01
¿Y...LOS VISTE?
MIRE SIN ENTENDER A ALLISON, la pelirroja estaba caminando por la sala de mi casa totalmente desnuda, solo tenía una toalla al rededor de su cuerpo cubriéndolo. Su cabello color zanahoria estaba mojado y humedecia el suelo con casa paso que daba.
- ¿Qué? - me preguntó alzando una de sus cejas, solté una risa negando
- Nada - Negué entrando totalmente a la casa
Había salido a patrullar con Leah, después de su transformación habíamos podido pasar más tiempo juntas, sin tener que estar a escondidas. Sam, a regañadientes, había aceptado poner a Leah siempre conmigo por ser con quién mejor se llevaba, a excepción de Seth. Aún no queríamos que guardia por si se cruzaba con Victoria.
- ¿Han encontrado algo? - Allison comenzó a cepillar su cabello, viéndome con curiosidad
- No, ni siquiera su aroma. Cada vez viene menos - Murmuré con cierto estrés, estaba cansada de ir detrás de Victoria - Pero con Leah hemos notado que solo ha estado rondando por aquí, cada vez más cerca de las casas
- Eso da miedo - Allison tuvo un escalofrío
En la cocina, abrí la puerta del refrigerador para tomar una coca cola. Ahora que estaba con Paul y Allison parecía vivir aquí, siempre, absolutamente, había como mínimo seis botellas de coca cola para que pudiesemos tomar.
Mire debajo de la alacena, dónde había un espacio en el que siempre se escondía Draco y allí estaba.
- ¿Y... los viste?
Cerré sin querer la puerta de la heladera con fuerza.
Suspiré dejando la botella sobre la mesa para cerrar los ojos con fuerza, me agache para tomar al conejo y acariciarlo, casi no podíamos nombrarlos porque mí lobo se descontrolaba y enojaba totalmente.
Los Cullen habían llegado hacía un mes. Era noche tras noche patrullar del otro lado del río del tratado para evitar verlos, pero también era noche tras noche escuchando los pensamientos de Paul y Embry que discutían constantemente con los Cullen, teniendo ayuda de Edward como traductor, porque ellos querían hablar conmigo.
Izzie venía a visitarme, Charlie venía a visitarme, pero yo no salía de los límites de la reserva, me había negado rotundamente a salir de el alcance de la tribu. Tampoco es como si tuviese la necesidad de ir a Forks o Port Angeles.
- No - Negué tratando de abrir la coca cola con los dientes por tener a Draco en brazos
- Paul dice que ellos... Se ven horribles
No los había visto directamente, no podía hacerlo, sentía que si los veía mí lobo iba a salir e iba a hacer una de dos; Iba a correr a lanzarse a ellos para besarlos o iba a abrir la boca mostrando los filosos dientes y arrancarles la cabeza.
Yo solo deseaba que no hubiesen vuelto, que se hubiesen quedado dónde sea que estuvieron escondidos durante casi un año.
Pero como dije, no los había visto directamente, en cambio si había visto recuerdos o pensamientos de los otros betas dónde ellos se veían demacrados. Su apariencia estaba desaliñada, descuidada.
- Si, se veían desastrosos - Susurré recordando es imagen, escupí la tapa de la coca cola, sorbí mí nariz tratando de no derrumbarme pero ¿Cómo era posible que después de tanto tiempo me sintiera igual que al principio?
Era cierto aquello que decían, cuando decían que era fácil decir que superaste a alguien cuando no lo ves, pero que cuando vuelve a estar ahí te das cuenta de que en verdad solo habías pospuesto el sentimiento de dolor, fingido que no existía, cuando en verdad siempre estuvo ahí.
Recordar la apariencia de ellos donde se veían tan sensuales, atractivos y perfectos cuando ahora estaban con el cabello sin brillo, su piel parecía tener vida propia por la tristeza que emanaba y sus rostros estaban más pálidos de lo que pensé que podrían estar.
Lo peor era que Izzie me había contado que se debía a la falta o mala alimentación, el lazo de compañeros que en mí no afectaba tanto, según nosotras se debía a mí lado lobuno. Temía decirle a la manada que nosotros no solo habíamos sido simples parejas, sino que yo estaba destinada a ellos como una compañera de vida.
- Pero no me interesa - Mentí tomando la coca cola - Si me disculpas, debo ir a dormir una larga siesta dónde esperemos que no despierte nunca - tomé la tapa para ponerla en mí bolsillo, sintiendose Draco removerse y volví a tomar la coca cola. pase a su lado escuchándola quejarse
- Si vamos a volver a tú estado de depresión te recuerdo que las drogas ya no te hacen efecto, así que no gastes dinero en vano - Se burló dejando el peine a un costado
- bueno, si vas a andar siempre desnuda por mí casa, trata de que nadie te vea o Paul se va a enojar y matar personas - Me burle yendo a mí habitación
Cerré la puerta borrando la sonrisa divertida para hacer una mueca, solté a Draco en el suelo. Ya no sabía que hacer para evitar esa tentación de ir corriendo a verlos, a golpearlos por haberme abandonado o a besarlos por haber extrañado tanto el tacto se sus dulces labios contra los míos.
¿Por qué mierda, ancestros y Odin, tuvieron que dejar que ellos vuelvan a Forks?
Me teléfono comenzó a sonar.
Mire mí celular teniendo vagancia de contestar. Ni siquiera había visto quien llamaba, solo lo tome para apagarlo cortando automáticamente la llamada. Cerré los ojos, volteando sobre mí cuerpo para poder seguir durmiendo pero el aparato volvió a sonar.
- ¡Leona!
Escucha a Paul quejarse desde su habitación también queriendo dormir. Draco se removió debajo de las sábanas también despertándose del sueño y frunci el entrecejo pensando en que momento de la noche el conejo salió de su casita de Hogwarts para saltar y subirse a mí cama.
Me queje, tanteando con mí mano en la mesita de luz a un costado de mí cama, queriendo volver a agarrar el celular hasta que atine a encontrarlo. Lo tome entrecerrando un poco mis ojos por el sueño, cuando prendí la pantalla tuve que cerrar los ojos con fuerza por el brillo.
Aleje la pantalla del celular unos centímetros para ver qué era Izzie. Desbloquee el teléfono, entre a su chat y comencé a leer los mensajes. En todos básicamente decía que quería hablar conmigo, que necesitaba que vaya a su casa o que ella viniese a la mía.
Obviamente le dije que ella tendría que venir porque no pensaba salir de la reserva. No sabía si... Alice seguía pidiendo tener visiones conmigo o no, así que preferí evitar la inseguridad y la posibilidad de volver a ver a alguno de ellos y le pedí que viniese. Ella aceptó.
En lo largo del año había tenido al menos tres o cuatro celulares por haberlos roto con el enojo que siempre tenía. Así que no tenía muchos más números que los de Charlie, Izzie, la manada con sus improntas y Jessica, luego de eso, mí celular estaba totalmente vacío de tener contacto con alguien más.
El recordar que antes de llegar a Forks era una persona con cientos de conocidos y amistades me provocaba un revoltijo en el estómago ¿En qué momento había cambiado tanto?
Ah sí, desde que los conocí.
Suspiré cansada apagando el celular, seguramente Izzie llegaría en la mañana con algunas galletas para desayunar juntas mientras me contaba lo que sucedía fuera de la reserva. A excepción de cosas donde estaban con los Cullen.
Metí las manos debajo de las sábanas para tomar a Draco y subirlo, él se acurrucó en mí pecho y lo abrace con cuidado para volver a dormir.
Me coloque el top deportivo quedando como siempre tan solo en esa prenda y shorts, teniendo vagancia a ponerme las zapatillas o alguna remera. Camine hasta la puerta para ver a Izzie que estaba con una bolsa de compras, detrás estaba papá con el traje de sheriff. Me saludo cortamente para irse al trabajo y le regale una sonrisa.
- buenos días - Saludé bostezando un poco, cerré la puerta detrás de mí después de que Izzie paso hasta ir a la cocina
- Buenos días, ¿Desayunaste? - Preguntó sabiendo la respuesta, ya que co.enzo a buscar en las alacenas las tazas
- No - Negué sentándome sobre la mesada - Las tazas estan en la mesa, estuve limpiando y me olvidé de guardarlas de nuevo
Izzie asintió yendo a buscarlas para tomar el azúcar, los pequeños saquitos de té y poner a calentar agua para desayunar juntas. Con todo lo sucedido habíamos tratado de llevarnos bien, más que nada por el extraño comportamiento de Izzie, ella estaba casi siempre queriendo estar cerca mientras parecía que se mordía la lengua para decir algo.
No sabía qué, pero era más que notorio que se debía a por los Cullen y temía saberlo, así que le daba su espacio para contarlo aún que tal vez era más que nada para prepararme a mí misma. De a ratos, la ansiedad me atacaba queriendo que lo dijese, pero me callaba.
- ¿Cómo te fue en la escuela? - Saque tema de conversación
- bien, Jessica te manda saludos a ti y a Draco, ¿Dónde esta? - miró a los lados buscando al conejo peludo
- eh, debe de estar por ahí - me encogi de hombros - Anoche se subió a mí cama, dormimos y hoy en la mañana no lo vi - Admití sin darle importancia - Pero dime, ¿Qué tal?
- Nada, Jessica está buscando ideas para el discurso de fin de año, dice que quiere algo único y original - Admitió preparando las tazas, me pasó las galletas que tome abriendolas para comer
- Yo sé que lo va a lograr - Susurré conociendo lo inteligente y única que podía ser la castaña cuando se lo proponía
Izzie asintió perdiendo su mirada unos segundos en el agua que estaba comenzando a calentarse. En serio llegaba a preocuparme un poco lo que la atormentaba, aquello que sabía que quería decir pero no sé animaba.
- ¿Has visto a Jacob? - me preguntó jugando con sus manos
- hago pocas patrullas con él, nos turnamos para soportarlo, pero seguramente hoy en lo de Emily vamos a comer juntos ¿Por qué? ¿No se han arreglado?
No era difícil saber que estaba en una especie de pelea con el castaño. Nosotros, la manada, éramos quiénes teníamos que soportar a Jacob desde que los Cullen volvieron, ya no queríamos hacer guardia con él por lo pesados que eran sus pensamientos sobre mí hermana.
- No lo sé, es complicado - Admitió apagando el fuego
Asentí viendo cómo ponía el agua sobre el té para que pudiesemos desayunar, dejando el tema por cerrado.
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