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𝐂𝐀𝐏𝐈𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐃𝐈𝐄𝐂𝐈𝐒𝐄𝐈𝐒

❝ 𝙲𝙾𝚁𝙰𝚉𝙾𝙽 𝚂𝙰𝙽𝙶𝚁𝙰𝙽𝚃𝙴 ❞

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Recién había traspasado la puerta de la sala común cuando Harry y los otros me bombardearon con preguntas.

—¿Qué te dijo?— preguntó Ginny.

—¿Te sancionó?— agregó Harry, algo preocupado.

Hice una mueca.

Todas sus caras se llenaron de gestos amenazadores.

—Lo sabía— suspiró Ron.

—Ese McCoy es muy riguroso— Fred escupió el nombre del Premio Anual como si fuera la cosa más asquerosa en el mundo.

—Un cabeza de chorlito— agregó George, disgustado también.

Ambos hermanos se miraron entre sí.

—¿Recuerdas cuando nos puso a nosotros en detención?— preguntó Fred. George asintió. —Seeh, sólo porque nos atrapó vendiéndoles imitaciones de varitas a los de primer año que habían roto las suyas.

Abrí mis ojos sorprendida. —¿Ustedes realmente hicieron eso?— pregunté, shockeada. —Eso es realmente malo, yo habría hecho probablemente lo mismo si hubiera estado en los zapatos de él— Entonces me detuve, indignada. —Y McCoy no es un cabe… hmmm quiero decir, él no es lo que ustedes acaban de decir.

Me sentía tan culpable por Aaron, él me había ayudado, y ahora ellos estaban llenando de insultos.

Los gemelos arquearon sus cejas.

—¿Por qué estás defendiéndole? Él acaba de castigarte— respondieron.

—Porque él no lo hizo— dije. Mi ceño fruncido se transformó en una sonrisa. —En realidad, le hizo el infierno a Malfoy.

—¡Y nosotros nos lo perdimos!— exclamaron ahogadamente. —Por favor, queremos todos los detalles— gritaron todos, tomando asiento en los sillones como si fueran niños a los que yo les iba a contar un cuento.

Mordí mi labio inferior y me senté en el suelo cerca del fuego de la chimenea, todos los ojos fijos en mí.

[...]

A la mañana siguiente, fui al pasillo Hufflepuff para recoger a Cedric cuando él apareció a través de los corredores.

Abrí mi rollo de pergamino, pude sentir la mirada de Cedric en ello también.

—Okay, he empezado a buscar algunos de los ingredientes— murmuré, caminando lentamente. —Necesito ir a Hogsmeade el próximo fin de semana. Compraré lo que necesitemos para la poción.

Cedric asintió. —Iré contigo,— propuso.

—No, está bien. Sólo quédate aquí. Puedo manejar un día de compras sola.

—Sé que puedes— respondió sonriendo antes de detenerse. —Pero me gustaría pasar por una vez una tarde completa contigo,— murmuró, para luego largarse a reír. —Incluso si va a ser para un día de compras.

Dejé salir una risa y lo miré. Sus brillantes ojos estaban encadenados a los míos, y me hizo sentir un poco avergonzada. Por no decir, muy avergonzada. Mantener mi mirada con la suya se había comenzado a hacer realmente difícil de manejar últimamente. Me costaba demasiado. Mucho más de lo que debería, pero bueno… Cedric era mi amigo, un maravilloso amigo, y un chico increíble. Era difícil no conmoverse ante su belleza y bondad. Aunque, por supuesto, Harry también era un gran chico, esto era diferente. Era como si yo fuera más sensible a la dulzura de Cedric que a la de mi mejor amigo. Ambos eran muy similares en sus cualidades, pero también diferentes en algún sentido. En cinco años, Harry no me había hecho sentir ni una pulgada de lo que Cedric me había hecho sentir sólo en un par de meses. Y esta afirmación era tan aterradora, tal vez mucho más que el hecho de que voy a tratar de revivirlo dentro de tres meses.

—Asumo que los demás te preguntaron por todos los detalles de lo que ocurrió en la oficina, ¿verdad?— preguntó, sacándome de mis pensamientos.

—Seeh— respondí. Sabía que mi cara ciertamente debía de estar roja ahora. Sentía como si Cedric pudiera leer mi mente –pero él no podía, gracias a Merlín. —Nos divertimos mucho hablando sobre la cara de Malfoy cuando se fue de la oficina— agregué.

Cedric me dio una sonrisa torcida. Me sonrojé un poco más.

—Lo que hizo McCoy anoche fue un lindo gesto— espeté.

Cedric rió entre dientes. —Eres afortunada, Hermione. Aaron ha sido siempre un estudiante seguidor de las reglas, y un riguroso prefecto. Dejarte salir de su oficina sin ningún castigo es un milagro.

Fruncí el ceño. —Tú hiciste el milagro— dije. Cedric me miró confundido. —Si sigo aquí, de pie sobre mis dos piernas y en un solo pedazo es gracias a ti— terminé, sonriendo.

Cedric lo consideró algunos segundos y musitó.

—Cuando yo estaba vivo, nunca me habría imaginado que Aaron McCoy podría haber sido una de esas personas que defenderían mi memoria— admitió. —Ahora, todo es tan diferente. Quiero decir, sé que él sigue sentido porque yo me haya entrometido en su "relación" pero él vio más allá de eso y me siento muy agradecido con él por ello.

Asentí en acuerdo y sonreí. Me miró y sonrió de regreso.

En ese momento, ambos sentimos un largo y desesperado sollozo. Nos miramos sorprendidos y entonces la vimos. Cho Chang. Ella estaba corriendo a través del pasillo, las lágrimas escapando de sus ojos.

—Cho, ¿qué pasa?— le pregunté en shock, tomándola por los brazos.

—El cuadro… Ella lo quitó…— sollozó.

—Lo sé, yo estaba allí— murmuré.

Cho dejó escapar un gemido. —¡Oh Merlín! Tú estabas ahí, y yo no… yo no estaba— gritó con rabia.

Abrí mis ojos sorprendida, era la primera vez que veía a Cho de esta manera. Cho generalmente era una chica muy educada y calmada. Me voltee hacia Cedric, él estaba más pálido de lo que su estado de fantasma nunca le había hecho lucir. Claramente estaba shockeado y sentido.

"+—Está bien, Cho. No podrías haber hecho nada. No te sientas culpable.

Cho lloró con más fuerzas.

—Tú estabas allí y no significabas nada para él, y yo que era su…— su voz se apagó, —Estaba tan lejos… tan lejos coqueteando con Harry Potter— gritó culpándose a sí misma.

Sus palabras me golpearon en el centro del pecho. Miré a Cedric, que lucía completamente anonadado.

Cho estalló en lágrimas, se liberó de mi agarre y corrió alejándose.

Cedric la miró irse y me miró de regreso.

—¿Lo sabías?— me preguntó.

Él pánico se apoderó de mí.

—Sí, pero por favor no culpes a Har…

—¡Y no me lo dijiste!— me cortó, —¿Por qué?— preguntó confundido.

—No quería que salieras herido. Yo sabía que tú estabas con Cho, pensé que era mi deber evitarte el sufrimiento.

Las facciones de Cedric se tensaron, sus ojos ampliándose.

—Estás tan lejos de la verdad— gritó. —Tú no sabes lo que Cho significa para mí.

Sentí mi corazón quebrarse en pedazos. El dolor en mi pecho era tan angustiante, tan espantoso… sus palabras me habían golpeado con la fuerza de una maldición Cruciatus. Y en ese preciso momento, lo entendí. Jadee en shock cuando me di cuenta de la verdad.

Le di una última mirada antes de salir corriendo. Escuché a Cedric llamarme pero no podía mirarlo otra vez. No ahora, no ahora que yo sabía.

No me detuve en mi carrera, las lágrimas caían por mi cara.

Me sentía tan devastada… como si hubiera escuchado que alguien había sido asesinado, lo cual de cierto modo era verdad ya que el asesinado había sido mi corazón. Su declaración me hizo sentir peor. Necesitaba hablar con alguien, necesitaba dejar escapar todo mi dolor, pero para eso necesitaría decir toda la verdad, sí… incluso esta aterradora verdad. No pensé mucho más para elegir quien sería la persona que escucharía mi confesión.

Corrí con mayor rapidez, y me detuve ante la pintura de la Sala Común. No sabía si podría encontrar a quien estaba buscando, pero Merlín, necesitaba que estuviera aquí. Dije la contraseña y entré en la habitación, no asustada del todo de lo que ellos podrían pensar de mí cuando me vieran en este estado. Realmente, en este momento no me importaba para nada.

Caminé lentamente en la habitación y esperé.

Había tres personas en la sala, y la que yo estaba buscando estaba allí también.

—¿Qué demonios hace ella aquí?— gritó uno.

—¿Cómo supo la contraseña?— exclamó un segundo.

El tercer chico se levantó de su asiento y me miró en shock.

—Cállense— les dijo a sus dos amigos.

—Scott,— gritó el primero. —Ella es una Gryffindor, ¿cómo obtuvo nuestra contraseña?

Scott los miró a ambos.

—Yo se la di,— mintió. Caminó hacia mí y me tomó por los codos. —Granger, ¿estás bien?"

Sacudí mi cabeza. —No,— susurré.

Scott asintió en comprensión. —Okay, vamos afuera, hablaremos sobre eso.

Le di una agradecida mirada.

Scott se volteó hacía sus amigos. —Quédense aquí, regresaré después— se detuvo, —ninguna palabra sobre esto— agregó con una firme y amenazadora voz.

Ambos chicos suspiraron y asintieron. Scott gentilmente me llevó afuera tomándome del antebrazo.

Caminamos silenciosamente hasta alcanzar un lugar aislado. Scott me hizo sentar en una banca para luego sentarse al lado mío.

Se mantuvo en silencio un momento, y yo realmente aprecié su paciencia y cortesía.

—Vi a Cho Chang— comencé, —ella se había enterado recién sobre lo del cuadro y lucía devastada.

Scott me miró cuidadosamente, esperando por la siguiente parte. —Ella me hizo darme cuenta… Darme cuenta de algo— me corregí.

Tomé un largo respiro mientras mi corazón latía increíblemente rápido, ciertamente cerca de un ataque.

—Estoy enamorada de un muerto— lloré. Levanté mi mirada hacia Scott quien me dio una pequeña, comprensiva y triste sonrisa. Fruncí el ceño un momento. —Pero tú ya lo sabías, ¿verdad?— pregunté.

Scott palmeó mi hombro. —Lo sabía, me preguntaba cuando lo sabrías tú— respondió.

Suspiré y cubrí mi cara con las manos. —Soy una tan estúpida— dije.

—¿Por qué?

—Porque estoy enamorada de alguien que… estaba enamorado de otra chica.

Scott me observó. —¿Alguna vez Ced te dijo que también tenía sentimientos por ti?— Preguntó.

Solté una risita. —Por supuesto que no— respondí, herida.

Scott estaba en silencio ahora. —Lo siento— murmuró, —lo siento porque te dejó antes de que tuvieras la oportunidad de preguntarle.

—Él estaba enamorado de Cho Chang— repetí teniendo cuidado de no usar un tiempo incorrecto.

Scott se encogió de hombros. —Quizás sí, quizás no. Y Granger, ¿a quién le importa?— exclamó. Lo miré de manera interrogante. —Creo que la peor parte de esto no es que él haya amado a otra chica sino que el que tú no hayas tenido la oportunidad de decirle tus sentimientos— Se detuvo. —Yo sé que yo haría lo que fuera por ver a Cedric de nuevo y decirle lo mucho que me agradaba, no puedo ni siquiera imaginar el estar en tus zapatos.

Fruncí el ceño. —¿Y qué pasaría si tuvieras la oportunidad de hablarle?— pregunté.

Scott sonrió, —Le diría lo que nunca le dije realmente a él antes, cuando él aún estaba vivo.

—No pu… puedo hacer esto— susurré, imaginándome a mi misma diciéndole mis sentimientos a Cedric.

—Nunca he leído en cualquier libro que fuera fácil abrir el corazón de cada uno— respondió Scott.

Sacudí mi cabeza. Nunca podría hacer esto. Nunca podría abrir mi corazón a Cedric, no ahora que él me había gritado su amor por Cho Chang, mi mayor rival.

Y entonces entendí porque me desagradaba tanto Cho. No era porque ella estaba "saliendo'' con Harry como si nada hubiera pasado, sino porque ella lo tenía a él, ella tenía a Cedric Diggory, y obviamente –desafortunado para mí– ella seguía teniéndolo, y yo nunca lo tendría.

Me levanté de la banca, Scott acompañándome.

—Eres una chica maravillosa, Hermione, y estoy seguro de que Ced no puede haber dejado de notarlo. Él admiraba particularmente a las personas que tenían un alma hermosa, y creo que tú eres una de esas personas. Incluso si Cedric no estaba propiamente enamorado de ti, no me queda duda de que él te quería— murmuró.

Le di una pequeña sonrisa y lo abracé con fuerza. Luego me aparté y descansé mi mano en su mejilla.

—No te preocupes por Cedric. Él sabía lo mucho que lo querías— le dije.

La cara de Scott se iluminó y tomó mi mano para apretarla. —Me gustaría haberte ayudado en algo más—
admitió.

Asentí, luego liberé mi mano para comenzar a alejarme. Me detuve y me voltee hacia él. —A propósito, gracias por cubrirme sobre lo de la contraseña.

Scott sonrió. —Ni siquiera quiero saber cómo fue que la obtuviste— respondió.

Asentí y me fui, sintiéndome aliviada de que él no tuviera la curiosidad de preguntar.

Ahora me dividía entre dos partes de mí misma: una que deseaba nunca volver a ver a Cedric Diggory otra vez, y la segunda que estaba desesperadamente sedienta por su cara sonriente y sus ojos brillantes. Cedric me había herido, y no me podía imaginar a mí misma hablando con él como si nada hubiera pasado, no podía simplemente mentirle a mi corazón. Pero entonces, por supuesto, mi corazón lo necesitaba, nunca había sido tan infeliz como lo fui durante los días antes de la Víspera de Navidad que pasé sin él a mi lado. Y además, yo quería revivirlo, incluso aunque supiera que, una vez en sus dos piernas, él las usaría para correr hacia Cho. Pero, yo no podía ser egoísta, prefería verlo feliz con otra chica incluso si eso significaba que mi corazón sangraría cada vez que los viera juntos. Sí, en ese preciso momento, estaba enfadada con Cedric Diggory tanto como lo amaba.



¡HOLA! Como están? Muchos qué no nos leemos por aquí, eh?

Me gustó mucho este capítulo, por fin Hermione admitió sus sentimientos AHHHHHHH.

Puedo decir que  el próximo capítulo las cosas estarán un poco más intensas, trataré de actualizar lo antes posible.

Qué les pareció el capitulo? Les gustó?
Dejen sus opiniones y teorías en los comentarios, saben cuanto amo leerlos.

Hablabdo otro tema, si hago un canal de difusión en WhatsApp, se unirían? Ahí subiría cositas y adelantos de esta y otras historias de mi perfil, tambien uno que otro chismesito, háganme saber qur les parece la idea!

Sin más que decir, espero leernos en ests u otras de mis historias, hasta la próxima!

Se despide...

VENUS 💌

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