003. ᴠɪᴅᴇɴᴛᴇ ⧽⧽ sᴏғɪᴀ
Practicar magia a veces, me hacía pasar la noche en vela, en especial cuando eran conjuros que requerían de pentagramas, o en tal caso, de piedras especiales que solo funcionaban depende la luna.
Esa noche como pensé, funcionaria el conjuro de visiones, que alguna vez uso mi padre para saber acerca de los peligros, que estarían acechando a nuestro aquelarre.
Lo usé como forma de practicar, pero no esperaba que diera como resultado una visión, que tenía a Hope de por medio también.
Me concentre bastante, y la energía que utilice para poder ver con atención, fue tanta que la nariz me sangro sin aviso previo.
Estaba Hope, frente a alguien más, una chica para ser exacta, no logre reconocer su rostro con exactitud, pero si su especie, era una de las Daemons de Essex, lo supe por la respectiva marca que traía en sus ojos, y además, porque su energía ya la había sentido en otros iguales a ella.
La visión empezó a tornarse borrosa, pero, aun así, lograba ver algo, por lo que seguí ahí, observando como parecía que algo estaba por venir, que no era nada bueno y que, además tenía mucho que ver con la luna que se avecinaba.
La respiración se me hizo pesada de algún modo, que no sabía cómo explicar, el pecho me ardió y los dedos de mis manos se tensionaron tanto, que pensé que ya no podría moverlos. Empecé a obligarme a abrir los ojos, pero estaba siendo inútil y completamente difícil.
El aire se tornó frío, tan frío que me sentí petrificada y entonces supe, que no sólo Hope estaba en esa visión, sino que también, estaba yo, no sabía en donde, pero allí estaba.
Obligue a mi mente a salir de ese lugar, de esas imágenes y fue un delirio, para cuando lo logre, estaba tan fría que podría parecer muerta y la cabeza me dolía, mi cuerpo estaba tieso y me dolían los hombros.
—Maldición… —susurré para cuando pude verme en un espejo, me había casi desangrado sobre mi blusa.
No perdí más tiempo y salí de mi habitación en busca de algo para limpiar el suelo, pude haberlo hecho con magia, en realidad lo intenté, pero estaba tan débil energéticamente que ni siquiera pude decir bien las palabras que debía.
Camine por los pasillos en calma, no es como que algo me fuera a asustar de la nada, aquí todo era normal, fantasmas, lobos, vampiros. Así que técnicamente tendría que ser humana para asustarme en serio.
Llegue finalmente al baño, donde había un pequeño cuarto que tenía las cosas que necesitaba, no iba a tardar mucho con eso, así que tome un limpiador y quise regresar. Hubiese llegado rápido, con magia, pero de nuevo, ni mi cabeza recordaba eso ahora.
—¿No deberías estar durmiendo? —esa voz… como olvidarla, si Hope, me dejó en claro que no lo tomara en serio.
—Tú no deberías estar acechándome y aquí estas. —respondí con total calma mientras me giraba con las cosas para verlo.
—No discuto eso. —se encogió de hombros.
Asentí sin darle mayor importancia.
Dimitri, era el tipo de chico que sabía bien lo guapo que era, nadie se lo iba a negar, pero como todos, comete el error de pensar, que, por esa simple razón, nadie le dirá que no a lo que se le venga en gana.
Note que no se quitaría de enfrente mío, así que lo rodee, su estatura era por bastante más que la mía, normal entre vampiros, especialmente los que son hombres.
—¿Tan rápido te vas? —pregunto de la nada, pero no me gire.
—¿Querías el beso de buenas noches acaso? —solté una ligera risa sin dejar de caminar.
Sentí la brisa característica de cuando usan la velocidad y enseguida estaba en frente de mí una vez más.
—Tal vez… ¿por qué no lo averiguas? —sonrió dejando relucir ese par de colmillos.
—Pedirle besos a una extraña, que además es bruja, puede llevarte a serios problemas. —de nuevo lo esquivé y seguí hasta mi habitación.
—Eres muy joven para ser tan aguafiestas. —parece que no se cansa de seguirme cual perrito faldero.
No dije nada esta vez, solo llegue a mi habitación y me arrodille en el suelo para limpiar, cosa que no ayudó mucho a que Dimitri, se fuera en algún momento.
—Linda vista, pero podría mejorar. —se atrevió a decir, a lo que solo rodé los ojos negando.
Cuando las manchas de sangre salieron, tome un ligero respiro, necesitaba un descanso.
—¿Qué hacías como para haberte desangrado? —escuché sus pasos a mi espalda y sentí cuando quedó detrás mío.
—Cosas de brujas, no lo entenderías chupa sangre. —me gire solo para darle una mirada.
Estaba demasiado cerca a mi parecer y si se veía alto cuando yo estaba de pie, pues se veía todavía más alto si estaba de rodillas.
—Te recuerdo que, como yo, eres una chupa sangre. —levanto ambas cejas sin dejar de sonreír. —y quien sabe que otras cosas sabrás hacer.
Tomó mi mentón con su mano, cosa que por más que no quisiera, me hizo dar escalofríos. Se acercó a mi rostro lento, pero preciso, sentí su pulgar viajar cerca de mi labio inferior y reaccioné.
Quite mi rostro de su mano y me levante dándole la espalda, para ir a buscar una blusa nueva, me la pondría luego de que él se fuera.
—Para ser tan joven, eres bastante pertinente como una anciana.
—Apuesto a que ni siquiera sabes que significa “pertinente”. —negué una vez más, los hombres siendo hombres.
—Puede que no, pero se cuando alguien necesita relajarse. —esta vez, su voz la sentí rozando mi oído.
Seguí en lo mío, aun después de sentir sus manos en mis hombros, dando un masaje lento y en el punto preciso donde me sentía más tensionada, luego de esa visión.
Deje que siguiera haciendo eso, en algún punto, me estaba ayudando un poco y yo me estaba relajando mejor, aunque sus intenciones fueran totalmente distintas, a solo ayudarme a buscar tranquilidad.
Respire mejor, cuando los nudos de mis músculos ya no estaban, agradecí esa pequeña parte, pero claramente no se lo diría en ningún aspecto.
—¿Ves? solo debes dejarte llevar. —sus labios rozaron parte del lóbulo de mi oreja y su aliento me hizo ladrar un poco la cabeza. —no es gran cosa.
Esa forma de susurrar, me hacía daño, empezando porque ya me causaba espasmos que no iba a permitir que avanzarán.
—Lindo el detalle, pero ya deberías irte. —susurre de regreso, cambiando de posición hasta quedar frente a él. —podría estar robándote la energía y ni cuenta te darías.
—Dejaría que la robes, solo si es a mi manera. —su mano tomó de nuevo mi mentón.
Con un movimiento simple de manos y un poco de energía que ya había recuperado, luego de tanta tensión liberada, lo hice llegar hasta en frente de mi puerta, fuera de mi habitación.
—Hora de dormir colmillos. —me crucé de brazos y me recosté en el marco de la puerta.
—¿Entonces no habrá el dichoso beso de buenas noches? —solté una risa.
Él se acercó a mí, no hice nada al respecto, porque tenía el presentimiento de que no podría tener su beso, ni, aunque yo lo dejara.
En cuanto estuvo a dos centímetros de mis labios, la puerta del lado, se abrió e hizo el ruido respectivo de una puerta que se abre claro. Era Hope, que en cuanto salió, hizo que Dimitri tomara un respiro y se alejara, haciéndome reprimir una risa.
—¿Molestas a la nueva? —pregunto ella a lo que él se encogió de hombros.
Yo por mi parte no dije nada, solo me despedí con la mano cuando Dimitri, me dio una última mirada y se fue a si habitación.
Mire a Hope, que me regresó la mirada, ambas nos reímos levemente.
Luego de eso, Dante, de la nada salió de la habitación de Hope, fingí no darme cuenta u estar mirando dentro de mi habitación, pero parecía obvio todo lo que pasaba, empezando porque su cabello despeinado y su camisa mal puesta, lo dice todo.
—Qué cosa con los hombres. —fue lo único que dije, para cuando Dante no estaba. —bueno, descansa Hope.
—Descansa Sofía. —me dio una última sonrisa de labios cerrados y entró.
Yo cerré mi puerta con seguro, no quería luego un Dimitri colado, y sin más, negué un poco riendo, Dante me había dicho, que era el mejor amigo de Hope, pero no me equivoqué, al sospechar que amigos precisamente, no son.
°°°
"Is bad idea, right?"
Así como en la historia, namas aparezco cada luna llena JAJAJAJA.
<3
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