
Solos
¡No puedo creer que esté pasando!
¿Y por qué te estás comportando así?
-¿Cómo has estado tú? -te miro de reojo, tratando de calmarme, porque es más que nada a lo que he venido-. He estado preocupado hoy, no has asistido a la escuela, ¿cierto?
-¿Preocupado por mí, Michi?~ -te aferras más a mí, puedo sentir tu respiración en mi cuello mientras escondes tu cabeza allí, ¡¿por qué haces esto?!
-M-Mikey... -susurro, sé que ya has notado mi nerviosismo, porque te has reído, ¡en mi cara!
-No estés nervioso... ¿te molesta? -dices, refiriéndote a tu trato, y la verdad no, pero no tenemos la confianza suficiente, y además, ¡eres tú!, ¡me vuelves loco!
-N-no la verdad, solo...
-Se ve feliz -cambias drásticamente el tema al obtener la respuesta que necesitabas para seguir haciendo lo que quieras conmigo, observando a esa chica que dicen ser tu hermana, le miro también, parece estar contando una historia o algo parecido, los gestos de sus brazos lo dicen todo, es realmente hermosa, sus mejillas están sonrojadas, sus ojos brillan al mirar a su compañero, se ve que está enamorada.
Draken nos observa de pronto, me mira y luego a nuestros cuerpos juntos, frunce el seño y vuelve su vista a Emma, esta vez algo incómodo.
Un pequeño nudo de angustia se forma en mi estómago al desarrollar varias teorías en mi cabeza, ¿acaso estás haciendo esto por Draken?, ¿porque él está con Emma y tú también quieres a alguien?, ¿es para darle celos?
Porque tú lo sabes, eso que él no acepta del todo, que te quiere, pero no está seguro de qué forma.
-Se ve molest-
-¿Por qué lo estaría? -no puede ser, apenas me has dejado terminar de hablar, ¿tanto lo estabas pensando?.
-No lo sé, ¿tal vez está confundido?, recuerda que su mejor amigo se le ha confesado, y está con su hermana -explico, y bajas la cabeza, cerrando tus ojos, tus labios chocan con mi piel, al igual que la mayoría de tu rostro, sé que quieres esconderte y no regresar jamás, lo veo en tus ojos.
-Es verdad pero, quien debería estar enojado soy yo, ¿no?, él solo me rechazó y...
Niego con la cabeza, bajas la tuya más, hasta el punto de que tus ojos se esconden en mi cuello, y yo sigo tieso como una estatua, pero ahora he dirigido mi mano a tus cabellos, sigilosamente y con cuidado, temiendo una respuesta negativa, pero tú ya te has pasado de confianza, ¿no crees?, estamos a mano.
-Duele.
Mi corazón se exprime dentro de mi pecho, mis caricias en tu sedoso cabello rubio aumentan, tu voz fue igual que siempre, ese tono alegre, pero ahora estuvo inundado en una tristeza que fue tan dolorosa.
-¡Oh!, ¡Mikey!, ¿qué haces allá?, ¡ven con nosotros!
La voz de Emma hace que nos observemos confundidos, pero como estamos tan cerca, en ese momento que nuestras cabezas se giran y nuestros rostros están frente con frente...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro