Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Epílogo

—A-Zhan, ¿alguna vez has oído hablar de los destinados incompatibles? —preguntó de la nada la anciana mientras se mecía en su silla.

—¿De qué hablas, abuela?

—¿Si o no?

Xiao Zhan, de dieciséis años, resopló fastidiado por su insistencia y se vio prácticamente obligado a dejar a un lado sus mil y un deberes escolares y prestarle atención.

—Si te sirve de algo, no. Además, no se de que hablas, ¿destinados incompatibles? —torció la boca y fingió pensar durante unos segundos—. ¿Te refieres a esas parejas destinadas que no se aman aunque su destino diga lo contrario?

—No hijo.

—¿Entonces?

Su abuela dejó de tejer lo que pareció ser una bufanda para él y le observó con indulgencia.

—Dime qué piensas de un Omega siendo la pareja destinada de un Delta, o un Gamma siendo destinado con un Alfa.

Xiao Zhan parpadeó, consternado, sin esperarse aquello, justamente de su abuela materna.

—¿Es eso siquiera posible? —se rió sardonico—. Definitivamente está a la inversa; un Omega solo puede ser la pareja destinada de un Alfa, de nadie más. En cuanto a un Gamma —frunció el ceño—, no se mucho pero desde luego que lo mas lógico sería que fuese destinado con un Beta, no un Alfa, lo mismo para el Delta.

—¿Quién dice eso? —inquirió su abuela con una tenacidad que le hizo rascarse la nuca, incómodo.

—La naturaleza, abuela —le respondió pacíficamente.

—A-Zhan, la naturaleza, e incluso la madre luna se pueden equivocar algunas veces. —Xiao Zhan la miró sin comprender, y ella sonrió dichosa al tener su entera atención por fin—. No siempre lo común es lo más normal; lo diferente también lo es.

—No te entiendo. ¿Cómo podrían estar juntos? La lógica no concuerda en lo mínimo con lo que dices.

—La hace, mi niño, es cuestión de cada quién dársela —suspiró y su vista se perdió en el horizonte a través de la ventana—. Déjame contarte una historia. Había una vez una chica bastante hermosa, por lo tanto, no era inusual que llamase la atención a donde quiera que fuese, aunque a ella no le resultara muy agradable. Sus padres, humildes agricultores, la adoraban y la cuidaban como su joya más valiosa en el mundo, para nadie era impedimento sus raíces, únicamente su belleza les importaba. Fue por ello, que siempre que alguien pedía cortejarla, ella los rechazaba cordialmente, hasta que su pareja destinada apareció y no pudo rechazarlo como a los otros.

—¿No me digas que era un Delta, abuela? —En algún momento, el Alfa se había trasladado de la mesita de centro a los pies de su abuela, intrigado por la historia.

—Lo era. Por supuesto, los padres del chico, una familia de estatus social alto no aprovó la relación. La sociedad supuestamente apoyaba a la rama Alfa y Omega pero, si tanto repudiaban a los Gammas y Deltas, ¿por qué no repudiaron también a esa familia de Deltas?

—No lo se, quizás... ¿por el poder? —fue fácil atar cabos.

—Lastimosamente sí ¿Pero sabes qué hicieron ellos?

—¿Se fugaron y decidieron vivir felices por siempre? —se atrevió a bromear, pero al vislumbrar los ojos cristalizados de su abuela se puso en pie cual resorte y la miró con arrepentimiento—. Lo siento, no debí bromear, esto parece ser mas que una historia cualquiera para ti, abuela, y no lo comprendo. No puedes ser la chica de la historia porque mi abuelo no era...

—¿Un Delta? —Xiao Zhan asintió sin entender—. Soy la chica de la historia, A-Zhan, pero nunca dije que ella y el Delta tuvieran su final feliz.

—Que... ¿Qué pasó con él?

—Murió de tristeza cuando supo que me casé con alguien que no era él —le reveló con un manto de melancolía en el rostro que su nieto se conmovió tanto que la abrazó.

—Si lo amabas, porque... ¿por qué te casaste? —quiso saber, extrañado.

—Por cobarde.

—Sigo sin entender.

—Mi madre, tu bisabuela, se oponía rotundamente a la idea de ver a su precisada y única hija Omega, atada a un asqueroso y violento Delta, tu bisabuelo era un poco más comprensivo pero, tampoco lo aceptó. Cuando ella cayó enferma, me hizo prometer que no condenaría mi vida ni mi alma uniéndola a alguien que Dios no había aprobado. Un Omega solo podía estar con un Alfa, con nadie más.

—Eso... fue bastante cruel de su parte —respondió con un nudo en la garganta.

—Tal vez. Pero le prometí algo que ni siquiera iba a cumplir porque me fugaría con él al día siguiente, solo que pasó lo que jamás imaginé. Mi madre murió repentinamente después de prometerle que me alejaría del amor de mi vida y formaría mi propia familia con un Alfa. Cumplí mi promesa, pero a un precio muy alto.

—¿Te arrepientes?

—No podría.

—¿Por qué?

La anciana sonrió amorosamente y le acarició la cabeza con débiles caricias.

—A-Zhan, de no haber tomado este camino lleno de espinas, ni tu madre, Lulu o tú estarían hoy aquí.

—Abuela —le fue imposible no quebrarse.

—A-Zhan, ¿tienes novia?

—Aún no.

—Mm, pero al menos te debe gustar alguien.

—No, tampoco.

—Ya que es así, déjame darte un consejo. Escucha siempre a tu corazón; la mente suele traicionar y hacernos tomar las desiciones más estúpidas de nuestra vida, pero el corazón A-Zhan, el siempre sabrá que hacer. No importa si el amor de tu vida es o no tu pareja destinada, Alfa, Omega, Beta, Gamma, Delta, da igual. Mientras el amor sea recíproco, el resto sobra.

—¿¡Por quién me tomas abuela!? —indignado hasta la médula, Xiao Zhan se apartó de ella e incluso dio un respingo en su lugar—. No soy gay para que me gusten los Alfas, Deltas o Betas hombres. Acaso me pueden gustar las Betas, los Omegas me gustan pero, los Gammas...

—¿Qué pasa con ellos?

—No tengo nada en contra de ellos pero, no me agradan —y no mentía.

—Pues será mejor que te vayan agradando, no vaya a ser que el amor de tu vida termine siendo uno de ellos —se rió su abuela, sabiendo que su nieto tenía una mente tan cerrada gracias a su propia madre.

—Es absurdo.

—No, A-Zhan, nada en esta vida es absurdo, todo tiene un porqué.

Soltando un quejido de falsa protesta por ser despertado repentinamente, Xiao Zhan se removió en la cama y abrió los ojos con pereza. Soñar con su abuela materna le trajo nostalgia, hace muchos años que no veía su rostro. Después de su muerte, dos meses antes de graduarse de la universidad, solo soñó con ella quince días después, a partir de allí todo quedó suspendido en el tiempo; sus consejos, su cálida sonrisa y sus deliciosas comidas, sin olvidar los gratificantes recuerdos que habían forjado juntos como abuela-nieto.

Desprenderse de ella, con quién fue muy unido desde pequeño pero se distanció de adolescente, pareció no ser tan doloroso como muchos lo supusieron. No obstante, él ya ni siquiera recordaba esa conversación, por lo cual lo embargó de sorpresa que aquel recuerdo nítido, casi borroso en su mente, y al que no le tomó la importancia que merecía, ahora acuda a él mediante el sueño.

Quizás su abuela solo esté tratando de recordarle hacer las cosas correctamente está vez, y no fallarle de nuevo a su compañero de vida y a sus hijos como en el pasado lo hizo. Y se lo agradece infinitamente.

—Buenos días, Zhan —saludó cariñosamente el hermoso hombre bajo sus sábanas que lo abrazaba por detrás mientras ronroneaba en su oído, provocándole escalofríos como siempre.

—Buenos días, mi amor —se volvió hacia él y cogió su rostro sin realmente creer la suerte que tenía al tenerlo devuelta con él—. ¿ No estás cansado?

Yibo se sonrojó débilmente y se mordió el labio inferior, recordando que ninguno de los dos había dormido adecuadamente por estar más interesados en hacerse el amor.

Xiao Zhan se rió al adivinar enseguida lo que pensaba y le golpeó la nariz con su dedo índice.

—Tienes una mente muy sucia. Aunque que confieso que no más que la mía —lo besó castamente, dejando con ganas de más a su pareja.

—De eso no hay duda. En lo único que te pude ganar fue en estropear tu magnífica proposición de matrimonio, a veces me siento mal por ti por haberte echo tal cosa, pero no puedes culparme —le riñó mientras se incorporaba y lo miraba con diversión—. Te miraste muy lento y no me quedó otra alternativa más que adelantarme y proponerte.

La manera en que de pronto Xiao Zhan se cohibió se ganó una estruendosa carcajada del ahora, nuevamente, Gamma.

—A veces me pregunto si fue una mala o buena idea que hubieras planeado hacerlo en el mismo restaurante que yo, sin embargo, todo salió bien aunque me hiciste sentir el peor bochorno de todos.

—¿En serio? Que mal, y yo que pensaba que me amabas tanto para tragarte la humillada del siglo que te pegué sin querer —volteandole la cara con falsa molestia, Yibo se cruzó de brazos e impuso distancia entre los dos.

—¿Eres acaso ciego, Wang Yibo? —inquirió con una firmeza que hizo volverse a éste. Lo tomó de los hombros y le dió una mirada totalmente transparente que disipó sus pequeñas dudas en un santiamén—. Porque te amo con locura es que acepté tu propuesta e incluso dejé que me pusieras el anillo en el dedo. Menos mal que en ese entonces habías vuelto a ser un Gamma o de lo contrario, iba ser un escándalo gravísimo a tu carrera como bailarín el proponerle matrimonio a otro Alfa aunque todos allí me dieran por un Omega por el inhibidor de olor que tomé.

—Tal vez. —Yibo dejó ir un suave suspiro para nada arrepentido—. Pero tampoco me hubiera importado, soy de piel gruesa y mis fans saben cómo soy. Aunque todavía me siento algo mal por mentirles sobre mi género, pero estoy pensando seriamente en decirles la verdad.

—¿Estás seguro? Si no quieres sabes muy bien que yo...

—Sé que me apoyarias pero lo he pensado, mañana anunciaré mi retiro definitivo del medio. Hang-ge fue el primero en abandonar el barco hace cinco años y no lo culpó, su esposa y su hijo eran su mayor prioridad. Lay está centrado más en la actuación y el grupo apenas y se presenta a diversos eventos de vez en cuando, prácticamente somos un grupo muerto. Y en cuanto a Henry, lo voy a sentir mucho por él pero tendré que irme también. Va a entenderlo, y estoy completamente seguro que tendrá un brillante futuro como entrenador de baile, te apuesto que hasta tiene nuestro reemplazo formado.

—Yibo. Ya lo tienes todo planeado —agitó la cabeza mientras acariciaba su cabello negro y repartía besos por doquier alrededor de toda su cara.

Yibo soltó un chillido de histeria por la exageración de miel.

—Por supuesto, ahora más vale que nos demos prisa o nuestros hijos empezarán a quejarse otra vez por hacerlos menos —dijo levantándose de la cama como Dios lo trajo al mundo y dirigiéndose a la ducha.

—Esos hijos tuyos son unos posesivos celosos —se atrevió a comentar Xiao Zhan sin querer levantarse de la cama.

—Nuestros, Zhan. Pero esa parte la sacaron más de ti, el explosivo celoso que no sabe disimular ni un poquito aquí eres tú, así que no me culpes —se deslindó de la responsabilidad y se internó en el baño dejando la puerta entreabierta como una sugerente invitación.

Xiao Zhan ya no dijo nada, pero se paró de un salto y lo siguió con la intención de volver a poseerlo. El sexo en la ducha era realmente exitante.

Al medio día, su enorme patio se llenó de invitados, lo cual no era una sorpresa. Era su aniversario de bodas e iban a compartirlo con las personas que más amaban, además, como cada año Xiao Zhan disfrutaba restregarle en la cara a Wang Zhuo Cheng que él había sido el afortunado en tener a Yibo, pero éste parecía ser inmutable a sus burlas.

Desde su reconciliación después de cinco años separados, Yibo no había sido del todo justo con él, y lo obligó prácticamente a enamorarlo de nuevo, así transcurrió un año y en pleno año nuevo chino, Yibo se le adelantó y se saltó el noviazgo cuando pidió su mano con esa sonrisa de duende travieso que tanto le fascina. Los mellizos crecieron y su matrimonio estaba más fuerte que nunca, pero a pesar de las dificultades que Yibo tenía de concebir de nuevo, nada los separó durante estos cuatro años. Ni siquiera las mentiras de Dilireba quién se empecinó en destruir sus vidas luego de quedar embarazada de Yang Yang y que éste no pudiese quedarse con ella debido a sus asuntos con la ley donde iba a pasar un largo tiempo guardado.

Lejos de sentir empatía por ese par, únicamente podía sentir lástima, sobre todo por ella puesto que sus palabras sobre él siendo infiel a Yibo quedaron absolutamente esclarecidas por nada más y nada menos que Yang Yang, pero no fue necesaria su revelación, él recordó todo y Yibo lo perdonó pese a que tal infidelidad no existía.

—Entonces, cuñado, ¿cuándo le das el sí? —se burló el Alfa del, ahora, Omega de veintiocho años que recién se había divorciado de su sobrino, Pei Xing, sin hijos de por medio gracias a Dios.

Fang Xing bufó y miró de reojo la figura del Delta que abrazaba a Yibo y lo felicitaba por su aniversario mientras le revolvía el cabello como el hermano mayor que siempre sería para él.

—La edad empieza a afectarte, gēge.

—¿Tu crees? —Fang Xing asintió observando la forma en que Xiao Zhan despedazaba por la mirada a Zhuo Cheng—. Dime loco, pero yo sé que ustedes dos van a terminar juntos.

—¿Crees eso? —le cuestionó, pero el Alfa ya no respondió porque corrió a alejar de su amado al Delta irrespetuoso que no aprendía a respetar lo ajeno.

Negando con la cabeza, se acercó a Lu Cheng, felicitándolo porque pronto iba a ser papá junto a Meng Ziyi, la hermana de Yu Bin quien por cierto, se había casado sorpresivamente con nada más y nada menos que Xiao Lu hace dos años tras ésta divorciarse de Cao Xi Ge al confirmar su infidelidad por su propia boca. A lo lejos, Yang Mi hacia acto de presencia con dos pequeños niños de ocho y siete años, aferrado a su mano, su esposo, Jackson Wang —curiosamente uno de los amigos de Xiao Zhan y primo de Zhuo Cheng—, la besaba en los labios. En una esquina, charlando muy cerquita, Pei Xing y Lu Jie charlaban, para nadie era un secreto que algo se traían esos dos pese a la diferencia de edades.

Pero la edad no figuraba impedimento alguno para el amor y el camino hacia la verdadera felicidad, todos ellos eran testigo de ello.

—¿Qué ibas a decirme, bâobei?

—Lo logramos, Zhan. Estoy esperando otra vez un hijo tuyo, tengo dos meses de embarazo —rebotando de emoción, Yibo depositó en la mano de su Alfa la prueba de embarazo positiva que se hizo esta mañana a escondidas suya.

El mundo dejó de girar un instante para Xiao Zhan, después, explotó en cientos de colores.

—Te amo, Wang Yibo. Te amo, sabía que lo lograriamos, el destino no podía ser tan cruel con nosotros. ¡Te amo, me haces el hombre más dichoso sobre la faz de la tierra! —el grito eufórico del Alfa se ganó la atención de todos, por lo que más que feliz de tener que dar una noticia tan maravillosa, enroscó su brazo alrededor de la cintura de Yibo y anunció con todas sus fuerzas—. ¡Yibo y yo estamos embarazados!

Los aplausos, felicitaciones y bendiciones les llovieron como estrellas fugaces, sin embargo, su felicidad lejos se encontraba de ser fugaz, y ellos más que nadie podían dar fé de ello.

—¡Si! Al fin tendremos un hermano menor al que malcriar, Ming-ge —la voz chillona de Bao Yu, una hermosa Delta de once años se alzó en medio del alboroto.

—¡Se dice cuidar, no malcriar, A-Yu! No seas tontita —reprendió Bao Ming abriéndose camino hacia sus padres con una serenidad que había heredado de su padre, además de ser su copia al igual que su melliza y resultar ser un digno Alfa.

—¡Lo que sea!

—Niños, no peleen —les pidió Yibo en tanto se dejaba envolver por ambos.

—¡No estamos peleando! —gritaron al unísono solo para fruncirse mutuamente el ceño y después empezar a reír.

Xiao Zhan, quién se había vuelto un sentimental empedernido los últimos años se unió al abrazo grupal y el resto de sus amistades no tardaron en seguirlo, incluso sus padres quienes acababan de llegar.

No cabía duda que la marca de Xiao Zhan había salvado la vida de Wang Yibo de forma tan extraña, provocándole en el cuerpo una serie de cambios inexplicables que terminaron por convertirlo en Delta, Beta, Alfa y consecutivamente Gamma. Y aunque la marca se había borrado como si nunca hubiese existido, algo que nunca se borraría era el amor que Xiao Zhan, un Alfa puro y Wang Yibo, un Gamma, se profesaban sin limitaciones.

Fin.


Gracias por acompañarme en esta aventura. Cuídense mucho, bendiciones para todos los que me leyeron al inicio, los que abandonaron, los que regresaron, los nuevos lectores y los que me acompañaron hasta el final.

Besos 😘


🌙Yessie.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro