
Impulsos oscuros
—¡Chifuyu! —Baji se acerca a nosotros mientras yo no hago más que llorar, puedo ver sus manos tratando de quitar la sangre del rostro del rubio, entonces viéndome molesto, haciéndome temblar aún más—. ¡¿Qué son ustedes?! —alza la voz—. ¡¿No eran amigos?!
—¡S-somos amigos p-pero él dijo, p-porque tú y Kazutora, e-entonces...!
—Tranquilo —la voz suave del chico de mechas hace que salga de mi desesperación por dar una explicación lógica, entonces se agacha a mi lado, acariciando mi cabeza—. Está bien, respira —dice, y realmente su voz es melodiosa, entonces respiro más tranquilo, comenzando a llorar otra vez—. Llevemos a Chifuyu a mi casa, es la más cerca de aquí, luego hablamos las cosas, ¿está bien? —asiento, y Baji también lo hace después de un resoplido enfadado.
Tras retirarnos de allí, tomamos el tren bala y llegamos pronto a casa de Kazutora, les conté todo, Baji pareció entender, pero ahora había otro problema, Kazutora comenzó a discutir con él, pues no sabía nada de su relación, entonces fueron a otra habitación, debían hablarlo en privado.
Yo aún suelto suspiros como rastro de mi llanto, y no puedo pensar en más nadie que no seas tú.
—Ten —Kazutora me extiende un vaso de agua, le tomo en mi mano y bebo un poco, él me sonríe y se sienta a mi lado.
—Hablé con Baji —me dice—. Lamento haber causado todo esto, a ti y a tu amigo —casi es un susurro lo que sale de sus labios, con una expresión de culpa en su rostro.
Entonces niego con la cabeza.
—Eso dícelo a Chifuyu, ya es tarde para mí.
—Perdón... A propósito, no sabía que salías con Mikey —dice, un tanto curioso, sonriendo levemente entonces.
—Comenzamos a salir no hace tanto, y por mi parte no se lo comenté a nadie más que no fuese Chifuyu, no sé él, y por lo que veo, fue discreto —bajo la mirada—. Aunque ya no importa, seguro no quiere verme después de esto.
—No puede ser tan difícil, fue solo un beso, ¿no se quieren bastante? —asiento—. Entonces no hay problema, solo deben hablarlo con calma y tratar de entenderse los dos.
—Tal vez tenga razón, pero Mikey es complicado, y yo también lo soy —suspiro, aún con mi rostro en una expresión neutra—. Además, solo he visto esa faceta agresiva de él dos veces, y no lo entiendo, en esos momentos él... me aterra —termino por dejar salir algunas lágrimas tras escuchar quebrarse mi voz, porque ya el nudo en mi garganta comienza a dolerme.
—Te entiendo, él ha sido así siempre, es confuso... —suspira—. Esa parte de él hay veces que le deja llevar muy lejos, poniéndolo en situaciones en las que realmente no le gustaría estar, pero es parte de él, como... impulsos oscuros.
—Takemichi —comienzo a secar mis lágrimas al escuchar la voz de Baji en la habitación, este viéndome desde el marco de la puerta de el cuarto de Kazutora—. Chifuyu quiere hablarte.
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