo lo posible e imposible por ver a su omega sonreír de esa manera.