-¿Estás bien? -me animo a preguntar, porque no soporto verte así.

Pareces sobresaltarte, más plantas una sonrisa en tus labios, se ve que es forzada, me angustia ver eso.

-No pasa nada.

Escucho el desánimo en tu voz, ¿acaso es por Draken?, no quieres estar aquí, ¿cierto?

-¿Molesto?

-¡No!, ¡¿qué dices?! -pareces ofendido, me encojo de hombros mientras siento vergüenza-. ¡Eres muy agradable! -tratas de corregir, tropezando en tus palabras al hablar con rapidez-. Por cierto, no sé tu nombre.

-Hanagaki, Hanagaki Takemichi -respondo, el calor en mis mejillas es insoportable, ¡no puedo estar más nervioso!

-Ya veo, Takemicchi -me miras con curiosidad, yo alzo una ceja al escuchar mi nombre de tal forma.

-¿Takemicchi?

-¡Takemicchi, a partir de ahora seremos amigos!, ¿si?

Listo, ya puedo desmayarme tranquilo.