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005. ᴠᴏʟᴜɴᴛᴀᴅ ⧽⧽ sᴏғɪᴀ

Luego de que Hope cerró la puerta, me alejé de allí dejándola sola, bueno, no completamente sola, pues perfectamente podía sentir la energía de Dante, que, por supuesto también estaba dentro de esa habitación y a juzgar por el cambio repentino de aura que hubo tras la puerta, pude deducir, que interrumpí un momento algo interesante.

Pase ahora a mi habitación, tomando el pomo de la puerta antes de entrar, en cuanto lo toque, un escalofrío me recorrió todo el cuerpo, alertando a mi sexto sentido. Había otra energía más en mi habitación, no era la mía claro, pero si sabía de quien se trataba.

-Dimitri, sé que estás ahí dentro. -dije antes de girar aquel pomo y abrir la puerta.

-Mi intención no era esconderme. -respondió mientras su cuerpo estaba relajado flotando por sobre mi cama.

-¿Qué se supone que haces? -cuestione en cuanto entre a mi habitación. -invades mi espacio personal y es contra las reglas.

-¿Siempre eres tan precavida y obediente?

-¿Y tú siempre eres un entrometido?

Soltó una risa nasal y con lentitud bajo hasta que sus pies tocaron el suelo. Note entonces que estaba sin camisa, no lo había logrado ver porque estaba en lo que era una zona oscura de la habitación, y ahora, perfectamente logró ver su piel pálida, brillante con la luna y por supuesto, esbelto y fuerte, si quisiera ya me habría sometido y girado como un pancake.

-Ponte la camisa Dimitri. -negué varias veces buscando la prenda por el suelo.

-¿Por qué? -ladeo la cabeza y se acercó a mí con pasos lentos. -tu voluntad no es persistente conmigo así.

-No seas ridículo. -susurre cruzándome de brazos. -pareces un lobo en celo.

Volvió a sonreír, esta vez dejando ver sus colmillos, tan afilados y largos, tan brillantes y peligrosos para cualquier criatura.

Cuando estuvo cerca, le di un alto con mis manos sobre su pecho, su piel estaba cálida, lo que no era muy normal en los vampiros, normalmente estamos siempre con una temperatura fría.

-Sofía. No vale que sigas dejándome en espera. -hizo lo que parecía ser un puchero con sus labios.

No dije nada a eso, solo lo rodee y camine hasta poder dar por fin con su camisa, que estaba tirada en el suelo al borde de mi cama. Me incline un poco hasta poder tomarla, pero vaya error, mi corazón se aceleró en seguida, disparando mis nervios, cuando sentí el agarre de sus manos en mis caderas, haciendo que mi cuerpo se pegara al suyo.

Fue cuestión de segundos para que me reincorporara con la camisa con la respiración al mil, por el inoportuno movimiento.

-No puedes negar lo que tu cuerpo siente. -me susurro cerca del oído, mientras sus manos me rodearon por completo de la cadera, apegándome a su cuerpo con totalidad.

Me recorrió otro escalofrío, cuando sentí algo realmente duro en medio de mis glúteos, sabía muy bien que se trataba de una erección que venía de su parte, eso me ponía la piel aún más fría de lo que ya la tenía.

Me gire con rapidez, teniendo de barrera solo su camisa en mis manos, sus ojos me miraron, ahora eran oscuros, estaban brillando de lujuria y no hacía falta mencionar lo que pensaba ahora mismo.

-No lo repetiré más. Ponte la camisa, y vete. -hable con lentitud, como si le hablará a un león.

-No quiero hacerlo. -respondió en un susurro.

Sus manos aún me tenían aprisionada y yo estaba a nada de dejar mi pequeña barrera atrás, porque sentir su erección en mi abdomen no me estaba haciendo muy bien. Sin embargo, jamás había hecho nada de lo que sé que quiere, así que no podía ceder con facilidad y regalarme como si nada.

-Te daré diez minutos. -mantuve mi postura firme y de un movimiento me liberé de sus brazos.

Necesitaba aire y no estar en la misma habitación que ese ser. Si mal no recuerdo, Hope me advirtió al respecto, de que intentaría estas cosas hasta que lo logrará.

Le tire la camisa en la cara antes de salir de mi habitación y caminar con rapidez hasta el baño, a esa hora estaba todo completamente solo, así que podría dormir ahí si quería, por supuesto tampoco haría tal cosa.

Me lave el rostro y respire profundo, había logrado hacerme sentir escalofríos agradables y si lo dejaba seguir con eso, muy probablemente habría logrado mucho más.

Mire el espejo, mis mejillas estaban encendidas, quizá por el calor del momento, aunque yo estaba fría, sabía que mis hormonas estaban al tope y se morían cada vez que recordaba la musculosa y casi perfecta figura de ese vampiro desgraciado, que solo quiere una maldita cosa.

Me tranquilice y camine hasta la salida del baño, iba a salir hasta que escuche un susurro bastante extraño que parecía venir de uno de los cubículos en ese mismo baño.

Me regrese, lentamente mire uno por uno, hasta que llegue al último de ellos, no había encontrado nada, pero ese estúpido susurro seguía ahí. Gire hasta ver el espejo y entonces lo vi, mi reflejo era quien susurraba, no le entendía muy bien lo que decía, era como si no hablará en algún idioma que yo pudiera comprender.

Quedé pasado cuando en mi boca, empezó a brotar un río de sangre, me llevé las manos instintivamente a los labios, pero no había nada, volví a ver a mi reflejo, y me hice hacia atrás, pues estaba lleno de sangre sufriendo allí.

Su rostro era de puro terror y de angustia, parecía querer gritar, pero simplemente nadie podía escuchar nada, me asustó eso y me cubrí el rostro, no quería seguir viéndome en un estado de agonía.

Abrí un poco entre mis dedos para volver a ver y me quité las manos del rostro cuando ya no había nada más, que solo mi reflejo normal. Probablemente había tenido una visión sin previo aviso.

Salí del baño ahora sí y regresé a mi habitación, estaba tan agitada que ni siquiera me di cuenta, de que Dimitri seguía allí en mi habitación, justo en mi cama sentado, con las piernas medio abiertas y dejando ver aquella dureza entre sus pantalones.

-Creí haberte dicho que te fueras. -rompí el silencio.

-Si lo hiciste pero no puedo. -me dio una mirada despreocupada.

-¿Por qué? -fruncí un poco el ceño.

El no respondió a eso, en cambio llegó frente a mí una vez más, esta vez más cerca, tanto que su nariz estaba rozando la mía y en sí, su cuerpo completo.

-Porque solo tú puedes hacer que me vaya con tranquilidad. -abrió sus ojos dejándome volver a ver el deseo en ellos.

-No exageres. -hable con calma, necesitan autocontrol. -hay más personas aquí.

-No. -parece que la respuesta le molesto, pues sus Palmas chocaron contra la puerta acorralándome de nuevo.

-¿No?

-Sofía. Si estoy así, es por ti. -de nuevo, dejó relucir sus colmillos. -desde que llegaste trato de que al menos una vez, me dejes estar contigo.

-Alto ahí señor quiero con todas. -solté una risa, quizás nerviosa. -yo no ganó nada con esto, tú tienes la oportunidad de decir, que fuiste el que estuvo con todas aquí, pero yo solo pierdo parte de mi dignidad con eso.

-No he estado con todas. -empuño sus manos y apretó la mandíbula. -mira, esto está siendo muy, muy doloroso para mí.

Sabía bien que sí, no es como que sea fácil, lidiar con algo duro como un palo, entre los pantalones por bastante tiempo.

-Yo no te dije ven aquí y excítate. -sonreí con inocencia.

Tal vez, estaba siendo algo cruel con él, porque si bien no es la primera vez que hace algo así, es la primera vez que insiste tanto y quiero creer que es por lo complicado de su situación.

-Solo... -suspiro con pesadez, ya no parecía un vampiro, más bien, parecía un lobito pidiendo amor en sus días de celo. -deja que sea solo una vez, al menos intenta, si no logro hacer que te guste, me iré. Lo juro.

Me quedé en silencio pensando lo que decía, no es como que sea ilegal algo así. Y de por sí, la propuesta estaba bastante tentadora.

-¿Cómo se que no mientes? -cuestione antes de tomar una decisión.

Me sorprendió cuando él, rasgo su propia mano hasta dejar salir algo de sangre.

-Por mi sangre, te lo juro. -iba en serio.
Mire su mano, supongo que así, era un poco más seguro todo lo que decía. La tome entonces sellando su juramentó conmigo y haciéndole caso a mis pobres hormonas, que ya me tenían impaciente.

La herida de su mano, se selló en cuanto la solté, dejando completamente cerrado el trato que me había propuesto. Luego de eso, mi piel se erizo, pues su respiración estaba sumamente pesada.

Sus ojos bajaron a mis labios y yo trate de mantener el control un poco más. Estaba siendo difícil y se volvió aún más difícil, cuando sus manos de nuevo se deslizaron por mis caderas con firmeza.

Sentí que me iba a derretir en cualquier momento, escuche el seguro de la puerta y mire en aquella dirección, él había puesto seguro. Una de sus manos tomó mi mentón y giro mi rostro hasta volver a quedar frente al suyo, esta vez más de cerca.

No perdió tiempo y juntos sus labios con los míos con una necesidad increíble. Cerré los ojos y dejé que sus labios guiarán en parte los míos, eran movimientos intensos y a la vez suaves.

Me acerco mucho más a él, dejándome sentir una vez más en el abdomen lo duro que estaba, fue suficiente para disparar calor por todo mi cuerpo. Lleve mis manos alrededor de su cuello y me deshice de mis zapatos hasta quedar descalza, esto provoco que la estatura fuera notoria y por obviedad, tuve que parame de puntillas.

Sentí mi cuerpo contra la pared acorralado completamente por el suyo y me costó respirar con normalidad. Me aleje de aquel beso intenso para recuperar algo de aire, mi pecho ya subía y bajaba con rapidez. Sus manos se deslizaron por mi cadera hasta llegar entonces a mis piernas bajo la falda, subieron casi hasta mis glúteos y de un movimiento me levantaron guiando mis piernas a rodear su cadera.

Temblé en cuanto mi centro entró en un leve contacto con su pelvis, se estaba sintiendo bien y mi cuerpo reaccionaba a sus toques como si también lo quisiera.

Deslizó un poco más allá sus manos y con ambas, agarro y masajeo mi trasero provocando roces entre ambas entrepiernas que me hicieron soltar un primer jadeo inconsciente.

Dimitri empujó un poco su cadera chocando entre mis piernas por sobre las telas que se atravesaban, haciendo que en mi centro se despertara cada vez más la ansía de seguir con aquello. Él sabía que estaba haciendo que mi cuerpo cediera con él y lo disfrutaba.

Camino ahora hacia mi cama y se sentó dejándome sobre él a horcajadas, provocando más presión sobre mi entrepierna con la suya. Volvió a besarme y esta vez bajo sus labios por mi cuello, erizando una vez más toda mi piel.

Una de sus manos subió por mi abdomen bajo la camisa hasta quitarla de manera ágil y dejarla en el suelo, sentí el frío que había en la habitación tocando mi torso ahora desnudo. Solté un pequeño suspiro de satisfacción con cada toque de sus manos.

Pronto había quedado tan sólo con la falda aún encima de él, sintiendo como su rostro se sumergía en medio de mis pechos dejando besos, lamiendo y chupando todo a su paso, esperando reacciones de mi parte y obteniendo pequeños suspiros de placer que lo dejaban seguir.

La sorpresa fue cuando una de sus manos que sostenía firme mi cadera, bajo de nuevo hasta el interior de mi falda y rasgo las bragas que traía hasta quitarlas, estaban húmedas y yo apenas si podía ser consciente de eso. En cuanto las quito, esa misma mano se posicionó bajo mi centro, levanto un poco mi cadera y luego la bajo, dejando que sintiera como dos de sus dedos habían entrado en mi con facilidad y me habían hecho jadear con algo de dolor, pero al mismo tiempo placer.

Sus dedos empezaron a moverse, dentro, fuera, en círculos y masajeando aquel punto que provocaba espasmos en mí y ni siquiera yo sabía. Espero atento las primeras reacciones, que eran bastante buenas y luego, volvió a hundir su rostro por mis pechos.

Eran muchas sensaciones al tiempo y yo apenas si podía controlar mis reacciones mordiendo mi labio con algo de fuerza. Sus dedos siguieron por un buen rato, hasta que quedaron bastante húmedos.

Entonces me levanto de su regazo dejándome con una extraña sensación en toda la entrepierna. Mis nervios volvieron, en cuanto dejó caer el pantalón y luego el bóxer, quedando completamente sin nada, y dejando libre esa erección que tanto había guardado en todo este rato.

Volví a respirar de forma agitada, tenía que prepararme para el posible dolor que iba conllevar eso, porque si solo sus dedos dolían, ya podría pensar lo demás. De nuevo se sentó sobre la cama y tomo mi cintura hasta atraerme a él y tomar mis labios una vez más.

Me volvió a poner sobre él a horcajadas y oprimió mis caderas hasta hacerme rozar piel a piel con su entrepierna. Eso me estaba haciendo reaccionar de nuevo con espasmos en el cuerpo, empezó a moverse una vez más, frotando solamente, haciendo que mis manos apretaran sus hombros.

Esta vez fui yo quien hundió el rostro en su cuello, apenas era un roce, pero lo sentía intenso, deje los jadeos en su piel y me aferre a él cuando empezó más rápido.

Sus manos apretaron firme mi cadera y le dieron una pequeña elevación, su cadera se impulsó un poco, y además de frotar, ahora también había pequeños choques, que me hacían aún más difícil no jadear.

No había estado aún en mi interior, pero lo que hacía provocaba también mucho sobre mí. Pasaron unos minutos más y un líquido cálido invadió parte delantera de su abdomen y el mío, seguido de aquello, mi abdomen se contrajo y dejó salir aquellos fluidos, dándome una sensación de liberación al fin.

Entonces había acabo el acto. Se las había arreglado para terminar sin necesidad de haber estado dentro de mí en algún momento, con el solo frote, lo había hecho todo.

Me sentí agotada luego, y me dejé caer sobre la cama enseguida, sin decir nada, no tenía aliento para eso. Cerré los ojos y respiré una y otra vez hasta poder tener control de eso. Sentí entonces que las sábanas pasaban sobre mi cuerpo refrescándolo.

-Parece que olvidabas un detalle. -escuche que me dijo él mientras se tomaba el atrevimiento de recortarse a mi lado. -como vampiros, sabemos muy bien cuando otro de la especie ha tenido relaciones y cuando no.

Apenas acabo la oración le di con la almohada en la cara, lo había olvidado sí, pero tampoco era momento de mencionarlo.

-Agradece que no tengo la energía para sacarte de aquí se patadas. -dije ahora sin abrir los ojos.

-No lo harías igual. -hablo despreocupado y me arrastró un poco hasta obligarme a recostar mi cabeza en su pecho.

No dije nada más al respecto, solo dejé que el sueño llegará conmigo, no tenía energía, la visión y esto, me habían dejado exhausta por completo.

"The Vampire boy they wanna fuck, now"


De paso, un dibujito del cap anterior, al anterior.

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