—¡¿Ya puedes dejar de hacer eso?! —Chifuyu te grita entre enojado y avergonzado, pues has estado besándome, o acariciándome frente a él sin ninguna vergüenza, y la verdad no entiendo por qué, pues por otra parte, no soporto saber que Chifuyu está en el mismo lugar, e intento por todos los medios convencerte de apartarte.

—¿Mm~?, ¿hacer qué? —dices, sonriéndole maliciosamente mientras estrechas los brazos a mi alrededor, ambos sentados en el sofá mientras Chifuyu está tratando de entretenerse jugando con Peke J, al mismo tiempo que toma su chocolate.

—¡P-pues eso!, ¡si quieres restregarme en la cara que Take es tuyo no hace falta, ya lo sé! —dice, con los ojos en blanco mientras sus mejillas arden en vergüenza.

Entonces yo solo escondiéndome en tu cuello, huyendo de la situación.

Una risita tuya inunda la habitación, y Chifuyu se levanta rodando los ojos y prácticamente echando humo, siendo seguido por el caminar elegante del felino de pelaje negro.

—¿Por qué tanto empeño en molestarle? —río levemente, apartándome un poco para verte de frente, solo consiguiendo que jales de mí hasta hacer rozar nuestros labios, en una acción posesiva y juguetona.

—Hoy dormirás conmigo —dices tras dejar una mordida en mi labio inferior, logrando hacerme enrojecer.

—¿Acaso estás celoso? —sonrío burlonamente, viendo cómo pones los ojos en blanco y tus mejillas se tiñen de un intenso rojo rápidamente.

—¡N-no digas tonterías! —te apartas, entonces riéndome de tu tierna reacción.

—Está bien, dormiré contigo —digo, sonriendo genuinamente hacia ti, tus ojos brillan en una expresión alegre.

—¿En serio? —dices, emocionado, entonces la sonrisa borrándose de mi rostro.

—No.

—¡Pero Micchi! —te quejas mientras me sigues con la mirada, caminando detrás de mí hacia la cocina, mientras me hablas haciendo pucheros.

—Capaz me violas con lo impulsivo que eres —digo con burla, de repente sintiendo como me acorralas contra la pared.

—Estoy seguro que no sería violación entonces —vale, eso fue jugar sucio.

Me salgo de tu agarre, con la vergüenza viéndose a kilómetros de distancia en mi rostro, escuchando tu carcajada victoriosa.

Pero de repente todo quedando atrás, viendo los ojos llorosos de Chifuyu mientras mantiene el teléfono en su oído.

—Como sea, Kazutora también vendrá —logro escuchar cuando me acerco, reconociendo de inmediato la voz.

Baji.

—¿Por qué él? —Chifuyu apenas aguanta el no romper en llanto, tú te acercas confundido, sin saber qué pasa, mientras tanto, yo solo dejo mi mano en su hombro, diciéndole con los labios que se calme.

—¿Estás bien?

—Claro.

—Bueno, solo quiero que se conozcan, quizás se lleven bien, y...

—¿Y qué, Keisuke? —niego con la cabeza ante su respuesta, él solo suspira frustrado—. Hablamos después, te... adiós —vaya, hasta a mí me dolió, "te amo", ¿ya es costumbre, no?

—¿Qué quiere? —digo, de repente sintiendo tus brazos alrededor de mi cintura, pero lo ignoro, intentando concentrarme en la conversación.

—Que vayamos al festival Aizen Matsuri* con Kazutora, ¿y sabes qué? —dice, de repente pareciendo muy decidido—. Tú también vas a venir.

[🌸] *El festival Aizen Matsuri, se realiza en la ciudad de Osaka, que queda cerca de Tokio en tren bala. Es una celebración anual del 30 de junio al 2 de julio. Es considerado como el festival más antiguo en Japón. Está dedicado a la deidad Aizen Myo-o, el Dios del Amor. Se celebra en el templo Shoman-in Aizen-do.