Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

𝐂𝐀𝐏Í𝐓𝐔𝐋𝐎 𝐂𝐈𝐍𝐂𝐎

¿𝚀𝚄𝙴 𝙴𝚂 𝙻𝙾 𝚀𝚄𝙴 𝙼𝙰𝚂 𝚃𝙴 𝙶𝚄𝚂𝚃𝙰𝚁Í𝙰 𝚃𝙴𝙽𝙴𝚁? ❞

❥๑━━━━━━━━━━━━━━━━━๑❥

El día después, me escabullí exitosamente fuera del Gran Comedor durante el almuerzo. Harry y Ron estaban demasiado ocupados criticando a Umbridge, y Ginny en mirar a Dean como para ver que me iba.

Como había sospechado, el pasillo estaba vacío. Caminé a través de él y antes de que pudiera llamarlo vi al fantasma de Cedric mirando el cuadro.

-¿Nuevos mensajes?- pregunto

-No, pero me gusta leerlos una y otra vez- dijo soñadoramente sin apartar su mirada de la muralla.

Entonces volteó hacia mí como si se hubiera dado cuenta de que yo estaba allí y me sonrió.

-Viniste temprano hoy.

-Sí- respondí, entonces hice una mueca de dolor -lo siento... tal vez no estaba esperando que viniera ahora.

Sus ojos se ampliaron y se rió.

-No es como si tú me interrumpieras mientras estoy planeando un montón de actividades. De hecho, leer estos mensajes es mi única ocupación- entonces se detuvo y musitó -O tal vez debería decir que leer esos mensajes era mi única ocupación hasta que te encontré.

Miré hacia abajo, avergonzada, sintiendo mis mejillas enrojecer. Cuando finalmente lo pude mirar, lo vi observándome con un poco de sorpresa y mayoritariamente neutral. Esto me hizo sentir increíblemente tonta: sus palabras habían sido solamente amistosas, y yo había reaccionado como una adolescente hormonal.

Me sonrió y dijo hacia el escaño de piedra. Tomé asiento, y como el día anterior, él se mantuvo de pie frente a mí. Se volteó hacia el cuadro y comenzó a leer varios pedazos de pergamino. Mientras yo esperaba silenciosamente por él para hablar.

-¿Qué es lo que más te gustaría tener?- susurró sin mirarme.

Me mantuve callada por un par de segundos y entonces sacudí mi cabeza.

-No... no lo sé- respondí.

-Eso es porque todavía no lo has encontrado- declaró -No has encontrado esa cosa que te haga desearla con tanta fuerza. Puede ser cualquier cosa: poder, dinero, suerte, conocimiento... vida.

Se volteó hacia mí y se tensó.

-Yo era como tú antes, como la mayoría de los estudiantes en esta escuela. No podía responder esa pregunta. Pero ahora es diferente. Sé que es lo que quiero más que nada- Camino y se arrodilló frente a mí.

-Grang... Hermione. Sé que te prometí no preguntarte por algo en especial pero fui lo suficientemente afortunado como para ser oído por la bruja más brillante de esta escuela. No puedo ignorar esa coincidencia. Necesito tu ayuda.

-¿Qué quieres decir?- Pregunté aun cuando ya sabía la respuesta.

-Me gustaría que me regresaras a la vida- dijo.

Hundió su mirada en la mía. Pude ver un montón de sentimientos cruzar sus "ojos": esperanza, súplica, culpa y dolor.

Me detuve en ese último sentimiento: el mismo que vi en él ese día que le dije "no". Sin perder tiempo exclamé.

-Lo haré- dije con voz determinada -quiero ayudarte.

Cedric me miró un par de segundos y luego sacudió su cabeza.

-Lo siento. No debería haberte preguntado esto- dijo.

Fruncí el ceño. Estaba definitivamente perdida. No era capaz de entender la conducta de Cedric. Él me había preguntado por ayuda y entonces se retractaba.

-¿Qué... qué?- pregunta confundida.

Cedric le levantó y suspiró.

-Te escuché ese día... cuando llorabas en el pasillo. Querías disculparte acerca de lo que había ocurrido antes de la tercera prueba. Yo no puedo pedirte ayuda... es incorrecto... no quiero usar tus sentimientos de culpa para obtener lo que quiero.

Avergonzada, miré hacia abajo.

-¿Me escuchaste?- susurré Cedric asintió. Bueno, eso tenia sentido si es que el estaba merodeando ese pasillo.

Mis ojos se llenaron de lágrimas. Me sentí tan mal y avergonzada. Abrí mi boca tratando de hablar.

-Diggory, siento tanto lo que dije aquel día. Haría cualquier cosa para cambiar mis palabras.

Cedric se detuvo frente a mí y apuntó hacia el espacio vacío al lado mío.

-¿Puedo...?- murmuró.

Estaba demasiado avergonzada como para mirarlo de frente así que sólo asentí.

Se sentó y me miró. Se mantuvo en silencio, y estoy seguro de que él obtuvo de encontrar las palabras adecuadas.

-Harry es tu mejor amigo. No debí de haberte preguntado...- dijo.

-Detén eso- grité a la vez que me ponía de pie. Cedric, quien seguía sentado, me miró con los ojos abiertos. Sus palabras me habían golpeado haciéndome sentir más culpable de lo que me sentí antes.

-Esto no tiene nada que ver con Harry, nunca lo tuvo-. Cedric estaba mirándome con simpatía e incomprensión. -Así que no le guardes rencor a él. Todo es culpa mía- Dije rompiendo en lágrimas.

Cedric estaba por hablar pero sacudi mi cabeza y escapé lejos del pasillo.

No me pare de correr hasta que llegué al baño de niñas. Allí, me miré en el espejo y chillé cuando vi mi cara,

-¡Oh Merlín! Estás horrible- dijo Myrtle entre risitas.

Me mantuve en silencio y hundí mis manos en el agua fría para luego mojar mi cara.

Myrtle voló felizmente a través del baño y entonces se detuvo frente a mí.

-Harry finalmente terminó contigo. Eso es tan... triste- dijo sonriendo.

-No estoy saliendo con Harry- grité de regreso.

Myrtle sonrió y se impulsó en el aire.

-Eso significa que tengo una oportunidad con él- se río duro, pero entonces se entristeció -He estado esperando por mi primer beso desde hace décadas.

Suspiré y tomé mi camino hacia la salida. Allí, me detuve y volteé hacia ella.

-Myrtle. ¿Has conocido un nuevo fantasma en el castillo, un chico?- pregunte inocentemente.

Me dio una apreciativa mirada y luego sonrió.

-Habría notado si hubiera un nuevo fantasma masculino en la escuela- exclamó. -Sueño con compartir este baño con algún chico guapo.

Suspiró y luego se hundió en la tubería.

Traté lo más que pude de mantener enfocada en las clases de la tarde, peor fue muy difícil. No podía dejar de pensar acerca de lo que había ocurrido con Cedric. Me sentí triste pero también tonta y avergonzada.

Durante la cena, estuve en silencio. Hice correr mi tenedor por sobre la comida.

-Hermione, ¿estás bien?- me preguntó Harry. -No has comido y casi ni te vi durante el desayuno.

Compuse una falsa sonrisa.

-No tengo hambre... Sólo me siento algo cansada-, explicó.

Harry me miró durante un largo minuto y luego se volteó de regreso a su plato.

Ron se rió entre dientes.

-Creo que conozco la forma perfecta de hacer feliz a Hermione- apuntó con orgullo. Se volteó hacia mí. -Está bien, te dejaré hacer mi tarea de Transformaciones.

Lo mire con disgusto.

-Cállate, Ron- lo retó Harry. -¿Te puedo recordar que ya hicimos esa tarea ayer?

Ron sacudió su cabeza.

-No lo tomes a mal Harry, tú eres un gran mago, pero Hermione es mejor en escribir ensayos- le respondió.

Harry resopló y bebió algo de jugo de calabaza, juraría que para mantener la boca cerrada.

Despues de la cena, nos fuimos a la sala comun. Mientras los estudiantes caminaban para subir las escaleras hacia sus camas, yo tomé asiento en el sofá.

Ron y Harry se detuvieron y lanzaron una mirada en mi dirección.

-Hermione. ¿Estás bien?- Dijo Ron. -Si es por lo que dije en el Gran Comedor...

-No Ronald- le corté moviendo una mano hacia él -no estoy molestando contigo.

Mi amigo asintió y subió por las escaleras. Harry continuó de pie un par de minutos mirándome y finalmente se volteó para subir las escaleras también.

-Harry- llama. Tomé un profundo respiro y voltee mi cara hacia él -si te ofrecieran la oportunidad de cambiar lo que ocurrió en el cementerio, ¿la tomarías aunque incluso supieras que no funcionaría?

Harry miró hacia la distancia. Sentí una punzada de tristeza. Sabía que este tema todavía era demasiado duro para mi mejor amigo, razón por la cual jamás hemos hablado sobre la tercera prueba. Yo sabía que era demasiado doloroso para él pero necesitaba una respuesta. Necesitaba su respuesta para tomar mi decisión.

Harry me lanzó una mirada con los ojos humedecidos.

-Creo que la tomaría. Incluso si fuera una mínima oportunidad. No me importaría. Preferiría intentarlo y fallar que pensar durante toda mi vida que es lo que hubiera pasado si la hubiera tomado- murmuró y se volteó hacia las escaleras.

Lo miré.

-Gracias- susurré por su respuesta y por no preguntarme el porqué de esta.

Harry asintió y subió por las escaleras.

Miré hacia el fuego tratando de pensar -de nuevo- acerca de la proposición de Cedric, pero esta vez traté de mi culpa mantener al lado.

Cedric me había pedido ayuda y me negué, pero todo era diferente ahora: no estábamos hablando sobre aprender algunos hechizos, sino que de volverlo a la vida. ¿Qué se suponía que debía hacer? ¿Cómo podría hacerlo? ¿Era incluso posible? Si la resurrección era tan "accesible", ningún mago podría morir, y Hogwarts ya no sería asediado por Myrtle, Sir Nicolas y todos los otros fantasmas del castillo.

Sacudí mi cabeza, pero entonces otras consideraciones asaltaron mi mente. Cedric no era un fantasma como los demás, no estaba seguro -incluso- de que fuera uno en realidad. Myrtle me lo había confirmado: Cedric no podía ser visto por otros fantasmas. La Magia era tan extensa: hay tantos tipos de magia y de criaturas. Si Cedric era una excepción de la magia, entonces su regreso podría ser una también. Oh Merlín, si fuera capaz de traerlo de regreso a la vida, sería maravilloso para él, para sus familiares, pero también para la magia. Y verlo vivo de nuevo sería la mejor manera para poder sentirme mejor. Si pudiera cambiar el destino de una de las víctimas de Voldemort sería la mejor forma de pelear contra él. Así como el-que-no-debe-ser-nombrado se suponía que estaba muerto pero pudo regresar, Cedric podría intentar lo mismo.

Sentí la motivación aplastándome. Este chico era demasiado inocente y puro para ser asesinado por una persona oscura y ruina. Tenía que hacerse justicia. Cedric Diggory no merecía morir, la única forma de hacerle justicia es salvarle de ese estado, de su supuesto destino. Y como Harry dijo recientemente: si realmente hubiera la posibilidad de ayudar, lo haría. Además el estado especial de Cedric podría ser mi oportunidad perfecta. Necesitaba aprender más acerca de él, y oh Merlín, voy a acampar en la biblioteca para leer todos los libros.

Me sentí increíblemente llena de vitalidad, ni siquiera me sentí cansada. Sólo necesitaba moverme alrededor y expresar mis sentimientos. Aún más, quería hablar con Cedric.

Miré hacia el reloj: era tarde pero si era discreta lo peor que podría pasar sería atrapada por un prefecto de Gryffindor, lo cual no sería tan malo.

Dejé la sala común y silenciosamente corrí escaleras abajo hacia la sala común de Hufflepuff. Cuando entré en el pasillo, lo encontré mirando el cuadro al frente de éste. Se volteó hacia mí y sus ojos se ampliaron de la sorpresa.

-¿Qué es lo que estás haciendo aquí...?- dijo.

Le interrumpí con un ademan y caminé rápidamente hacia él. Tomé un profundo respiro y lo miré.

-Estabas en lo correcto. Ayudarte solo porque me siento culpable no es una buena razón-. Cedric asintió en silencio. -Pero-, agregó, -eso no significa que renunciaré.

Cedric frunció el ceño.

-¿Qué quieres decir?- preguntó.

-Te voy a ayudar. Haré lo máximo que pueda para traerte de regreso. Y no lo haré por mis sentimientos de culpa, sino que quiero arreglar algo que no debería haber ocurrido nunca. Si voy a hacer esto, será por ti, por tu familia, por la escuela, por mi mejor amigo. Trataré de hacer lo que él quisiera poder haber hecho: salvarte.

Inhalé profundamente una vez que me detuve, tenía tanto que decir que ni siquiera tomé tiempo para respirar. Cedric estaba mirándome. Después de un segundo, me dio una amistosa y hermosa sonrisa, la misma que él tenía en la fotografía.

-Gracias- murmuró.

Le di una pequeña sonrisa y asenti.

Me miró inquisitivamente, entendí que él quería hablarme, pero él sabía que era tarde y que yo me había arriesgado para venir aquí y hablar con él.

-Te veré mañana cuando vuelva de la biblioteca- apunté.

Cedric asintió en acuerdo, sintió que lo hizo con una nota de desilusión.

Me volteé la espalda y caminé a través del pasillo.

-Granger- dijo. Me detuve y voltee a verlo. -Nunca guardé rencor contra ti por lo que pasó ese día.

Me sonrió y se quedó mirándome dejar ese pasillo.

Por primera vez, esa noche dormí con el corazón ligero

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro