LOS VEINTICINCO

¿ERA UN TEMA SERIO? La respuesta era un por supuesto que si, ¿Estaba mal burlarse? La respuesta era un obvio si, ¿Debía tomarme el tema en serio? Si lo hacía ya no tendría tanta gracia porque para mis adentros me estaba carcajeando.

Si, en el momento reaccionas con sorpresa y a la defensiva, pero cuando ya todos llegan a la situación y escuchas el contexto escaparse de la boca de otro es como si se escuchará ridículamente posible y te causaría enorme gracia porque a pesar de eso no pensarías que sucedería.

-¿Mí hermanito? -Marina miró a Leah que estaba a mí lado, de brazos cruzados. Nadie estaba más molesto que ella misma.

-Tiene sentido -Sam murmuró, parecía también costarle la situación -Marina es la impronta de Jared y Allison la de Paul, eso sucede porque tienen buenos genes u oportunidades para la reproducción de la manada Quileute.

-Sin ofender, Sam, pero creo que la imprimación va más allá que para tener hijos -hable, Jacob me señaló dándome la razón.

-Ese tema no lo vamos a discutir ahora -Emily trato de mantenernos en el hilo importante de la situación -Lo que necesitamos discutir es la imprimación ¡En menores!

-No hay mucho problema en eso -Jacob se encogió de hombros -¿Nunca les hablaron de los veinticinco años?

-El consejo nos prohibió saber de esa leyenda hasta que Sam cumpla los veinticinco, ¿Por qué? -Jared pregunto.

Jacob pareció sorprendido y nos miró a casa uno como si esperara a que fuese una broma, me observo largos segundos esperando una reacción o risa de mí parte pero incluso los risotadas internas habían parado por la confusión ¿A qué se refería con los veinticinco años?

-Ire a buscar al consejo para que les diga -Salio de la casa casi corriendo, nos miramos entre nosotros sin entender demasiado.

-Leo.

Miramos a la escalera, justo cuando el menor de los McGarrett bajaba con Clear en brazos, la pequeña parecía estar dormida y el pelirrojo estaba haciendo gran esfuerzo.

-Oh, ven -Corri para tomar a la pequeña en brazos y acomodarla tratando de que siga durmiendo en mis brazos -¿Quieres una coca o algo? -le pregunté al niño que negó.

-Me siento raro, con náuseas -Se acaricio el estómago y buscó a alguien con la mirada, pronto se escondió detrás de mí -Leo...

-¿Qué? -Me agache para seguir su mirada, notando a Clearwater que nos observaba con una mueca -Oh, ya viste a Leah.

-Es linda -Me susurró, escuché a la manada ahogarse con la risa mientras Leah se tapaba el rostro avergonzada. Aveces era incómodo tener súper oído, claro que para mí era divertido -¿No?

-Es hermosa -Asenti sonriendo divertida -¿Si te digo que cuando seas mayor capaz tienes una oportunidad con ella? -Él me miró con un brillo especial en los ojos.

-¡Morocha! -Leah me miró mal, todos se reían menos Sam y las improntas que no tenían súper oído.

-¿Quieres ir a dormir una siesta? Pareces cansado -Tome su mano queriendo escapar de la loba enojada, Leo asintió y subimos para ir a la habitación de Emily.

Dejé a Clear acostada, tratando de hacer el mínimo ruido o movimiento brusco para no levantarla, Leo se acostó a su lado tratando de darle su espacio y me sonrió antes de quedarse dormido. La imprimación podía cansar un poco en los primeros días según me había dicho Allison.

Baje las escaleras cuando escuché unas voces, el abuelo de Quil junto a Sue y Billy estaban allí, los tres se voltearon a verme junto a los demás, me acerque para quedar a un lado de Jared y que esté me abrazara por la espalda.

-Ya estamos todos -Sue miró al Black mayor que suspiró.

-Hay una leyenda, que es cierta, pero esperábamos que el mayor de ustedes... El alfa -Miramos a Sam que se cruzó de brazos -Cumpliera los veinticinco.

-¿Qué tiene está leyenda? -Preguntó Paul, quien estaba a un lado de Jared.

-Es complicada...

Billy comenzó a narrar uno de los mayores secretos de un cambia—formas, algo que ni siquiera nosotros sabíamos aún, la mayoría habíamos quedado demasiados sorprendidos, a un nivel dónde incluso Quil, el más nuevo, se sentó en una silla por la sorpresa.

Una vez que un metamorfo se transforma, su envejecimiento se acelera hasta que alcanza la edad de la madurez, aproximadamente veinticinco años. En este punto, en tanto continúe entrando en fase, permanecerá de esa edad.

Mire sobre mí hombro a mí mejor amigo que igual me miró, ambos sin poder terminar de procesar lo que Billy Black nos estaba diciendo.

Es posible que un hombre o mujer lobo pueda elegir vivir de esta forma para siempre y disfrutar la misma inmortalidad limitada de un vampiro, pero la mayoría de los metamorfos quileutes, nuestros ancestros, renunciaron a sus fases para envejecer y morir junto con su familia y amigos.

Una vez que un metamorfo renuncia a sus fases por completo, comienza lentamente a envejecer otra vez, hasta que alcanza el ritmo de envejecimiento normal del ser humano.

-pero ¿Perderíamos la oportunidad de ser lobos otra vez? -Pregunte tragando saliva.

-Asi es -Aterea asintió.

-¿Cómo puedes cerrar fase? Es decir, mierda, antes éramos normales y estábamos bien, pero no me imagino una vida donde no pueda escapar a la noche para correr en forma lobuna -Mi mejor amigo me soltó para expresarse algo estresado.

-¿Verías a todos tus conocidos morir y a sus hijos crecer y morir, en una condena eterna solo por ser un lobo? ¿O dejarías tú forma lobuna y única experiencia solo por envejecer? -Preguntó Sue -Exacto, algo demasiado complicado de elegir.

-Pero con sus improntas -Aterea miró a Leah y su nieto -Ustedes al cumplir los veinticinco dejarán de envejecer, verán crecer a sus improntas y luego deciden si seguir su paso junto a ellos y renunciar a su fase.

-Obviamente, el amor romántico por ellos nacerá cuando tengan la edad suficiente -Billy calmo a Allison, Marina y Emily -Primero los verán como un hermanito menor, luego como un amigo y cuando estén en el momento indicado como una pareja.

Mire a Leah que suspiró preocupada, siendo sincera era algo difícil de elegir para mí que no había encontrado a mí impronta, pero viendo que tenía la oportunidad de envejecer o no, prefería llegar a los veinticinco y allí tomar la desición.

Me tiré en mí cama, viendo a Jacob que estaba durmiendo a mí lado. En una hora tendríamos guardia y se había quedado conmigo, pero se quedó dormido hasta la hora en que tengamos que partir. Sus ronquidos no eran molestia, lo que si era que me estaba babeando mí almohada.

-Muevete -Me queje moviendo su cuerpo para tomar mí celular que había sonado.

Jacob se giró sin despertarse y resoplé para tomar mí teléfono y contestar la llamada, era Izzie. Extraño que esté despierta tan tarde.

-¿No puedes dormir? -Me burle riendo, ella negó -Yo tampoco, tengo muchas cosas que contarte.

-¿Qué sucedió? -Escuche como parecía remover algunas cosas.

-Primero, descubrí más cosas sobre ser una cambia—formas de lobo, segundo es que Leah encontró a su pareja pero es el hermanito de las hermanas McGarrett y esto desencadena lo último que es que puedo no envejecer ¿Sabes lo que es eso? Puedo ser inmortal como... Ya sabes quienes.

Escuché silencio del otro lado de la línea, supongo que ella también está procesando todo que en el momento a mí me había caído como un balde de agua congelada sobre mí cuerpo de temperatura alta, aún que con mí temperatura corporal probablemente derretiría el hielo.

Aveces me daba cuenta de que mis pensamientos se escapaban de mí control, como en estos momentos, podría estar hablando de algo tranquilamente y comenzaba a divagar, por ejemplo con Leah, ella me estaba explicando la gravedad de la situación y yo pensaba en lo parecido que era todo a Marvel.

No me juzguen, tengo una justificación.

Es que viendo a Thor que es mil años mayor que su novia, es demasiado, Visión tiene menos de tres años con Wanda de más de veinte, Bucky tiene más de cien conmigo de veinte... Déjenme soñar, es gratis pensar que Bucky está conmigo.

-Eso es mucho -Me volví a la realidad cuando escuché a Izzie, ¿Ven a lo que me refería de mis pensamientos divagantes?

-Lo sé -Asenti.

-¿Y qué piensas de la inmortalidad? Osea, tienes la oportunidad de serlo -La oí preguntar, frunci el entrecejo confusa.

-Bueno, Izzie, eso implicaría perder a Paul, Charlie, la manada y a ti, son lo único que tengo y no lo dejaría por ser inmortal -Negué riendo ligeramente -A menos que haya una buena razón, como para que me digan “en cien años van a existir mutantes, por consecuencia, Pietro va a ser real” allí si los dejaría por él -Me burle riendo.

Mí hermana guardó silencio y borre mí sonrisa extrañada.

-¿Izzie? -pregunte preocupada. Escuché un aullido que supe que era de Paul -Ehm, Izzie me tengo que ir, tengo guardia, ¿Hablamos luego? -Espere unos segundos su respuesta.

-Claro -Asintió despues de eternos momentos -Adiós, Leo. Mañana hablamos.

-Mañana hablamos, Izzie -Colgue la llamada.

Sentí a Jacob girarse sobre su cuerpo, hasta que me abrazó dormido por la cintura y lo mire con una mueca, rode los ojos antes de empujarlo tirándolo de la cama.

-Auch -Se despertó quejándose. Se sentó en el suelo mirándome de mala manera.

-Arriba, dormilón, tenemos guardia -Me destape para bajar de la cama.

-¿Hacía falta tirarme? -Se quejó también reincorporandose.

-Oye, te presto mí cama, babeas mí almohada y comparto guardia contigo porque nadie te soporta, deberías agradecerme -Me queje fingiendo estar ofendida. Me miró refunfuñando.

-¿Estabas hablando con Bella o fue mí sueño? -Preguntó abriendo la puerta para que salgamos de la habitación

-Estaba hablando con Izzie -Asenti con él cerrando detrás de mí.

-¿Crees que debería llamarla? -Murmuro inseguro, rodee los ojos escuchando la misma pregunta por milesima vez.

Incluso Marina y Allison que eran las que menos relación tenían con él habían lo habían oído preguntar sobre qué hacer con su situación con mí hermana. Estaba por contestar cuando mire sobre dejando de la mesa algo que llamó mí atención.

Me agache para tomarlo, algo confundida tomé una tela y sentí mis ojos llenarse de lágrimas.

Era el disfraz de Draco.

-Morocha -Jacob puso una mano sobre mí hombro.

-Estoy bien -Mentí tragando saliva, camine a la cocina para abrir el cesto de la basura y tirarlo allí -Es solo un pedazo de tela.

-No es solo eso -Nego pero hice un ademán tratando de quitarle importancia -Leo...

-Basta, Jacob, sigue hablando de Izzie, no le des importancia -Rogue saliendo de la casa.

El niño Black vino detrás de mí, caminamos hasta la entrada del bosque para trotar un poco y saltar al mismo tiempo, ambos entrando en fase y corriendo a dónde nos tocaba vigilar, está vez era en la zona de la casa de las hermanas McGarrett, suponiendo que Leah debía estar ya esperándonos allí.

Trataba de no pensar en Draco, porque eso me destruiría más que recordar cualquier otra cosa.